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En el transcurso de vuelta a casa, no podía asimilar lo que sucedió en la playa, aún sentía mi pija un poco mojada por la mamada que me hizo mi propia madre. Nunca pensé que ella me podía dar tanto placer, era como si le encantaba saborear y comerse entera mi polla, al menos me demostró eso.
He descubierto una nueva forma para darme placer que no sea mi propia mano, sino mi madre, esa mujer con grandes tetas y un culo de no creer estaba conviviendo en mi propia casa y no me había dado cuenta y tampoco he sacado provecho, o se ve que nunca antes me había fijado en ella como una mujer u objeto para satisfacerme, siempre me había fijado en mis compañeras del colegio o las chicas que veo por las calles, algunas flaquitas, otras con grandes piernas pero sin gran trasero o pechos, pero solo terminaba en falsas imaginaciones que no veía la hora de llegar a casa y encerrarme en mi propio cuarto para hacerme una paja.
Es raro ver a mi mama sentada en el asiento del acompañante en el auto ahora, esa sonrisa es que algo ha conseguido y es feliz, mi padre la miraba de vez en cuando con una cara rara de no entender que le pasa.
- ¿Elii que te sucede? - Dice con la mirada en la carretera - Elizabeth!
Ella estaba en su mundo mirando hacia la ventanilla del auto, mi padre insistió unas 2 veces más hasta que por fin obtuvo respuesta
-¿Eh? ¿Dijiste algo? - Sinceramente mi madre está en otro mundo
- Olvídalo mujer.
Me causó gracia, mi madre de seguro se habrá quedado con el pensamiento en la playa al igual que yo. Al recordar de todo lo que sucedió me estaba excitando de nuevo, al estar en el asiento de atrás por suerte me podía colocar bien mi paquete para que no me molestara tanto y que no me vieran, cuando terminé de hacerlo, miré a mi madre por el espejito del medio que usa mi padre para ver atrás si es que se acerca un auto y la pude ver a ella que me estaba mirando con una sonrisa peculiar, mierda! Me había visto mientras me la acomodaba.
Le estaba por decir algo para salir de esta escena vergonzosa cuando de repente sonó mi celular, me fijé quien era y era mi amigo Max, me preguntaba qué estaba haciendo y que estaba aburrido estos días, así que me propuso en que si podía venir a mi casa a pasar la tarde. Les pregunté a mis padres y me dijo que no había problemas, es más, mi madre se mostró tan alegre que va a preparar una torta para nosotros, así que le dije a mi amigo que venga mañana a la tarde.
- Que pena hijo, no podré ver a Max antes de que me vaya – Añadió mi padre, era cierto, me había olvidado, él se va mañana por la mañana de vuelta pero esta vez a España lo cual por unos días no voy a contar con su presencia.
Por fin llegamos a casa, eran las 21:50 de la noche y todos estábamos cansados, mi madre calentó algo rápido para comer y cenamos. Cada uno nos fuimos a acostar, en mi caso tenía muchísimas ganas de hacer otra travesura con mi madre pero no podía, tener a mi padre en la casa es un peligro, así que me tuve que ir a dormir con una tremenda erección encima.
Al día siguiente me desperté más temprano de lo habitual, al igual que mi pija, me dolía por tenerla tan dura, me levanté y noté algo diferente en mí, ya no sentía dolor en mi cuerpo, ni calambres, podía mover mis brazos otra vez sin ninguna molestia, también podré hacer más cosas con mi madre que antes no podía, estaba re contento!. Miles de ideas se me vinieron a la mente enseguida, las ganas de ver a mi madre eran inmensa, nunca pensé que podía estar tan impaciente por levantarme de la cama y ver a mi progenitora.
Bajé las escaleras casi corriendo, había olor a comida, estoy más que seguro que mi madre está en la cocina, apenas entré y me quedé en shock, mi mama estaba con una tanga negra que no le tapaba nada los cachetes del culo, dejaba su espectacular cola al aire, esa tela casi no servía para nada, solo un diminuto triangulo en la parte de arriba se hacía presencia, era increíble ver ese panorama en la mañana. Mi mama se dio vuelta para buscar un ingrediente para la torta que estaba preparando y se encontró con mi presencia, yo parecía hipnotizado, levanté un poco la vista y pude ver su delantal blanco de cocina que le llegaba hasta sus pechos dejando gran escote a la vista, pude ver gran parte de sus tetas por el costado de su delantal, me di cuenta que no llevaba corpiño!! El delantal solo le tapaba un poco sus pechos hasta la mitad de sus muslo, pero en la parte de atrás no tapaba nada, solo un unas tiritas del delantal que se abrochaba en su espalda, Era de no creerlo.
