Un muchacho con una anatomía reverencialmente atlética, musculosa, de espalda grande finalmente alto cortándole la hierba como podando los arbustos como la palma en el patio delantero de la casa; con unos ojazos que se lo está comiendo también se está haciendo agua a la boca además se está imaginándose cosas eróticas especialmente se está derritiendo completamente tirándole unas miraditas en escala del 100 por ciento que van de cabeza hacia los pies efectivamente pasándose la lengua por toda la boca fijándose en los glúteos enormes que le quedan apretados y sobresaliente del pantalón jeans que lleva puesto con todo y corre sin camisa como le recorre el sudor traspirado y emanando de sus epidermis que bañan su piel morena; llevándole un vaso con hielo con soda servida llamándolo para que se refresque un poco el sudor que lo tiene totalmente agotado, le pregunta tiene mucho aguante como mucha resistencia corporal para hacer esta faena de limpieza todos los días; informándole el muchacho esto es lo único que sé hacer estimada señora. Dejando que siga trabajando se abanica con la mano derecha y suspirando con una cara de curiosa que se pasa la mano izquierda a lo largo de la pierna izquierda desde la rodilla siguiendo por la entrepierna alcanzando gloriosamente la ingle izquierda al quedarse rotunda y definitivamente jugando con su vagina en que con el dedo índice se lo frota superficial y levemente por los mismos labios vaginales al dilatarse los meros ojos en que pareciera estuviera durmiéndose por el efecto del fogaje que está dándose afuera como por dentro de la misma casa en que por suerte no está asándose al recibir fresco del abanico de techo de su sala. Tomándose el seno derecho que se lo aprieta como estuviera exprimiendo naranja de jugo que se lo sujeta con tal frenesí, en que se lo jala un poco de la teta nuevamente con mucha dilatación de los ojos deslumbrados como brillantes hasta acentuados propiamente por el esplendor escénico que tiene delante de ella que es el mismo muchacho que le está limpiando como podando hasta cortándole la hierba del patio delantero, sin darse cuenta se duerme al recurrir a un sueño fantástico en que está abrazada en los brazos fornidos, musculosos, atléticos, varoniles y fuertes también al secarlo con sus manos todo el sudor que lo tiene súper bañado y en que la folla profunda, perdida y atinadamente con una pierna doblada apoyados contra la pared que da a la lavandería en que la llena de muchos besos en todo su cuello al tenerle frotándole su peinado y jadeando Blanc infinitamente con el placer que le da el contacto físico y del miembro masculino que lo tiene bombeándole y hurgándole en el clímax a Blanc sin parar al hacer que se excite y pida agritos sonante mucha más verga de este que parece una maquinaria utilísima en que la tiene enloquecida satisfaciéndole su ego de mujer que tiene pegue con todos los hombres por donde vaya; que la carga entrelazada sus dos brazos aferrados y seguros para mamarle sus senos fragantes al lamerle ricamente con todo el pudor las tetas erectas también duras como firmes igualmente deliciosas rojitas de Blanc al reírse y pidiendo que le meta mucho más su coño cambiando de ángulo la acuesta boca abajo en la tina para cogerla divinamente como estuviera sembrando una palma delicada gimiendo a todo pulmón el dolor del enorme como gigantesco y grueso pene que la des trampa y le ensancha el conducto vaginal pero resistiéndose como toda una mujer madura y adulta que tiene coito y fornicación como sexo además de hacer el amor con el jardinero al serle infiel completitamente a su esposo. Despertándose al llamarla varias veces el muchacho como no veía que salía pensaba que le paso algo malo a la señora parándose Blanc toda empapad sima y bañad sima en puro sudor la ropa como corporalmente le pregunta ya termino su trabajo si recogí y empaque todo lo que limpie en el patio delantero ahora présteme su baño para lavarme y vestirme bueno prefiere hacerlo en la lavandería enseñándole por donde esta Blanc.