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El joven del lejano Oriente

~~Soy un hombre de 50 años, bisexual, casado que siempre busca en los avisos
 de la web para encontrar personas similares a mi a fin de tener encuentros
 sexuales de puro placer sin ataduras, ni mayores complicaciones, ni
 trascendencia.
 Hace unos dias revisando la pagina local habia un aviso de alguien
 que buscaba un hombre cuyo perfil se ajustaba perfectamente a mi. El aviso
 lo habia colocado un joven de 19 años, lo que en otra ocasion hubiese hecho
 descartarlo. No tengo nada contra los jovenes, solo que resulta muy
 comprometedor que te vean en la calle con un muchacho que puede ser tu hijo.
 Sin embargo, en esta oportunidad habia un detalle que llamo mi atencion, era
 un joven con rasgos orientales ya que es descendiente de japones y
 venezolana. Debo decir que siempre he sentido una debilidad por los hombres
 japoneses, tal vez sea que son muy diferentes a mi ya que yo soy mas del
 tipo oso, o por lo inusual ya que la colonia japonesa en Venezuela es muy
 escasa.
 Le escribi y casi de inmediato contesto. Se llamaba Jaime, hijo unico, y
 estudiante del ultimo año de bachillerato. Esto mas lo complicado de mi
 agenda limitaba mucho la posibilidad de un encuentro. Le di el numero de mi
 celular y quedamos que me llamaria tan pronto el encontrase una oportunidad
 para conocernos.
 Pasaron varios dias hasta que llamo cerca de las 6:00 pm de un jueves
 diciendome que sus padres habian salido y que si queria podia ir a su casa.
 La idea me asustaba ya que no estaba en mis planes ser encontrado en la cama
 con un muchacho. Pero eran tantas las ganas de conocer a mi
 japonesito que me dirigi de inmediato a la direccion que me habia dado.
 Se trataba de un pequeño edificio de tres pisos con un apartamento por piso,
 Cuando llegue una figura desde el tercer piso me hizo señales de que ya
 bajaba a abrirme la puerta. Yo tenia miedo de lo que me iba a encontrar ya
 que Jaime no se habia querido describir fisicamente. Me imaginaba que era un
 moco, una loca soltando plumas por todos lados, o tenia un pene minusculo.
 Pues no, resulto ser de lo mas atractivo, tenia esos ojos orientales
 que tanto me perturban parcialmente escondidos
 detras de unos lentes correctivos de montura muy moderna, media como 1,75m y
 se podia ver que debajo de la sudadera habia un buen cuerpo. No mostraba
 tampoco ningun amaneramiento, asi que seguramente su problema era de pene.
 No habia duda, debia tenerlo como dicen que lo tienen los hombres de su
 raza.
 Subimos las escaleras hasta el ultimo piso, yo estaba decidido a hacer de
 todo con el, sin importar su edad, ni el tamaño de su pene. Al llegar al
 tercer piso Jaime me echo un balde de agua fria cuando me dijo que no
 podiamos entrar en su casa porque en ella estaba un tio enfermo que no se
 podia parar. Yo estaba tan caliente que no pensaba perder la oportunidad de
 finalmente tener algo con un japones (o medio japones como en este caso).
 Asi que en el entrepiso entre el 3er piso y la azotea me le acerque y empece
 a abrazarlo y besarlo apasionadamente.
 Estaba avido de saciar mi curiosidad sobre su pene, asi que no espere en
 bajar casi de inmediato a su encuentro. Oh! nueva sorpresa, su pene no era
 como lo imagine, tenia como 16 cm de largo, era mas bien gordo, y la piel
 parecia seda oriental. Pero mas que el tamaño lo que me llamo la atencion
 fue lo perfecto que era. Glande rosado y redondeado, tronco duro como una
 piedra y todo apuntando al cielo. Es uno de los penes mas hermosos que yo he
 visto, y vaya que he visto penes en mi vida.
 Habia en el un detalle que me perturbaba, me trataba de usted .
 Usted quiere que le desabroche el pantalon?, Usted
 quiere que lo bese?, etc.
