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Categoría: Confesiones

El Pobre y el Centro Comercial 12

Disfrutando de un barquillo de helado la misma Gilda en vivo y a todo color. Termina al limpiarse la boca y las manos en que luego con su espejo de mano se retoca su maquillaje y se peina su cabello. Qué va caminando distraída, entretenida, exhortada, deleitada, cautivada, fascinada, asimismo distraída con las miradas a las vitrinas en un centro comercial andando sola; entonces se le acerca un pobre que le extiende la palma de la mano al pedirle con voz gruesa y de pocos amigos algo de comer, efectivamente se le queda mirando sonriente Gilda que se pasa las manos sobre sus senos como estomago hasta vientre incluso clítoris y muslos hasta culo vestida y todo con su uniforme de administrativa con falda ajustada, ceñida y entallada azul oscura. Respondiéndole dulce, calmada, inocente hasta haciéndose la completa viva sobre todo tacaña que le pone la mano en su mejilla acariciándole y a la otra mano se la desliza y pasa por su pinga; le informa pobre hombre tiene semanas que no prueba ningún alimento me ha tomado con las vacas bajas no tengo para darle alimento en que no tengo tampoco para transportarme a mi hogar en la tarde de hoy.



Escucha y la reacción instantánea de este pobre acerca de lo que le respondió en vivo y a todo color y en persona Gilda. Enfureciéndose, molestándose, subiéndose el tono de voz, también encrespándose y finalmente tenemos alterándose para rematar volviéndose iracundo así desquiciándose de repente que le habla usted será mi alimento no la dejare hasta zacearme esta hambre que tengo como lo digo hace poco más de cuatro semanas, Gilda se agarra la cintura con el saco abierto al agarrarse los muslos mirándola seriamente le exclama así que quiere violarme y hacerme pagar al castigarme por no cargar un solo duro para darle a usted en que no tengo la culpa de su situación y desidia como desvivir hoy día, bueno el pobre la toma del brazo al sujetarla que la jala hacia un callejón desolado, húmedo, alejado, lúgubre, y hediondo.



Qué le rompe la misma blusa que le arranca al instante del brasier de ahí le sube la falda azul oscura que con una mano sujetando las medias se la rompe con mucha bestialidad y rudeza ante la presencia de las propias narices de Gilda la cosa no queda ahí, que le jala y rompe efectivamente su hilo dental cachetero dejándola en plena desnudez. La abofetea varias veces y sobre todo le pega fuertemente en toda sus nalgas derramando lagrimas de víctima y agredida; le da unos puñetazos a su vientre dejándola maltrecha como adolorida incluso maltratada y por supuesto doblada del dolor intenso en posición fetal donde el pobre se la toma y agarra de su cabello largo que se la levanta al empujarla contra la paredilla húmeda, sucia, asquerosa, cochina, enmohecida en que la está besando a la fuerza y empujones sus ricos y buenísimos senos entre tanto anda follandola de la micha profundamente dándole verdaderos golpes anales con mucha salvaje dad que le duele llorando caudalosamente Gilda; la voltea al doblarla dándole nuevamente nalgadas con las ásperas manos en sus nalgas llorando que se la penetra y coge violentamente a sus anchas apretándola al exprimirle los pezones con muchas presiones al dolerle en que la esta reventando a sus anchas el malvado y perverso como desgraciado pobre que se viene al ensuciarla como embarrarla y pringarla como tirarla al piso en que se agacha encima de la cara de Gilda que le tiene la boca abierta fuertemente al dispararle sus asquerosos polvos a su boca para que se los traje al no gustarle provocándole guacala, guacala, guacala, guacala, guacala, guacala, etcétera al dejarla e irse pobre dejándola hecha toda una piltrafa de prostituta ahí tirada retorciéndose de sus dolores uterinos como fetales y corporal al ser agredida de ahí acosada, sometida, obligada y principalmente violada por no acceder a darle algo de comer y dinero para el pobre que la castigo con mucha irá y odio hacia Gilda en aquél callejón alejado del mismo centro comercial donde se encuentra y estaba ella sola e indefensa y desprotegida. 


Datos del Relato
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