Hola a todos, mi nombre es Andrea tengo 22 años, este es mi primer relato en la página y prometo que será genial! así como los que vendrán después.

Esto ocurrió cuando cursaba el primer semestre en la universidad, tenía 18 años y siempre fui muy activa sexualmente, enemiga de tener novios, simplemente me gusta disfrutar el momento así que la pasaba genial, en mi curso formaba parte del típico grupo de amigas y con una de ellas era bastante cercana, estaban por llegar las fechas de exámenes así que ella acostumbraba a quedarse en mi casa y estudiar no está demás decir que siempre fui una alumna excelente modestia aparte, lamentablemente sus padres tenían una relación terrible y ella siempre me lo contaba, así que para evitar malos ratos pasábamos siempre en mi casa, cierto día se hizo imposible hacerlo ya que una visita familiar ocupo toda la casa incluyendo mi habitación así no nos quedó más que ir a la de ella.

Ella era de una familia acomodada pero muy humilde por eso me caía bien, al llegar a su casa note que a sus padres no les iba nada mal, eran dueños de una constructora así que ya se imaginarán. Al llegar nos recibió su madre una mujer muy elegante y atractiva, empezaba a entender porque ella era tan guapa,  subimos a su cuarto y permanecimos allí varias horas hasta que llegó la hora de la cena, al bajar su padre estaba en el comedor y nos presentó, de inmediato me quede helada con su presencia, un hombre alto, fornido, de cuerpo estilizado, elegante, serio, sumamente guapo, me sonrió y saludamos de beso en la mejilla, nos sentamos cenar y toda la atención se puso en mí, las preguntas no dejaban de llegar por parte de su madre y su padre yo estaba muy nerviosa sobre todo por el hecho de que el me miraba de la forma más morbosa que puede haber, en ese momento entendí que si tenía problemas con su esposa era porque seguramente era un mujeriego, se le notaba a leguas, esa forma de mirar y de hablar del típico don Juan, que lamentablemente a todas nos encanta, bueno entremos en materia.