Ella se dio cuenta de mi expresión y le gustó, pero hizo como si no estaba, agarró el ingrediente y se dio otra vez la vuelta. Su gran culo quedó a mi vista otra vez, no podía más, esta mujer me estaba provocando vistiéndose así, algo tenía que hacer, no me podía quedar ahí parado sin hacer nada. Caminé hasta tenerla enfrente de mí, podía sentir su perfume, era dulce y tan rico. Fui bajando hasta arrodillarme, mi madre no se dio cuenta, seguía en su labor. Era la primera vez que tenía su cola enfrente de mi cara, se me hizo más grande de lo que ya era, tener esa voluptuosidad enfrente de mi cara era sorprendente, estaba para sacarle una foto en ese momento, lástima que dejé mi celular en mi habitación, capaz para otra ocasión la saque, llevé mi mano a los costados de su tanga y se lo fui bajando de a poco, pensé que me iba a decir algo pero como no vi ninguna queja en ella continué con mi hazaña, ya iba por la mitad de su culo su tanga y volví a mirar a mi madre por las dudas, ella estaba en lo suyo continuando la torta lo más feliz del mundo así que continué con mi objetivo, como sus piernas estaban juntas me costaba un poco bajárselas, mi madre entendió enseguida mi inquietud y abrió un poco las piernas, fue como si me leyera el pensamiento, no lo podía creer, mi madre me estaba dejando que le saque la tanga, era un sueño, estaba impaciente por ver a mi madre sin ninguna prenda que le tapase su culo, y así fue, logré sacarle por completo su tanga, era tan pequeña esa prenda que solo parecían hilos, casi me caigo para atrás por ver lo que tanto desee, esa tremenda cola enfrente de mi cara sin nada que le tape, se me hizo agua en la boca, esa redondez me volvía loco. Llevé mis manos a ambos cachetes y los separé, ante mi cara apareció una tremenda imagen que no me la olvidaré nunca, estaba completamente rasurada, su rajita rosa con esos labios grandes hacían más apetitoso a la vista, y su ano ni hablar, ese pequeño agujero se abrió un poco cuando separé sus cachetes, tenía un color rosado que era lo mas precioso que he visto. Tenía que aprovechar esta oportunidad que tenía lo más rápido posible, me abalancé sobre su culo y saqué mi lengua, empecé a lamer su culo como un salvaje.
- Ahhhh – Escuché el gemido de mi madre
Era señal de que le gustaba, lo cual me motivó más en hacer mi trabajo, ese gusto que tenía mi madre era delicioso, nunca pensé que fuera tan adictivo su culo, metía mi lengua un poco en ese agujerito y lo más increíble era que cedía, se abría un poco cada vez que la penetraba con mi lengua, en un momento me alejé para admirar esa obra de arte, con mis manos en ambos cachetes las mantenía abierta hasta que las solté, al hacerlo sus nalgas se juntaron enseguida provocando un sonido hermoso “Paff”, era como si aplaudieran, quería escucharlo otra vez, así que llevé mis manos de vuelta a su panadero y los separé lo más que pude, ante mi vista volvió aparecer sus dos agujeros, tan apetecible como siempre, hundí mi cara y le di una lamida larga de su vagina hasta su culo, me alejé y volví a cerrarlos, y así una y otra vez, “Paff” “Paff” Paff” “Paff”, cada vez que los abría le daba una deliciosa recorrida con mi lengua, ella gemía cada vez que mi lengua hacía contacto con sus partes íntimas, sus cachetes hacían una especia de ola cada vez que se chocaban entre ellas, me parecía tan embriagador ese movimiento, no me quiero ni imaginar lo que sería verlo cuando mi madre está corriendo o saltando. Observe a mi madre y estaba con la boca semi abierta y su respiración media agitada intentando continuar con la torta, estaba con su pelo recogido dejando a la vista todo su cuello, se la veía tan sensual. Abrí sus cachetes y escupí encima de su vagina, mi saliva y su fluido vaginal hacía que su concha estará demasiado lubricada, llevé mi mano hacía allí y le metí un dedo en su concha, me costaba meterlo, al parecer la tenía muy cerrada, se ve que mi madre no tenía sexo desde hace tiempo, que tonto mi padre, lo que se estaba perdiendo. Fui metiendo mi dedo de a poco hasta que lo tuve todo adentro, la dejé un rato quieta para que se acostumbrara, mi madre solo respiraba más profundo, empecé a meter y sacar mi dedo, cada vez se me hacía más fácil así que era tiempo de meterle un segundo dedo y hasta un tercer dedo.
