os hechos de esta historia se remontan a mi juventud... Pero dejen que me presente por si es que no me recuerdan me llamo John, tengo 26 años, soy de argentina, mido 1, 77, ojos marrones, claro en este momento estoy pelado. Blanco, flaco de aprox. 80kg, la pija me mide 23x8..., claro está que no soy lo que se dice maduro, pero se entiende que pase la adolescencia (qué tiempos aquellos). Específicamente tenía 18 años y en ese momento me iba muy mal en la secundaria con una materia en particular “mi odiosa geografía” tal así que tuve que recurrir a una profesora particular.

Todavía me acuerdo patente el primer día que toque su puerta y ella me abrió con una sonrisa de esas que encandilan a los hombres, se llamaba Lucia tenía 42 años, aprox. 1,65 la estatura mi madre, rellenita con curvas se podría decir… rubia hasta los hombros, tenía un buen par de tetas de esas que parecen cargadísimas de leche… más que vestir como profesora, tenía pinta de una secretaria de oficina, con su pollera un poco subida de sus rodillas, tacos altos, camisa blanca. Me acuerdo como me hipnoticé de esas tetas, con mi pija totalmente dura en mi entrepierna, sentado enfrente de ella. El primer día era para conocernos y me fui con la pija totalmente dura después de 20 minutos de explicarle la materia y todo lo demás… hasta que un buen día...

Profe: me disculparías un momento, ya vuelvo, seguí repasando que cuando vuelvo... te tomo a prueba (me dice con esa sonrisa que la caracterizaba).

John: si profe no se preocupe.

Ella se va por un pasillo y veo como entra en una habitación... decido seguirla… me mataba la curiosidad y las erecciones que tenía cada vez que estaba con ella eran insoportables. Escondido detrás de su puerta vi como ella se cambiaba, la observaba mirando el espejo enfrente de ella. Se quitó el sostén y dejo caer ese par de tetas, tenía los pezones bien marrones oscuros y grandes. Mientras tanto mi pija dura palpitaba en mi pantalón. Salí corriendo al baño sin poder contenerme más me senté en el inodoro me bajé los pantalones desesperadamente hasta los tobillos, casi arrancándome el bóxer dejándolo caer también, para dejar mi pija gorda cabezona totalmente hinchada dura. Me pajeaba como furioso pensando en el par de tetas de la profesora que estaba solo a unos pasos cambiándose. Subía y bajaba la piel de mi pija muy duro, me babeaba la cabeza de la pija de flujo seminal como nunca, sentía lo duro que tenía mis grandes huevos. Mi respiración era cada vez más agitada, de repente siento el ruido de la puerta. Y bruscamente pasa la profesora sin darme tiempo a nada.

Profe: ¿pero que es ese ruido? ¡Pero por dios! ¿Qué es esto?

Estaba shoqueado por la situación, sin saber que decir. Pero en mi mente creo que sabía lo que tenía que hacer.

John: lucia yo puedo explicarle todo, solo déjeme. (plaf tremenda cachetada recibo de su parte).

Ella se da la vuelta como saliendo del baño, mientras hablaba confiada.

Lucia: te quiero inmediatamente fuera de mi casa pendejo grosero, atrevido (justo estaba por decir algo dándose la vuelta con la mano en alto) la detuve en seco sosteniéndole la mano y llevándola rápidamente contra la pared, le doble su mano hacia su espalda subí desesperadamente su falta por encima de su culo, arrancando literalmente su bombacha

John: ¡porque no entendiste por las buenas!... porque todas son así conmigo, (tenía la respiración turbulenta y las palabras salían como atropelladas… con una ruda agitación de calentura que me dominaba).

Lucia: ¡soltame niño malcriado! ¡Cómo te atreves! ¡Te voy a denunciar!

Tenía toda la pija bien dura venosa al palo le clavé mi pija dura en lo más profunda de su concha de un duro pijaso le hice sentir un gran pedazo de mi pija en su cajeta caliente, que no tardo en mostrar sus signos de aprobación dándome los flujos tan deseados que bañaban mi gorda pija, mientras la profesora tiraba la mano hacia atrás, dándome puñetazos cachetadas, con la otra mano sostuve su cabello violentamente hacia atrás empezando a reventarle su concha a pijasos sin piedad.

Yo: ¿ya lo empezó a gozar no profe? ¡Si siento sus jugos de puta corriendo por mi pija no lo niegue golfa!

