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Al día siguiente Camila despertó a Nicole a eso de la ocho de la mañana para que fuera a traer, ahora si todo lo necesario para un buen desayuno en compañía de Emo, pero de haber sabido lo que era capaz de hacer el intestino del animal se hubiese opuesto rotundamente. Le tomo más de media hora escoger los “selectos” ingredientes que Camila le había pedido en una lista y volver a casa con ellos. Estaba encanta de poder disfrutar de ese momento hogareño junto a la morena. Ella se desenvolvía muy bien en la cocina, mientras que Nicole la observaba fantaseando con que así fueran todas sus mañanas junto a ella
Después de delicioso desayuno preparado por Camila que consistió en; café, frutas cortadas, tostadas francesas y huevos rancheros. Nicole, la morena y Emo se dirigieron al sofá con la intención de sentarse a disfrutar de una película, pero les tomo media hora ponerse de acuerdo en la que verían, ya que mientras Camila insistía en ver el exorcista, Nicole reclamaba casi que en suplica ver los Locos Adams después de que la muy maldita de Camila le contara la verdadera historia que dio origen a la película. Finalmente se decidieron por un género neutro entre sus gustos y se acomodaron para “deleitarse” viendo escuadrón suicida.
Estaban los tres relajados sobre sofá, con el peludo como siempre sobre las piernas de Nicole, cuando de repente alguien empezó a tocar el timbre con mucha insistencia. El Golden fue el primero en saltar del sofá a ver quién era, pero después de olfatear un poco por debajo de la puerta decidió irse hacia al lado contrario específicamente hacia la recamara de Camila.
– ¿Quién carajos toca el timbre así a las diez de la mañana de un domingo? – Pregunto algo molesta a Camila por la interrupción, pero la morena parecía petrificada sobre el sofá con la mirada puesta en la puerta. El tono del timbre empezó a ser mucho más insistente. Quien fuera la persona que estaba tras la puerta estaba desesperada porque le abrieran – Pues sino ti importa voy a ver quién es, antes que el desquiciado que está tocando termine quemando el timbre – Ella no le respondió. Continuo en el mismo estado.
A pesar de que la posibilidad de ver Antonio parado en la puerta de Camila no era un imposible no dejo de impresionarla
– Antonio que sorpresa verte por aquí – La cara del pobre tipo cambio de furia a miedo en un instante – Pero Cuéntame ¿A que debemos el honor de tu visita? (Vamos a ver cuál es la excusa de este soquete) – Pensó
– Nicole… que sorpresa… Yo… Es que… habíamos quedado con Cami… Camila para trabajar en su apartamento hoy, pero creo que lo olvido – El maniquí bronceado prácticamente tartamudeaba tratando de dar una buena explicación, mientras que Nicole pensaba que tan idiota la podían creer esos dos seres que era
– ahhh… ya. Viniste a trabajar con Camila, un domingo en la mañana cuando nadie más en el puto concesionario lo hace. Pues quien te ve Toñito, la desaforada dedicación que no demuestras para el trabajo en la oficina, la demuestras en el apartamento de tus compañeras, tal vez deberíamos cambiarte la oficina aquí. Es más, me has contagiado de tu espíritu hacendoso, que tal si sigues y trabajamos juntos y de paso llamamos a SARA – hizo hincapié en el nombre – Para que trabajemos en equipo y nos rinda mas ¿qué te parece?
– No yo, yo no…
– ¿Tu no que Antonio? ¿No venias a trabajar? – Estaba muy enojada, con el nivel de cinismo de esos dos – Sigue de una vez y me muestras en que consiste su trabajo. Creo que a tu novia le va encantar saber lo dedicado que es su prometido en horas no laborales
– Sabes no es necesario que la llames. Yo no sabía que estabas aquí y no las quería interrumpir así que mejor me voy porque… ahora que recuerdo nos quedamos de ver más tarde con mi amorcito, así que mejor me voy a buscarla. Igual, lo que íbamos hacer hoy con Cami…la, lo podemos hacer mañana en la oficina
Nicole salió del apartamento cerrando la puerta tras ella para enfrentar a Antonio. Lo agarro las solapas de su costosa cazadora de diseñador y acerco su rostro amenazadoramente a él
– No me digas ¿y en que parte? ¿sobre el escritorio o en el sofá Tontonio?
