Terminaba yo de salir de la ducha, cuando sonó el timbre, fui a la puerta y era la persona que me arreglaría la conexión del lavaplatos de la cocina.
Cuando abro la puerta me encuentro con un hombre fornido, muy masculino, que más parecía un modelo de catálogo, que alguien del servicio de mantenimiento.
Sentí que sus ojos se prendaron en los míos, le indiqué cual era el desperfecto, y me dijo que no me preocupara que en 30 minutos estaría resuelto.

Lo dejé trabajando en la cocina, mientras fui a mi cuarto a vestirme. Estaba yo buscando una minifalda de lo más sexy y un t short, color naranja, cuando él golpeo a mi puerta.

Envuelta como estaba en la felpuda toalla, le abrí, y le pregunté que pasaba; me dijo que necesitaba un material, y que iría por el a la ferretería. Mientras me hablaba no me quitaba sus ojos de encima. Sentí una enorme ola de calor, que me inundaba, y un cosquilleo en mi vulva….. Comencé a sentir que me estaba inundando en mis jugos. No se que pasó, solo recuerdo que el me estaba besando apasionadamente, prácticamente me estaba devorando.

Instintivamente, con mis manos busque su miembro que estaba ya totalmente duro, y su cabeza apuntaba hacia arriba. De un solo tirón me quitó la toalla, y me cargó a mi cama, me mordía la oreja, besaba mi cuello, y me chupaba hambriento cada pezón, que se derretía en su boca.

Mi concha estaba totalmente babosa, y ansiosa por recibir, ese enorme pedazo de carne caliente. Le arranqué la camisa, y el rápidamente se sacó el pantalón, dejando al aire, ese enorme y rico pene. Su cabeza ya estaba goteando…. Y a mi se me hacía agua la boca por saborearlo.

Me prendí de su enorme verga, y mamé como una loca desesperada, el comenzó a moverse rítmicamente, metiendo su verga cada vez más adentro. Mientras le daba la mamada de su vida, masajeaba sus huevos, aterciopelados….. Luego el me tumbó en la cama, y abrió mis piernas, pensé que al fin iba a darme la culiada que soñaba. Pero el metió su cabeza entre mis piernas y con su lengua buscó entre mis pliegues, mi clítoris hinchado y vibrante.

El había puesto su enorme verga en mi cara, y sin esperarlo más me la metí en la boca, succionando con avidez. Mientras el con su lengua, me llevaba a las estrellas, me chupaba el clítoris de una forma, me lo mordisqueaba, lo lamía, metía su lengua hasta donde más podía. Era la mejor mamada que me habían dado. Entre su legua y sus labios, estimularon de tal forma mi concha que me vine, gritando de placer, y en la locura de mi orgasmo, mamaba su verga con una rapidez impresionante, extrayéndole toda su leche caliente que me la bebí hasta la última gota. Así papito, quiero deslecharte, así dame tu verga, dame tu leche, que rico que es mamarte papito…. Que rica verga que tienes, amo tu huevo sabroso.

El siguió besándome, y metió su dedo medio en el hueco de mi culo, al principio me dolió, pero que rico se sentía ese dedo explorando mi culo. Comencé a moverme de nuevo, y estaba loca por que me montara

Dame tu verga, quiero que me la entierres hasta los huevos, hazme sentir tu verga dentro de mi concha, desléchame, quiero tu verga, dámela papito, así que rico, métemela todita, hasta el fondo. Soy tu puta, dame verga, culéame como nunca lo haz hecho. Dame tu verga, dame tu leche.

Entonces, el abrió mis piernas y me clavó ese enorme huevo, en mis entrañas, de una sola, hasta la raíz, sus pelos púbicos, se mezclaban con los míos. Me envestía con furia, con frenesí. Mi concha se contraía, y aprisionaba cada centímetro de su pene.

Alcé un poco mis caderas para disfrutar más sus penetraciones….. mi clítoris parecía que iba a estallar, y mi cuca, esta inundada por mis jugos y los de el. Se aceleraron sus movimientos, y supe que estaba por terminar, yo le decia…. Así papito, dámela toda, dame tu leche, culeame rico, culeame con fuerza, no te detengas, dame toda tu verga…..

Sentí los chorros calientes de su semen dentro de mi concha, que latía a millón. Quedé con su verga dentro mío, sacándole hasta la última gota de leche…… nos quedamos inmóviles por un buen rato… hasta que….

No, mejor eso les cuento otro día.