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El voluptuoso cuerpo de mamá (VI)

*Riiiiing*



Se oía el timbre de la casa, los dos nos quedamos quietos enseguida, mi madre con su cara de terror me miró y en mi caso con la excitación que llevaba encima no asimilaba nada, mi pija todavía estaba enterrada hasta la mitad de su agujero cuando observo en el reloj que teníamos en la cocina que marcaban las 13:20 pm, "¿Queee? ¿Tan rápido pasó el tiempo?". Así que le pregunté.



- Maa que hacemos?



Yo no podía pensar con claridad, me quedé perplejo ante el susto que me agarró, el ser descubiertos me aterraba pero a la vez me daba más morbo al estar haciendo esto con mi madre. Instantáneamente mi cuerpo actuó por si solo como si el diablo se apoderaba de mí y mi polla se fue adentrando por completo en su apretado agujero.



- Ahhh... ba... sta hijo... levantate... mmmm... -Decía entre gemidos mi madre



- ¿Por qué querés que pare? ¿Ehh? Si te está gustando o no putita?



Mi lado salvaje apareció, nunca había actuado de tal manera y no sé como me atreví haberle dicho eso pero me excitó demasiado.



- ¿Cómo... me llamaste, pendejo? Soy tu madre!! No me llames así!! - Hice hacia atrás mi cuerpo haciendo que mi glande saliera de su cueva y volví a enterrársela hasta lo más profundo de su culo- Ahhhh.... No soy una... puta...



- Ah noo? Y quien es la que está metiéndole los cuernos a su marido y se viste como tal por las mañanas? -Por cada palabra que pronunciaba la penetraba



No me contestó, se quedó pensando en lo que le dije, pensé y en realidad mama no tiene la culpa, mi papá no le daba la atención que necesitaba y por lo que me contó ella no tenían sexo hace bastante tiempo, se empezaba a sentir sola y despreciable para los hombre, en cambio yo le hice demostrar lo contrario, le di toda la atención y le hice demostrar que aún sigue teniendo buen cuerpo y...



*Riiiiing*



De vuelta sonó el timbre, ese sonido me hizo volver a la realidad, tenía que ir a atender pero no quería que esto acabara, realmente estaba disfrutando de mi madre. Se la saqué y sin levantarme dirigí mi miembro a su chocho, rápidamente mi madre se dio cuenta y tapó su vagina con su mano.



- Noo, te dije basta, no ves que hay alguien tocando la puerta? -Me dijo un poco enfadada.



- No me importa



Le aparté la mano y su concha quedó a la vista otra vez, volví a apuntar y de un solo empujón entró toda mi pija.



- Ahhhhh



- Ohhh... siii ma... se siente tan bien... ¿Te gusta no? Podría hacer esto todo el día...



- Para... hijo nos pueden... ahhhh... escuchar...



- Entonces no hagas ruido



Llevé mi mano izquierda a su boca y se la tapé, con la otra mano agarré su pelo y la jalé hacia atrás haciendo que su espalda se arquee.



- Mmmmmm –Creo que quiso decir algo o gimió, no le pude entender



Ella abrió bien grande los ojos por tal acción mía y trataba de decir algo pero mi mano la estaba tapando. Su cola rebotaba hacia adelante y atrás por mis embestidas, mi erecto pene salía casi por completo para luego volverse a meter en su cavidad, me estaba poniendo loco, tenerla a mi madre así me excitaba bastante, nunca pensé en poder tener a una tremenda mujer en esta situación.



Ya me costaba mantener esta posición, mis pobres piernas se cansaban, se la saqué de su concha y me puse de pie, pude observar bien a mi mama sumisa que estaba de boca abajo con sus piernas juntas y su cola en pompa, las curvaturas de su cuerpo eran de admirar y más con su piel bronceada y un poco sudorosa a causa del calor que la hacía más apetecible a la vista, enfoque mis ojos a sus pies pequeños y fui subiendo la vista, cada vez que subía sus piernas torneadas crecían y se hacían más anchas, cuando llegabas a su cola te dejaba sin palabras, lo grande y redondo que la tenía te producía agua en la boca.



