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El regreso de Papi (parte 1)

Ya habían terminado las vacaciones, por suerte! Papito iba a regresar con ella. Eso era todo lo que ella quería… Lo había extrañado tanto mientras él lo pasaba con su esposa. El precio de ser amante: el tener lo mejor y lo peor, sufrir y gozar, pero nunca aburrirse de la rutina. A ella le encantaba experimentar, y había encontrado en su papito el amante ideal para esas nuevas sensaciones…

Papito hizo sonar su celular para avisar que estaba estacionado frente a la puerta de su casa. El esperaba sentado dentro de su camioneta hasta que la veía salir: recién ahí se bajaba, era una de sus pequeñas manías, eso lo hacía sentir importante supongo… Se saludaron correctos y distantes. Nadie debía sospechar de sus encuentros pasionales.

Al cerrar la puerta interior ella se arroja a sus brazos: lo quiere abrazar, besar, mimar, todo junto, es que lo había extrañado tanto! Había estado tan celosa de que la esposa se lo quedara para ella que casi lo abandona! Sintió tan rico el roce con su mejilla al besarlo, su perfume, su carita rozagante, su cuerpo poderoso. Había extrañado todo eso, y mucho más. Pero él ahora estaba ahí, y eso era todo lo que le importaba, ella era feliz estando con él.

Papito venía a castigarla: ella lo sabía bien, y la idea le encantaba … él le iba a demostrar cuanto la quería de esa manera, porque el castigo que le iba a propinar era fruto de una amenaza de que ella se fuera con otro. La razón? Ella celosa de su esposa dijo que iba a acostarse con otro para luego contarle con lujo de detalles lo que hizo con el hombre al que se había regalado.
Papito no soportaba eso, no, él estaba casado con otra mujer si, pero ÈL era su Macho, y era muy celoso y territorial por cierto. Tenía que mostrarle que le pasaba cuando se ponía rebelde y lo quería hacer enojar. Ella era su bebé, su objeto sexual exclusivo, y eso de amenazarlo con coger con otro en su ausencia merecía castigo inmediato.

Él se desprendió de su abrazo fríamente y trancó la puerta por dentro para que nadie pudiera entrar de improviso, luego cerró las ventanas, y la miró serio:

- Ponete en posición de castigo ahora perra, que te ganaste unas cuantas nalgadas por portarte mal.
- Si papito, claro que me lo merezco, te dije cosas muy feas…
- Así me gustá bebé: que quede claro quién es el que manda.

Ella obediente se recostó sobre la mesa para someterse, levantó su vestidito esocés y le enseño el culo. Tenía puesta una tanguita roja con un macaquito, bien chiquitita, que contrastaba fuertemente con lo blanco de todo su cuerpo. Ese enorme culo era el deleite de papi: a él le encantaba besarlo, sodomizarlo, saciarse en él, llenarlo de leche… Y ella, la perra de su amante, lo había amenazado con entregárselo a cualquiera porque se puso rebelde cuando la dejó sola por 10 días: eso merecía castigo, claro que sí…

Clap, una nalgada, clap, dos nalgadas

A ella le dolía un poco si, pero le encantaba también, era muy viciosa. Sentía un morbo que no se explicaba al entregarse a él como su prostituta de forma incondicional, le encantaba sentirse dominada por un macho fuerte como él: eso le resultaba irresistible.

Esta colita es solo para papi. A quién se la pensabas dar putita eh?
A nadie Papi, solo te amenacé porque no venías a verme, y quería llamar tu atención. vos sabes que yo soy tuya…
Clap – clap-clap

Sos una chanchita eh?: pero en vez de monedas te encanta que te llene de leche por tus agujeritos , era por eso que te ponías rebelde? Ya te la voy a dar toda mi putita, y me voy a saciar en vos para que sientas lo que es tener la pija de tu macho, pero todo a su tiempo bebé.
Si, la leche mágica de Papi, es preciosa y bien cremosa, a mi me encanta y me mantiene obediente.
Si bebé claro…
Sus nalgas estaban ya muy enrojecidas, las manos de Papi eran grandes y pesadas, y le daba con zaña. Ella gemía de dolor, ella sabía que después del dolor él la iba a penetra r para calmarla, y cuando lo hiciera ella iba a sentir el doble de placer: el placer de calmar el dolor y el placer de gozar con la pija que ella tanto deseaba…

Me duele mucho ahora papi, cógeme por favor así se me pasa, le pidió casi en un sollozo.
Ah, queres mi pija puta? Hahha
Si por favor…
Queres que te parta la colita? ..
Si, que me cojas por la colita pero suavecito que me duele…
El le hizo unos mimos bien suavecitos sobre sus nalgas enroquecidas, y las besó con la misma dulzura, la piel estaba muy sensible y sintió las caricias como paradisíacas. Luego el la agarró de atrás apretándola fuerte contra su pecho y le refregó su pija a través del pantalón, se la hizo sentir. Se la hizo desear. La hizo gozar. Pero no se la dio.

Ponete de rodillas mi amor, que ahora me la vas a chupar.
Ah, pero no me vas a hacer la colita?
No. Ahora me la vas a chupar.
El por fin abrió su bragueta para descubrir su miembro reluciente.
Ella lo miró sedienta, si, le daban muchas ganas de llevárselo a la boca, era inevitable, se veía delicioso….

