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Categoría: Maduras

El viaje con Niki y compañía 111

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, después de la sesión de sexo, nos habíamos quedado dormidos con Lolita, comimos algo y ella argumentó que estaba agotada, se quedó durmiendo y yo fuí a mi bungalow, la tarde se estaba refrescando y decidí irme a el embarcadero, en el muellecito no había sol. Estos islotes donde estábamos, son llamados los cayos de Belice, y esta república por haber sido antes colonia Inglesa, aún está bajo su protección, y circula mucho licor escocés de contrabando, en ese entonces por US$2.00 se comproba un litro de etiqueta negra de una marca muy conocida. Llevé vaso, agua pura y el litro que había comprado, unos cigarrillos y me fuí al embarcadero, como a la media hora llegaron los demás, y Kuri me preguntó por su esposa y le comenté que desde hacía un buén rato estaba durmiendo, nadie sospechó nada, ya que Lolita era muy seria y yo siempre dí muestras de mucho respeto, además Cecilia y Roxana no se lo imaginaron, ya que ellas habían visto por los binoculares la mamada de verga que me había dado Niki. Todo transcurrió muy alegre, Lolita como con cargo de conciencia estaba muy cariñosa con su esposo, Pancho y Niki platicando por un lado, los padres de Pancho, Cecilia y su marido, así como el oficial y pareja junto a los padres de niki y yo charlando, quién no estaba en la reunión era Roxana argumentando no sentirse bién. Fuí a buscarla ya emnrada la noche, serían aproximadamente las nueve, ese día por ser viernes la planta que abastecía la energía eléctrica la apagaban a la una de la mañana, ya que llegaba un grupo de música caribeña al ranchón de reuniones. Al llegar al bungalow de Roxana ya se estaba poniendose guapa para reunirse con el grupo, le dije que si se daba cuenta los únicos que no tenían pareja para bailar ´éramos nosotros. La verdad es que ella los días que tenía de conocerla usaba blusas y faldas largas y holgadas, eso si de tela fresca, cuando la ví tenía un pantalón vaquero muy pegado a su cuerpo, sus piernas se marcaban duras y esbeltas, si bién su cintura no era delgadita, sino más bien recta, pero su vientre plano y sus caderas y nalgas eran glamorosas, se puso una blusa tipo polo azul claro. en donde se marcaban una chiches grandes, su pelo recogido en forma de cola maquillada discretamente, y sus ojos verde claro, le daban una belleza singular, me dijo que la esperara unos segundos que se iba a poner color en los labios, y sonriendo se voltea y me dice: antes de pintarme la boca dame un beso, nos unimos en un beso suave delicioso, de lenguita y todo, luego me dijo que nos marcharamos, y que al ir a dormir ella iría a mi bungalow. Esa noche, bailamos y libamos todos muy alegres, hasta que llegó el momento que el padre de Pancho, fué a la tarima donde estaba el grupo musical, y por medio del micrófono, pidió a Kuri y Lolita la mano de Niki, fijandose asi la fecha de matrimonio, que sería en dos meses. Ya algo pasados de copas todos se empezaron a marchar, y con Roxana nos fuimos a mi Bungalow. Nos duchamos y ella enjabonando mi verga ya erecta me dijo lo mismo que Cecilia, nos habían visto por los binoculares, cuando Niki me lo hacía oral, y que desde ese momento deseaba tener mi verga adentro. Nos fuimos a la cama, besé intensamente sus grandes pechos, duros y de delicioso pezón marrón, lamí sus hermosas piernas y su vagina depilada, y de un inmenso clítoris, parecía pene de bebé, ella mamó mi pija con deleite, la lamía de arriba abajo, chupaba mis huevos, mordisqueana el glande, estaba extasiada, se sentó sobre mi y lentamente, centimetro a centimetro mi verga desapareció en su vagina, por cierto muy estrecha, que delicia sentir resbalandose el mastil en su cueva húmeda y caliente, gemía, gritaba me hablaba cosas que no entendía, porque me las decía casi sollozando, la puse en cuatro y así se vino en tremendo orgasmo, de verla gozar, de ver explotar ese volcan apagado, me excite tanto que a pocos segundos despúes estaba soltando mi carga de leche caliente, y así con la pija adentro y de frente cara a cara y de lado nos dormimos besandonos. A las tres de la mañana nos despertamos, mi ´punta de la pija aún estaba metida en su vagina, con lo tibio y mojadita que estaba su conchita, empezó a crecer y a entrar por inercia, ella sintió y abrió sus hermosos ojos verdes, que resaltaban en su piel morena, y con dulce sonrisa me susurró que la metiera al fondo, tenía 55 años de edad pero era una hembra estupenda, con su pierna en mi cintura y de lado le entraba al tope, al cabo de unos minutos se corrió, la puse de espaldas a mi, y la volví a clavar, mientras la bombiaba, ella se quejó de un poquito de ardor, salí y llevé la punta de la verga a la entrada de su ano, estaba mojada por los liquidos que habían corrido hasta allí, me dijo hazlo con cariño, nunca me han penetrado mi culito, pero quiero complacerte, le dolió horrores, al principio, pero se fué acostumbrando y me empezó a llevar el ritmo, mis dedos jugaban con ese inmenso clítoris, poco tiempo después llegó a su climax, empujé al fondo las 8 pulgadas de verga y exploté.
Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.8
  • Votos: 25
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