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Categoría: Infidelidad

El único amor prohibido que he tenido.

Estuve casado por 20 años tiempo en el cual siempre fui FIEL. No me fue difícil serlo ya que a más de tener una buena esposa en todos los sentidos era también buena madre. Yo soy genéticamente fiel. Nunca me involucre con otra mujer que la mía mientras estaba casado ya que para intimar sexualmente se debe AMAR, esa nuestra diferencia con los otros animales, nosotros somos los únicos seres vividentes que expresamos AMOR mediante la copula.

Me divorcie porque la fuente del amor se secó. Tanto mi esposa como yo no supimos alimentar esa fuente que debe ser alimentada día a día constantemente. Ese fue nuestro error. Cuando ya no nos amábamos decidimos divorciarnos ahora somos buenos amigos luego del divorcio tuve encuentro eróticos con contadas mujeres por la razón antes anotada. Es así que en mi vida he tenido muy pocas mujeres con quien he tenido contacto íntimo completamente satisfactorio para los dos, siempre traté de complacer a mi pareja, su satisfacción era la mía. Di todo y pedí todo, así soy lo seré.

A Samanta la conocí porque ella y su esposo tenían una panadería donde yo me proveía de alimentos. Poco a poco nos fuimos haciendo amigos. Como vivía solo y ya estaba cansado de arreglar donde vivo. Un día le pedí que si conoce a alguna persona que se encargue de hacer la limpieza de mi apartamento y que le puedo pagar por ello. Samanta me dijo que ella puede hacerlo. Ese fue el inicio de nuestra relación. Mi gran error es haber roto un matrimonio –Mi primera y última vez me he jurado– No podía saber que ella que a la sazón tenía 24 años y 52. Era una mujer insatisfecha con un marido machista que nunca pensó en ella, ni que ella también tiene sus gustos y sobre todo ser satisfecha en el plano erótico. La conquiste ya que mis instintos femeninos que pese a ser heterosexual los tengo exacerbados hace que no me sea complicado conquistarlas además que dicen que el diablo sabe más por lo viejo que por diablo. Es así que empecé mi conquista como siempre lo hice con arrumacos, halagos y mimos cuestión que nunca me falló. Primero conquista su corazón luego excita su mente poco a poco y luego se te entregará corporalmente me dije y no falle. Me entregó todo lo suyo. Cuando ya fue mía no cambié de actitud ya que me nace ser así para mi es la única actitud que tengo con la mujer que amo.

Ella y su esposo tuvieron problemas económicos por lo que debieron dejar el apartamento donde vivían yo les propuesto que vivan conmigo hasta que su situación cambie, su esposo trabaja por las noches eso nos facilitó para unirnops carnalmente pronto ella fue mía pero yo pedía más y ella también, la relación se hizo incomoda, yo no puedo fingir lo que no siento cuando mestaba delante de su esposo por eso decidí romper con ella, me fui a vivir a otro apartamento alejado de ella, pensé que eso haría que lo nuestro se termine pero no fue así pronto estabamos en mi nuevo cubil copulando como desenfrenados, ahora lo podíamos hacer libres sin el temor que su esposo se de cueanta de lo nuestro poco a poco fuimos recorriendo la senda del erotismo total poco a poco ella fue sacando todo lo que tenía represado.

Me pasé esperando que venga pero no vino. Me quede con ganas de hacerla nuevamente mía como lo hago mientras las circunstancias se nos den y hacerla sollozar de pasión. Me quede con las ganas de ver su intimidad rojiza exudando sus fluidos que piden que me introduzca en ella y la haga mía con mi lengua, mis dedos y mi falo. Me quede con ganas de que me excite como ella lo sabe hacer cuando veo y palpo su cuerpo cargado de excitación y sus ojitos pedirme que la posea. Me quede con ganas de oírla gritar fuertemente:

-¡Ayyy bebé! ¡Ayyy! ¡Ayyy hijito! ¡Siiiii! Me gusta como me acaricias. Me gusta tu cosa gordita. Riiica si riiica. ¡Ufff! ¡Yaaa! Ya viene.

Me quede con las ganas de preguntar:-¿Te gusta?- y elle responder -Si bebé. ¿Puedo gritar?

-Hazlo. Grita lo que quieras. No te reprimas

-Y sí escuchan.

