A la postre tan saboreada y consumida por los comensales todo el tiempo; adonde vaya o bien se encuentre Yessenia, siempre acierta como lo constata igualmente lo señala consabidamente que le tiran y le otorgan, como la miran tan evidente como directa hasta fisgonean en toda su persona de arriba hacia abajo sin parar en todo su cuerpo. No le presta ni siquiera le da mucha importancia para nada, tomandolo a la ligera y simplemente como un juego amistoso de los propios hombres.
Con las piernas cruzadas o cerradas como una caja fuerte consciente que son hermosas hasta colosales y coquetas igualmente al estar volteada de lado se agigantan, exhibiendo el grueso como voluminoso de sus muslos y entrepiernas; enfaldada o en pantalones muestra un deleite curioso que deja mucho que pensar también mucho de que hablar´, además lujuriarla e inclusive, fascinarse con el panorama representativo con sencillez y con altiva naturalidad desprendida de unam ujer normal y común y corriente como es de la talla de Yessenia hoy día.