- Ayyy hijo, más despacio!… Ahhhh!!
No le hice caso, mis dedos entraban y salían de esa cueva tan rápidamente que se escuchaba como mis dedos salpicaban contra los fluidos de su vagina, era tan excitante que mi propia madre se entregó al placer, gemía cada vez que la penetraba, quería darle más placer todavía, así que acerqué mi cara y empecé a lamerle su ano, pasaba mi lengua por todo su orificio mientras mis dedos hacían su trabajo en su concha.
Mi madre dejó la torta y apoyó sus manos en la mesada, ya no se podía concentrar en cocinar por el placer que le estaba dando su hijo. La miré y estaba con sus ojos cerrados y sus pechos cubierto solamente por el delantal subiendo y bajando a causa de la respiración agitada. Sentí como las paredes de su concha se contraían apretándome mis tres dedos y su espalda se arqueaba, se estaba acercando a su orgasmo, no había dudas, así que aumenté mis lamidas y la penetraba más rápido, era increíble como mi lengua se adentraba en su culo.
- Asiii hijo, asii!! Más rápido bebe!! Mmmm...
Lo decía tan fuerte que tenía miedo de que los vecinos la escuchen, sus gemidos aumentaban al igual que mis dedos. Mi madre levantaba cada vez más su cola para facilitarme mi tarea, me podía quedar días comiéndoles sus agujeros, era mi nuevo néctar.
- Ayyy me estas volviendo locaa!!... Ahhhh
Les temblaban las piernas, seguí 5 segundos más así hasta que se vino, fluidos tras fluidos no paraban de salir de su concha, saqué mis dedos y empecé a lamer toda su raja, no paraba de probar y pasarle mi lengua por sus partes, ese sabor dulce me pareció riquísimo, me llenó toda la boca y barbilla de su humedad hasta que terminó de correrse, me separé de su cola y observé como el interior de sus muslos también estaban mojados por sus fluidos. Le di una sonora nalgueada y me levanté, yo aún seguía con mi pija dura a más no poder, ella se dio la vuelta y me dijo
- Gracias hijo – Y me dio un pico en la boca – Hace mucho que no… tenía un orgasmo tan intenso como este, la hiciste muy feliz a mama y por eso vas a tener tu recompensa.
Fue descendiendo quedándose arrodillada sobre sus tacones altos, con sus manos agarró su flequillo y se lo puso atrás de su oreja para que no le incomodara, me empezó a bajar mi short junto con mi bóxer y de a poco fue apareciendo mi virilidad, ella me miraba con esa sonrisa tan provocadora a los ojos, se la veía tan coqueta de lo normal con esos labios pintados de rojo fuerte.
- Y nos volvimos a encontrar – Añadió
Se acercó y le dio un beso en la puntita, puso saliva por todo mi tronco, sacó su lengua pasándola desde mi base hasta la punta, cuando terminó colocó sus manos en cada pierna mía y acto seguido abrió lo suficientemente grande su boca para tragarse mi pija centímetro por centímetro, le fue costando pero se ayudaba con sus brazos en mis piernas, mis 21 cm quedó todo adentro de su boca y garganta, la mantuvo ahí por unos segundos y se la fue sacando lentamente, aún no me lo podía creer que mi madre se tragaba con tanta facilidad toda mi polla, parecía una experta.