Pero yo ya no daba más, necesitaba descansar mis piernas, ya me producía dolor el estar parado. Visualicé rápido el sofá y me fui a sentar, mi madre seguía acostada con su boca abierta tratando de recuperar el aliento. Pasaron 2 minutos casi y alzó la vista hacia mí, ambos sabíamos que esto no había terminado todavía, se levantó y se quedó parada enfrente de mí, la tenía completamente desnuda, todo su cuerpo brillaba por la luz del sol. Las mujeres con el abdomen plano me gustaba muchísimo y mi madre era una de ellas. Se volvió a recoger el pelo dando a entender que se estaba preparando para lo que se venía.



- Estás listo para mami? -Añadió con una sonrisa



Ella también se había transformado completamente, no entendía nada, hasta hace un ratito estaba pidiendo que parara y ahora es ella la que pide. Moví mi cabeza diciéndole que sí, arrancó a caminar despacio hacia donde estoy a la vez que movía sus grandes piernas y caderas pareciendo que estaba desfilando y provocándome, una vez que llegó a mí, puso ambas piernas a cada lado de las mías y se fue sentando, pude sentir el calor que producía su cuerpo, sus pechos quedaron a la altura de mi cara, mi madre llevó su mano atrás de su cuerpo hasta alcanzar mi pija y lo encontró, me empezó a masturbar, yo no dude ni un segundo y agarré uno de sus pechos y lo lleve a mi boca, los chupaba y succionaba a gusto.



- Siiii!!!... Mmmmmm... Chupalos como cuando eras bebe.



Dirigió mi verga a la entrada de su chocho y de a poquito se fue sentando en ella, sus paredes se empezaron abrir, una vez que se lo incrustó hasta el fondo, empezó a subir y bajar, sus tetas se balanceaban lo cual se me hacía imposible comérselas pero las sostuve con mis manos para continuar mi hazaña.



- Ayyy no deberíamos estar haciendo esto... pero me encanta... -Decía entre gemidos con la cara apoyada en el respaldo del sofá.



Mi madre parecía poseída, saltaba encima de mi verga de una manera descontrolada. Luego de deleitarse con mi verga se detuvo, dejó todo mi pito dentro suyo y se acostó sobre mi cuerpo y empezó a mover solamente su culo, de arriba para abajo y en forma circular, me estaba matando, el placer que estaba sintiendo era indescriptible, la abracé rodeando mis brazos su espalda mientras tenía mi cara en medio de sus pechos, el clímax me estaba viniendo, yo trataba de resistir lo que más podía, se me hacía difícil no acabar. En un momento miré hacia un costado y visualicé un espejo que teníamos en la sala que justo en ella nos reflejábamos nosotros y parte de la tv, contemplé el bello cuerpo de mi madre pegado al mío y como su tremenda cola se movía de una manera increíble, hacía arriba y hacia abajo a la vez que se tragaba por completo mi tronco. Mama emitía gemía por cada sentada que daba, sus caderas eran de maravilla, se movía como una profesional.



- Mamiii... que buena estás!!



- Mmmm... ¿Te gusta cielo?... ¿Te gusta como mami te da placer? -Añadió, por cada palabra que decía se incrustaba mi polla.



- Ahhh siii... me encanta



- Entonces esto te va a encantar más



Se sacó mi pija de su chocho levantando únicamente su cola y con su mano la dirigió a su culito, con lo dilatada que estaba fue entrando sin problemas, a mi madre le costaba acostumbrarse coger por ahí, pero la veía que no estaba sufriendo de dolor esta vez sino que estaba comenzando a gozarlo.



- Ahhhh que grande... -Dijo ella a medida que bajaba de a poco



Y ahí estaba ella, mi propia madre encima mío metiéndose mi erecto pene en su delicado agujero, la miré y tenía los ojos cerrados como enfocándose en su tarea, se iba sentando hasta que sentí como su culo hizo tope contra mis piernas, lo cual significa que se la ha metido entera, permaneció quieta por unos segundos para acostumbrarse a su nueva invasor, respiraba costosamente. Ambas manos la llevé a su cola y se la apreté, es tan grande y suave que me daban ganas de reventárselo, y así fue, empecé a mover mi pelvis hacia arriba y abajo, a medida que la penetraba mis movimientos se hacían más veloces, llegué a tal punto de que me la estaba cogiendo bien fuerte.