-Sabes bien que escuchan. Que se mueran de ganas. Grita.

Y lo hizo sacando de sus adentros todo lo que tenía guardado por descargar. Nunca he sido promiscuo. Contadas son las mujeres que he amado en la vida y ella es la primera que grita fuerte como si le estuviesen maltratando. Nunca lo hice. No soy sádico, creo que ella sí es masoquista. Todo fue consentido por los dos.

-Debes sentir liberar tú: Lujuria, lascivia, pasión, erotismo, desenfreno, libertinaje, perversión, descaro, desahogo, demasía, incontinencia, abuso y exceso.

Me quede con las ganas de satisfacerla como siempre lo hago. Me gusta verla y sentirla completamente descargada.

Me quede con ganas que me compare otra vez quien la erotiza mejor, su marido o yo como siempre lo hace. Sí bien no me lo dice, se que lo hace. Se que si viene a mi es por que conmigo hace lo que con él no puede o no la deja hacer. Conmigo es ella. Sé que es sometida sexualmente y cada que puede busca la oportunidad de desligarse de la relación que tiene la ata e impide expresarse como ella es.

Mi relación con su marido es una competición de quien logra más, de quien la ama más, de quien la satisface más. Creo que gano ya que pese a las grandes dificultades de encontrar el momento que su marido la libere, viene a mí ansiosa de amor.

Ella no deja de decir mientras estamos desnudos, abrazados, fusionados luego de haber erotizado:

-No quiero irme. No quiero dejarte. Quiero vivir contigo.

-Puedo ser tu padre. Te doblo en edad.

-No me importa bebé mío. ¿Quieres mi leche?

-Si dámela mamita. Dámela.

Y muy solicito acudo a sacar de sus pechos la leche de madre-hembra que ella deseaba con ardor entregármela.

Más sexo, más pasión, más lujuria…

Cada que puede ella acude a mi solicita para darme lo que sabe hacerlo en sus diez años de fiel matrimonio nadie la ha dado el amor que le doy. Amor de marido, amante, padre y hasta de hijo. Amor total. Por eso la conquiste o mejor dicho nos conquistamos.

Ya cansado de tanta espera me duermo al día siguiente el teléfono suena. Dudo en contestar, es Samanta me llamaba para justificar su ausencia lo hago:

-Alo, Cariño.

-Te espere listo para darte lo que te gusta bien dado (Vaya machista).

-Amorcito ya tenía mi cosita aguada.

-Me dejaste con las ganas. ¿Por qué no viniste?

-No pude. Mi marido no salió.

-¿Ah y te dio picha?

-Sí. Estaba él con muchas ganas.

-¿Ah y te gusto?

-¿Qué crees?

-No se cuando te doy gritas de gusto con él también haces lo mismo. Bien lo sabes. Eres gritona.

-No grité bebe. Bu…Bueno, bueno si grite sabes que lo soy. A él también le gusta que grite y a ti.

-Sí y me gusta tus gritos.

-Ya no me gusta como antes ya no quiero hacer el amor con él. Evito lo más que puedo pero hay ratos que no me queda más que hacerlo y como sabes que soy caliente… Ahora puedo comparar y tú eres lo máximo. Me completas toda. Contigo he hecho cosas que nunca he pensado que se hace es más la tuya es más rica, no más larga pero sí mucho más gordita. Me gusta como la tienes.

-Y te dio por el rabito como cuando te la metí.

-¡Uy! No por ahí no. Eso es tuyo. Tú fuiste mi primer hombre por ahí.

-No te creo a los hombres nos gusta hacer el amor por el camino viejo. Es más ustedes siempre dicen que es la primera vez.

-¿Cuál camino viejo?

-Tu trasero amorcito. Tu trasero es estrecho, sinuoso y peligroso de transitar.

-Que loco eres con esas ideas.

-Mamita lo tienes rico, muy rico ardo de deseo de hacer nuevamente el amor por ahí. Sueño con tu camino viejo.

-Yo también quiero hacer el amor por donde quieras. Sin embargo recuerdas que lloré. Me pusiste en cuatro. Me lamiste toda. Mi conchita y mi rabito. Amasaste mis senos. Me pusiste loquita de excitación. Sí yo misma te pedí que lo hagas y me la metiste por el rabito como si fuese tu perra. Me dolió mucho. Tengo miedo de hacerlo nuevamente.

