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El voluptuoso cuerpo de mamá IV

Abrí los ojos despacio, la luz del sol que desprendía desde la ventana me cegaba la vista, me imposibilitaba a abrirlos por completo, me pregunto por qué habrá tanto sol afuera, casi toda la semana estuvo nublado y con lluvia, pero hoy era distinto. Sentía un calor inmenso en mi habitación que casi no se podía respirar. Me levanté con demasiado esfuerzo y muy cuidadoso, no quería tropezarme con nada y sufrir otra herida que me haga ir de nuevo al hospital, ya no siento mucho dolor, ¡mi cuerpo va mejorando de a poco! Claramente eso me pone más feliz, podré pasar más tiempo con mi mama y acompañarla en su gimnasio, no veo la hora en que eso llegue.

- ¿Pero, por qué tengo puesto mi short?

Recién me había dado cuenta de lo que sucedió ayer, me masturbó mi madre con su mano y su lencería puesta, pero… dejando de lado eso, tengo el short puesto, yo me acuerdo de que me lo había quitado, ¿En qué momento me lo puse? ¿Habrá sido todo una imaginación mía o un sueño lo que sucedió ayer? ¿Y si hubiera sido real, le habrá dicho a mi papá? ¿Cómo reaccionaría? ¿Me castigará? Todas estas preguntas no me están ayudando para nada, mejor será averiguar si realmente pasó o no, pero no puedo preguntarle así de la nada, se tiene que dar la situación o tengo que ver cómo reacciona al verme o algún indicio de que lo que ayer sucedió sea real.

Escuché ruidos en el living, al parecer mi papá estaba de regreso hablando con mi madre, se oía muy llevadora la conversación, me alisté como pude y salí de mi habitación, bajé muy despacio las escaleras y a los 3 segundos ya notaron mi presencia.

- ¡Ayyy mi hijo ya puede caminar! Mira Manuel, nuestro hijo ya puede andar solo– Dijo mi madre saltando de la alegría

¿Pero qué está pasando acá? Se ve que mi padre regresó después de aquella pelea que tuvieron, no entendía muy bien, ¿Se habrán arreglado? No lo sé, pero mejor va a ser quedarme callado y dejar que ellos vean sus problemas.

Miré a mi madre y casi me caigo del asombro, traía puesta una remerita muy ajustada de los “Guns n Roses” que le marcaba perfectamente la figura de sus redondos pechos acompañado solamente con unos shorts cortos de jeans que le llegaba hasta un poquito más arriba de su muslo, se le veía grandísimo su cola, ese tremendo culo pedía guerra y ¡lo va a tener!

- Jajaja ya me estoy mejorando de a poco – Me senté en la silla más cercana que tuve, no podía aguantar tanto tiempo parado, el dolor se hacía presente.

- ¿Querés que te prepare algo para desayunar?

- Sii, lo que sea está bien ma

Se fue hasta la cocina de una forma muy sensual contoneando esa cola, de un lado para otro ayudándose con su cintura para hacer más provocativo su andar, sí que sabe cómo moverla la muy zorra, me acordé del “sueño” que tuve con ella en lencería y en 4 patas pajeandome, espero que sea verdad y no solo un jodido sueño erótico.

- ¿Te contó tu padre sobre lo que vamos hacer hoy? – Comentó desde la cocina

Miré a mi padre y el seguía absorto con su televisor, ni un pelo se le movía cuando él estaba tirado en el sofá mirando su programa favorito así que ni ahí le saco una palabra, eran de esos tipos de que cuando llegan a su casa prenden la tele y ven lo que se les da la gana mientras espera que la esposa le lleve la comida a su mano. No sé cómo hacía para no prestarle atención a tremenda mujer que tenía en su casa, aunque mi mama ya lo había descubierto, tenía su propio amante en su trabajo, el lugar donde pasaba casi las 24 horas al día, claro ahí le satisface todo lo que quiere su secretaria y mi madre acá rompiéndose el lomo para hacerle de comer y darle todo lo que le pida, hasta me daba bronca lo que hacía, pero no le podía decir y hacer nada contra él, era mi padre y tenía que respetarlo por más que me duela. Pero respecto a mí, me toca un papel muy importante y necesario en todo esto, el que es ayudar a mi madre y estar con ella en todo lo que necesita, sé que para ella no es fácil todo esto, ver a su propio marido irse al trabajo que sabe que allá le está esperando su secretaria para hacerle todos los mimos y placeres que quiera y ella quedándose en casa limpiando y cocinando por el bien de la familia, al menos tiene ahora su mini gimnasio que lo va a poner en el quincho si no me equivoco para distraerse un poco.

