Hola, soy Isabel, tengo 65 años y soy una ama de casa a la que le encanta divertirse. En realidad, estoy disfrutando de un estilo de vida de tipo matrimonio abierto y cornudo. He vivido toda mi vida para hacer realidad todas mis fantasías sexuales, ya que solo se vive una vez y no tengo intención de perderme nada. Llevo cuarenta años casada con mi marido, pero eso nunca ha sido un obstáculo para disfrutar de todo, incluso, al contrario.
Esta historia sucedió hace unas décadas, tras enterarme de que Eva, una mujer que presumía de santurrona, perteneciente a nuestro circulo social, había follado con mi marido, la sometí y la transformé en mi sumisa, una de las cosas que le había dicho es que quería, que ella que siempre se vestía que parecía una monja, debía transformarse y vestirse como lo que era, una puta. Debo de aclarar para algunos jóvenes lectores que, por aquella época, han pasado unos años, las tarjetas de crédito estaban comenzando y la gente pagaba mayoritariamente en efectivo
En ese momento las grandes superficies comerciales no estaban tan desarrolladas con en la actualidad, pero aun así quedamos en unos grandes almacenes, allí la busque una falda cortísima, que apenas la tapaba las bragas, y una busa negra muy escotada, luego buscamos lencería, la hice escoger un conjunto rojo, con un tanga diminuto, nos metimos a los vestuarios, donde ella se puso la ropa que habíamos comprado, no la permití usar sujetador, con lo que sus impresionantes tetas destacaban, también la obligue a comprar un par de medias con ligueros.
Cuando ya estaba vestida como una puta, la pregunté:
o ¿El dinero con el que has pagado esto, de donde ha salido?
o De mi casa, me respondió mi marido me da para mis gastos.
o Cariño una puta no vive de su marido, vive de su trabajo como tal, le dije yo.
Y la obligue a pasear así vestida por la superficie comercial, yo me mantenía a una cierta distancia, que no pareciera que íbamos juntas, me fui dando cuenta de que muchos hombres la miraban con ojos de salidos, muy normal por cómo iba, hasta que me fije en uno que me inspiró una cierta confianza, vi que estaba solo y acercándome a él le dije:
o ¿Te gusta mi amiga?
Él se quedó un poco sorprendido
Yo me reí un poco y le sonreí, luego añadí:
o Es normal, yo comprendo que tiene un cuerpo espectacular, pero tiene un defecto se ha vuelto adicta al bingo y ha perdido mucho dinero, y tiene miedo de que su marido se dé cuenta, si encontrara uno, o varios hombres que le dieran dinero ella les daría otra cosa, y además mientras se lo da no estaría jugando al bingo, sería un acuerdo favorable para todos.
Él me miró sorprendido, pero se lo notaba que Eva le gustaba mucho, me hizo una señal para ir a un sitio más discreto y allí hablamos, él tenía un sitio donde llevaba a alguna amiga o algún ligue ocasional y podría llevar allí a algunos amigos, pero quería saber que íbamos en serio y para ello debía de probar la mercancía. Nos pusimos de acuerdo en que nos daría diez mil pesetas de las de entonces, unos sesenta euros actuales, cosa que hizo en el acto, y quedamos que el iría por delante hacia el aparcamiento donde guardaba su coche, y nosotras le seguiríamos.
Conforme a ello le hice una señal a Eva de que viniese donde yo estaba, sin perder de vista a nuestro nuevo amigo, y cuando llegó a mi fuimos detrás de él a una cierta distancia, hasta que llegó a su coche, nos acercamos a él e hice subirse a Eva en el asiento del copiloto y yo monté atrás nada más arrancar me di cuenta de cómo miraba las piernas de mi sumisa y le dije:
o Cariño puedes tocar libremente.
Él no se hizo de rogar y puso la mano sobre la rodilla de Eva y a todo lo largo del trayecto, no paro de acariciarle los muslos a mi sumisa, que se dejaba hacer, aunque algunas veces ponía cara de asco.