- Ahhhh... aahhhh... aahhh... -Gemía tan fuerte que tenía miedo de que los vecinos nos escucharan



- Quee ricooo maa



- Ayyyy... siiiiii... no pensé... que se sentía tan rico... coger por acá...



Yo ya estaba que acababa, su culo se contraía a cada momento que me apretaba la pija de una manera deliciosa, mi madre se empezó a acariciar su clítoris.



- Más rapidooo bebee... mas rapidooo... me vengoooo!!! -Gritó mi madre.



En ese momento erupcionó mi madre, me mojó todo mi pelvis y huevos, cada embestida que daba se escuchaba el sonido de su húmeda vagina chocar contra mi cuerpo, sentir todo esto me llenaba de placer.



- Yoo tambieeen!!!



Al momento en que escuchó eso mi madre, saltó de mi pene y se arrodilló enfrente mío.



- Lo quiero todo en mi cara hijo, dale la lechita a mami...



Esta mujer es increíble, me estaba por matar ahí mismo de las cosas que me decía. Sin moverme me empecé a pajear enfrente de su cara, ella sacó la lengua esperando mi descarga, la belleza de su cara con los labios pintados de rojo y sus ojos deliñados de negro la hacían más bella. Apunté mi miembro a su cara y se lo pasaba por todo su rostro hasta que no aguanté más y mi leche empezó a salir, chorros tras chorros salían disparados a su frente y cejas, otros pares en el lado izquierdo de su cachete y otro poco logró atrapar mi madre con su boca.



La agarré con ambas manos su cabeza y la atraje hacia mi pija haciendo que me la chupe. Esta mujer es de maravilla, su cálida boca abrazaba mi miembro con tanta ternura a tal punto que me la embadurnaba de saliva, la dejó bien limpia hasta que fue perdiendo la erección dentro de su cavidad. Se la fue sacando bien despacio hasta que salió toda, la solté y caí rendido en el sillón, cansado y satisfecho de habérmela cogido. Ella juntó todo la leche que le había dejado en su cara y se lo llevó directo a su boca.



- Wooow ma, graciaaas -Le dije con una tremenda sonrisa- Sos la mejor madre del mundo.



- Ya calla... te dije que pararas pero no me hiciste caso mocoso.



- Perdon... es que me dejé llevar por tu hermoso cuerpo.



- Andaa baboso... ya vas a tener tu merecido.



Agarró mi pija con su mano y me la apretó bastante fuerte.



- Auuch!



- Cuando te digo que pares, paras ok?



- Siii... pero ya suéltame.



- Así me gusta



Lo soltó y se levantó del suelo, la observaba muy detalladamente pero no importa cuánto tiempo trate de encontrarle un defecto en su cuerpo porque nunca lo voy a encontrar.



- No era que estaban tocando el timbre hace un rato? -Preguntó ella



Max! Es verdad, que habrá pasado con él, yo como un tonto me olvidé completamente, ahora recuerdo que mientras estaba con mi madre en algunos momentos se escuchaba el timbre, ¿pero él no habrá escuchado los gemidos de mama?



- Es cierto –Respondí levantándome de golpe del sillón- Emmm, haber me voy a fijar, quédate acá



Fui a recoger mi ropa en la cocina lo más rápido que pude y me volví a poner mi short que había quedado en el piso, al lado de mi prenda estaba la tanga de mi madre y su delantal, los agarré y se lo llevé. Cuando me dispuse a abrir la puerta al otro lado no había nadie, que raro.



-Afuera no hay nadie.



- Gracias a dios, sería una vergüenza si alguien ve todo este despelote en la sala, vos ordena por castigo, yo me voy a bañar.



No me queda otra que limpiar, que me de todos los castigo que quiera, yo estoy más que feliz. Una vez que terminé con mis haceres, me dirigí a mi cuarto para mandarle un mensaje a Max.



- Ey gil, por donde andas?



Luego de 5 minutos suena mi teléfono.



- Me atrasé un poco, tuve que ir a comprar algo a mi hermana que está resfriada.



- Ohh que bajón, espero que se recupere pronto.



