~~Hola
amigos de marqueze, antes de contarles mi historia me gustaría
platicarles algo de mi y mi relación con mi novio.
Yo soy Julieta, una mujer mexicana de 27 años, no me gusta
describirme pero siempre me han dicho que soy bastante atractiva,
con grandes tetas y un culito rico. Mi novio Marco es muy varonil,
el es 2 años mayor que yo. Nuestra relación es muy buena,
nuca peleamos y nos entendemos muy bien, el gran problemas es que
siempre está ocupado y estresado por el trabajo y casi no tenemos
sexo, lo cual se convierte en un gran problema cuando se es tan cachonda
como yo, así es que como ya se imaginarán recurro mucho
a la deliciosa masturbación. Bueno, actualmente trabajo con
Marco, el tiene la concesión de una cafetería en una
escuela y su sueño siempre ha sido poner su propio bar. En
una ocasión conocimos a un alto funcionario de gobierno y al
parecer le caímos bien, Marco le empezó a contar del
proyecto del bar y el se mostró con total disposición
para ayudarnos. Y para nuestra sorpresa nos invito a comer al día
siguiente. El funcionario, Alfredo, era un hombre de unos 55 años
y bastante bien conservado para su edad.
Marco y yo estábamos muy emocionados porque su sueño
estaba por volverse realidad, la verdad es que nos faltaba todo, dinero,
permisos, etc. Pero a Alfonso le había gustado la idea y eso
ya era un gran avance. Marcos me pidió que me pusiera muy guapa
para la comida. Ya estando en la comida, Alfredo no dejo de elogiarme
un solo instante, todo el tiempo le decía a Marco lo guapa
que era y la suerte que tenía, además de atenderme de
forma espectacular. Entre elogios de su parte y agradecimientos de
la nuestra, le tocábamos el tema del bar y él sin más
ni más nos dijo que nos iba a ayudar en todo, que el tenía
amigos muy influyentes para sacar los créditos necesarios,
buscar los mejores proveedores y sacar todos los permisos. Y nos pidió
que lo fuéramos a ver al día siguiente.
Marco estaba emocionadísimo y yo también, al salir de
la oficina lo empecé a besar apasionadamente pero el me quito
y me dijo que había mucho que hacer y planear para el día
siguiente.
Al siguiente día, llegamos muy puntuales a su oficina y Alfredo
le indico a Marco que fuera con una persona para ver algo de uno de
los permisos, al momento en el Marco salió de la oficina Alfredo
comenzó a decirme lo bien que me veía y lo mucho que
le gustaba. Me comía con los ojos, podía ver en su mirada
la lujuria y las ganas que tendría de poseerme. Yo me sentía
un poco incomoda pero me excita al mismo tiempo. De pronto me dijo,
mira Julieta aquí hay dos sopas, una es que Marquito se pase
haciendo trámites y nunca le den los permisos y la otra es
que gracias a mi influencia pueda estar abriendo su bar en un par
de meses y la decisión la tienes que tomar tu. Yo le pregunte
que era lo que tenía que hacer? Me dijo que era muy fácil,
que tenía que hacer todo lo que me dijera, yo ya me imaginaba
la clase de cosas que me iba a pedir, pero por un lado me sentía
mal de tan solo pensar de serle infiel a Marco y por la otra lo podía
hacer feliz cumpliendo su sueño realidad. Además que
Alfredo me trataba de forma estupenda, por lo que acepté pero
le pedí que no se enterara Marco.
