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EL RETIRO

EL RETIRO

Todos los años se organizaba el retiro. Era ya una tradición. Los jóvenes y adultos nos reuníamos en aquella comunidad, y era un fin de semana de plegarias y rezos.

Eso era lo que debía ocurrir. No siempre fue lo que ocurrió o por lo menos es lo que descubrí en uno de aquellos retiros.

Todo parecía normal, pero no era así y quien sabía desde cuándo. Pero debo aclarar que no me disgusto, al contrario me deje arrastrar por aquella corriente de sensaciones, deseos, atracciones.

En aquel año habíamos ido con mi amigo, Lujan. El era un chico muy divertido y simpático, era de buen carácter y en general todo el mundo quería estar con él.

Era atractivo, de lindo rostro, de ojos verdes color miel muy llamativos para todas la personas.

Su físico era muy moldeado ya que se dedicaba a hacer deportes la mayor parte del año y a competir en lucha libre, cosa que a mí nunca me intereso. Por eso debo decir que tenía un físico muy armado y seductor.

Yo en cambio era de formas muy finas, delicadas, casi diríamos féminas. Esa figura a mi no me molestaba porque me encantaba ver mis anchas caderas, que daban forma a un trasero llamativo y sensual y del cual estaba muy orgulloso.

Mi cara era definitivamente delineada, mis cejas finas y abundantes obviamente que las cuidaba cual dama de honor. Mis ojos eran negros profundos y chispeantes. No tenia complejos y era consciente que muchos me deseaban, pero nunca por esos lugares me había mostrado sexualmente abierto vamos a decir.

Pero bueno finalmente llego el día de partir al retiro y allá nos fuimos con Lujan y un grupo nutrido de jóvenes y adultos mayores.

Yo iba encantado cantando glorias y loas al señor. Nuestro grupo era muy solemne, pero a la vez divertido. Estábamos a cargo del señor que era papa de E.P para no dar nombres y no comprometer a nadie. Ella era una chica muy divertida, que por supuesto iría al campamento de mujeres.

Pero bueno el papa de EP era muy alto, digo casi un metro noventa, había sido jugador de básquet y se mantenía en forma, al menos eso es lo que se dejaba notar. Se dejaban ver unos buenos brazos largos y fuertes, amén de su rostro amigable, marcado, de hombre, barbilla de días, ojos claros, era una persona encantadora y de trato fácil.

Bueno llegamos al lugar y nos repartieron en habitaciones de cuatro. Era un lugar muy tranquilo, en las afueras de la ciudad, pero no se puede decir que era el campo, si era un lugar cómodo con todo lo último, o sea había televisión, internet, luz, gas bueno etc., etc., etc.

Lujan y yo estábamos juntos por supuesto, y además estaban Rogelio y Luis, dos chicos muy educados y reservados, rozando con la timidez. Nos acomodamos muy rápido, eran camas cuchetas, yo dormiría en la de arriba y Lujan en la de abajo, lo mismo con Rogelio y Luis. Había un televisor, lo encendimos en seguida y pusimos un partido.

Nos llamaron al rato para comenzar con las actividades, que tenía entendido serían muchas.

Una reunión explicativa de los pasos a seguir. Grupos de tres, a  mí y a Luján esta vez nos separaron. Nos dieron libros, y cuadernos para tomar apuntes y reflexionar. Nos fuimos debajo de unos árboles con un tipo líder, digamos, que era el que nos guiaba en los sucesos y trabajos.

Al mediodía el hambre nos embargó, así que hicimos un alto y todos nos fuimos a un gran salón que hacía las veces de comedor. El gentío y el bullicio era estruendoso y vivaz. Busque con los ojos a Lujan y no lo vi.

Nos sirvieron la comida y no le di demasiada importancia, al hecho de que no anduviera por allí mi amigo y compañero. Paso  el momento de la comida y del postre y el nunca apareció. Nuevamente nos pusimos en marcha en un plan recreativo de caminatas bajo el sol por un sendero que terminaba a orillas de un arroyito muy calmo y floreciente. Debo decir que la primavera se presentaba a pleno en aquellos lugares y el verde poco a poco aparecía y lo cubría todo.

La noche llegó y Luján se presentó a dormir. Hablamos un poco de lo que había sucedido en el día y no sé que cuento me inventó de que el padre de otra amiga C.H lo llevó a que lo ayudara en no sé qué tramites, bueno fue todo muy confuso, pero a él se lo veía rozagante y con una vitalidad en ciernes. Pujante. Brioso. Animado.