Ella mantenía la boca bien cerrada se le notaba la fuerza que hacía para no demostrar lo mucho que su cuerpo disfrutaba y mostraba las claras evidencias por los jugos que le corrían por sus piernas. Pero...

Profesora: ¡aaaaaahhh noo nooo hijo de tu putaa… siii dios!!

Le abrí la camiseta con furia rompiéndole los botones dejando caerlos al suelo, rompiendo su sostén, dejando caer esas 2 potentes tetas empezando a darle azotes con mi mano cerrada… apretaba sus turgentes y duros pezones marrones con fuerza.

Yo: ¡que buenas tetas que tenés putita! ¡Sabes cómo me tuviste este tiempo en cada clase con la pija dura profe!

Mas apretaba los pezones y más caliente se ponía, más flujo salían, más lo gozaba lo muy puta… hasta que no soporto más...

Profesora: ¡nooo nooo dejaaa esoo trankilo pendejooo diooss no aguantoo! ¡Me acabooo me acaboooooo!!

Sentía su fuerte acabada correr por toda mi pija bañándola en flujos calientes… como sus piernas temblaban, ¡no me detenía por un minuto de meterle y sacarle mi gran pija dura en lo más profundo de su caliente y mojada concha haciéndole sentir mis gordas bolas chocar contra las nalgas de su culo!

Yo: ¡tomaaaa tomaaa profesoraa calientapijaass puta te llenareee de mi lecheee!! ¡Te voy a preñarrr zorraaaaaa aaaaahhhhhh aaaahhhh!!!

Llene por completo la concha de la profesora de mi leche, dejándole toda la pija hasta las bolas sin sacarla hasta vaciarme por completo dentro de ella. Quedó respirando agitadamente agarrándose fuertemente de mis piernas. Por mi parte estaba fuera de sí... la di vuelta rápidamente y la sostuvo muy fuerte de los pelos haciéndola agachar enfrente de mío, metiéndole desesperadamente toda mi pija dentro de su boca, mientras le tapaba la nariz salvajemente...

Yo: ¡tragame la pija profesora sucia malparida! ¡Te enseñare a respetar perra!

Ella atragantada con toda mi pija media dura ya poniéndose de vuelta erguida y dura como roca dentro de su boca, con sus ojos llorosos, su cara roja como tomate. Le daba duras bofetadas en su rostro, mientras cada tanto le sacaba la pija de la boca para azotársela ya completamente dura contra el rostro como un látigo pesado. La lleve contra la cama dejándole la cara contra el colchón con sus tetas colgando, mientras mantenía con mis manos sus manos duramente contra su espalda, arrodillado desde atrás le empezaba a enterrar salvajemente mi dura pija contra el agujero de su culo, sin piedad, sin su consentimiento. Apretaba, empujaba, taladraba su culo con mucha fuerza mientras ella sufría a los gritos de...

Profesora: dejameee malparidooo de mierdaaaa me dueleee aaaaahhhhaaaaahhhhh.

Después de un rato estar taladrándole salvajemente su culo logre enterrarle la pija hasta los huevos por completo moviéndome como un animal en celo dentro de su culo haciendo que mis bolas choquen desesperadamente contra los labios de su concha empapada...

Profesora: ¡nooo… siii nooo mierda mierda noo pares mierda pendejooo!!!

Yo: ¡te reventare este culo de zorra que te cargas vieja de mierda!

Solté un brazo para palparle la concha sintiendo lo empapada que estaba...

Yo: ¡si serás puta ya estas empapadísima de nuevo perra de mierda!!

¡Empecé a darle salvajes nalgazos en las nalgas de su culo haciéndoselo poner bien rojo ardiente! Con toda la mano abierta dejaba caer mi mano contra su culo muy rápido y muy duro, ¡mientras los pijasos no dejaban de abrir el culo de la profesora puta que la tenía bien clavada de mi pija hasta las bolas!

Yo: ¡te voy a dejar todo el culo lleno de leche hija de perra! Ahhhh aaaahhhh asiiii ufff!!

Empecé a derramar potentes chorrasos de leche caliente bien dentro de su culo haciéndole arder el culo de mi leche...

Profesora: ¡ahhh aaaaahhhhh Noooo Nooo Acabaaa afuera hijo de putaaaaaa!!!

Continuará...