Llegamos a su apartamento, supuse que era un picadero en al cual llevaba a sus amantes, entramos en el portal, donde el portero le saludó, parece que para él que este propietario subiera con amigas era lo normal, y subimos en el ascensor hasta el piso donde estaba su nido de amor, abrió la puerta y entramos nos estuvo enseñando el interior y por último entramos en una habitación diseñada con cierto gusto, con una cama que se notaba no estaba pensada para dormir, una vez allí le pedí que nos diera un momento, y el salió de la habitación.
Ordené a Eva desnudarse y luego ponerse la lencería para recibir a nuestro cliente, así como, las medias negras con liguero, Eva lo hizo, aunque no pudo evitar soltar:
o Lo que estoy haciendo es gravísimo, voy a terminar en el Infierno.
o Cariño tu destino es estar en el infierno con un montón de diablos con grandes pollas follandote contantemente y algunas diablesas de coños muy calientes. Le respondí.
Por mucho que quisiera parecer otra cosa esta idea más que rechazo le provocaba deseo, así que se puso así, había quedado con nuestro cliente que ellos follarian mientras yo desde un rincón de una manera muy discreta daba órdenes a nuestra putita.
Mandamos entrar a nuestro cliente, este nos dio una primera lección, primero besó a Eva en la boca y después nos aclaró que eso era un privilegio suyo por ayudarle a iniciarse, pero nos aclaró que normalmente las putas no besan con lengua a sus clientes. Nos dimos por enteradas de la lección y entonces ordené a Eva acariciar la polla de nuestro macho, ella llevando sus manos al bulto de el que sobresalía sobre el pantalón se lo acaricio, el bulto ya destacaba y al sentir la mano de Eva comenzó a aumentar aún más.
Él se quitó la camisa dejando su pecho desnudo al aire, de la parte de abajo, siguiendo mis instrucciones se ocupó Eva que le bajo los pantalones y los calzoncillos dejando su polla suelta, la verdad es que estaba muy bien dotado. Y después siguiendo mis ordenes se arrodilló ante nuestro amigo, y se puso a darle besitos en la polla y se la metió en la boca, al principio le dieron arcadas, pero poco después ya estaba mamando esa polla como si lo hubiera hecho toda la vida.
Nuestro amigo le pido que se sacara las tetas del sujetador y Eva que ya estaba aprendiendo que una buena puta debe de complacer en todo a sus clientes se las sacó, dos esplendidos melones se quedaron al aire, despertando l admiración de nuestro hombre, que dijo:
o Que suerte tiene el cornudo de tu marido de beneficiarse de estas tetorras, desde luego para que estes jugando al bingo, estas mucho mejor follando y cobrando.
Eva seguía chupándosela, y no lo hacía nada mal, y eso que si debíamos creerla era su primera vez. Pero cuando nuestro cliente se iba a correr la pido que parara, tenía el capricho de ver en primer plano el culo de la zorra.
La putita se dio la vuelta y el cliente al verla exclamó:
o Es delicioso, ¿Puedo lamérselo?
o Por supuesto, dije yo, se supone que eres socio de nuestro negocio y por tanto puedes utilizar sus instalaciones.
Él se arrodilló y comenzó a besar el culo de Eva, la pidió que se pusiera a cuatro patas encima de la cama y sacando su lengua de la boca comenzó a chuparla su trasero, y así estuvo hasta que dijo:
o Estoy muy caliente, es hora de que follemos.
Se levantó y pidió a su putita que permaneciera en la misma postura, se puso el condón, tenía un paquete encima de la mesilla, y desde atrás entró en el coño de Eva, yo sentada en una silla lo estaba viendo todo, ella al sentir por primera vez en su vida una polla que no era la de su marido hizo un gesto de extrañeza, yo al verla le dije:
o Déjate llevar.