Alfredo me miro a los ojos y me dijo, eres una zorra y eso me gusta,
se bajo los pantalones y pude ver su hermosa verga parada y me dijo,
ahora quiero que me la mames mi putita de mierda. Eso me puso a mil,
verlo ahí parado con su paquete bien parado y escucharlo decirme
esas palabras, entonces le di la mejor mamada de su vida, con una
mano lo masturbaba y le agarraba los huevos, mientras mi boca y mi
lengua hacían un trabajo estupendo. El me decía si golfa
así, que bien la mamas, eres toda una puta caliente, mientras
me jalaba del cabello hacia el y me la tragaba toda. Después
me quito la blusa y el bra y empezó a agarrarme las tetas y
apretarme los pezones, yo estaba cachondísima y me decía
sácame la lecha, quiero venirme en tu boca y que te la tragues
toda, eso hacía que se la chupara con mas gusto, hasta que
por fin se vino y bebí gustosa todo su delicioso esperma. Al
momento se repuso, me sentó en su escritorio y empezó
a chuparme las tetas, (eso me calienta muchísimo) lo hacía
de una forma excepcional, podía sentir perfectamente como movía
su lengua en mis pezones y luego comenzó a meter sus dedos
en mi concha, yo me retorcía del placer, hasta que sacó
un consolador de un cajón y me lo empezó a meter por
la pucha, lo hacía maravillosamente, lo metía y lo sacaba
salvajemente hasta que tuve un delicioso orgasmo, luego me lo llevo
a la boca y me dijo ándale mi putita rica chupalo porque quiero
que me lo metas. Yo me confundí un poco porque nunca había
penetrado a un hombre, pero la idea me calentó muchísimo,
empecé a chupar el consolador gustosa, mientras le masajeaba
su ano, y le decía así te gusta papito, mientras le
lamía el ano. Sacó una crema y me pidió que se
la pusiera y entonces tome el consolador y comencé a metérselo,
y me decía si así, rompeme el culo, ahhh. Y yo me calentabamás
y le decía así quieres o quieres más duro, mira
lo putito y maricón que me resultaste, mientras con la otra
mano le acariciaba la pija y los huevos. Así estuvimos un rato
más hasta que rego su lechita por toda la oficina. Al termina
me beso apasionadamente y me dijo oque todo iba a resultar muy bien.
Yo me sentía complacida y muy confiada. Yo le dije que era
la primera vez que le era infiel a Marco y que el me tendría
que ayudar para poder seguir viéndonos. Entonces me dijo, mira
desde este momento eres mi prostituta y yo como tu padrote te voy
a cuidar y me voy a encargar de Marco.
Entonces nos citaba todos los días y lo mandaba a que fuera
hacer todas las cosas referentes al bar y siempre le decía,
no te preocupes por Julieta, déjamela aquí porque vamos
a ir a ver unas sillas, unas mezas, la decoración, etc. Marcos
estaba feliz porque todo estaba saliendo de maravilla, mucho más
rápido de lo que había imaginado, además que
confiaba mucho en Alfredo y en mi.
Y efectivamente, para que Marco no sospechara íbamos a ver
todos esos detalles y siempre me compraba algo. Y aunque a la hora
del sexo me trataba como puta, cuando no lo hacíamos me trataba
super bien. Y cuando íbamos de compras me decía, a ver
quiero que escojas ropa y joyas, porque yo no ando con cualquier prostituta,
la mía tiene que ir muy bien vestida y tienes que poner cachonda
a la gente cuando te vea, de vez en cuando me metia la mano a la blusa
en frente de los vendedores y sus amigos y a veces dejaba que me tocaran
o me pedía que les diera una buena mamada para conseguir algún
descuento. Nos divertíamos mucho, comprando la ropa mas vulgar
y cara que encontráramos. Que solo me la ponía cuando
Marco se iba y me cambiaba cuando regresaba.
Así pasaron los meses y el bar ya estaba casi listo, entonces
le dije que ya no íbamos a tener pretexto para vernos, el me
dijo que no me preocupara ya que el se encargaría.
Unos días antes de la inauguración me dijo que me tenía
una sorpresa y como era costumbre nos cito a marco y a mi en su oficina.
Y como siempre le pido que saliera a algo para poder quedarnos solos.
