Solitos en la casa de Yessenia, sentados en el sillón de la sala con falda azul oscura sin medias están muy cariñosos y sonriente le habla cosas algo seductoras que la traen con una fogocidad nunca vista en todos sus ojos de livinosa, lujuriosa, endemoniada como descarada pero sumamente divina.
Se corre un poco la falda al abrir las entrepiernas mostrandole la delicia como la ricura a su amante que no lleva puesto panti y mostrandole el motete de su vagina, al decirle aprovecha para golociarme y hacerme todas las diabluras que quieras es que tengo ganas de jugar un partido de futbol contigo.
Metiendole la cabeza esta revolucionario el amante al comerle a punta de besos y lamidas en todo el área buenisima de su clitoris que también se deja acariciar, manosear hasta apretarse sus imponentes como voluptuosos pero puntiagudos senos la coqueta de Yessenia.
La toma como una carne fresca para fornicar extraordinariamente con todo el poderio que se le encarna su amante también gozandola y viniendose con un prisa fabulosa.
Tumbado se le monta Yessenia dandole con todas las ganas para sentirse complacida y para calmar las urgentes necesidades emanadas por tanta hurgada recibida cariñosamente de todo corazón por su amante que la tiene como una reina y juvenil ya que su esposo no le hace caso ni le da para nada amor.