Las luces poca a poco fueron apagándose y solo se escuchaban algunos murmullos de vez en cuando.

Creo que no dure mucho despierto, aunque tenía una erección que me molestaba un poco, sentir mi pija dura, me encantaba, la acaricie un poco pero lo deje todo ahí nomas, porque el cansancio me venció finalmente.

No recuerdo bien la hora que era cuando desperté sobresaltado. Me pareció oír un murmullo fuerte y algún cuerpo moviéndose. Encendí con mucho cuidado la luz del celular para no molestar a nadie y Lujan no estaba en su cama.

Creo que se me fue el sueño de golpe. Estaba con un bóxer y así nomas me puse de pie y salí del cuarto. Nadie me escucho. Al menos eso pareció. Salí del edificio y pude notar que la noche era esplendida con una luna gigante que iluminaba todo el parque. Unos pasos más allá estaban los baños y duchas. Los vestuarios, así los llamábamos, había luces así que me dirigí hasta allí.

Entre y escuche unas voces extrañas, entre susurros y gemidos o algo así. Avance sin hacer ruido, además mis pasos no se escuchaban porque estaba descalzo.

En uno de los divisorios parecía haber movimiento. Me pegue a la pared y avance un poco más. Me metí en el de al lado de donde parecían venir los ruidos. Agucé el oído. Eran gemidos. Me pareció oír algo como “si lo haces bien” o algo parecido.

Me sorprendió aunque no tanto que al espiar por una especie de agujerito que había para el otro lado pude ver al señor padre de C.H y más aun de rodillas a Luján comiéndose una tremenda verga que le ofrecía el padre de nuestra compañera de grupo clerical.

De manera automática mi verga se puso dura y tensa y el sudor de la calentura empezó a minar mi cuerpo. Lujan, mi amigo, abría grande la boca y tragaba el pedazo de carne que le daba aquel hombre maduro.

__Así como te enseñe hoy, ohhh, si lo has aprendido bien, ahhh sigue…__ decía aquel caliente maduro. Empecé a tocarme casi sin darme cuenta y a meter un par de dedos en mi calenturiento ojete. Aquella escena me llevaba a un paraíso inimaginable en aquel lugar. Era algo con  lo que ni siquiera había fantaseado.

Apretaba mi pija dura y agarraba mis bolas llenas. Las masajeaba observando que Lujan seguía comiendo lo que le ofrecía el señor padre de C.H.

De pronto alguien toco mi hombro suavemente, cuando gire mi sorprendido rostro, me encontré con que era el padre de E.P, que poniendo su largo dedo índice sobre los labios me invitaba a no hacer ruido.

__¿Te gusta lo que ves?__ me susurro al oído largando su caliente aliento dentro  y provocándome escalofríos.

__Si__ dije tragando saliva con mi verga dura como roca.

__Ven conmigo te ayudare con eso… ¿quieres?__ volvió a susurrar casi metiendo su lengua dentro de mi oreja, mi cuerpo sin voluntad propia fue detrás de él.

Parecía más pequeño todavía al ir detrás de semejante hombre con aquella altura.

Nos internamos en una especie de bosquecito que había, todo estaba iluminado por la luna redonda y mágica. Pero un poco más allá, había unas antorchas encendidas, como si todo aquello fuera planeado y esperado. Cuando llegamos al centro, colchonetas esparcidas por el suelo, vi que el padre de E.P, estaba en bóxer como yo y no llevaba nada arriba. Su cuerpo fornido me estremeció.

Se detuvo frente a mí, yo palpitaba, mi verga latía fuertemente sensible, sus ojos buscaron los míos, y con sus dedos por fin acaricio mis pezones.

__Ohhh mira los pechitos que tienes, son hermosos, lo sabías claro…__ me sonroje ardiendo, mi corazón se iba a salir del pecho, la calentura me embargaba todo el cuerpo, casi temblaba.

__No seas tímido…ohhh siente mis dedos, me gustas…tienes unas formas…tan…tan femeninas…ohhh eres tan dulce…se te ponen duros los pezones…ahhh que delicia de nenita eres… ¿puedo decirte nenita?__ pregunto mientras retorcía mis pezones álgidos.

__Si puede llamarme como quiera…ahhh…ohhh__ gemí entre dientes. Me gustaba lo que hacía con sus manos, con sus dedos, mi verga era un hierro, tremendamente duro.

