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Categoría: Incestos

El Reencuentro con mi Tia (Final)

Este cuento lo había escrito para una persona que hasta hoy en la mañana resultaba muy especial para mi...ya no lo es...ahora lo dedico a todos ustedes...Plastilina
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Llegó el tan esperado domingo y muy temprano tomamos carretera rumbo a la playa, ya mi tía iba súper convencida de ponerse aquel bikini, pero de acuerdo a como se desenvolvieron las cosas cuando le dábamos las clases de cómo caminar, me encargué de llevar conmigo una botella de licor y durante el viaje, excepto papá que iba al volante, nosotras íbamos escuchando música, haciendo cuentos y bebiendo. Después de casi una hora de carretera llegamos al lugar donde siempre aparcamos y preparamos todas las condiciones para pasar un buen día de playa. Por suerte el lugar estaba bastante solitario, lo que ayudaba a que tía no tuviese miedo en vestir aquel bikini que tan lindo le quedaba, sobre todo en la parte de sus nalgas, que quedaban casi por completo a la vista de todos.
Después de organizar todo muy bien y saborear otra copa más de licor salimos corriendo hasta meternos en el agua, que a esa hora de la mañana aún estaba bastante fría, pero al poco rato nos fuimos adaptando a su temperatura. Nadamos bastante sin alejarnos mucho de la orilla acompañadas por mis padres, hasta que mi madre se cansó y salió del agua. Hicimos varios juegos de los que se acostumbran en la playa y como nunca falta, apareció el de sumergirnos y pasar por entre las piernas de los demás.
Los ojos de mi tía estaban colorados, quizás por abrirlos debajo del agua, pero presumo que sería más bien por todo el licor que había ingerido, digo esto porque la observaba muy contenta, saltaba en el agua y hacía cosas no muy comunes en ella. Yo fui la primera en pasar entre las piernas de mi tía y mi papá, que haciendo trampas se había colocado un poco más lejos de lo normal, casi no lo logro, pero en un último esfuerzo logré cruzar por entre sus piernas.
Después de mí tocó el turno a tía, papá hizo la mismo, pero esta si no alcanzó a sobrepasarlo, saliendo a la superficie ya casi sin aire en sus pulmones, hasta tragó un poco de agua. En jarana discutió con papá de que estaba haciendo trampas y le lanzaba agua a la cara. Ahora tocaba el turno a papá cruzar por debajo de nosotras. Con el afán de hacer una demostración de su capacidad pulmonar se alejó bastante de nosotras, unos diez metros y se zambullo, apenas lo había hecho, mi tía me llenó de asombro, en su mano tenía la parte de debajo de su bikini y me lo mostraba como si fuese una bandera.
Tan pronto papá cruzó por debajo de mis piernas a la velocidad de un buen nadador, se dispuso a cruzar por entre las de mi tía, me volví para ver si lo lograba, pues ella se había alejado un poco más todavía. Nada más había logrado poner su cabeza entre las piernas de tía, esta las cerró y aguantaba su cabeza, por unos instantes lo mantuvo en esa posición hasta que por sus movimientos desesperados indicaba que se le había agotado el aire de sus pulmones, fue entonces que lo soltó y le permitió emerger a la superficie. Pensé que iba a protestar por aquella trampa que le habían hecho, pero todo lo contrario, pidió repetir de nuevo la operación porque el no podía perder.
Se situó a una distancia un poco más cerca de mí y apenas se había sumergido ya pasaba por entre mis piernas, al cruzar hizo un giro y llegó donde mi tía con los brazos por delante, lo que tomándola por sorpresa le impidió cerrar sus piernas, ahora ella no lo había podido sujetar, pero tampoco lograba pasar hacia el otro lado, me sumergí para indagar donde se había atorado y pude contemplar con asombro como le estaba chupando la chocha a mi tía y ella le sujetaba la cabeza con sus manos. Mientras pudo aguantar la respiración se mantuvo allí chupando aquella chocha tan rica que yo ya conocía y lo dejé hacer sin interrumpirlo, sabía que tía le había gustado desde aquella tarde que su verga se endureció al verla por primera vez en bikini y mi madre lo reprendió.
En los juegos que se sucedieron él trataba de una forma u otra mantenerse siempre bien pegado a ella, pero nada más podía hacer que no fuese eso. Inventé entonces jugar a los agarrados para ayudarlo en algo y el poste base sería mi tía. Busqué colocarme frente a ella y hacía todo lo posible porque no me agarrase, mi tía abriendo los brazos no le permitía cruzar hacia el otro lado, por lo que constantemente se mantenía pegado y rozando sus nalgas totalmente desnudas.
