Ya habían pasado cuatro meses de la primera vez con Regina, ella seguía llegando los domingos a casa, y generalemnte cogíamos como locos tres y a veces cuatro veces. Una tarde las promotoras de mercadeo en supermercados salieron, y no regresaban hasta el día siguiente, por lo que Zoe se quedó a cargo de la oficina, y yo tenía encomendado actualizar unas fichas del personal en esa oficina.
Zoe estaba llenando unos formularios en una mesa, yo senrado frente a ella, y como la mesa no tenía cubierta, podía observar las piernas de Zoe, un poquito abiertas. Ella era alta, morena clara, su rostro bonito y una naricita chatía que le daba a un toque especial, de piernas muy hermosas y torneadas, chiches medianas, pero se veían durísimas.
Ella se dió cuenta de que le estaba viendo sus piernas, y a propósito las abrió más dejando ver su pantaleta, estaba a tres metros de ella. Luego se levantó para ir al baño, y cuando regresó se sentó más abierta pero ahora se había quitado la ropa interior, dejandome ver su vulva peluda, yo no aguantaba la erección, para disimular tomé la ficha de ella, y le dije que me corrigiera sus datos, le pregunté: edad 23 años, 25 me corrigió, maetra de educación primaria urbana, casada, soltera por divorciome dijo, y así terminé sus datos.
Luego ella tomó un lápiz y una hoja de papel, bromeando me dijo que tomaría mis datos, le dije mi nombre completo no lo sabía, ya que toda la gente me conocía como el joven Pipo, estudianate, edad? me preguntó, 14 años le dije. Dejó por un lado el lápiz y viendome fijamente me dijo: 14 años y tiene un pene enorme y grueso, sentí que la sangre se agolpó en mi rostro, sentía que la cara me ardía por el comentario inesperado.
Luego le pregunté que como lo sabía, ella me dijo que una tarde, regresaron antes de lo previsto, y como no oyeron ruidos, ni la música que siempre suena, se acercaron a la ventana y como no estaba corrida del todo la cortina, vieron cuando Regina me estaba chupando la verga, y apreciron más el tamaño cuando estaba de lado, ya para penetrarla. Se acercó a mí y me dijo ya le emseñé mi vulva, me imagino que la tiene dura, quiero verla, se agacho, desabrochó mi pantalon, y con una se sus manos sacó la pija y empezó a bajar y subir la piel apretanadome, salió líquido y cun un dedo lo regó en el glande, se lo metió a la boca y empezó a mamarme la verga ,de lo excitado que estaba no tardé mucho en correrme en su boca. Se sacó toda la ropa dejando al descubierto su hermosos cuerpo, bese sus pechos, chupé sus pezones, se recostó sobre el escritorio, y le e´pezé a chupar su almeja, y succionar si clítoris por cierto grande, luego me pidió que la penetrara, lentamente se clavé en ella, y suavemente la empezé a bombiar, minutos despiés estaba gimiendo y corriendose, seguí dandole despacio, entraba y salía todo, empezó de nuevo a gemir, y se volvió a venir, después me corrí en ella, me quede recostado sobre sus pechos, y ella jugaba con mi cabello, después sentí cuando empezó a pulsar sus paredes vaginales sobre mi verga que aún seguía dentro de ella, empezó a endurecerse de nuevo, y seguir bombindo, ésta vez tsrdamos demasiado en venirnos, ella fué la primera que empezó a contonearse, y casi juntos nos corrimos, estábamos bañados en sudor, nos duchamos y salimos de la oficina casi oscureciendo.