Te gusta chupar pijas eh perra? Toma

La jaló del pelo rápida y bruscamente para metérsela en la boca hasta el fondo
A mi sólo me gusta la pija de papi, sabes que no se la chuparía a otro …
Te gusta la golosina que te traje? Es toda para vos mi amor.
Si, si…
Tragala toda perrita,
Y con cara seria de reprimenda le dijo
Vos sos mi perrita personal, solo para complacerme a mí. A papi le dolieron las cosas feas que le dijite. Que NI si te ocurra volver a pensar en otra pija, La próxima el castigo va a ser más duro… Te quedó bien claro?
Ella asintió de rodillas, mirándolo tiernamente a los ojos desde abajo y de inmediato se le prendió a la pija muy golosa, le dio besitos, la lamió y la chupeteó como una paleta. Como le gustaba esta pija, era deliciosa: bien suavecita y con una forma bien elegante, de un color apenas rosadito, siempre bien limpita y del tamaño ideal para jugar. Luego se la metió en la boca y empezó a succionar suave, más fuerte, más rápido. Y hasta la garganta. Le gustaba sentir que llegaba hasta el fondo y la dejaba salir cuando se atoraba por mantener el golpeteo de la pija contra la garganta y dejaba escapar un gemido de placer.

Si bebé, que rica golosina verdad, tragátela toda mi amor es toda para vos. Bien rica como a vos te gusta.

El la tomó fuerte del pelo para mover la cabeza de ella a su voluntad. A ella le gustó que el marcara los movimientos para complacerlo y dejó fluir su cabeza para adelante y atrás al ritmo de su macho, una delicia de sumisa.
Cómo te gusta todo lo que te hago eh? Todo lo que te doy. Sentí como te cojo por la boquita, sentime vibrar ahh, te voy a hacer sentir algo nuevo.
El la embistió bruscamente, ella se quedó bien quietita, para recibir las embestidas, sabía rico hacerlo así… El no sacaba su pija para dejarla tomar un respiro y ella intentó retirar su cara, pero el no lo dejó y tomo su cabeza entre sus manos mientras la jalaba del pelo para que no pudiera alejarse de sus embestidas.
Quietita ahí, todo lo que te da papi te tiene que gustar ehh bien duro como le gusta a mi bebé.
Ella gemía y asintió como pudo con la cabeza. Comenzaron a correr por sus mejillas hilillos de baba, saliva, que se iba acumulando por el mete saca y su imposibilidad de cerrar la boca, de respirar bien. El quería que lo sintiera tan intensamente como él , ya que quedó encantado de sentir como podía conquistar otro agujero para embestir con violencia. Era algo muy animal usar de esa forma la boca, esos labios , que lo besaba con tanto amor, ultrajados así como un agujero a violentar. Pero se sentía tan rico… y ella era muy perra, había que darle siempre sensaciones extremas para mantenerla fiel y satisfecha, tenía bien merecido que se cogiera su boca la puta… Ella no podía aguantar más la necesidad de cerrar la boca, de respirar normalmente, la saliva corría por sus mejillas ahora en grandes cantidades, se sentía atragantada e imposibilitada de escapar ante su macho dominante.
Aguantá un poquito más mi amor, aha, que me acabo en tu boca y te hago perder la virginidad hahah, esta vez no te podes escapar ah.
Quería toser pero no podía con la pija que seguía cogiendo su boca, con los ojos llorosos, corría mucha traspiración por su rostro. Estaba hecha un desastre! Pero que experiencia fuerte e intensa… no se lo había imaginado… Entre tanta invasión de sensaciones ni se percató de que estaba decidido a hacerla perder su virginidad… era algo que hacía muuchos meses el deseaba y ella no se lo concedía porque le daba miedo… y había llegado el momento, no había pasado tanto tiempo, en poco más de 3 minutos el ya estaba pronto para bautizarla con su leche, por fin… iba a dársela toda bien adentro para que la perra no la pueda escupir, así podría finalmente conocer su gusto, el gusto de la leche mágica de su macho, y lo iba a incorporar en su cuerpo como una marca de territorio… Él tomo con más fuerza la cabeza de ella para que no pudiera escaparse esta vez, y comenzó a vibar en un orgasmo intenso:
Tomaa bebota toda la lechita rica que tengo para vos ah ah
Lo sintió como nunca antes, fue precioso sentir su orgasmo. Para cuando se dio cuenta que le había llenado la garganta de leche ya era muy tarde: ya había sido bautizada de forma irremediable… Solo atinó, confundida, a seguirla chupando un poco más para prolongar aún más el orgasmo de su papito, con las pocas fuerzas bucales que le quedaban.
Estuviste divina. Gracias bebé.
Ella miraba con esa expresión: ya la conocía: era la misma expresión que puso después de la primera vez que la violó. Una mezcla de me siento ultrajada con me gusto mucho pero estoy muy confundidas necesito que me mimes y que me protejas ahora.
Me violaste papi, sabías que no me podías hacer eso…
Si, es que ibas a seguir negándote. Que te pareció la lechita? Te gustó?
Es rica si, igual de cremosa y dulce de como yo imaginaba. Pero me siento rara… Te llevaste mi virginidad violándome por la boca. Estoy un poco, no sé, necesitada de que me des amor papito, me tratas como a un agujero, me diste muy duro, dame un abrazo de oso, yo, yo te quiero tanto…
A él le encantaba esto: abusar de ella y luego mimarla tiernamente. Era un paquete perfecto de sensaciones para ambos.
Vení, recostate sobre el pecho de Papi que te vas a sentir mejor… Y así fue. Élla se sentía tan tranquila y contenida sobre el pecho de su papi.Mientras el la acariciaba tiernamente, ellos cerraban con un suave beso su reencuentro de insaciable amor animal.
Datos del Relato
  • Autor: Sumisa
  • Código: 25150
  • Fecha: 19-01-2012
  • Categoría: Dominación
  • Media: 5.71
  • Votos: 28
  • Envios: 0
  • Lecturas: 12687
  • Valoración:
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