– No se dé que me hablas
– Te hablo de que no estás aquí por trabajo. Así que me dices ahora mismo que te traes con Camila sino quieres perder otra parte importante de tu hombría
Antonio supo al instante por la mirada inyectada de furia de Nicole que sin duda alguna iba a cumplir con su amenaza. Así que medito sus opciones; decirle la verdad sobre su amorío con Camila y hacer que esta lo matara en vez de la ojiazul o liberarse del agarre y salir corriendo como la rata cobarde que era, así que se decidió por esa última.
Nicole después de ver a Antonio huir por el ascensor trato de calmarse contando hasta cien para poder enfrentarse a la morena, aunque su técnica de relajación no funciono para nada
– Ese Antonio es un idiota – Dijo rápidamente Camila cuando vio a Nicole entrar nuevamente. Se levanto del sofá acercándose a ella saliendo completamente de su estado de entumecimiento temporal – Yo le dije que viniera en la tarde porque tenemos que terminar el informe de gestión de este trimestre. Como nuestras áreas se complementan tenemos que unir los datos de ambas
– ¿Qué tan idiota crees que soy? – Le dijo muy enojada. No entendía porque insistía en mentirle si todo era tan obvio
– ¿Que? – La habian pillado y lo sabía. Pero su cerebro o su corazón insistían en detener a su lado a Nicole, a pesar de que en teoría era más fácil contarle a la ojiazul que Antonio era su amante, de esa forma terminaría con todo sin más, porque básicamente Nicole ya no le servía de nada después de la información que le había dado la noche anterior
– Vamos Camila, que ese simio amaestrado es un holgazán. Nunca trabaja en la oficina y mucho menos fuera de ella ¿y me quieren hacer creer que viene un domingo a trabajar? permíteme que me ría
– Es la verdad – Camila se puso a la defensiva – Le llame antier en la noche para que revisáramos unos documentos que quedaron incompletos el jueves. Como pensé que no te iba a ver hasta el lunes porque estabas precisamente con su novia
– Si ya te creí que vas a completar una documentación con un idiota que no tiene ni idea en consiste el trabajo que tendría que hacer. Te creería si me hubieses dicho que llamaste a su asistente al fin y acabo él es el verdadero encargado de esa área – Lo único que la morena lograba con tan patéticas escusas era ofuscarla más – ¿sabes qué? odio que me mientan en la cara, así que es mejor que me vaya para que puedas llamar a “Toñito” Tú sabes, para que se ponga a “trabajar” enérgicamente contigo.
– ¿Que estas insinuando? – Camila se interpuso en su camino para encararla. A pesar de que las insinuaciones de la ojiazul eran completamente ciertas, le dolía en el alma que la tratara como si fuera una puta. Ella no podía hacerle eso
– Insinuando nada, te estoy diciendo las cosas como son. Tú y esa basura tienen algo más que una relación laboral y ese imbécil se la pasa aquí. O porque no me explicas como es que tienes en el baño un frasco de la colonia que el usa y en tu closet camisas de seda ceñidas al cuerpo como le gustan a él o porque el pobre perro salió corriendo a penas lo olfateo
Nicole se había dado cuenta de cada detalle y Camila estúpidamente no contemplo que podía hurgar entre sus cosas. Pensó que había escondido bien esas prendas entre su closet y la colonia en los cajones del baño, pero no fue así y ya no podía hacer nada. Por unos segundos contemplo la idea de decirle que eran de otro hombre, pero sabía que seguirle mintiendo solo iba a alimentar más su ira.