__Puedes tutearme, sabes hermosa…ahhh mi poronga se pone dura…esta calentándose cada vez mas y esos es por ti nenita…ahhh, ven acércate un poco más, ohhh así…__ tomo una de mis manos y la llevo a su bóxer, que estaba morcillón, se notaba que su pedazo quería ponerse de pie. Temblaba de emoción, cuando pase mi mano por sobre la tela, prontamente aquel gigante gimió y gruño deliciosamente.

Apreté por sobre la tela y la magnífica vergota se ponía muy dura y se engrosaba lentamente. O tal vez no tan lento. Por uno de los costados del bóxer apareció una cabeza roja y gloriosa. Asomaba una porción de su pedazo, pase los dedos finos por ahí, y babeaba, el suspiro y apretó un poco mas mis pezones, gemí y suspire caliente como brasa, descontrolado, entregado a aquel macho maduro, al padre de mi amiga E.P.

__Ohhh nena, ahhh, siii, sigue así, me encantan tus deditos, quítame el bóxer, quítalo ya, anda…__ dijo y yo sin más tiré para abajo y apareció ante mis ojos abiertos de asombro una tremenda poronga, gruesa, venosa, cabeceando para todos lados, inquieta y ardiente. Mi boca lujuriosa pronto se llevo aquella preciosa cosa a las profundidades húmedas. Tuve que abrir al máximo para poder tragar el pedazo que el padre de mi amiga E.P me ofrecía.

Unos momentos después nos acostamos sobre una de tantas colchonetas. La vara se apreciaba como un mástil exquisito. Mi lengua recorría todo aquel madero. Incendiado. Rojo. Estaba hecho un fuego quemante. Las bolas de aquel macho eran gordas, sublimes, llenas de miel. Mi lengua no se detenía y se hacía cargo de cada poro, de cada rincón de aquel hombre que por lo pronto gemía y gruñía desesperado y a la vez agradecido por mis caricias de puta.

__Ohh pendeja, que buena eres con la lengua…ahhhh…me enloqueces…ohhh siii eres tan putita….tanto o más que tu amiguita Luján, ahhh…__ pensé de inmediato en el fragor de la calentura que Luján era un experimentado con estos maduros calientes y lujuriosos.

El padre de mi amiga llego con sus dedos a mis nalgas, las rasguño con deseo. Las arañó. Marcándolas como territorio suyo hasta que al fin llego a mi agüero que estaba baboso y chorreando de emputecida calentura.

Hurgo en mi hoyito mientras me oía lloriquear de placer y gusto. Me hacia retorcer de locura pero no largaba de mi boca y mis manos el pedazo de carne que aquel macho me ofrecía sin resistencia.

___Ahhh belleza….vas a hacerme acabar en tu boca, pero…no…aun no…__ mi saliva chorreaba por el mástil que se notaba cada vez más rocoso y potente, una manguera formidable que aquel macho intentaba poner en mi ojete, seguramente. Nos fuimos enredando poco a poco, entre suspiros y gemidos, metió su lengua entre mis nalgas sabrosa y empezó a comer de mi agujerito ya abierto y dilatado. Con la punta de su morbosa lengua lo acariciaba, luego lo besaba, de manera enloquecida, con pequeños y cortitos besos, luego otra vez la lengua húmeda serpenteando las paredes de mi túnel, poco a poco creo que metió hasta media lengua dentro de mi ojete.

El padre de mi amiga E.P sin dudar se metió en su bocota mi verga que estaba sensiblemente parada y dura como nunca. La trago, desapareció de la vista. Mamon increíble resulto ser. Mientras hacía eso con dos dedos iba y venía dentro de mi culito en llamas. Yo me retorcía de ganas de placer, de gusto, y lloriqueaba, eso lo encendía más y más me penetraba.

__Bueno…ahhh…ven, ven aquí…sube sube a mi pijota hermosa…cariño ven, móntate…__ sin dudar me apoye en su vientre, y me fui metiendo aquella poronga de caballo dentro de mí, poco a poco, degustándolo como el mejor vino, aquella serpiente venosa y gruesa me fue poseyendo, entre gruñidos de macho alzado y lloriqueos de nena puta, la penetración fue total.

Con mis manos apoyadas en sus pechos, tocando de vez en cuando sus pezones duros, empecé a subir y bajar como en un subibaja de placer y encanto. Me entraba su manguera, no sin cierto dolor, en principio, pero mi culito estaba acostumbrado a tener machos dentro que pronto se adapto a la fiereza de aquella herramienta que portaba aquel macho maduro y calentón.

