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Categoría: Confesiones

El Pobre y el Centro Comercial 11

Cuándo se da la pobreza extrema igualmente acompañada para este caso propiamente por supuesto del hambre extremada hacia situaciones también reacciones recíprocamente de violencia como de calvario de cualquiera necesidad humana desencadenándose episodios de represarías que se viven de ahí protagoniza hasta casualmente vivimos en nuestras propias vidas como en persona mismo que nos afectan verdaderamente que terminan haciéndonos concretamente victimas en consecuencia aunque no lo queremos pero a la larga la padecemos seriamente inclusive nos deja marcados profundamente por el resto de nuestras vidas e existencias tanto física, mental, sexual y emocionalmente estás circunstancia ajenas hacia nosotros mismos hoy día en que nos tropezamos de ahí encontramos hasta topamos en nuestro diario andar.



Camina distraída, entretenida, deleitada, atraída, disfrutada, gozada, cautivada, seducida, emocionada, y por supuesto obviamente apasionada por las vidrieras igualmente escaparates de los almacenes de ropa de mujer a lo largo del mismo centro comercial que se encuentra en la tarde de hoy en vivo y a todo color la misma hermosa y preciosa Jay. Como siempre la vemos hasta conocemos sobretodo tratamos profesional y personalmente con su uniforme de administrativa universitaria de saco con falda azul oscura que se le acerca sin que se dé cuenta y es abordada propiamente por un pobre que con su rostro devastado y mugroso además desgarbado de ahí mendigando absolutamente hasta desencajado desde la cabeza hasta los pies que a su vez anda descalzo en la plena indigencia abordando a Jay que con la mano sucia de este pobre le pide unas monedas o dólares para comer que tiene hambre que no ha comido nada por largo tiempo. Bueno Jay lo ve con unos ojos de afligida al revisar y meterse las manos a su bolsillo de su saco como de su cartera de mano y bolso que se descubre francamente con los bolsillos de su saco los forros mismos y abriendo su cartera de mano y bolso que le habla que calvario no cargo nada de plata y cobre hace mucho la quincena y la otra está muy larga como muy lejos, escucha el pobre que se encoleriza especialmente enardece incluso cambie el carácter estallando iracundamente al rematar contra Jay, que le habla tú serás la que me satis facera en quitarme de una buena vez esta hambre que tengo y me martiriza todo este tiempo.



Jay con la voz quebrándose instantáneamente le dice ¡Cómo!, ¡No!, ¡No se atreverá usted!, ¡Voy a gritar al pedir auxilio! entonces el pobre le dice nadie la escuchara ni la vendrá auxiliar ni tampoco se escapara de mí en que la toma a la fuerza entre empujones de los mismos brazos caminando ambos hacia un callejón húmedo, sucio, maloliente, mohoso, etcétera en que el pobre pegado se la besa en su cuello como en su boca apartándoselo varias veces nuevamente forcejeándose como entre empujones haciendo que desista pero a larga se sale con la suya el pobre en que le levanta al falda azul oscura de su uniforme en que le arranca y rompe las mismas pantimedias al bajarle y quitarle el hilo dental que la entrelaza apretándosela de los propios brazos como pinzas por la fuerza, ganas, aliento, perturbaciones del pobre contra el cuerpo de Jay en que le mete la pinga por su rabo dándole y cogiéndola que no puede defenderse ni escaparse en que con unos ojos lloroso le dice ¡Deje me!, ¡No me viole por favor!, ¡No me haga daño!, ¡Tengo familia!, etcétera le pide clemencia y sobre todo misericordia pero el pobre no le escucha, no la atiende, ni se detiene, sino haciendo de las suyas en que a larga queda jadeándose como gimiéndose varias veces al dejarse cogerse por el mismo pobre.



Que ahora la voltea al pegarla contra la misma paradilla que anda mohosa, mojada, sucia y húmeda en que le abre la blusa con todo y saco puesto le arranca el brasier entrándole a lamerle, besarle, morderle superficialmente, incluso mamarle sus pezones y senos que los tiene erectos, firmes, parados, buenísimos, sabrosísimos, riquísimos, mientras se la folla profundamente en que cada vez más se impulsa al metérselo más en toda la vagina que jadea y gime prolongadamente muy intensa adicionalmente muy fuertemente por la violación que está presenciando, participando, recibiendo, protagonizando, y asimismo teniendo en vivo y a todo color como en persona con el mismo pobre que ha saciado su hambre a través del cuerpo de la misma Jay en que no tenía un solo centavo ni dólar encima al meterse y forzársela de todos modos en aquel callejón desolado como desértico hasta alejado del mismo centro comercial en que nadie vendría a su auxilio ni quitarle de encima a este pobre y mucho más. En que se viene al dejarla y al apartársela en que se va como si nada dejándola a su suerte en que Jay se baja acomodándose su falda azul oscura del uniforme al abotonarse su blusa y tomando su bolso al colgárselo del mismo hombro derecho al arreglarse un poco el peinado al salir caminando de aquel callejón como si nada en que fue violada pero no la perturbo ni la afecto ni la traumo para nada en este día que anda de paseo por el mismo Centro Comercial sola y mucho más.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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