– Eso no es de tu incumbencia. Así como yo no hago un escándalo por que tu salgas con Sara, tu no deberías hacer uno simplemente por ver a Antonio aquí y mucho menos sacar conjeturas después de hurgar entre mis cosas
Nicole estaba que se golpeaba contra las paredes después de escuchar semejante respuesta tan cínica. ¿Pero porque le dolía tanto si desde un principio ella sabía que Camila no era precisamente un dechado de virtudes? y ahora estaba casi segura de que ni siquiera era una buena persona, pero ella se había encaprichado con un demonio y ahora iba a pagar las consecuencias
– Claro, Simples conjeturas. Y su pongo que el hecho que lo defiendas a capa y espada y que le hagas el trabajo solo es compañerismo
– No sé de qué diablos hablas ¿Ahora no solo me acusas de acostarme con Antonio sino de además hacerle su trabajo? Entonces demuéstralo
No valía la pena seguir discutiendo por algo que Camila iba a negar hasta la muerte. Ella se iba a rodear de un escudo alto e impenetrable como siempre lo hacía, mientras que Nicole solo se iba a desgastar intentado inútilmente traspasarlo. Lo mejor en esa situación era irse, porque si seguían así Nicole diría algo sin pensar, que la devolvería al principio de la historia de la estafa. Sin una sola pista del cómo y del porque y a los mejor con Camila y Antonio huyendo hacia otro continente. Así que solo se encamino hacia la habitación de la pelinegra con esta tras ella para tomar sus cosas e irse, pero el corazón se le arrugo cuando vio a Emo temblando envuelto en un rincón
– ¿Qué te pasa amigo? ¿Por qué tiemblas? – Se sentó a su lado para consolarlo, masajeándole su cabeza y sus orejitas, pero el pobre animalito no reaccionaba. De repente sintió a Camila tras su espalda, lo que le altero los nervios haciéndola sentir en una posición vulnerable – Parece ser, que Emo tampoco aprecia las llegas repentinas de tu “amiguito” perdón Compañero
– No voy a seguir discutiendo por lo mismo
Camila se sentó a su lado también a consolar a Emo. Mientras que Nicole se levantó para ponerse su ropa de calle. La morena solo se quedó viéndola sin saber qué hacer. No quería que se fuera así, pero tampoco había forma de poder detenerla sin que la bola de mentiras se hiciera mucho más grande
– ¿Ya te vas?
– Si, no tiene sentido que me quede y pretendas que nada paso. No puedes tapar el sol con un dedo Camila. Me quedo muy claro desde el principio de todo esto, que no debería reprocharte nada, porque no me debes fidelidad, pero por lo mismo deberías respetar mi inteligencia y más cuando te estas metiendo con el cerdo de Antonio, el tipo que está comprometido con mi ex. Tal vez no sea nadie para decirte como debes vivir tu vida, pero gracias a Sara y su familia tienes un buen empleo, bien pago, así que por lógica más que por ética meterte con su prometido no es muy buena idea
Camila ni siquiera volteo a verla porque de haberlo hecho la habría visto llorar. Nicole no tenía ni idea de cuanto la herían sus palabras porque nada se trataba de ética o de buenas ideas y mucho menos de deberle algo a esa maldita familia. Se trataba de ira, de desprecio, de dolor y deseos de venganza, pero lo que más le dolía de las palabras de Nicole es que parecía que lamentaba más el daño que su amorío con Antonio le iba ocasionar a Sara que lo que sentía Nicole por esa traición
– Por cierto, debería botar ese sillón negro, es horrible y no va con esta alcoba – Camila vio el sillón al que se refería Nicole, sin duda era espantoso a ella tampoco le gustaba, pero Antonio se lo había regalado para un cumpleaños, alardeando que era un diseño exclusivo de un gran diseñador de interiores, y que su exquisito cuerpo se vería magnifico posado en él. Como siempre Antonio pretendiendo verla con parte de la decoración
Nicole salió del apartamento de la morena sintiendo que algo dentro de ella se fragmentaba, pero no podía decírselo sin mostrarse vulnerable y quedar a su merced. Si algo le había enseñado la tragedia que sufrió con Sara, es que mientras más das por resolver las cosas más te quitan las personas que no te aman realmente y ella ya había perdido todo, incluso su libertad por la persona que más amaba y que creía, la había amado con la misma intensidad.