- Sii, la estuve cuidando estos días así pronto se va a mejorar, no te preocupes... en 20 min paso.



Su hermana, Guili, me acuerdo perfectamente de ella, con un año menos que nosotros, 16 años, tiene un cuerpo divino, lo que más se destaca de ella es su curvilíneo cuerpo, no tiene casi tetas pero si un culo respingón, grande y redondo. Cada vez que iba a la casa de Max, en muchas ocasiones su hermana andaba en shorts apretados o con un piyama rosa que le hacía resaltar demasiado su atributo, yo en muchas veces me la he imaginado como sería verla con una tanga diminuta. No es por exagerar pero todos los chicos de la escuela andan fantaseando con poseer ese culazo y a mi amigo no le hace ninguna gracia, y hasta se puso a pelear con uno de los molestones por esa causa.



Llegó mi tan desaparecido amigo y nos pusimos al tanto de todo lo que nos había sucedido, y todo eso mientras jugábamos a los videojuegos. Una que otras veces nos interrumpía mi madre en mi cuarto para preguntarnos si necesitamos algo, siempre preocupándose por nosotros. Así transcurrió todo el día, hasta el día siguiente que se tuvo que ir Max a su casa porque lo necesitaban allá. Yo estaba más que feliz de volver a estar a solas con mi madre y poder hacerlo de nuevo.



- Llamame algún día de estos así nos juntamos otra vez –Dijo él mientras nos despedíamos.



- Sii obvio, así venís de vuelta y te gano en el fifa jajaja.



- Pfff tuviste suerte esta vez, la próxima te gano.



- Chauu Max, que tengas cuidado en el regreso a tu casa –Pronunció mi madre que estaba al lado mío.



- Hasta luego Elizabeth, muy rica la comida y todo.



Se acercó para darle un beso de despedida y pude ver como Max se aproximó más a mi madre a tal punto que llegó a tocarle sus pechos con su brazo. Ella hizo como si no sucedió nada regalándole una sonrisa muy coqueta a nuestro invitado que se estaba yendo, que por cierto, mi madre llevaba puesta una remera de color purpura con un cuello de forma en V que dejaba ver gran parte de sus abultados senos y el canalillo en el medio, en la parte de abajo tenía un short bastante producido que parecía unas tallas más chica que la normal haciéndole marcar más su tremenda cola. Yo estaba rogando que se vaya rápido mi amigo para poder disfrutar otra vez del mi voluptuosa madre. Apenas cerré la puerta de casa, me abalancé sin dudar sobre ella que dirigí mis manos a su divino trasero, estuve a punto de tocarlo cuando rápidamente mama me apartó la mano.



- Noo, tenemos que hablar, estuvo mal lo que hicimos.



Yo no escuchaba nada, mi vista y mis pensamientos se enfocaban solamente en el abultado cuerpo de mama que intentaban otra vez poseer lo y tocarlo.



- Bastaaa!! No podemos hacer esto.



- Por qué no?



- Somos madre e hijo, es pecado lo que hicimos ayer, ni te imaginas lo arrepentida que estuve, realmente me la pasé toda la noche llorando –A medida que lo decía, lágrimas de sus ojos empezaron aparecer– El sentir que le estoy siendo infiel a mi marido me hace una peor esposa, pero por un lado también entiendo de que sos un adolescente y tus hormonas están alterados todo el tiempo y que te excites enseguida apenas ves a una mujer, pero no está bien que esa mujer sea tu madre, que van a pensar las demás gente y ya vas a encontrar a una chica que te parezca linda y atracti...



- Sabes lo decepcionante que va a ser para mi tocar a otra mujer después de haber tocado el tuyo? No va a ser lo mismo ma, vos tenés tremendo cuerpo comparado a las demás chicas y no quiero tocar a otra. Yo realmente disfruté demasiado lo que estábamos haciendo, y vos también o no?



- Emmm... si... pero ese no es el punto hijo. Lo que hicimos no está bien visto.



- Pero nadie tiene porque enterarse, si ambos disfrutamos esto... somos hombre y mujer que tenemos necesidades, yo te he visto varias veces masturbándote y no me parece justo que estés sola y papá ahí divirtiéndose con su secretaria, al menos déjame hacerte feliz, como me lo haces vos a mí, es peor engañarle con alguna persona desconocida que conmigo... es mejor en familia o no?