 Resulto ser un jovencito bastante novato, trataba desesperadamente de
 bajarme los pantalones sin mucho exito, crei que me iba a romper el cierre
 en el intento. Por su forma de besar casi puedo apostar que era una de las
 primeras veces que lo hacia. Finalmente bajo mis pantalones y saco mi pene
 totalmente erecto, sus labios dejaron salir un que grande!. Me
 confeso que era el segundo pene erecto que habia visto en su vida, y que
 nunca sa habia imaginado que iba a mamar un pene de ese tamaño (18cm). Se
 arrodillo hasta que mi pene quedo a la altura de su boca, poco a poco se lo
 fue metiendo y yo suavemente iba dirigiendo su cabeza con mis manos. Resulto
 ser un buen aprendiz, al poco tiempo no necesitaba mas guia, engullia mi
 pene y apenas dejaba un poco sin abarcar. Me llego a calentar tanto que tuve
 que hacer esfuerzos para no eyacular en su boca.
 Yo no pensaba dejar desatendida la hermosa y gruesa paloma de Jaime, asi que
 lo fui llevando poco a poco hasta que se sento en las escaleras. Alli pude
 contemplar de nuevo esa hermosura, aunque no por mucho tiempo porque muy
 pronto estaba dandole una mamada fenomenal. Jaime gemia, temblaba, y no me
 pude todo lo que queria a su pene ya que el chamo estaba a punto de acabar
 en cualquier momento y yo tenia intenciones de que siguieramos gozando un
 poco mas.
 Nos paramos y nos entregamos de nuevo a una sesion de besos y abrazos. Yo le
 propuse penetrarlo pero le daba miedo el tamaño del mio, asi que pasamos a
 mi. Le puse el condon que habia comprado camino a su casa, me incline un
 poco para facilitar su entrada. El se puso en posicion y me lo metio de un
 solo trancazo, no pude evitar lanzar un quejido. Saco su pene mientras con
 voz de susto decia Ay Señor, disculpeme pero no tenia intencion de
 causarle daño.
 Lo tranquilice diciendole que el quejido era de puro placer, asi que de
 nuevo le expuse mi culo y el diligentemente me lo metio. Que ricura, saber
 que esa hermosa herramienta esta haciendose camino dentro de mi ano. Jaime
 no lograba encontrar el ritmo adecuado, asi que yo lo hice apoyarse de la
 pared y empece a culear hasta que logre sacarle toda la leche.
 Me voltee y el me empezo a masturbarme con poca destreza, pero el grado de
 excitacion que tenia fue suficiente para tener una tremenda acabada en que
 cayo en su cara y lleno sus manos. Con mis dedos retire parte del semen que
 llenaba su cara y chupe mis dedos, luego los volvi a llenar con mi semen, y
 esta vez fue el quien probo mi semen. Era genial verle oler y probar mi
 semen como si fuera algo raro, pero lo mas genial fue ver que esa maravilla
 que tenia entre sus piernas volvia a tomar tamaño (nada como tener 19 años).
 Asi que empezamos de nuevo, yo me apoye sobre los escalones y abri mis
 piernas para que pudiera penetrarme de nuevo. No habia terminado de tomar
 posicion cuando el volvio a metermelo de un solo trancazo, solo que esta vez
 mi ano estaba plenamente dilatado y entro sin causar dolor. Fue tal la
 cogida que me estaba dando que eyacule sin casi tener que tocarme mi pene,
 el por su parte acabo lanzando una gran grito de satisfaccion.
 Creo que fue en ese momento en que nos recordamos que estabamos en el
 descanso de la escalera de su casa con los pantalones por los tobillos, mi
 camisa desabotonada, su sudadera por el piso, y ambos completamente sudados.
 Esta situacion hizo evocar mis inicios con mi primo, tambien en una escalera
 hace muchisimos años.
 Apresuradamente nos acomodamos lo mejor que pudimos y bajamos para que me
 abriese la puerta. Lamentablemente, aunque hemos intercambiado mails no ha
 sido posible cuadrar un nuevo encuentro, aunque sea en unas escaleras. Al
 menos tengo la satisfaccion de haber cumplido con fantasia de tener algo con
 alguien del lejano oriente.
 

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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