Estaba endemoniado, necesitaba sentir más placer como ese ahora, agarré su cabeza con mis manos.
- Prepárate ma
Ella sabía a lo que me refería y sonrió como pudo con mi pito en su boca, le enterré mi barra de carne hasta el fondo y se la saqué, hilos de saliva desprendían de ahí, una y otra vez entraba por esa cavidad y salía, la empecé a penetrar muy fuerte y rápido, mi madre solamente tenía la boca abierta recibiéndolo hasta su garganta, era tan placentero y húmedo. La sacaba por completo y le daba golpecitos en su cara con mi pija, ella solo gozaba con saborear, sacaba la lengua cada vez que mi polla se acercaba a su cara, mis deseos iban más allá que estos, quería más, quería disfrutar de esta tremenda mujer con un cuerpazo, la quería penetrar ahora mismo.
- Te quiero follar ma, no aguanto más – Ella me miró y no dijo nada
Le hice un gesto para que se levante y obedeció, llevé mis manos atrás de su cola y la levante, mi madre rápidamente llevó sus piernas alrededor de mi cintura para sujetarse, en verdad no pesaba nada, pero mi dolor de mis piernas y brazos se hicieron presentes de la fractura que recién me estaba recuperando, la cargué y la hice sentarse en la mesa de la cocina, justo al lado de donde estaba preparando su torta. Todavía tenía el delantal puesto, desenredé lo más rápido que pude las tiras que tenía en su espalda y se la saqué enseguida, ante mis ojos aparecieron sus magníficos pechos, la manoseé con una mano una teta, se la apretaba y pellizcaba su pezón, con la otra agarré mi pija y la dirigí a su vagina, ella suspiró al sentir el tacto que provoqué, estar tan cerca generaba sentir el calor que emana su chochito. Le fui pasando la punta de mi glande a lo largo de su rajita, apenas mi glande rozó su clítoris, a mi madre le provocó una corriente de placer que hizo temblar sus piernas.
- Siiiii, que gustooo!!!! - Gimió con delicadeza mi mama
Son tan suaves sus labios vaginales, le pasaba toda la largura de mi tronco haciendo que se empapen con sus fluidos. Ella estaba con la cabeza para arriba con sus ojos en blanco, solo gemía. Dirigí mi polla a su entrada y al hacerlo mi glande se cuela inmediatamente en su raja, empecé a empujar y a cada tacto se sentía genial, las paredes de su vagina se abría ante mi y me abrazaban, esa calidez que sentía era asombroso, ya no había marcha atrás, mi madre está abierta de pierna esperando a que le llene su chochito, me cargué de energía y embestí toda mi polla haciendo que entre por completo, ambos gemimos en esa unión entre madre e hijo, pero el gemido de ella fue mucho más fuerte de lo normal que me asusté.
- Estas bien ma? - Le pregunto
Asiente con la cabeza, era obvio que le costaba un poco que alguien invadiera su vagina luego de tanto tiempo, entonces retiro mi polla y al hacerlo me provoca una sensación que me encanta, cada movimiento que hago es un camino al paraíso, se la saqué hasta dejar mi glande solamente adentro de su chocho, entonces volví a la carga de nuevo y le empalo toda mi pija hasta el fondo, al hacerlo mis huevos chocan contra su culo que provocó otra corriente de placer pero esta vez en ambos. Agarré sus piernas y las coloqué en mis hombros, me aferré a su cintura y comienzo a entrar y salir de su concha, viendo la belleza de su cara emitiendo gemidos cada vez que mi polla se adentra al fondo de su raja. La penetro despacio para poder disfrutar más el momento. En ese momento me atrevo a besarla, que por cierto no lo rechaza, sentir esos labios carnosos pintados de un color rojo fuerte era un momento único, nuestras lenguas se entrelazaban entre si mientras la penetraba.
Me alejé tanto que mi polla salió de su cavidad con unos hilos de fluidos, agarré a mi madre de sus caderas y la hice bajar de la mesa e inmediatamente la hago girar entregándome su tremenda cola a mi disposición, me agacho hasta quedar otra vez mi cara en su culo y le empiezo a lamer su ano.