- No, no me lo contó, ¿Qué es? – Le pregunté a mi madre al saber que él no me lo iba a decir

- Nos vamos a ir a la playa tonti después de almorzar, vos te podés quedar acostado en la arena así no te duele el cuerpo, ¿qué opinas? ¿querés ir conmigo y tu padre?

Lo estaba dudando, cuando voy a la playa me gusta ir a nadar o jugar al futbol y disfrutar, pero estando así con mi estado, casi inmóvil, con los brazos con yeso, no sé si sería buena idea. Pero por otro lado tengo a mi madre, ver su voluptuoso cuerpo en bikini o en tanga es un espectáculo que pagaría miles de pesos solo por verla y estar en primera fila, ese trasero suyo que con el andar forma una vista hipnotizante para la vista que podes mirarlo horas o días seguidos y nunca te aburrirías, y además de eso con su crema solar encima de su cuerpo, ya con solo imaginarme se me puso dura la pija, va a ser mucho mejor ir y sufrir todo el dolor que me dé con tan solo ver esa bella de arte, así que accedí. Cada uno nos fuimos para nuestros cuartos para cambiarnos y salimos a dicho lugar.

Pude ver que en la playa era escasa la gente, pero las que habitaban estaban muy separados entre ellos, cada uno en su privacidad. Nos ubicamos en un lugar medio despoblado, pero aun así había gente. Me senté como pude con el rayo del sol apuntándome en la cara, ya sentía gran calor, así que le pedí a mi madre que, si me podía ayudar a sacarme la remera, con gusto lo hizo y luego ella lo mismo con la suya, de a poco fue apareciendo su cuerpazo en ese diminuto bikini de color rojo. Uff le quedaba espectacular, esos grandes pechos hacían demasiada presión sobre la prenda que te daban la impresión que se iban a romper, juraría que si saltaba varias veces al menos una teta se le escapaba, cubría lo justo y necesario. Y ahí estaba ella, atándose con sus manos su pelo con una colita mientras miraba hacia el mar, en ese momento pude apreciar lo más vanidoso que tenía mi mama, su tremendo culo, dividido solo por una fina tela que se le metía entre los cachetes, era increíble ver la curva que se le hacía en su cuerpo a causa de su cola y empecé a preguntarme cuanto le medirá, más de 120 seguro.

- Ma no pensé que fueras tan bella, déjale un poco a las demás que si no se ponen celosas – Le dije sin ninguna vergüenza

- Jajaja gracias, no pensé que mi hijo fuera tan tierno, pero por lo que veo no todos piensan lo mismo que vos cariño – Dice mirándolo a mi padre

Y ahí estaba mi padre, mirando a un grupo de chicas, no le sacaba la vista ni por un segundo, se ve que le gustaban las jovencitas, pero no puedo creer del pedazo de mujer que tenía a su lado y no se daba cuenta, con tremendo cuerpo y un bikini que casi no le tapaba nada, solo lo justo y necesario, estaba para follarsela todo el día, si, saben de quien estoy hablando, de mi grandiosa madre. Le dije un par de cosas lindas a ella y al final le pude subir el humor por lo sucedido, estábamos conversando por unos 5 minutos hasta que ella misma se puso bronceador por todo su cuerpo, se lo pasaba tan despacio por su piel que cada movimiento que hacía a mí me parecía muy sensual, con su boca media abierta y sus labios tan carnosos, sus grandes pechos brillaban por el sol, se tallaba con su mano la redondez de sus tetas, no quedaba ni un lugar en donde no brillaba, daba la impresión de que trataba de provocarme o llamar la atención de mi padre, pero era imposible, él estaba mirando a esas adolescentes que ni ahí le superan en cuerpo a mi madre, una vez que terminó de pasarse crema por todo su cuerpo, se acostó boca abajo mostrando toda su cola en su esplendor, por los costados de su cadera aparecían unos finos hilos de su tanga que terminaba arriba de su cola con un pequeño triangulo rojo y una parte de eso se metía entre sus abundantes cachetes, y sus pechos aplastados por la arena sobresalían una gran parte por los costados.

Ver esa voluptuosidad me excitó bastante, ya no lo podía controlar más, mi pija se empezó a parar a una manera descontrolada, mi short no lo podía ocultar, es más, cedía a mi erección y no tenía como ocultarlo, por suerte mi padre habló:

- Dentro de un rato vengo, voy a comprar algo para beber

Se fue caminando hacia la dirección de las chicas, no pude ver con exactitud si se quedó hablando con ellas o si siguió de largo, pero ya no me importaba, tenía algo más interesante que ver y era mi mama, luego de eso enfoqué mi vista hacia la cola de mi madre con unas ganas terribles de pajearme y así estuve varios minutos hasta que escuché una voz.