Nicole llego ese lunes muy temprano a la oficina porque como era lógico no pudo dormir en toda la noche pensando en ella. Estaba tratando de solo concentrase en su trabajo cuando de repente escucho la puerta.
– Siga
– Buenos días Nicole
– Hola Jorge ¿cómo amaneciste?
– Pues… bien… Yo venía por tu informe, es que tenemos que entregar el conglomerado el viernes – Se podía percibir a un kilómetro de distancia el nerviosismo de Jorge.
– Si precisamente lo acabo de terminar – Guardo la información en una tarjeta de memoria y se la entrego – Toma – El jefe de sistemas tomo la tarjeta con la mano algo temblorosa – Jorge no quisiera meterme en lo que no me importa, pero ¿te encuentras bien?
– No, no… yo estoy bien, es solo que estoy un poco atrasado con el informe, no te preocupes – El hombre se dirigió hacia la puerta y en el instante que iba abrir solo emitió una frase – Dios santo – se devolvió a el escritorio de la ojiazul cabizbajo – Perdóname Nicole, pero si me pasa algo y ese algo te afecta directamente a ti. Creo que tenemos que hablar
– Me imagino que ese algo se trata del robo al concesionario ¿cierto? – Jorge solo afirmo con la cabeza – Siéntate, porque yo también te quiero hablar de eso
Mientras que Jorge se quedó sentado sin saber muy bien por donde comenzar a confesar, Nicole aprovecho para prender unos pequeños micrófonos que había instalado en la oficina, previendo que ese instante o algo similar ocurriría en algún momento. Y en vista que el ingeniero no se atrevía a comenzar la discusión sobre la estafa, comenzó ella.
– Tú me has estado dando información sobre lo que sucedió, me imagino que a propósito. Pude ver el programa que alguien instalo en la plataforma para captar dineros, también sé que ese programa tiene tres extensiones para ser manejado por diferentes personas, uno está en el ordenador de Antonio Sotomayor, el otro en el de Camila Esquivel y el tercero estaba en mi antiguo ordenador que ahora manejas tú, así que asumo que fuiste tú el que lo instalo desde un principio para inculparme, porque el programa sigue funcionado y siguen intentando darle comandos de apertura desde esas extensiones.
– Si, así fue Nicole. Y no tienes idea de lo culpables que me siento
– Pues tienes por qué. Gracias a ti mi vida casi se arruina
– Perdóname, por favor. No sabía que me pasaba por la cabeza en ese momento – Se notaba en sus ojos que el pobre hombre estaba realmente arrepentido – Yo solo pensaba con sordidez en los millones que podía ganar si lo ayudaba
– ¿Ayudaba? ¿Es decir que esto no los planeaste tus solo? – Jorge solo asintió – Pues bien, lo primero que quiero saber es cómo funciona el programa – Nicole se recargo serenamente sobre el respaldo de su silla para escuchar lo que tenía que decir
– Bueno el programa está diseñado para replicar un comando cada vez que hay un nuevo cliente. Cuando el cliente hace una consignación el programa lo capta por la referencia que precisamente tu plataforma le ha asignado para encontrarlos más rápido – Trato de relajarse para no saltarle encima y ahorcarlo en ese mismo instante. Ese idiota se había atrevido a manipular su creación para robar a la compañía – Cuando se deposita el valor de la compra en la cuenta principal automáticamente hace una transferencia del cinco por ciento a un paraíso fiscal
– ¿Solo de un cinco por ciento? ¿Pero la última vez que yo revise una de las cuentas del concesionario estaba prácticamente en cero?