Papá introdujo sus manos en el agua y al punto comprendí que no había hecho otra cosa que liberar su verga. Nuevamente se colocó detrás de ella pero sus movimientos ahora fueron más lentos y suaves, no habría que ser adivino para darse cuenta que le estaba metiendo su verga a tía, ya que esta cooperaba empinando sus nalgas hacia detrás y abriendo sus piernas. Cuando la tuvo bien clavada, como si yo no existiese la bombeaba con el mayor de los descaros en mi presencia, la posición que teníamos en ese momento lo favorecía pues al encontrarme yo de espaldas a la arena, de frente a mi tía, el quedaba detrás de ella y mi madre no podía ver lo que sucedía. Dando manotazos y haciendo saltar el agua yo fingía que continuábamos jugando y de cierta forma tapaba aún más la visibilidad a mi madre. …¡En buena cómplice me había convertido!...
Tía comenzó con sus conocidos gemidos y ambos se vinieron al mismo tiempo, papá se zambulló y salió a la superficie como a 20 metros de nosotras, mi tía me abrazó dándome las gracias por lo que había hecho y me comentó que no sabía que papá tuviese una verga tan formidable, que resultó una lástima se viniera tan pronto, justo cuando ella comenzaba a disfrutarlo. Le pedí que con discreción se volviese a poner la parte de abajo del bikini para que mamá no fuese a sospechar, se zambulló y cuando emergió ya lo tenía puesto. Jugamos otro buen rato y nadamos bastante hasta la hora que mamá nos llamó para almorzar.
Después de almorzar pedí a todos hacer una excursión a unas pequeñas lomas que nos quedaban relativamente cerca y donde sabía que había una cueva y podríamos explorar. Tía, amante del campo, estuvo enseguida de acuerdo en acompañarme, mamá se negó rotundamente pues las piernas le dolían mucho y no estaba en condiciones de hacer esa caminata. Papá también se negaba acompañarnos, pero le insistí y sin que mi madre se diera de cuenta le guiñé un ojo y moví mi cabeza para que nos siguiera, señal que comprendió de inmediato.
Después de unas cortas palabras de protesta fingida se puso sus zapatos y su gorra y salimos caminando. Habiéndonos alejado ya unos 300 metros de donde estaba mamá, mi padre comenzó a decirle cosas a mi tía sobre como le había gustado lo que habían hecho en el agua y pasaba las manos por sus nalgas. Mi tía me miraba y se reía. Después de andar otro buen tramo llegamos a la cueva, una entrada bastante pequeña, casi imposible de ver para quienes no conocen de su existencia, pero bastante amplia en su interior y bastante alumbrada, pues en la parte superior tiene un agujero que permite la penetrar la luz del sol.
Sirviéndoles de guía los llevé hasta el lugar más apartado de la cueva y con la naturalidad más grande del mundo, una naturalidad que asombró a mi padre del dije: --¡Bueno…aquí ahora pueden follar todo lo que quieran sin que nadie los moleste, excepto yo que sólo estaré observando, pues a otra parte no puedo ir!--.
Papá no salía del asombro por mis palabras y mi tía tomó la iniciativa, todavía medio mareada por los tragos le fue encima y comenzó a besarlo y acariciarlo, muy cómoda me senté a pocos pasos de ellos y en pocos instantes papá no pudo soportar más aquella tentación y comenzó también a acariciar y besar a mi tía. Sus manos fueron recorriendo todo aquel cuerpo y al notar lo endurecido de sus pezones los chupaba desesperado, su verga quería romper la trusa para salir y mi tía se encargó de quitársela, cuando lo hizo también se quitó su bikini, ya la verga de mi padre se abría paso entre las piernas de ella, pero tía no dejaba que la penetrara para que no fuese a acabar tan pronto como la vez anterior.
Se agachó y chupaba su verga una y otra vez, desde la punta hasta el final, se la metía completa en la boca, la levantaba y chupaba sus huevos, se daba con ella en la cara, la chupó con tal maestría que sin poder evitarlo su boca se llenó con la leche de mi padre, de verdad que tenía una verga muy hermosa y bien parada para los años que tenía, aún y después de venirse se mantenía muy firme. Tía le pidió le chupara su chocha como lo había hecho en la playa pues le había gustado mucho y recostándose en un pequeño montículo que había abrió bien sus piernas para facilitarle el trabajo. Ver aquello me tenía a cien, era como si estuviese viendo una película porno, ya me había hecho a un lado mi tanguita y mis dedos acariciaban el clítoris, con mi chocha bastante humedecida no pude aguantar más y agachándome debajo de papá comencé a chupar aquella verga que mi tía había saboreado tanto. Realmente estaba riquísima, caliente y firme, podía estar allí toda la tarde y no me cansaría de estársela chupando. Al principio hizo un pequeño movimiento para evitar que yo pudiera cogérsela pero después quedó tranquilo mientras seguía chupando la chocha de mi tía.
