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Elena una mujer hecha para el sexo

~~Soy de las Islas Canarias, un chico normal, como muchos de vosotros, 1,70 complexión media, ojos azules, rubio y con el pelo cano, a mis 30 años puedo dar por cumplidas muchas de mis fantasías sexuales, las cuales compartiré con vosotros si son de vuestro agrado.
 Hace 6 meses conocí a una mujer de 35 años, inteligente, educada, con clase, Elena 1,74 aproximadamente, morena con el pelo castaño y unos ojos negros como el azabache es de ese tipo de mujer a la que no te atreverías a acercarte porque sabes que te rechazaría inmediatamente y fue eso precisamente lo que me hizo interesarme por ella.
 Acudí a la misma terraza de las palmas donde la había visto durante casi una semana hasta que por fin apareció y ese fue el momento que aproveche para cambiando de mesa discretamente, situarme en una adyacente a la suya.
 Estaba hablando por el móvil y solo pude deducir por sus comentarios que estaba dándole largas a quien debía ser su pareja en ese momento pues sus frases eran muy cortantes y escuetas.
 Cuando terminó de hablar continuó tomando su café a lo que decidí que quizás un acercamiento directo seria lo mas adecuado pues dicen y así lo creo que la suerte favorece a los audaces, me levante y me dirigí a la barra pidiendo otro refresco y al volver hacia mi mesa, pase lo mas cerca posible de ella hasta casi llegar a su lado
 Muy grave ha de ser el problema para que su rostro refleje tanta decepción, pero si la decepción la provoca otro, porque tiene uno que pasarlo mal ? le dije mientras me sentaba en mi mesa y esperaba su respuesta.
 Y quien le ha dicho que yo esté decepcionada ? fue su respuesta sin tan siquiera mirarme.
 Ante esa respuesta, poco pensé que podría hacer ya, así que me giré hacia mi mesa y continué con mi portátil revisando y anotando cosas del trabajo.
 No habían pasado dos minutos cuando escuche como me decía
 No son las personas las que decepcionan sino las ilusiones que deposito sobre ellas.
 Me giré y me la encontré mirándome mientras sostenía su taza de café en una mano y clavaba su mirada en la mía.
 En ese momento la mejor opción que encontré fue el hacerme el despreocupado, me levante y mientras recogía mis cosas sin mirarla y con una sonrisa de cuanto te falta por saber le respondí
 Las ilusiones siempre se mantienen, solo las pierden aquellos que aun cometen el error de darlas a otros sin haber comprendido que se deben tener para uno mismo y no para los demás.
 Me dirigí a la barra pague mi consumición y me marche sin tan siquiera mirar su reacción.
 Arriesgado ? Si, pero le di lo que en ese momento era mas importante curiosidad .
 Acudí a la misma terraza al día siguiente y tal y como esperaba ella estaba allí, pase por la barra, pedí un café y me dirigí a una mesa, al pasar cenca de ella me miró y dijo Hola . La miré y retirando una de las sillas me senté, deje a un lado mi bolsa y le dije, Hola .. y me llamo Alexander
 Elena, y si como es posible una ilusión que solo es para uno mismo ? y me sonrió.
 Pasamos cerca de tres horas conversando sobre los comos y porques de las cosas, las decepciones, el complicar siempre todo y terminamos hablando de nosotros mismos.
 Se mostraba muy interesada, y siempre mira directamente a los ojos cosa que yo no evitaba y eso provocaba algunos silencios hasta que la conversación continuaba.
 Durante dos semanas esta rutina se prolongo cada día, hasta que quedamos para vernos ese mismo viernes pero en la noche.
 Llevaría unos 40 minutos esperando cuando apareció, falda plisada, blusa de raso escotada que dejaba traslucir un sujetador de encaje blanco y un pañuelo en su cuello.
 Besos de rigor, saludos, llevas mucho esperando etc, sabéis como funciona eso y nos sentamos a tomar la primera copa, segunda mía .
 Hablamos nos reímos bastante y pasados unos 45 minutos de estar allí me propuso ir a la Marquesina a lo que acepté.
 Pedimos bebidas y nos sentamos en una mesa, ella se animó y salió a bailar a la pista, como siempre no faltaron los buitres a su alrededor momento en que aproveche para coger mi copa y levantarme dirigiéndome hacia una de las columnas de la sala con poca luz mientras observaba como miraba hacia donde me dirigía sin dejar de bailar.