Con mis manitas me abría las nalgas para él, y él me disfrutaba gruñendo y haciendo que su mástil se metiera bien adentro de mí. Entero, resbalando, ensanchando mi túnel. Abriéndolo de manera que me hacia gozar como perra. Mis lloriqueos se repetían cada vez mas alterados. El me tomaba de las caderas y enterraba su sable muy profundo, en un momento y sin darme cuenta mi semen exploto y saltó a chorros por todos lados, bañándolo en el pecho y casi llegando a su rostro, hinco aun mas fuerte sus dedos en mis carnes, pellizco mis nalgas, y me bombeó mas a prisa, mas alocadamente.

__Ohhh galopa, putona, galopa, cabalga sobre tu macho, ahhh, que hembra eres…Hummm, tan sabrosa…

__Así te gusta papi…te gusta así que te cabalgue tu hembrita…ohhh…siii…cógeme….cógeme así ohhh que verga tienes…

__Disfruta puta…disfruta de tu macho ohhhh que culito hermoso tienes mi zorra…__ no dejaba de meter su pedazo en mi túnel. Me abría, me ensanchaba. Sentía su firme ariete horadando mis carnes hambrientas. Entraba en mí a su gusto, su vara totalmente dura me poseía firmemente y me hacía disfrutar. Yo gemía y lloriqueaba deseando que aquel instante durara para siempre. Noté que su respiración se agitaba cada vez más. Noté que sus narices se inflaban, soportando y aguantando el último placer, retardándolo todo.

__Ohhh papi me vas a dar tu lechita…

__¿La quieres putona?...ahhhh…la deseas dentro de ti…quieres que te llene como toda puta no…

__Dámela toda….ay, ay, ay…hasta la última gota…

__Ohhh siii, ya viene, ya viene….te voy a llenar esa cola maravillosa y cerradita que tienes mi preciosa hembra, ahhhh, te voy a llenar…y serás mía para siempre….ahhhh…ohhhh…siiiii___ interminables escupitajos de semen entraron en mi túnel. Me agarraba las nalgas hasta casi hacerlas sangrar, su lamento, su quejido estentóreo hizo que mi cola palpitara, latiera, tragando sus chorros, comiendo, y gozando hasta casi desmayarme. Sensaciones interminables de placer, me acerque a sus labios y nos comimos las lenguas, desquiciados, zafados, amantes locos. Resbalaban enormes cataratas de semen. Aun me movía resbalando por su serpiente casi inmóvil y buscando salir de mi cola que lo chupaba un poco mas hasta dejarlo seco por completo. Aquel macho febril suspiraba y jadeaba, fue en ese momento que de entre las sombras salieron unos cuantos hombres desnudos, con sus vergas al aire totalmente alzadas y vibrantes, duras.

__No te asustes nena, son mas machos que van a saciar tu sed, si es que lo quieres…__ eran los adultos que nos habían acompañado al retiro, eran padres de todas las chicas que conocíamos.

Uno de ellos se acercó y pasó su pijota por mi boca, lamí, y olfatee sus huevos que eran gordos y colgaban deliciosos. Los lamí y los chupe, otro de esos machos me tomo de las caderas e hizo que me colocara en cuatro patas, y allí nomas me ensartó una pija mediana y dura.

A mi alrededor pude ver a mis compañeros de cuarto, incluido Lujan que chupaban vergas de los  otros padres de las chicas amigas. Aquello era todo un bacanal del infierno, una orgia hecha y derecha, el padre de E.P tenía dos bocas comiéndole el garrote que se le había levantado nuevamente.

A mí en tanto me sofocaban con la verga en la boca, me hacían ahogar por un lado y me llenaban el ojete de leche otra vez. El que me tenía atorado por la boca no tardo en largar du semen y me hizo tragar hasta la última gota, desfalleciendo casi de inmediato.

Quede unos instantes chorreando leche por la boca y por atrás, con mi pija endurecida al ver las imágenes que se sucedían, eran gemidos y gruñidos interminables, suspiros, ronquidos, sonidos de goce pleno.

__Ohhh ahí estas putita, ahhh estas tan buena zorra, esa cola tuya necesita una buena pija….__ dijo el padre de C.H acercándose y acariciando mis nalgas pellizcándolas y besándolas de inmediato, al poco rato se metió mi verga en la boca y empezó a mamar,  a la vez que me lamia los huevos hinchados y llenos nuevamente. Mis lloriqueos y suspiros colmaban el lugar un poco más, uniéndose al de las otras mamonas y mariquitas.