- Alex! Aleeex!

Era ella mirándome a mis ojos y sabiendo donde yo estaba mirando, y ahí fue el único momento en donde desvié mi vista para mirarla, pensé que me iba a mirar con una cara de enojo o desentendimiento, pero, todo lo contrario, tenía una sonrisa pícara de haber conseguido lo que quería.

- Jajajaja otra vez con esa cara, sí que no aprendes eh! – Me dijo mi madre riéndose

- Lo siento ma, no lo volveré a hacer, te lo prometo

- Shh no prometas algo que nunca podrás cumplirlo hijo, además no me molesta que me mires así, es más, por un lado, me pone contenta saber que al menos a alguien le parezco llamativa y que aún puedo despertar ciertas cosas en los hombres– Y me señala con su dedo mi pito

No lo podía creer, se había dado cuenta de mi erección y no hice nada para disimularlo, recién me doy cuenta de lo abultado que tenía mi short, me puse rojo como un tomate y quería pensar en otra cosa para que se me bajara y no seguir en este pozo de vergüenza.

- Emm… Lo lo si… en... to

- No te disculpes cielo, está todo bien, si haces que se baje tu erección ahora, cuando lleguemos a casa te daré un premio – Y giró su cabeza otra vez en dirección al mar

¿Un premio? ¿Qué clase de premio sería este? ¿Sería como el anterior cuando se sacó la bata? ¿Me mostrará algo en especial de su cuerpo? ¿Se pondrá en 4? Todas estas preguntas y más se me vinieron a la cabeza, me había convertido en un pervertido y todo es culpa de mi madre.

Y así pasaron varios minutos hasta que mi madre se gira hacía mi para mirarme e inmediatamente se fija otra vez en mi paquete, yo también me había fijado y ¡todavía no se ha bajado! Era ridículo, todos estos pensamientos me mantenían excitado y no he logrado en lo que mi madre me había dicho, mierda, perdí mi premio, que tonto soy.

- Así que tu amiguito sigue despierto, de alguna o de otra manera vas a tener que bajarlo, ¿qué te parece si mami te ayuda?

Ahora se había confirmado todo, sin duda lo que sucedió ayer por la noche era verdadero, mi madre me había hecho la paja sin ningún pudor. Pero lo que me pidió ahora era mucho más atrevido, ayudarme a acabar al aire libre y con algunas personas en la playa tenía muchos riesgos, pero no podía rechazar la ayuda de una tremenda mujer con unas tetas y un culo grandísimo.

- Sii por favor, pero ¿y las personas? Nos pueden ver ma

- No te preocupes por ellos, cada uno está en su vida y nadie nos va a decir nada, vos solo disfruta

Se levantó de donde estaba y vino caminando hacia mí de una manera muy sensual contoneando sus caderas, se iba acercando lentamente poniendo cada pies enfrente del otro pareciendo que hacía una pasada en la pasarela como las modelos. Cuando llegó a mi lado, fue bajando hasta arrodillarse y estiró sus manos hasta agarrar los bordes de mi short y fue bajándolos, de a poco fue apareciendo mi erecta verga a su máximo esplendor, costaba bajarlos por la presión que hacía en mi prenda, una vez que quedó en mis tobillos, lo dejó ahí e inmediatamente su vista se enfocó en su nueva paquete.

Escupió su mano y la dirigió a mi verga, cuando hizo su primer contacto mi pija sintió un calambre de placer, la agarró con su mano, empezó a subir y bajar, sentía como su saliva se deslizaba por todo mi tronco, estaba completamente mojada y se deslizaba más facil facilitando su tarea, a ella no le importaba si alguien nos estaba mirando, continuaba con su trabajo y no tenía intenciones de parar hasta terminarlo, estuvo así unos segundo hasta que sumó su otra mano libre a mi pija y ahí estaba mi madre, masturbándome con sus dos manos, yo sentía un placer increíble, mucho mejor que la de anoche, miraba alrededor por si alguien nos estaba mirando y nadie, cada uno en su vida y charla, eso me tranquilizó más y volví a mirar a mi madre que estaba mirando atentamente a mi pija con su boca semi-abierta, podía ver como aceleraba su respiración y sus pechos rebotaban por el movimiento de sus brazos, quería verlos de nuevo sin nada que le tapase, me fije en su corpiño y pude ver sus pezones un poco más grandes a través de la tela, al parecer se estaba excitando. Los únicos ruidos que se escuchaban era la paja que me estaba haciendo mi madre y las olas del mar. Mi mama de vez en cuando cambiaba de mano, con una me masturbaba y con la otra me tocaba los huevos y me los apretaba despacio produciéndome un placer indescriptible, ya se estaba secando mi verga y le dificultaba a mi madre seguir, así que se agachó un poco y aproximó su cara y tiró saliva encima de mi pija y continuo. En un momento ella me mira y ve que yo estoy enfocado en sus grandes tetas y dijo:

