Hace un radiante, igualmente un bonito. especialmente un despejado cielo sin nada de nubes de alrededor, adicionalmente un calurso sábado veraniego por la ciudad, por supuesto un fabuloso día para salir cómo pasear también disfrutar asimismo distraer incluso relajar sobre todo entre ustedes y yo propiciar agradables acontecimientos y mucho más en vivo y a todo color por la hermosa Katiuska y solo por la hermosa Katiuska. Vestida y toda con camiseta V cuello mostaza, chaqueta y falda corta de jeans gris oscura finalmente con botas de suela de punta de 1 pulgada de plataforma de tacón alto; hace compras para ella, al mismo tiempo camina divertida obviamente ajena a la vez, contemplando qué ocupa su vista óptica en todas las vitrinas comerciales por haber qué están disponibles hasta abiertas.

Deja sus compras en la cajuela de su auto. Nó sé imagina, tampoco tiene la mínima sospecha, siquiera sé da cuenta por malicia, por supuesto ignora completamente; qué el pobre deambulando siempre de ahí, escondido a su vez, su centro de operaciones y así de acción de pechorias en el centro comercial hoy por hoy. Le puso él ojo encima para pedirle limosna y otra cosa más a la desprevenida pero incauta en efecto credula de Katiuska en persona.

Katiuska, sé dobla de pie con una mano puesta anda masajeandose un poco la rodilla y entrepierna, qué tiene la vista puesta precisamente en toda una vitrina de un almacén, concentrada por la vista elegante de artículos a la venta y precios de compra económicas; en eso, sé le tropieza cómo acerca de ahí. Pega hasta empuja finalmente entre ustedes y yo, abraza dizque para no desmayarse el mismo pobre del centro comercial; Katiuska sé voltea sonriendose, le habla: pobre hombre sé ha hecho daño y está perdido asimismo necesita ayuda de mí con gusto.

Lo toma de la mano a Katiuska, con rostro de triste le pide una lismona. Para aunque sea llevarme un trozo de pan a la boca, no he comido desde hace mucho, he perdido la cuenta dè cuándo fue la última vez qué comí y me llevé un trozo a la boca. Sé mete las manos en los bolsillos tanto de la chaqueta como falda jeans los interiores los deja afuera para verlos, le mira apenada a penas tengo sí a caso unos setenta y cinco centavos estoy verde mí quincena no la veré ni cobraré estoy muy larga y lejana; el pobre cambia su tristeza por agresividad y mirada fuerte tomando fuerte y prestando incluso lastimando a Katiuska.

Pinché mujer miserable, ruin, desconsiderada, engañadora, burguesía, etcétera. Aprenderás lo que es la indigencia y pobreza en tus propias carnes conmigo; la arrastra contra su voluntad hacia un callejón lejano y la guarida de este, forcejean y empujones entre besuqueadas propinada y ejercidas, Katiuska se defiende y lucha pero ès vencida absolutamente sube la falda le baja el hilo dental le mete y pone la mano en las piernas cómo inglés hasta vagina y clitoris continúa zurrando, tocando, apretando, maltratando, sobando finalmente volando una y otra vez a Katiuska qué llora tras llora por lo qué le hace sucede con y solo con el pobre.

Sube la camiseta V cuello le baja el brasier, le toma y exprime los senos también sé los mamá hasta lame por supuesto le da unos manotazos continuos en fin, la folla constante cómo contundente hasta continua de ahí consumada ente lo qué sé le pega la recontra gana vengandose por la franqueza del desaire lanzada y demostrada hasta exhibida por la misma Katiuska. Ya termina la deja tirada en el piso sé larga, se pone de pie vuelve a vestirse y limpiarse toda, sé calma y tranquiliza igualmente relajarse en fin sé marcha y sigue cómo si nada hubiera ocurrido entre ella y este pobre en el centro comercial hoy sábado de veraneo.