 Me gustó observarla bailando entre los buitres mientras nuestras miradas se cruzaban, yo observándola y ella sintiéndose observada por mi.
 Salió de la pista se encaminó hacia mi y sujetando mi mano me dijo otra copa? mientras me llevaba hacia la barra.
 Nos volvimos a sentar y continuamos charlando, hasta casi las 2 y media de la madrugada en que me preguntó si me apetecía irme ya a lo que respondí que si.
 Salimos y paré un taxi, le abrí la puerta entro y mirándome me dijo nos tomamos la penúltima ? , Entré en el taxi y cerré.
 Dio su dirección y llegamos a su casa, un piso en Paseo de Chill, me senté en el sofá y trajo un par de cervezas, se descalzó y puso los pies sobre el sofá mientras se apoyaba y empezó a hacerme preguntas con una sonrisa maliciosa.
 Te gustó mirarme mientras bailaba ?
 Si, es agradable ver a alguien rodeada de buitres y que sabe mantenerse.
 Se rió y comentamos lo gracioso de la situación.
 Se levantó, puso música New Age y bajo la intensidad de la luz, volviendo a sentarse, esta vez mucho mas cerca de mi.
 Te gustaría jugar conmigo ?
 Tu llevas toda la noche jugando, yo aun no he empezado. Respondí
 A que te refieres ?
 Te encanta controlar las situaciones Elena, es algo que se nota.
 Quizás si Quizás no. Me dijo acercando su boca hasta casi rozar la mia.
 Al intentar besarla puso su mano sobre mi pecho y se retiró, sujeto fuertemente mi polo
 Así no, tienes que hacer lo que yo te diga. Ven Y al levantarse tiró de mi mientras me llevaba hacia el dormitorio.
 Tienes que aprender. Me dijo.
 Me subió el polo y levante los brazos para ayudarla a desprenderme de él, cuando tiró bruscamente de el dejando mi cabeza y mis manos cubiertas por él y me mordió fuertemente el pecho, haciendo que me retirase y terminase por desprenderme del polo.
 No, no, no. Los chicos buenos tienen que estarse quitecitos vale ?
 Vale, pero antes nos quedaremos a la par, es lo justo. Le dije con una sonrisa.
 Solo por esta vez.
 Fui desabrochando su blusa botón a botón hasta dejarla abierta por completo, unos pechos hermosos resguardados por aquel sujetador de encaje se mostraron deseosos ante mi.
 Te gusta lo que ves verdad ?
 Termina y seguiremos jugando.
 Sujete las puntas de su blusa y comencé a tirar de ellas hacia arriba haciéndola levantar los brazos para sacarla y justo al llegar a a ellos, antes de terminar de sacar las mangas las giré muy rápido sobre sus manos y apreté, dejándolas unidas y sin poder soltarlas.
 Eh, esto no es así. Así no se juega.
 El juego cambia según los jugadores Elena, y hoy te daré una ilusión que jamás antes habrías tenido. Si no te gusta, puedes pedirme que pare y lo haré.
 En su rostro se observaba la duda y un poco de miedo. Si, ella controlaba siempre las situaciones, ella era una AMA y no estaba acostumbrada a lo que ahora le estaba ocurriendo pero su curiosidad crecía demasiado.
 Pero si te digo que pares lo harás. Me dijo en todo imperativo.
 Al primer comentario que me hagas te dejaré tal y como hemos empezado. Dije.
 Deje caer sus manos hasta que estas quedaron colgadas de su cuello sujetas por la blusa, desanudé el pañuelo de su cuello, lo doble despacio mientras miraba cada movimiento mío y le vendé los ojos.
 Tranquila, lo que ves, es una persona, sin ver solo sentirás la ilusión.
 Su respiración comenzó a acelerarse en el mismo instante en que desabroche su sujetador, que al no ser de tiros no presentó ninguna complicación para retirarlo, dejando libres aquellos senos que ahora se mostraban en todo su apogeo, firmes, con unos pezones pequeños y muy duros.
 Me deshice de la falda y el tanga a juego con el sujetador y sujetándole la cabeza la recliné hasta dejarla tumbada en la cama.
 Para, no. Esto no es lo que quiero.
 Elena, no voy a acostarme contigo, puedes estar tranquila.