- ¿Querés verlas? – Sin dejar de masturbarme

Yo estaba en la gloria, moví mi cabeza diciendo si y ella sonríe, suelta mi pija y lleva sus manos atrás de su espalda para desabrocharse su mini corpiño, cuando lo desata lleva sus manos de vuelta a mi pija y empieza a acariciarlo, me fije en sus tetas y no se sacó el corpiño, solo lo desabrocho por detrás:

- Quítamelas

Me quedé con la boca abierta, no dudé ni un segundo, acerqué mi cara a sus grandes pechos y entre el medio de sus dos pechos agarré el hilo de su corpiño con mis dientes, pude sentir el tacto de sus tetas en mi nariz y cachetes, aproveché y hundí un poco mí cara, era tan suave y calentito, me quedaría a vivir ahí, luego de 5 segundos empecé a retirar el hilo con mis dientes para sacar su corpiño, cuando le saqué por completo quedó ante mi vista sus extraordinarios pechos, eran los mejores pechos que había visto en mi vida y los tenía enfrente mío, sus pezones chiquitos apuntaban directamente a mi cara pidiendo que los comiera, sus aureolas no eran ni demasiado grande ni demasiado pequeños, lo justo para hacerlo perfecto. Mi madre continúo dándome placer con sus manos y yo no desaproveché la oportunidad, me abalancé sobre sus grandes pechos y empecé a lamerlos, alternando de un pecho a otro, ella no dejaba de subir y bajar su mano sobre mi pija, gemía a causa de lo que empezaba a sentir.

- Ahhh… Ahhh… Ohhh

Esos gemidos eran música para mis oídos, aumentaba más mi placer y las ganas de seguir comiéndoles sus pechos, mordía un poco sus pezones lo cual a mi madre le encantaba.

- Mmmm… Sii hijo… Siii… Come las tetas de mamá

No aguantó más de la excitación y llevó una de sus manos a su concha y empezó a frotarse su clítoris por encima de su tanga, de repente me empuja hacia un costado para que deje de chupar sus tetas y lleva su cara a mi pija, abre su boca grande y se empieza a tragar mi verga, centímetro por centímetro, empiezo a sentir la calidez de su boca y como su lengua iba abarcando mi pija de a poco, con la mano que me estaba haciendo la paja la llevo a mis huevos, lo manosea mientras su cabeza va descendiendo de a poco para poder tragarse mi tremenda pija, siento como su nariz toca mi pelvis, era señal de que se metió toda mi verga, llegué a su garganta y su lengua estaba tocándome la base de mi pito, escuchaba sus arcadas, sentí un placer indescriptible, estaba en el cielo, no sé cuánto tiempo estuvo en esa posición pero para mi fue una eternidad y luego empezó a sacársela

- Mmmmm… Que rico mi vida, que rica pija que tenés

Y volvió a metérsela, subía y bajaba su cabeza, ya no me importaba las personas si es que nos estaban viendo o no, solo disfrutaba de la boca de mi madre, me lamia todo el tronco y volvía a metérsela, me lamía mis huevos y con su mano me pajeaba, estaba en 4 patas chupándome la pija. Podía ver como ella se seguía masturbando con su mano la concha, tenía los labios grandes y jugosos, me estaba dando demasiado placer mi madre con su boca, subía y bajaba rápido su cabeza, era toda una experta dando oral, se la tragaba completo, podía escuchar los sonidos que hacía cuando me la chupaba, no podía aguantar más, le avisé lo más rápido que pude a mi mama.

- M… Me… ven… go maaaa!!!

Mi madre no paró, al contrario, aumentó la velocidad, no se quería sacar mi pija de la boca por nada del mundo, siguió mamándomela, mi verga empezó a hincharse y se dio cuenta, se tragó entera mi pija, llegué al límite y empecé a largar mi semen en su garganta, chorros tras chorros salían con gran potencia en la boca de mi progenitora que los recibía con gusto, vi cómo se le llenaban los cachetes de mi leche y se le escapaban por la comisura de sus labios, sentía como se tragaba todo aún con mi verga adentro, una vez que acabé por completo, mi madre se sacó mi pija de su boca, luego se sacó su lengua y se lo pasó por alrededor de sus labios recolectando el semen que le había quedado.