– Si. El plan era ir saqueando las cuentas de la empresa de a poco. Para eso Antonio contrato una firma panameña que básicamente se dedica lavar dinero creando empresas ficticias. El dinero se sacaba desde la cuenta Principal de S&S, luego se mandaba a una cuenta de ellos en Panamá, ellos lo hacían pasar como rendimientos y se consignaba de nuevo en fondos en los cuales Antonio figura como inversionista
Ya se imaginaba Nicole a Sara dándole a Antonio los números de cuentas, las claves y en fin toda la información que ese miserable necesitaba para poder robar el concesionario a gusto, mientras este conspiraba contra ella. No podía creer que siendo Sara una persona tan inteligente hubiese caído redondita a los pies de ese hampón. Se preguntaba si le habría hecho alguna brujería para amarrarla, sonaba ridículo, pero es que no encontraba una explicación lógica
– No sé por qué razón de un día para otro Antonio decidió empezar a robar porcentajes mayores de la cuenta principal del concesionario llevándose prácticamente todo. Intentamos hacer la última transferencia el día anterior al que la policía te llevo a la cárcel, pero mientras lo hacíamos tu aplicación se activó, encriptando toda la transacción dejándola a medias. Fue imposible desbloquearla, así que Antonio decidió sacar los demás dineros que nos habíamos robado antes de que desaparecieran, pero no sé de qué forma lograste cambiar el número de cuenta de los fondos y obviamente al intentar ingresa la contraseña a una cuenta diferente esta termino bloqueándose, congelando todo el dinero. Antonio llamo a su corredor en Panamá para que personalmente fuera al banco a arreglar el problema, pero ellos estaban siendo investigados por millones de dólares que fueron lavados en todas partes del mundo así que cualquier tipo de movimiento que intentaran hacer para recuperar dineros iba a ser investigado, solo le dijeron que no se arriesgarían a tener más problemas que lo mejor era que lo solucionara él.
– Y la forma de solucionarlo era descubriendo los nuevos números de cuenta que le asigné a los fondos de Antonio, pero para hacerlo debías desencriptarlos lo que has intentado hacer desde entonces – Jorge asintió – Sin embargo, Cuando revisé la plataforma me di cuenta de que intentaban abrir la información todos días desde la extensión de mi antiguo ordenador. Es decir que Sara no le ha pedido a alguien externo que lo intente. Por eso durante la imputación de cargos nunca se habló de ese programa.
– Así es. La señorita Sandoval me pidió directamente a mí que me encargara, seguramente por sugerencia de Antonio. obviamente si le hubiese informado que existía un programa así, instalado en el sistema, el fiscal lo hubiese querido usar como prueba y ello significaba que el dinero desaparecería. Así que tuve que decirle que el robo se había hecho manualmente, que alguien había obtenido las claves de las cuentas, y en un solo movimiento habían hecho el traspaso de los millones de dólares a otra cuenta.
– Y obvio cuando miraron mis cuentas fui la culpable – Nicole ya sospechaba que las cosas habian ocurrido así, lo que no terminaba de entender es porque Sara creyó que ella sería capaz de eso, si sabía perfectamente que no era una persona de naturaleza vengativa
– Así es. Al principio Antonio quería crear una cuenta falsa a tu nombre con unos miles de dólares, pero cuando vi tu información financiera medí cuenta que tenías dos fondos millonarios. Así que con esa información fue suficiente para engañar a la señorita Sandoval
– ¿Qué tiene que ver Camila Esquivel en todo esto? – Pregunto, suponiendo que la respuesta es que ella era el actor intelectual de todo ese entramado, pero de nuevo Camila estaba un paso delante de los demás
– La verdad es que sobre la señorita Esquivel no se mucho. Ella fue la que me ayudo a entrar al concesionario, creo yo que por ser… – Titubeo un poco antes de decirlo – la amante de Antonio, pero nuestra relación ha sido lejana yo solo me entiendo con él.