-Sí recuerdo que te hice llorar pero recuerda que tú misma sacabas punta para que te introduzca más y me decías ¡Hazlo! Eso fue lo que hice. No tengas miedo lo haré más despacito poco a poco te lo iré abriendo. Ya te gustara, lo sé. Nunca de forcé. Yo dije lo que me gusta, nada más y tú me lo diste.

Y le gustó tanto que ella misma me lo pedía. Me dio que le gustaba más que por delante.

-¿Seguro, seguro amorcito? Y no dudes ya te dije mi rabito es únicamente tuyo y lo haremos por ahí muchas veces pero no niego que si me ha intentado meter más de una vez pero únicamente fue la cabecita y como me dolió me negué. Ahora ya no le dejo que ni me tope el rabito, te juré que únicamente a ti te lo daría y lo he cumplido.

-Seguro. Sabes que con eso me atas a ti.

-Sí ya te tengo atado. No me podrás dejar.

-Lo sé pero dime Samanta: ¿cuando me haces el amor tú a mí? Siempre soy él que toma actúa y te erotizo. Quiero que tú me ames, que me recorras todo que te apoderes de mi miembro, que me montes y hagas conmigo lo que quieras. Que tú tomes la iniciativa. Hazlo mijita.

-Bueno.

-Siempre dices lo mismo y yo soy él que hago todo. Se que me gusta como te pones pero…

-¿Pero qué?

-Quiero que me sometas.

-Bueno, bueno está noche si voy.

-Seguro. Te espero.

-Samanta, dime una cosa antes de que cuelgues.

-¿Qué?

-¿Soy tú primer amante?

-Sí bebe mi primer y último amante. No dudes. Me diste lo que andaba buscando: Cariño, comprensión, respeto y sobre todo buen sexo, contigo estoy haciendo cosas que nunca pensé hacerlas. Bien lo sabes. No dudes bebé. Ya te lo he dicho que si. Tú eres mi único macho.

-Trataré de no dudar más por que se que si continuas viviéndome pese a las dificultades que tenemos de encontrarnos es por que me amas y quieres mi masculinidad.

-Sí bebe. Quiero no solo toda tu gorda pieza sino tu modo de ser, como me tratas, como me acaricias. Me alocan tus caricias. Me gusta como mamas mis senos buscando sacar de mí ser leche de madre-hembra que tanto te gusta. Me excito mucho cuando siento tus manos y tu boca recorrerme toda. Me priva sentir tu lengua lamer mi cosita y mi rabito. Bebe me gusta todo lo que hacemos. Únicamente pensando como lo hacemos ya me mojo.

- Me gusta que digas hacemos y no me haces.

-Sí bebe contigo hacemos, compartimos, intercambiamos lujuria, erotismo y delirio.

-Te la daré toda por todas tus partes.

-¡Uy! Bebe ¿Por todas partes?

-Sí cariño por todas partes y porque te asustas de hacer lo que ya has hecho por tu pedido nunca te forcé. Yo dije lo que me gustaba y tú me lo diste. Deseo que mis fluidos entren en todas tus cavidades como yo capto tus fluidos en mi ser y me apodero de ellos como si fuesen fluidos caídos desde el Edén mismo.

- Bebito me gusta las cosas que me dices. ¿Haremos el amor por todas partes?

- Por todas partes amorcito lindo. Entrégate como yo lo hago. No tengas miedo de darte. El amor es dar y recibir sin medida.

-Bebe me asustas y por eso mismo me gustas mucho. No me importa que me asuste. Me hechiza mucho asustarme. Me excito mucho únicamente con…

- Únicamente qué… Además lo haremos despacito con cariño. Tranquila amorcito no temas.

-Recuerda la tienes muy gorda.

-Lo se ya me lo han dicho otras mujeres a quien he amado.

- ¿Otras mujeres?

- Samanta no eres mi primera mujer y no se si la última pero ahora solo a ti te amo ahora únicamente a quien doy mi amor ¿Vienes esta noche?

-Sí, seguro que sí.

-Chao, chao hasta la noche.

-Sí, hasta la noche.