__Quiero tragar tu lechita…y luego te daré la mía amorcito, ahhh__ dijo aquel macho y volvió a comer mi pija erecta y a punto. La masajeaba y en ese movimiento metía sus dedos en mi abierto agujero. Yo gemía gozando como perra.

Pronto largue mi leche en la boca de aquel hombre, el repaso mi verga prolijamente hasta dejarla seca y limpia, así fue que paso a mi ojete y sin pudor ni nada metió sin más la lengua en el anillo, sacando todos los restos de jugos anteriores y los comió y limpio el arito muy profundo, para luego suavemente meter su pedazo de carne grueso en mi ojete que ya lo pedía a gritos.

Me ensartó y empezó a taladrar, a bombear en su justa velocidad, en su justa medida, apretando mis pezones y haciendo que lloriqueara a mares.

__Así…ahhh…puta goza así quiero oírte…las veces que soñé tenerte así cariño, no sabes…ahhh…las pajas que me he hecho pensando en ti…uhhh ohhhh zorrita, que hembra eres, goza…goza de mi perno…es todo para ti…__ se movía enterrando y golpeando con sus bolas en mis nalgas prendidas fuego. Mordía mi cuello y mis hombros, no haciéndome daño, sino provocando en mi un enorme placer, mis suspiros, mis gemidos, le daban la pauta de que lo estaba sintiendo y gozando.

A mi alrededor las otras zorras ya habían hecho acabar a los machos nuevamente, pero aquellos hombres maduros estaban muy preparados, alzados, excitados, porque en unos minutos nuevamente estaban listos para fornicar. Tal vez y seguramente ayudados por alguna mágica pastillita también, debo decirlo.

El padre de C. H me cogía a buen ritmo, me besaba ahora las orejas, y la espalda alta. Pellizcando sin tregua mis adoloridos y parados pezones.

__Ohhh que diablilla eres amorcito,…como me comes con tu culito…eres adorable…sabía que te gustaba la carne…ahhh pero no sabía cuánto…__ en eso vi de pie al padre de E.P con su enorme garrote otra vez listo y preparado.

__Oye zorrita…que dices si te la metemos juntos…. ¿quieres probar?¿te animas?__ dijo y mis ojos se dieron vuelta, era tal la calentura que tenía que no lo pensé un minuto.

__Si papi…lo que quieras está bien…soy tu hembrita recuerdas…ahhhh…me encanta que me la den por la cola…siii haz lo que quieras…__ dije entregado al gozo por completo.

Entonces el padre de C.H se coloco acostado y  me subí cabalgándolo, detrás de rodillas el macho padre de E.P, tanteo con sus dedos un resquicio y allí dirigió su pedazote, que fue entrando, despacio, fue empujando y empujando y yo me fui abriendo y abriendo sin recelo, suspirando y gimiendo, sintiendo algo de dolor, que pronto paso.

__Ohhh que machos….ay, ay, ay, despacio papi, despacio, ahhh…siii…ahhh que placer….me están haciendo acabar otra vez…__ gritaba como putita hecha y derecha, pero era verdad, no sé cuando se me había puesto dura , pero otra vez largaba una pequeña cantidad de semen. El goce recibido era tremendo, aquellos dos iban despacio, haciendo que sintiera las dos porongas atravesarme.

__Ahhh perra…que divina eres…ahhh…me vas  a hacer acabar…te voy a dar mi leche, si, si, siiiii__ dijo el padre de C.H y empezó a largar chorros de semen, que golpeaban y salían de mi yo las sentía por todas partes, no tenía idea de cuan abierto estaba mi trasero. Casi al instante el otro macho, el padre de E.P también me lleno el culito nuevamente, los dos quedaron a un costado con sus armas derrotadas y dormidas, mi cola chorreaba leche, yo también suspiraba buscando un poco de tranquilidad a tanto goce. Los dos se acercaron a mí y empezaron a besarme por todas partes, chupando, succionando, lamiendo, mi cola, mis pezones donde se detuvieron bastante uno de cada pecho, acariciando con sus dedos mi cola y mis genitales, luego siguieron por el vientre, por los muslos, mi verga dormida, los huevos, me giraron y besaron largamente mi espalda, mis nalgas y hasta me limpiaron con sus lenguas el ojete que palpitaba esperando otro round.-
Datos del Relato
  • Autor: MARIO
  • Código: 66422
  • Fecha: 27-02-2023
  • Categoría: Gays
  • Media: 2.5
  • Votos: 2
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2033
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