Me pidió que me cambiara, me puse un liguero, una falda muy
corta que dejaba ver parte del encaje de las medias del liguero y
una camisita casi transparente sin nada debajo, le gustaba que vistiera
así para luego desnudarme, empezó a quitarme la camisita,
mientras me besaba y apretaba mis piernas, luego empezó a apretar
mis senos con todas sus fuerzas y mordía mis pezones, saco
una par de pinzas del cajón y me las puso en los pezones, dolía
un poco pero era muy placentero, luego le baje el cierre y le saque
la verga y lo empecé a acariciar, mientras el bajaba por mi
estomago hasta llegar a mi concha para darle una deliciosa cesión
de lengüetazos, después se súbitamente se abrió
la puerta y apareció la figura de Marco diciendo que no estaba
la persona con quien Alfredo lo había mandado, de pronto nos
vio y se quedo helado, pero pronto pasaría a un estado más
caliente, no sabía que hacer ni que decir, solo balbuceaba
mi nombre y yo tampoco sabía que decir. Así que Alfredo
muy quitado de la pena le dijo, si ya se que no está, quería
que nos sorprendieras, tienes una novia con unas tetas de ensueño
y un culito estupendo y además de ayudarte con lo de tu bar,
también quiero enseñar a tratar a una mujer porque la
quiero bien atendida y si no fuera por ella no tendrías lo
que ahora tienes. Se dio la vuelta y comenzó a lamerme de nuevo
la concha, yo sentía mucho placer y miraba con lujuria a Marco,
entonces el se saco la pija y empezó a masturbarse, se acerco
y comenzó a besarme mientras se seguía pajeando. Y me
decía pero mírate lo puta que te ves, que perra eres.
Entonces Alfredo se detuvo y le dijo pero mira que si es toda una
prostituta la muy zorra, que bueno que lo has entendido. Entonces
yo besé feliz a mi novio y luego empecé a chuparle la
verga deliciosamente, así te gusta papito, te gusta que te
la mame? Te gusta ver que otro me coja? Marco me dijo que nunca había
estado tan exitado, me decía así putita, así,
tragate toda mi leche, hasta que se vino. De inmediato Alfredo saco
el dildo y me lo dio, yo ya sabía perfectamente que hacer,
así es que empecé a untarle la crema y a besarle el
ano, Marco nos miraba encantado, y le calentó muchísimo
el ver lo que le hacía a Alfredo, entonces le empecé
a meter el pene falso, mms si dame más duro, me decía,
entonces sentí que Marco me quitaba y vi como le clavaba a
Alfredo su verga deliciosamente parada, oh si Marco, clávamela
rico, si asi, mas duro, pégame. Marco se la metía y
se la sacaba de manera increíble, yo estaba escurriendo por
tanta excitación, entonces Alfredo le pido a marco que se recostaran,
mi novio le estaba dando por detrás y luego me acerque y Alfredo
me penetro, llevábamos un ritmo estupendo, todo eran gemidos
e insultos, Alfredo le decía a Marco, miren como los tengo
a los dos, mira como me cojo a tu novia que es una golfa y mira perra
como me coge tu novio que también resulto putito, mhh los amo
a los dos. Yo tuve un orgasmo delicioso, mientras Alfredo y Marco
seguían cogiendo, entonces me puse detrás de mi novio
y comencé a besarle el ano, me decía sí perra,
penétrame, que delicia. Empecé a meterle la lengua por
el ano, si cógeme por favor, me lo suplicaba de una manera
que me calentaba más y más, entonces le abrí
las nalgas y le metí de un solo golpe el pene de plástico,
el dio un grito, ahh si, céjeme fuerte, más. Alfredo
se me acercó y metió su verga por mi culito, mm si rico.
Y así los 3 terminamos deliciosamente, nos besamos, nos vestimos
y Alfredo le dijo que ahora sería su puta, que Marco tendría
que ser el padrote y Alfredo un cliente muy satisfecho. Al
salir de la oficina, Marco me abrazo, me dio un beso y me dio las
gracias por todo. De ahora en adelante nuestra relación cambiaría
y no es esperarían nuevas aventuras.