Ocho en punto y ya estaba aquí lista y dispuesta para amarnos. Me dijo que viene a quedarse toda la noche que su marido va a trabajar toda la noche y que dejó a sus hijos al cuidado de una prima pero que debe estar en su casa muy temprano. Eso me gusto mucho ya que teníamos toda la noche para intimar sexualmente como si fuese la última vez. Luego del abrazo y beso ya le estaba acariciando sus nalgas que son mi fijación y mi perdición luego introduje mi mano y acaparé su conchita que ya estaba húmeda.

-¡Uy! Ya está mojadita.

-Sí bebe ya tengo muchas ganas de hacerlo. Muchas, muchas ganas de estar contigo toda la noche.

Llegó con una ropa ligera, su blusa dejaba ver sus senos medianos y muy parados. Se había puesto una licra muy ajustada que dejaba ver su abombado pubis y sus nalguitas deliciosas. Su cabello largo y negro hacia contraste con su piel blanquísima. Sus ojos achinados igualmente negros destellaban lujuria. Sus delicados y finos labios pedían ser besados.

Sin perder tiempo nos desnudamos y nos fuimos a nuestro lecho de amor. Ella estaba recostada boca arriba yo encima de ella. Rápidamente empezamos a besarnos, acariciarnos y excitarnos. Llevé mi boca a su punto débil, sus senos eso la encendió. Ella no tiene problemas para excitarse rápidamente así mismo tiene sus orgasmos rápidamente como decimos los hombres es una hembra arrecha, muy arrecha. Su problema es su pasividad pero yo estaba dispuesto a que me someta yo ser el pasivo ya estaba cansado de ser yo el activo de hoy en adelante deberíamos ser los dos. Está noche debería dejar que ella me haga lo que quiera pero antes de ello quería hacerla terminar lamiendo y chupeteando su conchita jugosa eso hice. Lamí sus valvas rojizas pegajosas. Las mordisquee ligeramente. Me concentré en su clítoris ahí empezó sus rítmicos movimientos de su cuerpo. Tomó mi cabeza y me la incrusto en su conchita mientras ella ya daba gritos de excitación cuando ella había llegado a la cima del orgasmo me retiré de su intimidad y me recosté boca arriba. Le dije que venga que se me monte y que actúe ahora yo seré pasivo. Sin perder tiempo ya estaba encima. Me besó y acarició y dijo:

-¿Qué hago?

-No sé. Lo que tú quieras. Deléitate, satisfácete, gózate con mi cuerpo. Hazme de ti. Saca tus instintos de hembra arrecha que eres. Nunca me haz dicho que te gusta yo sí y tú me complaciste. Pide y te complazco.

Me hizo lo que ella quiso de mí. Me beso por todas partes de mi cuerpo, cara, brazos, piernas, pies, trasero. Me dio un rico beso negro e introdujo sus delicados dedos en mi ano. Ahora yo era él que me retorcía de placer y le decía que ya no puedo más que paré pero no paró. No se detuvo en lo que yo mismo le había dicho que haga luego me dijo que me de vuelta y se engulló todo mi falo. Lo mamó y mano sin parar. Lo chupaba y chupaba sin detenerse tanto ya empecé a sentir que mi semen estaba punto de salir pero la muy cruel se detuvo al instante, se sentó sobre mi introduciéndose completamente mi miembro. Iniciándose una cadenciosa danza teniendo por primera vez el mítico orgasmo simultaneo. Nos amamos con furia toda la noche donde vivimos hermosos momentos de erotismo donde ella fue mía y yo de ella al fin me sometió siendo ella la activa yo el pasivo, dejándome exhausto; luego vino el rompimiento de ella con su marido. Los encuentros ya no eran furtivos. Le propuse vivir juntos, no quiso porque ello implicaba perder libertad que tenía. Nunca he sido celoso pero me molesta la mentira y ser utilizado. Siempre negó tener otros hombres pero le dije que si los tiene que me avise para ver en que me atengo.

Ahora luego de cinco años de relación con altas y bajas y como nada es permanente en la vida he entrado en el tedio es lo mismo de lo mismo tanto que el encanto se ha ido. Ya no nos hemos visto por un par de meses hoy por la tarde vendrá no sé sí la relación continuará.

 

 

Urawan

 

 

 

 

 

 

 

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 6
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
ru
invitado-ru 10-05-2016 01:34:22

muy bueno..!! bien caliente..

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