Bajé mi vista a su entrepierna y su mano estaba adentro de su tanga que seguía moviéndose de una manera muy rápida, claramente se estaba tocando su clítoris, pude darme cuenta de que tenía la concha depilada, ni un rastro de bello, continuó 5 segundos más masturbándose hasta que vi como su espalda se contraía y se estrujaba los pechos con su otra mano, “si ella me ayudó a acabar, yo también la ayudaré” pensé enseguida, me abalancé directo a sus tetas, cuando sintió mi boca en uno de sus grandes pechos se asustó, no se lo esperaba, tenía que actuar rápido antes de que suceda algo, así que empecé a chupar y absorber su pezón izquierdo mientras con mi mano le agarraba su otra pecho y la apretaba, no me entraba entera en mí mano, era demasiada carne, cuando la apretaba se me escapaban gran parte entre mis dedos. Mi madre se entregó al placer que su hijo le estaba dando y empezó a gemir más fuerte, fue perdiendo fuerza y fue echando su cuerpo hasta recostarse en la arena boca arriba, me puse a un costado y continué chupando sus grandes tetas, iba de un pecho a otro lamiendo y disfrutando por tener algo tan deseoso en mi boca, ella se tocaba su concha hasta que empecé a sentir como se arqueaba su cuerpo, era señal de que estaba por tener un orgasmo, sentía como su mano libre me apretaba la cabeza hacia su pecho para que siguiera comiéndoselos, llevó su cabeza hacia arriba mirando el cielo y tuvo su gran orgasmo.

- Ahhhhhhh!!! – Gimió mientras se acariciaba su clítoris a más no poder

Cuando terminó de correrse, se quedó descansando un rato acostada con los ojos cerrados, era increíble ver a una tremenda mujer con un tremendo cuerpo, estaba semi desnuda, solo tenía su tanga, iba admirando su cuerpo que brillaba por el sol, sus grandes piernas juntas las hacía más grande todavía, su abdomen plano sin ningún rastro de gordura la hacía cada vez más bella y no nos olvidemos de sus pechos, cada vez que los miro me dan ganas de comerlos. Luego de una sección placentera, mi pija quedo flácida con restos de semen, mi madre no es ninguna tonta y se dio cuenta, agarró mi verga y empezó a limpiarme la pija ahí acostada con su lengua dejándomela reluciente, recorriéndola muy despacio desde la base hasta la punta sin dejarme ningún rastro de leche y así repitió unas 2 veces más hasta que se metió por completo mí pija en su boca haciéndola desaparecer, le acaricie su pelo en esa posición, se mantuvo así un ratito hasta que empezó a sacarse mí verga, una vez que terminó, agarró mi short y me lo puso de vuelta, empezó a fijarse en donde había dejado su corpiño y una vez que lo encontró se lo puso de vuelta, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo:

- Me parece que me hice adicta a tu leche jijiji

Estaba muy contenta y se le notaba en su expresión, parecía una adolescente cuando obtiene su vestido preferido. Se acostó boja abajo mostrando ese culo reluciente y grande con su tanguita roja que se metía por sus cachetes, esos muslos anchos y gordos la hacían más perfecta. Luego de 10 minutos aparece mi padre con su cerveza re feliz, si se hubiera enterado lo que estaba haciendo su mujer hace un rato le cambiaria completamente su rostro y entonces digo:

- ¡Gracias ma por lo que hiciste!

- Gracias a vos hijo

Y me guiñó el ojo mi madre, mi padre no entendía nada, pero hizo como que no escuchó nada y volteó a seguir mirando a las chicas. Yo recién me acordé de las personas y me fijé si alguien nos estaba viendo cuando estábamos haciendo eso con mi madre y me di cuenta que los más cercanos que teníamos eran ese grupo de chicas al que mi padre se quedaba mirando desde que llegamos a la playa, así que las miré y había 2 chicas del grupo que estaban mirándome con cara rara tratando de descifrar algo.

Ya se estaba haciendo de noche y decidimos que sería lo mejor volver a casa, en el trayecto empiezo a imaginarme todas las cosas que tengo en mente para hacer con mi madre mañana cuando mi cornudo padre se vaya a trabajar.

Continuará…

Datos del Relato
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