Ella entendió el mensaje, y se quedó quieta, pero poco después comenzó a gemir y dijo:
o La tienes más grande que la de mi marido.
Nuestro socio cliente siguió atacando su coño desde atrás, parecía encantado, tenía una visión fantástica del culo de Eva mientras se la follaba y gemía.
o Me gustas más que muchas de las profesionales con las que lo he hecho, le dijo.
Mientras continuaba igual, hasta que sintiéndose cansado, pidió un cambio de postura la explique a Eva que siendo una puta debía de satisfacer todos los caprichos de sus clientes, él se tumbó en la cama y yo le ordené a la putita chupársela de nuevo para que volviera a tener la polla en plena forma, no le costó mucho. Después le pidió que ella se pusiera encima:
o No sé, dijo ella, con mi marido solo lo hago él encima y con la luz apagada.
o Estamos aquí para que aprendas, dije yo, deja que nuestro cliente te enseñe, al final tendrás que aprender a hacerlo de todas las maneras posibles.
Eva parecía ir sintiéndose a gusto con su condición de puta, y aceptó con una sonrisa, se puso encima de él guio la polla a la entrada de su coño y se la metió en su interior, y comenzó a subir y bajar mientras su cliente le acariciaba sus tetas y le decía:
o Tienes unas tetas impresionantes, no sé cómo tu marido no está siempre sobándotelas.
Continuaron en esa postura hasta que a nuestro cliente le pareció que llevaba mucho tiempo sin contemplar el culo de su putita y la ordenó darse la vuelta y que siguiera cabalgándole, pero de espaldas a él, ella que ya estaba aprendiendo su papel obedeció, y siguió cabalgándole mientras el acariciaba su trasero, así estuvieron un buen rato hasta que el sintió que se iba a venir y pidió una nueva postura, aunque a nosotras nos aclaró:
o Si ella se va a dedicar a esto en plan profesional debe de ponerles a los clientes un tiempo determinado para correrse.
Pero como no era este el caso, por supuesto dejamos que esperara para que no se corriera tan pronto, y él ideo una nueva postura follar de lado nuestra putita se puso em la cama tumbada de lado.
Y desde esta postura siguió penetrándola, hasta que dijo:
o No puedo más y se corrió.
Él nos explicó que lo normal era que una profesional quitara el condón a su cliente y se lo limpiara con un pañuelo de papel, pero este no era un caso normal, él era alguien que iba a ser muy especial, así que le ordené a Eva que al quitarle el condón le limpiara la leche con su boca, y su polla pareció reaccionar y Eva, sin que nadie la dijera nada se metió su polla en la boca y se puso a chupársela, y llevándose una de sus manos a su coño comenzó a acariciarse, mi zorrita estaba encontrando gusto a sentirse puta.
Fue el cliente el que, en ese momento, fijándose en las tetas de Eva, dijo:
o Me encantaría meter mi polla entre esas tetas, para que termine de recuperarse.
Por supuesto cariño, dije yo.
Él se puso de pie y Eva se agachó a la altura precisa para que sus tetas estuvieran al alance de la polla de nuestro cliente, nuestro macho se la metió entre ellas, y la indicó como apretárselas, para rodear su polla, Eva demostró ser una excelente alumna y se las apretó y comenzó a moverla como si estuviera dentro de un coño, así estuvo un poco hasta que dijo:
o Hay una cosa que pocas putas hace, pero es algo que en estos momentos deseo con muchas ganas
Dilo, cariño, dije yo
o Quiero darle por el culo a nuestra puta, respondió él.
o Por supuesto a ti como cliente principal no podemos negarte nada, dije yo.
o Dios, dijo Eva, nadie, ni siquiera mi marido, me ha hecho eso.
o Pues esta es una buena ocasión para que aprendas, sentencie yo.