--¡Métemela por favor…no aguanto más…métemela hasta el fondo!--, con sus palabras tía suspendió mi diversión, pues con un leve movimiento la sacó de mi boca y de un solo golpe se la metió completa, bombeándola con tremenda fuerza, tía gritaba y se movía como una loca con un ataque de nervios, de todas formas allí nadie podría escucharla y la deje que se desahogara…--¡Así…así…métemela más duro, hazme sentir que todavía soy una mujer coño!—, --¡Me imagino como mi hermana goza con esa verga y yo sin ninguna que me haga gozar…dame duro…bien duro cojones…así…así…que te voy a dar más leche que una vaca maricón!—. Tía cada vez se ponía más frenética y de su boca salían las palabras y frases más increíbles. --¡Mírame follar mi sobrinita linda…esto es lo más rico que se ha inventado en el mundo…sigue…sigue…más duro que voy a venirme…más duro coño…ya… ya….yaaaaaaaaaaaaa… no pares sigue moviéndote que te la estoy dando toda…todita para ti…!—.
Nunca había visto a mi tía tan excitada, al parecer estaba descargando todo lo que tenía acumulado durante años y mi padre había sabido sacárselo, yo no pude más y al escuchar sus gritos y ver sus movimientos desesperados tuve que hacerme una paja, corriéndome al mismo tiempo que ella, quedé exhausta, recostada sobre la pared de aquella cueva con mis piernas abiertas y un manantial de leche que brotaba entre mis piernas.
Tomó un rato reponernos y después regresamos al sitio donde debía estar mi madre durmiendo la siesta… llegamos y no la veíamos donde la habíamos dejado, todos pensamos que quizás hubiese ido tras nosotras y comenzamos a preocuparnos nos hubiese descubierto. Mi padre fue el primero en percatarse donde estaba y nos hizo señas para que mirásemos hacia el coche, allí con sus piernas bien abiertas y recostadas sobre el asiento delantero, estaba siendo follada por un chico que nunca antes habíamos visto, bastante mayor que yo, pero muchísimo más joven que mi padre. Cambiaron de posición varias veces y vimos como hasta la cogió por el culo, tan frenéticos estaban que ni se percataron de nuestra presencia, aunque fue tan sólo por unos instantes, ya que nos situamos convenientemente en un lugar donde no nos pudieran ver. Los dejamos terminar y cuando el chico salió del coche todavía llevaba su verga bastante dura. Ninguno dijimos nada, pues estábamos en igualdad de condiciones, quizás sin proponérselo había tomado venganza contra nosotras y mi padre.
Nunca pensé que mi madre fuese capaz de hacer eso, nunca la había visto siquiera mirando a otro hombre que no fuese mi padre. En la noche cuando llegamos a la casa no pude contenerme más y en un instante en que las dos estuvimos solas en la cocina, le hice saber que la habíamos visto follando con aquel chico en el auto. Con cara muy fresca me contó que ella había visto todo lo que sucedió en el agua entre mi padre y mi tía y como yo hacía intentos por cubrirlos, pero que ella lo había visto todo, aquella situación la había puesto muy caliente y en cuanto nosotros nos retiramos ella se metió en el coche, se quedó completamente desnuda y comenzó a hacerse una paja, estaba tan extasiada y pensando en aquella situación con sus ojos cerrados, que cuando se vino a dar de cuentas tenía aquel chico sobre ella metiéndole su verga, y como estaba tan caliente lo dejó hacer hasta que ambos se vinieron, la cogida por el culo ella fue quien se lo pidió, pues mi padre nunca se lo había hecho, en definitiva el chico no tenía una verga tan grande que la fuese a lastimar y por el contrario le dio bastante placer.
Para que no se sintiese culpable, pues su cara se había puesto enrojecida, tal vez por la pena, le conté todo lo que había sucedido entre mi padre y mi tía en la cueva…Mi madre me contó entonces una historia que nunca podía ni haber soñado, mi padre y mi tía no era la primera vez que tenían relación sexual, precisamente por eso ella vivía en el campo, mucho antes de yo nacer ella vivía en nuestra casa y en varias oportunidades mi madre los había sorprendido, terminando con la expulsión de esta. Después mi padre perdió el interés en ella porque su forma de ser y su físico habían cambiado mucho, de lo mucho que se alegraba mi madre, pero con los cambios operados desde su llegada y que en gran medida había sido mi culpa, a mi padre le volvió llamar la atención mi tía.
En lo que pensé que estaba haciendo un favor a todos, lo había convertido en un problema familiar, también mamá me contó que tía era bisexual, cuestión de la cual yo ya me había percatado desde su llegada y me dio algunos consejos de cómo tratarla, pero realmente ya era demasiado tarde, aquel reencuentro con mi tía presagiaba ser un desastre para todos, solamente nos quedaba esperar que nuevas cosas sucederían.
Datos del Relato
  • Autor: Plastilina
  • Código: 2736
  • Fecha: 26-05-2003
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.86
  • Votos: 63
  • Envios: 5
  • Lecturas: 3553
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Oscar C.S.
invitado-Oscar C.S. 28-05-2003 00:00:00

Asi es mi querida plastilina, mucho mejor y descriptivo, felicitaciones mil por mejorar la esenografia , trama y conclucion. Sigo esperando con hambre tus relatos para alimentar la imaginacion y fantasias personales. Atte: Tu Fan # 1 Oscar C.S.

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