 Solo quiero que estés mas cómoda por eso te he tumbado. No pasará nada que tu no quieras. Tienes mi palabra.
 Respiró hondo y relajó su cuerpo, dejando caer sus brazos para estar cómoda.
 Me paré un instante a observar aquel cuerpo, bien cuidado, hermoso, deseable y comencé a acariciarlo con la punta de mis demos muy suavemente, pasando por sus labios, su cuello, bajando hasta la división de sus pechos, acercándome solo lo justo para rozar aquellos pezones pequeños y duros. Sentía como su pecho subía y bajaba acelerándose y continué bajando hasta su vientre, recorriendo en círculos cada centímetro de su piel.
 Me gusta, sigue. Escuche.
 Continué bajando hasta llegar a su pubis y separó las piernas, pero preferí saltarlo y pasar a sus mulos, acariciando la parte interna de ambos acercándome a esa cueva cuyo calor nos hace perder la cabeza a todos.
 Sigue
 Me deslicé entre sus piernas, levantándolas y poniendo sus pies apoyados en mis hombros. Comencé a pasar mi lengua muy despacio por su labios vaginales, sintiendo como se tensaba su cuerpo, como intentaba acercarlo mas a mi boca, mientras yo me separaba para volver a empezar, solo intentando separar sus labios con mi lengua hasta encontrar su clítoris.
 Diminuto y pequeño pero poderoso. Ante su visión solo puede intentar comérmelo entero a lo que ella respondió con un fuerte Ahhhhhhhh apretándolo mas contra mi boca.
 Mi lengua no paraba de lamer sintiendo como la creciente humedad de su vagina comenzaba a empaparme y mas ávidamente comencé a comerme toda su entrepierna.
 Elena se movía intentando sentir una penetración que solo mi lengua podía darle mientras sus gemidos se trasformaban en pequeños gritos si, sigue ahhh sigue ahhhh
 Subí mis manos hacia sus pecho y sujetando sus pezones comencé a pellizcarlos en el mismo instante en que hundí mi boca en su vagina y comencé a succionar, deseaba tragármelo todo y sus gritos ahora mas que audibles no hacían sino alentarme aun mas.
 Una fuerte sacudida y sus piernas intentando cerrarse mientras gritaba ahhhhhhhh me mostraron que el fin estaba próximo .
 No Elena, relájate, déjalo salir, no cierres tus piernas, déjalo salir
 Fue todo lo que conseguí llegar a decir antes de volver a hundir mi boca en ella mientras se arqueaba, todos sus flujos salieron con la misma fuerza que sus gritos que no serian distinguidos entre placer o dolor por nadie que no fuésemos nosotros, hasta que quedo completamente relajada en la cama, todo su cuerpo quedo distendido, solo un leve temblor en sus piernas y los jadeos de su respiración revelaban el orgasmo que la había estremecido y del cual yo había bebido ávidamente.
 Contemplé aquella mujer, excitada, satisfecha, me acerque y liberé sus manos parándolas cuando intento quitarse el pañuelo .
 No. Déjatelo.
 Dejo caer sus brazos a los costados y respiro profundamente, satisfecha.
 Me acerqué al oído y le susurré, Gracias
 Porque ?
 Por dejarme darte una ilusión.
 Le di un beso en los labios y me retiré si hacer ruido, cogiendo mi polo caído en el suelo y cerrando con cuidado la puerta tras de mi.
 Salí a la calle, caminé hasta encontrar un taxi y me fui a casa, con la erección mas monumental que se pueda imaginar, pero también con la satisfacción de saber que esa noche, alguien dormiría ilusionada.
 El martes pasé por la terraza, ella no estaba, pero uno de los camareros me entrego un pequeño sobre con una nota.
 Amo:
 No creí que todo lo que creía, pudiese desmoronarse con una noche que no podré olvidar jamás.
 Me creía dueña de todo y tu me has enseñado que solo quien sabe amar sin esperar mas que la satisfacción de otro es quien realmente tiene poder.
 Gracias por tan dulce recuerdo, por tan grata enseñanza y por tan grande ilusión.
 Atentamente Elena.
 P.D. Este es mi teléfono, llámame.
 Nos encontramos en dos ocasiones mas, y puedo aseguraros que quedé mas que satisfecho en todos los sentidos de lo que esa mujer comprendió esa noche.

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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