- Ayy hijo, no pensé que me darías tanto placer – Le meto mi lengua un poco adentro de su orificio – Me vas hacer correr!!!
Saqué mi cara de sus cachetes y veo la torta al lado de ella, una idea se me vino a la cabeza, no sé si funcionara o le gustará a ella, pero debo intentarlo. Agarro con un dedo gran trozo de crema que tenía el pastel y lo llevo a la cola de mi mama, separo con una mano un cachete dejando en vista su pequeño culito, entonces le paso toda la crema por encima y alrededor de su ano dejándolo repleto de crema. Ella siente lo frió que está la crema y da un suspiro, le separo con ambas manos sus tremendos cachetes y empiezo a lamer y succionar su culo, mi lengua pasaba por todo lado sin dejar ningún rastro de crema, entonces agarró otro pedazo más grande de crema y se lo meto adentro de su orificio, mi madre empieza a gemir ante la pequeña penetración en su delicado hoyo, le meto dos dedos haciéndolos entrar y salir, mama se moría de placer, mantuve la penetración hasta que no hacía tanto presión su culo y le metí un tercer dedo, era increíble como lo recibía. Entonces me levanto y le paso la polla por toda su concha para juntar sus fluidos y le coloco la punta en su ano, ella al sentir ese tacto abrió los ojos y se asustó.
- Shhh tranquila – Le dije mientras llevaba mi mano a su concha para acariciar su clítoris
- Pero hijo... Mmmmm – Gimió al sentir mi mano en su clítoris – Es... que... nun... ca antes Ahhhh… Me hab... habían dado por… el culo.
¿Queee? No me lo podía creer, mi padre nunca antes le había reventado el culo a mi madre teniendo tremenda cola que está para partirlas. No me podía ni asimilar que mi madre era virgen del culo.
- No te preocupes, no te dolerá, te lo prometo, luego vas a sentir lo placentero que es coger por ahí – Añado
Mi madre no dice nada, solo se aferra más a la mesa, lleva una mano a su teta y aprieta su pezón mientras yo le estoy tocando su abultado clítoris, agarré la base de mi polla y la dirigí otra vez a su culo, podía sentir lo caliente que está su entrada, casi me corro, hice un poco de presión y su culo se abrió un poco dejando que una parte de mi glande entrara. Miré a mi madre y tenía los ojos cerrados tratando de enfocarse en el placer de su concha, empujé un poco más y entró otro poco, costaba demasiado ingresar en ese orificio, su culo me apretaba de una forma muy fuerte y a la vez placentero, se sentía muchísimo mejor que su concha, ingresé centímetro por centímetro hasta dejarle mi pija enterrada hasta la mitad, mi madre emitió un gemido de dolor y a la vez de placer, tratando de soportar lo que tenía su culo. Me quedé unos minutos quieto para que su culo se adaptara, luego de esperar un rato su culo dejó de hacer presión y se fue acostumbrando a su nuevo invasor. Me incliné un poco hasta quedar cerca de su cuello y le dije.