Se quedó callada pensando, sabía que yo tenía razón, estar escabulléndose de noche con algún tipo de anda a saber de donde es para tener sexo sería bastante peligroso y tampoco daría buena imagen de mujer, pero si lo mantiene todo en secretos dentro de casa se le resulta mejor y más práctico, y estar follando con alguien que ya conoces y amas por mi opinión es muchísimo mejor y más si es en familia que lo hace prohibido pero a la vez morboso y único.



Luego de un momento de estar callada por fin habló.



- Es verdad, lo hace mejor, yo a tu padre realmente lo quiero y por eso se me va hacer muy difícil seguir adelante con esto, pero vos también me tenés que ayudar a lidiar con esto, por eso he pensado una cosa...



-Que pensaste?



Me estaba matando la ansiedad, no quiero perder todo lo que he logrado, mi afinación con mi madre se ha hecho bastante más cercana, nos contábamos cualquier cosa, de lo que sea gracias a lo que logramos hacer.



- Podemos seguir con esto, pero... no podemos tener sexo.



- Queeee?!?! - Mi susto y desesperación se hizo presente- Por qué no??



- Tenés que entenderme cariño, no es fácil para mí, podemos satisfacernos mutuamente, todo lo que se te imagine, pero sexo no.



- No entiendo... Si antes lo estábamos haciendo y te gustaba, porque ahora no lo podemos hacer?!?!



- Es lo que te ofrezco hijo, tómalo o déjalo.



No puede ser, es bastante difícil entender a las mujeres, yo me pregunto cómo es que no me deja cogerla si mi padre se anda follando todos los días a su empleada, pero me parece que se le es complicado asimilar lo que sucedió ayer o no quiere engañar a su esposo con sexo, no lo sé, pero me parece que esto es mejor que quedarse sin nada.



- Está bien, algo es algo.



Mi madre hizo un gesto con su cara dando a entender que era lo único que me quedaba. Poder aprovechar ese cuerpo no es algo que uno tiene todos los días a su disposición.



- Entonces trato hecho! Mi plan es este... cuando alguno de los dos necesite darse placer, puede acudir al otro y se pueden satisfacer mutuamente pero no con sexo, okey?



- Pero todo lo otro está permitido? -Tengo algo en mente.



- Si bebe.



- Geniaal!!



Mientras todo esto se estaba tornando oscuro para mí, al fin pude ver una pequeña luz de salvación. Ella me dio un beso en la frente y se fue hacía su habitación sin antes decirme.



Me voy a cambiar e iré a hacer algo de gimnasia en el quincho.



Se me ocurrieron ideas bastantes alocadas y excitantes que luego las aplicaré, pero primero tenía que conseguir un sex-shop, me fui para mi cuarto y encendí la laptop, enseguida localicé una tienda que me quedaba a 6 cuadras de mi casa, busqué la ropa más cercana que tuve y me fui corriendo a tal lugar. Al llegar el vendedor que estaba al lado de la puerta me miró con una cara rara, de seguro que se está preguntando que hace un chico de mi edad por este lugar. Empecé a observar muchas cosas que no tenía ni idea para que servía, me dirigí para el sector "accesorios" y pude reconocer algunos objetos mediante vídeos que algunas actrices usaban, recogí lo que más me llamaban la atención y las compré.



Una vez en casa me fui directo a mi habitación y las guardé con suma seguridad para el momento adecuado. Empecé a excitarme con tan solo imaginarme puesto las cosas que compré en mamá, me saqué la remera que tenía puesto y solamente en short me fui hacía el mini gimnasio de casa.



Ahí estaba mi escultural madre, en la cinta de correr con su calza negra que se le marcaban a la perfección sus tonificadas piernas y culo, en cada paso que daba su gran cola se movía de un lado para otro, me volvía loco mirándosela, y pensar que ayer estuve ahí adentro y lo bien que se sentía por dios!. En la parte de arriba tenía un top de color azul claro que le tapaba casi solamente las pechos, y se le marcaban los pezones!!



Yo estaba más empalmado que nunca, quería arrancar cuanto antes así que le avisé a mi madre.