Nuestro cliente le indició a su putita como colocarse a cuatro patas, encima de la cama, él se colocó detrás de ella y se lo acaricio, y después se lo restregó, Eva suplicó.
o Por favor no me hagas daño.
o Tranquila mi niña, dijo él, tendré mucho cuidado.
Después se puso un condón y dirigió su polla al culo de nuestra zorra, y la penetró, mi sumisa dio un fuerte grito de dolor, pero e ordené a él que continuara, el lo hizo los gritos de mi amiga se fueron transformando en gemidos de placer y estos se fueron haciendo cada vez más intensos.
o Esta chica como puta va a hacer carrera, dijo nuestro cliente, mientras seguía entrando y saliendo del culo de la putita.
Y siguió así hasta que sintió que se corría, la cara de Eva demostraba el gran placer que estaba experimentando, yo tuve claro que su destino era ser una puta de gran calidad, él seguía moviéndose, hasta que finalmente se corrió y se salió, pero en vez de correrse en otro sitio, pido hacerlo encima de el culo de Eva, se quitó el condón y una gran cantidad de leche fue a parar a ese hermoso culo.
ÉL la ofreció irse ella a lavar primero, pero ella lo rechazo, cuando nuestro cliente salió de la habitación yo no pude contenerme más, me alcé la falda y me quité el tanga, y exigí a mi putita:
o Zorra cómeme el coño ya.
Me puse encima de ella, y ella sacando su lengua la introdujo dentro de mi coño, que estaba mojadisimo, mientras yo la decía:
o Puta no sabes lo caliente que me has puesto viéndote follar con este hombre, venga cálmame
Ella muy obediente sacó su lengua y comenzó a lamerme el coño, debía de estar muy excitada por la forma en que me lo comía, de repente me agaché y llevé mi lengua hasta su coño, de esta manera comenzamos un sesenta y nueve, nada más tocar mi lengua la superficie de su coño, me di cuenta de que estaba muy caliente, llevaba toda la tarde dando placer a una polla de un buen tamaño, eso hizo que me diera más morbo chupárselo.
Fruto de mi calentura me vine rápidamente y ella como una buena sumisa se tragó todos mis líquidos, en esos momentos sentí una mano acariciando mi culo, y al volverme vi que nuestro cliente me estaba acariciando el culo, cuando Eva sacó la lengua de mi coño, él se puso otro condón, parece que en aquel sitio había a para que follara media ciudad, y me la metió. El primero ordenó a Eva:
o Vete a lavarte y deja que tus amos conversen.
Esta obedeció y se fue al baño a lavarse, mientras él seguía con la polla dentro de mi coño y debo de reconocer que lo hacía muy bien, mientras me follaba me dijo:
o Tu amiga puede ser una buena puta, y podemos ser socios en ello, yo pongo el apartamento y busco algunos clientes, pero me apetece follar contigo, siento que los dos juntos podemos vivir aventuras increíbles, que con mi mujer me es imposible.
Yo sentía su polla dentro de mi me estaba llevando a la Gloria y de otro lado su propuesta me resultaba muy morbosa. Y me decidí a ser atrevida.
o ¿Quieres que la convierta en una puta igual que Eva?
o Tendría su morbo, pero déjame que me lo piense, respondió él.
Mientras su polla seguía atacando mi coño, me había provocado ya varios orgasmos, finalmente se ti que se corría, cuando lo hizo me agaché y me dispuse a quitarle el condón, pero en esos momentos una idea rondó mi cabeza, al hacerlo, llevé mi boca hasta su polla y comencé a chupársela:
o De esta manera ya somos pareja de folleteo, dije yo.
o Estoy de acuerdo, contesto él.
En ese momento Eva volvió de lavarse, y me dijo que fuera yo, cuando volví Eva ya estaba vestida, me vestí yo también, luego lo hizo el cuándo también estuvo vestido salimos de la casa, él dijo:
o Esto puede ser el principio de una relación provechosa.