- Estás preparada ma? - Añadí muy cerca de su oreja
- Siii cielo, llénale el culo a tu madre – Con su respiración agitada
No dudé ni un segundo más, le empecé a besar su cuello mientras le fui metiendo mi pija de a poco, su culo cedía como podía abriéndose paso, de nuevo me empezó a apretarme y paré, junté un poco de saliva y se lo puse al borde de su culo y en mi polla, intenté entrar un poco más y esta vez se deslizaba con mayor facilidad, mi madre no para de gemir, di un último empujón y mi verga entró por completo en su delicioso culo. No lo podía asimilar todavía, le metí toda mi virilidad en su ano, mis huevos tocaron su vagina, la tenía empalada entera a mi madre. Empecé a meterle y sacarla despacio, llevé mis manos a sus grandes pechos y los apreté mientras le penetraba mi palo por detrás, mi madre no aguantó estar tanto tiempo parada y se fue cayendo al piso, yo la acompañé sin abandonar su culo. Mi mama colocó su cara contra el piso de la cocina mientras ponía en pompa su culo para que yo le taladre como me plazca. Cada movimiento que hacía dentro de ella se sentía increíble, era indescriptible, como su culo abrazaba mi verga mientras le metía hasta el fondo para que luego le sacara por completo y volviera a la carga. Miré hacia su cola y la imagen era una obra de arte, sus tremendas nalgas de forma de corazón era dividida por mi tronco que salía y entraba en ese orificio tan pequeño. Saqué toda mi pija de su ano y pude presenciar lo más hermoso que he visto en mi vida, su culo que hasta hace un rato era virgen ahora está re abierto. Quería reventarle el culo lo más que podía, agarré la bolsa que contenía la crema para la torta y le tiré encima de su ano, una parte entró adentro y toda la otra parte quedó en la entrada de su hoyo, llevé mi pija hasta ahí y se la volví a meter, la crema servía de lubricante, se la metía y se la sacaba por completo para admirar a cada rato como su culo quedaba abierto. Mi madre estaba en el cielo, no sabía si se había desmayado o que, tenía los ojos en blanco y su boca abierta gimiendo como loca, me di cuenta enseguida que estaba teniendo otro orgasmo, fluidos salían de tremenda concha empapándome toda mi pierna. Agarré mi pija y se la metí hasta el fondo de su vagina que entraba fácilmente con la ayuda de sus líquidos, se la saqué y la metí en su culo, y así la penetraba, una embestida en cada orificio, iba alternando
- Ahhhh!!! Ahhhh!!! Ahhh!!! - Pronunciaba mi mama al metérsela en el fondo en sus orificios – Me estás partiendo hijooo
Yo ya no aguantaba más, sentí que ya me estaba por correr, entonces puse ambas piernas al costado de mi madre como subiéndome encima y se la coloqué en su ano, empecé a taladrar su culo lo más fuerte que podía, mi madre ya no tenía fuerza, se corrió demasiadas veces que ya ni siquiera sabía que salía por su concha, se estaba por acostar boca abajo completamente pero no la dejé, la agarré de sus cintura y la sostuve así para que no se cayera su culo, la tuve que sostener con mis brazos mientras la penetraba, cada embestida mi pelvis chocaba contra la parte de arriba de su culo produciendo un sonido tan erótico que eran música para mis oídos, sentí que me estaba por venir, se la metí 4 veces más y se la enterré hasta el fondo de su culo y me corrí, chorros tras chorros salían de mi polla llenando su culo de mi leche, mi madre gimió lo más fuerte que pudo al sentir como se llenaba su ano y se corrió una vez más.
La fui soltando de a poquito haciéndola acostarse en el piso, ella estaba boca abajo con sus pechos apretados por el piso que se asomaban por los costados por la presión, me fijé otra vez en su culo y esta vez me pareció más grande de lo normal, formando esa cuerva tan voluptuosa y grande que me excité otra vez, mi pija se empezó a recuperar por la tremenda visión que tenía enfrente, y yo como estaba encima de sus piernas y mi pija a la altura de su cola, le abrí como pude con mi mano su cachete izquierdo y vi que su ano estaba lleno de leche, la encaminé a su agujerito que estaba rebalsando de mi semen mientras mi madre estaba acostada boca abajo con sus piernas juntas y yo encima de ella, se la fui metiendo, su culo cedía fácilmente, mi mama al sentir que la penetraba de vuelta emitió un gemido y se llevó una mano a su concha, como mi leche fue bajando hasta su raja se lo fue pasando por su clítoris y por todo su grandotes labios, en esta ocasión mi leche sirvió de lubricación mientras la fui penetrando, aunque mucho no servía la lubricación porque mi madre ya tenía re abierta su culo, mi polla fue entrando hasta la mitad cuando de repente...
*Riiiiing*
Se escucha el timbre de la casa, los dos nos quedamos quietos enseguida, mi madre con su cara de terror me miró, yo con la excitación que llevaba encima no entendía nada, mi pija estaba metida hasta la mitad en el culo de mama cuando miro hacía el reloj que teníamos en la cocina, me fijo y marcaban las 1:20 pm, tan rápido pasó el tiempo? Entonces recuerdo que ya era la tarde, había arreglado con mi mejor amigo Max que vendría a casa y ahora está ahí, a solamente una puerta de distancia mientras yo le estaba penetrando a mi madre y ambos desnudos en el medio del salón.
Continuara...
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