- Maa



- Que pasa hijo? -Me dijo sin dejar de caminar sobre la máquina.



- Tengo... -Me daba pudor y vergüenza decírselo– ganas de...



Mi madre comprendió enseguida a lo que me refería.



- Yaa? No podes aguantar hasta que termine de caminar?



- Nooo ma, lo necesito ahora.



Ella giró su cabeza hacia mi dirección y se fijó en mi entrepierna, al ver que la tenía bien parada se mordió su labio inferior.



- Masturbate mientras hasta que termine de caminar, me faltan 4 minutos todavía.



No me quedaba otra, me saqué el short y me senté en una silla que estaba al lado mío, comencé a pajearme mirando como mi madre hacía ejercicios, como mama estaba de espaldas a mí, eso me permitía ver su tremendo trasero a gusto. Cómo me tentaba demasiado ese señor culo, no me pude resistir al ver semejante cosa, me levanté de la silla y fui caminando hacia ella, una vez que estaba enfrente de mi objetivo, mi mano derecha la puse sobre su cola, mi madre se sorprendió de tal acción.



- Que haces? - Preguntó mirándome.



No le respondí, seguí tocándole su divina cola mientras se movía, con mi mano izquierda continuaba mi paja y con la derecha le sobaba a placer. Ella levantó sus ojos hacia arriba y volvió su cabeza hacia adelante como si nada hubiera pasado dando a entender que no tenía remedio este chico, desde más de cerca su culo me parecía más grande, me hipnotizaba ese vaivén que generaba.



Me coloqué a su costado y mi vista se enfocó en sus grandes pechos que subían y bajaban contenidas por su remerita top. Dejé de manosearle su culo y la dirigí a sus tetas, ella se dejaba. Me fijé en la pantalla de la máquina y aún le quedaban dos minutos, las apretaba y pellizcaba sus pezones por encima de su ropa, eso provocó leves gemidos de mi madre.



- Mmmmmm.



- Mami, te puedo levantar la remerita?



Esperé su respuesta pero no obtuve nada, lo cual lo tomé como un sí. Dejé de pajearme y llevé mi mano a la parte de abajo de su pecho izquierdo, lo cual se me era difícil seguirle el ritmo del movimiento, con mis dedos agarré el borde de su prenda y empecé a subirla, tuve que estirarla hacía adelante debido al tamaño de sus tetas, llegué a levantarla hasta el inicio de su areola y se trabó debido a que el lado derecho de su pecho no estaba subido, lo cual pude escuchar una risita de mi madre por tal gesto de bronca que puse al ver mi tarea interrumpida. Mamá llevó su mano a su prenda y la fue levantando lentamente hasta igualar la altura del otro dejándome a mí terminar mi placentera gana. Pude ver sus unidos pechos desnudos de la mitad para abajo, acaricié la parte desnuda lo cual me parecían demasiados suaves, necesitaba verlos completos otra vez y mi madre notó mi impaciencia entonces levantó ambos brazos manteniéndolos allá arriba. Estiré mi mano a la parte del medio de sus tetas y fui levantando la parte restante de su apretada prenda, de a poco fue apareciendo sus pezones a tal manera que se hizo totalmente visibles, y luego le subí lo que faltaba quedando al aire libre sus redondos y grandes pechos. Abrí la boca por tal vista, sus tetas se movían juntas por la caminata que ejecutaba su dueña, era increíble, no las tenía para nada caídas y encima son naturales. Instantáneamente reanudé mi paja a su favor y justo mi madre paró de correr, ha cumplido su tiempo, ella se bajó de la máquina y acto seguido comenzó a bajarse también su calza hasta la mitad de los muslos, pude ver que no tenía bombacha, no me lo podía creer, estaba entrenando únicamente con la calza puesta. Mi madre me hizo una seña con su dedo para que me acercara a ella, cuando estuve enfrente de ella mi pene chocó contra su pelvis y mi pecho contra sus tetas. Agarró mi pija y se la ubicó en su entrepierna tocando apenas su choncha, ella tenía las piernas juntas lo cual solamente el único hueco que había era su entrepierna.



- Anda bebe, deslizalo hacía dentro y afuera – Dijo mi madre.