Para Nicole fue horrible escuchar la palabra Amante, pero esa era la realidad. Camila y Antonio planearon el robo y seguramente ambos iban a escapar como ratas al extranjero dejando a una persona inocente pudrirse en la cárcel, y aun así Nicole no sabía qué hacer. Su maldito corazón se negaba a creer que aquella mujer pudiera ser tan perversa.
Cualquier camino que escogiera iba hundir a Camila, pero antes planeaba escuchar la verdad de sus labios, aunque fuera cruel. Quería que le dijera que la odiaba, que nunca le importo, que solo jugo con ella por conveniencia, que Antonio era lo único importante en su vida y que estaba dispuesta a todo por él, tal como lo hizo Sara. Tal vez de esa forma ella iba a despertar y liberarse por fin de esas personas que solo le hacían daño. Destapar la olla podrida para después largarse y olvidarse de ese maldito infierno
– Jorge, todas las conversaciones en esta oficina son grabadas y guardadas en la nube, así que mis abogados se comunicaran contigo. Por tu bien espero que colabores con ellos.
– Lo hare Nicole lo único que te pido es que no despidas a Julieta. Ella fue la que me obligo hablar contigo. Cuando le dije la verdad se decepciono mucho de mí, ella estaba segura que tú eras inocente y saber que su esposo había tenido algo que ver en el complot la desborono. Me dijo que si no te contaba la verdad desaparecería junto con mi hijo – Jorge no puedo evitar echarse llorar amargamente – Ella y mi hijo son mi vida, por favor, no permitas que la despidan por una injusticia
– Yo no tengo porque ayudarte en absolutamente nada. Cuando llegaste aquí yo no hice otra cosa diferente a salvarte de tus cagadas como para que ahora vengas a pedirme algo a cambio – Su enojo cada vez se acrecentaba más y aunque estaba dispuesta a hundirlo sin remordimientos su personalidad o tal vez su alma le impedía ser tan ruin como todos lo habian sido con ella – Pero tienes suerte porque Julieta también me salvo muchas veces y sé qué clase de persona es, aunque desafortunadamente ambas tenemos la horrible tendencia a juntarnos con ratas como tú y como… -Iba a decir Camila pero era mejor que ese gusano ni siquiera creyera que las unía el odio – Sabes que, mejor lárgate no voy hacer yo la que te de tu merecido por lo menos no hoy
– Me merezco todo Nicole. Ojalá un día me puedas perdonar
– Una cosa más Jorge – Lo detuvo cuando este estaba a punto de abrir la puerta – No le digas nada de esto a nadie, ni siquiera a Sara. Haz de cuenta que nada ha pasado hasta que yo te diga que hacer o te juro que lo lamentaras
– Hare lo que me pides
Jorge salió de su oficina secando sus lágrimas con las manos. Mientras que Nicole también comenzó a llorar. Solo podía pensar en que les había hecho para merecer todo eso.
A Jorge lo había tratado como un buen compañero desde su llegada al concesionario. Nunca hablo o dijo nada del imbécil de Antonio a pesar de que contantemente escuchaba de sus compañeros más cercanos que era un inepto adulador que no le importaba hundir a los demás para él quedar bien. Con Camila nunca tuvo que tratar directamente, excepto una vez que su ordenador se dañó y nadie parecía poder arreglarlo, recordaba que ese día ni siquiera habían tenido una conversación decente, ella se había fijado en su sortija y solo le había hecho el comentario de los hermosa que era y Nicole simplemente le había respondido que había sido uno de los últimos regalos de su querida madre. Pero sin duda la peor de todos fue Sara. Cuatro años de conocerse, tres años como pareja estable y viene a poner toda su fe y devoción en el primer aparecido, hundiéndola sin más. Esa confesión sirvió para invocar de nuevo su rabia contra Sara, pero tampoco la podía odiar, aunque cada molécula de su cerebro se lo exigiera, su corazón se lo impedía.
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