Obedecí, ambos de pie cada uno enfrente del otro arranqué a meter mi pija en el medio lo cual era demasiado apretado y caliente, a medida que iba avanzando los labios de su vagina tocaban con la parte de arriba de mi tronco y la parte de abajo con sus muslos, "mierda!, es la misma sensación de como si la estuviera cogiendo", su clítoris rozaba mi verga, era grandioso, cuando llegué al fondo mi pelvis chocó contra la suya, era demasiado placer la ida, no me quiero ni imaginar la vuelta, empecé a retroceder sacando de a poco mi miembro y salía empapada por los fluidos que largaba mi madre de su concha lo cual me facilitaba la tarea, empecé un mete y saca continuo, ambos gemíamos.



- Ahhh siii... mmmmm –Pronunciaba mi madre.



- Ohh maa, se siente... taaan... ricoooo.



Yo como tenía sus pechos a mi altura los mordía y lamía, ella a recibir tan placer en su clítoris, se lamió un dedo y se lo llevó a su cola, se lo metió en el medio de los cachetes y empezó a hacer círculos en su ano, yo con mi pene lo tocaba apenas a su dedo, hasta que no lo sentí más, me fijé si su mano había regresado pero no, seguía aún allí, lo cual significa que se metió su dedo adentro! Pude ver como hacía movimiento con su mano adelante y atrás.



- Ahhh... ahhhhhh!!



Es inmenso el placer que ambos recibíamos, con mis manos me aferré a su cintura y mi pija empezó a entrar y salir más rápido.



- No haces esto con papá, o si? - Quería provocarla.



- Mmmm no.



- Admítelo, te encanta no?



Mi madre tenía la cabeza hacia arriba con la boca abierta gimiendo.



- Ahhh siii hijo... me encanta.



Que zorra era mi madre, cosas que no pudo hacer y le gustaba con su marido, lo practicaba con su hijo. Se sacó su dedo de su agujero y lo llevó a su boca para lamerlo, pero esta vez empezó a chupar dos dedos y se lo volvió a meter por atrás.



- Dame tus dedos ma, quiero probar tu culo.



Luego de 1 minuto dejó de penetrarse y me ofreció sus dos dedos, los tenía todo limpio, empecé a lamerlos a gusto, ese sabor que tenía era riquísimo, me tenía loco ese culo, no aguanté más, quería probarlo ya, le bajé su calza hasta sacársela y únicamente se quedó con sus zapatillas deportivas y su top, le dije.



- Agarrate mami



Llevé mis manos atrás de sus muslos y ejercí fuerza hacía arriba levantándola, mamá me rodeó con sus brazos mi cuello al igual con sus piernas alrededor de mi cintura. Visualicé por alrededor nuestro en busca de algún lugar para acostarla a mi bella madre, hasta que encontré una cama angosta para hacer pesas y la cargué hasta ahí, me incliné con ella para recostarla y ella me soltó. Abrí sus piernas y ante mi aparecieron su concha y su agujerito, levanté con mis manos un poco su cola para que quedara a la altura de mi boca, no dudé un segundo más y me abalancé a comerle su culo, como ella tenía sus piernas al aire, se las llevó para atrás de sus hombros y cabeza, no sabía que mi madre era bastante flexible. Mi lengua daba lamidas a todo su agujero, ella llevó una mano a su concha y empezó a darse palmadas sobre su clítoris lo cual le daba tremendo placer.



- Siguee hijo... sigue... no pares por favor!!!



Como su culo estaba un poco abierto, mi lengua entraba fácilmente a esa cavidad, entraba y salía lo cual se dilataba más, era delicioso, podía estar todo el día lamiéndosela, mis ojos subieron un poco y se encontraron con los labios gruesos de mama que te incitaban a comerlos también. Saqué mi lengua y la llevé a su concha, mi madre retiró su mano y la llevó a mi cabeza, lamía con ferocidad sus labios y clítoris, mientras hacía eso conduje mi mano a la boca de mama que gustosamente me los chupo, una vez que estaba lleno de saliva la llevé a su culo y empecé a meterle dos dedos.



- Ahhh dios! Que gusto!!! - Gimió mi madre.



Podía sentir como su vagina empezó a contraerse en mi boca, yo no paraba de chupársela hasta que mi madre gimió tan fuerte que se corrió, me empapó toda la cara con sus fluidos. Ella seguía con las piernas atrás de su cabeza dejándome a su disposición sus dos agujeros, yo quería acabar, era demasiado para mí, entonces me paré y coloqué mi pene sobre la concha de mamá que inmediatamente se mojó con sus líquidos. Tengo unas ganas de metérsela y follarla, pero el trato que hizo mama antes sobre no tener sexo tenía que cumplirla porque mirá si se la meto ahora y después se enoja y pierdo todo esto. Resistí como pude y me conformé con lo que tenía, empecé a frotar mi pija a lo largo de su chocho logrando una paja. La veía un poco inquieta, no sé qué estará pasando por su cabeza ahora pero tenía ganas de decirme algo.



- Mmmm para hijo... para... me vas a volver loca.



No le hice caso, seguí con mi movimiento, dirigí mi verga a la entrada de su culo dejando mi glande sobre su entradita y empecé a pajearme con mi mano, en algunos momentos mi glande hacía presión y se metía apenitas adentro haciendo que su agujero se abra.



- Ahhhhh... no aguanto más... metemela... la necesito adentro!!! -Dijo ella.



- Pero y el trato?



Me hacía el rígido, quería verla suplicar.



- A la mierda el trato!! Necesito que me folles ahora!!



Eso era suficiente para mí, me bajé de la camita y me fui hacía donde había dejado mi short.



- A dónde vas?!?! - Exclamó mi madre.



- Un segundo ma.



Busqué entre los bolsillos de mi short y saqué un pote de lubricante que había comprado en el sex-shop, regresé corriendo a mi madre que ya se estaba tocando el clítoris. Abrí la tapa de la botella y tiré gran parte del contenido sobre su concha y culo, un poco en las piernas y en mi pene. Empecé a esparcírselo con mis manos por toda la zona que le había tirado, quedó completamente brillante mi madre.



- Wooow, a donde lo conseguiste? –Preguntó.



- Lo compré en una tienda de sexo... y no fue lo único que compré –Le dije guiñándole el ojo.



- Jajajaja que chico más pervertido me ha salido.



Me reí junto a ella, coloqué su pene sobre su culo y la fui metiendo despacio, sus paredes ya no me apretaban como la primera vez, sino que la recibía con gusto, una vez que hice tope, ambos gemimos.



- Ahhhhhhhhh



Se la fui metiendo y sacando, la penetración era mucho más fácil con la ayuda del lubricante, entraba y salía sin problemas, me encantaba ver como mi pija aparecía completa para que en un segundo después desaparezca dentro de su agujerito, ella se tocaba su concha con sus ojos cerrados y su boca abierta. Luego de estar varios minutos follandomela le pregunté.



- Te la puedo meter por la concha ma?



Ella abrió los ojos y me dijo.



- No, puedo quedar embarazada... ese lugar es solamente para tu padre.



No le repliqué nada, me encantaba cogérmela por el culo, es más, me parece mucho más excitante y placentero que por adelante. Continué con mi mete y saca más rápido de lo normal, ella para resistir a mis embestidas se agarraba del palo de las pesas que tenía encima suyo.



- Siiiiiii... nunca pensé que... ahhhhh... que fuera... tan ri... co... ahhh... coger por atrás –Decía mi madre.



Yo ya no aguanté más y enterré mi pija en el fondo de su ano llenandola de leche, no podía contar cuantos chorros solté pero si sé que fue demasiado. Ya exhausto fui sacando mi tronco de adentro de su delicado agujero, una vez que salió se escapó un poco de semen de adentro. Le dí una larga lamida a su concha y me levanté.



- Auch! Me arde un poco –Y se tocó apenas su culito– Me lo reventaste pendejo.



Yo me reía, ella lo disfrutó tanto como yo. La ayudé a levantarse y mientras se iba cambiando le pregunté.



- Podemos hacerlo de nuevo?



- Sii hijo... mi culo es tuyo ahora... podes usarlo cuando quieras y donde quieras si es que querés.



Todas las ideas que me surgían con las cosas que compré en la tienda eran infinitas, que luego las aplicaré con mi hermosa madre.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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