Prologo

Soplaban vientos de primavera, la tarde calma se transformó en noche serena, y tu con la luna y las estrellas, sentiste que una mano rozaba tu piel; enloquecíste con el perfume de las flores, y mientras un sueño se extendió sobre la hierba
te acostaste siendo princesa y te levantaste ya reina.
Ahora vives la vida de mujer importante porque a los trece años ya has tenido un amante!. Pero recuerda que un día sabrás que la fruta madura en la época justa, con todo el sabor. Y en esa
frenética carrera buscando el amor, un día comprenderás que ese tiempo perdido fue justamente el tiempo mejor....


I.-

Te había parecido una cosa novedosa de hacer, y lo estabas deseando, era una manera de poder satisfacer las ansiedades de Carlos sin perder la virginidad, chupar la polla de él no iba a ser una cosa asquerosa.
Gygy sentía que estaba orillando esa cuerda floja de equilibrista, en el borde de la satisfacción y lo depravado, la pureza y la pasión.
Después de todo era una buena solución, ser virgen y no dejarlo frustrado pero satisfecho.
Gygy siguió evocando cómo los labios dulces de Romina habían chupado y acariciado esa verga hinchada y cómo Jordi había lloriqueado y se había corrido en la boca ávida de su amiga. Ella había estado disfrutando obviamente la chupada. En ese mismo momento, ella que era de la misma edad, sabía que iba a tener que hacer lo mismo, quedaba una sola duda:. --¿Era esta la ocasión conveniente? -.
Carlos era muy bonito y popular pero ella todavía no estaba realmente enamorada de él.
Ella no deseba que mantuvieran un doble encuentro, pero haber visto a Romina en acción había sido la cosa más emocionante de su vida.
Carlos tenía tanto calor, su cara parecía un tomate, cuando ella se acercó, ambas manos se tentaron en apretar esas tetas y sus ojos brillaron con una necesidad desesperada.
Gygy se estaba desmoronando; su coño se estaba empapando, saboteando su virginidad interior, y de adentro fluía lava como un torrente.
Pensó que lo mejor que le podía pasar era tener un orgasmo y así poder
enfriar sus ansias temporalmente, claro que si le permitía meter mano luego debería retribuir el favor.
Esto quizás era mejor que chupar o follar y era ciertamente el menor de los males. Gygy estaba caliente con la idea de excitar a Carlos masajearlo y bombearlo hasta hacerlo estallar en sus manos.
Se sentía bastante excitada y a punto cuando empezó a masturbarlo.
La verga de Carlos estaba tan tiesa y sus pelotas estaban a punto de
estallar, cuando por fin entendió lo que ella estaba haciendo, se dio cuenta que esas manos rozaban la polla por encima de sus pantalones. Esto le brindó libertad de movimientos, entonces empezó a masajear sus tetas.
Gygy se retorció de dolor y él al ver que no había resistencia, siguió ahora con movimientos más suaves y calmos.
Miró de reojo hacia abajo y vio como estaba masajeando la polla
por encima del pantalón y suspiró aliviada porque suponía que en este
encuentro ya no iba a pasar nada.
Carlos lo había dado casi por una causa perdida, debido a la inexperiencia de la chica y si Gygy se hubiese resistido otro momento, hubiera desistido, terminando por pedir auxilio a Romina o simplemente se hubiera masturbado al llegar a casa.
Pero ahora las manos de la rubia virgen estaban trabajando en él, acariciando su verga, Ésa era una señal más que alentadora, ya que según su experiencia ninguna muchacha que lo hubo frotado había quedado ilesa.
Él había estado bastante salvaje por la urgencia, pero ahora ya se sentía seguro de obtener su preciada descarga. Carlos podía disfrutar de los preliminares ya que intuía el final cremoso y amable.
Entonces comenzó a susurrar palabras de amor al oido y a ella le gustó
esto, se besaron en forma amorosa y el juego se hizo más placentero, se
dieron un beso francés, Carlos penetro en su interior y se entrelazaron las lenguas. Romina se sonrió que cuando vio que Carlos y Gygy se estaban
entendiendo, cuando escuchó los forcejeos había pensado que si ella
no empezaba a tratarlo mas apasionadamente, se tendría que hacer cargo de la situación y satisfacerlo personalmente; la idea de tirarse a los dos le
sobrevoló la cabeza siempre y cuando Jordi no se pusiera celoso.
Romina se acomodó en el sillón y recomenzó a frotarlo de nuevo, dado que quizás no pudiera hacerlo con los dos, haría gozar de nuevo a Jordi.
Este tenía La verga amorotonada después de su eyaculación, pero no había quedado completamente muerta, colgaba a lo largo de su pierna.
Pero cuando comenzó a frotarlo de nuevo, la polla de Jordi empezó a crecer de nuevo. Sus pelotas lentamente se fueron endureciendo y cuando ella lo frotó en forma enérgica se enderezó como una vara tiesa.
Romina acarició y tocó sin ninguna prisa, disfrutando el latido de la verga inflamada y sus pelotas llenas de otra carga preciosa.
Ella continuó mirando de vez en cuando, para ver cómo Gygy y Carlos se franeleaban apasionadamente, él había abierto la blusa y sin ninguna resistencia estaba mimando sus tetas, con dos dedos retorcíó los pezones, entonces Gygy gritó, él prosiguió más suavemente, apoyó su boca y se las chupó, ella arqueó la espalda y permitió que él inflara esas hermosas tetas. Ella estaba frotando todavía su bulto cuando él le ordenó:
-“Sácalo”-.
Gygy dudó, pero fue una impostura, lo único que quería era aparentar, que no era una chica fácil, desabrochó su pantalón, bajó la cremallera y la polla saltó como por arte de magia.
Nunca había visto una verga tan grande, pese a su experiencia muy limitada, le pareció enorme, y cuando sacó también las bolas estas aparecieron gigantes.
Ella lo recorrió con la vista y pudo apreciar que ya de su punta manaba un liquido viscoso cristalino, entonces no lo pensó mas y lo asió con ambas manos, con una acariciando las pelotas y con la otra empezó un lento sube y baja del capullo.
Fue adorable verla, porque lo hizo durar una eternidad, se veía tan maravillosa esa polla inflada y latiendo bajo su palma!!
Pero claro ella quiso saborear el placer de bombear, Carlos gimió y suspiró, empezó trabajar con una mano por debajo de la falda, Gygy no ofreció resistencia, y el se desesperó por meter mano a su entrepierna, acarició suave sus firmes y bien formados muslos, y ella se fastidió con la lentitud del procedimiento, entonces se arqueó y busco un mayor acercamiento, él sin embargo siguió jugando con sus muslos evitando la entrepierna, sabiendo que ella estaba deseosa, la hacía desear mas y mas para luego someterla.
Gygy no aguanto más y lloriqueando le dijo:- “puedes tocarme allí si quieres”-.
-¿Allí donde?- respondió Carlos con sorna
-” Tu sabes”-
-"¿Dónde?"-
"Entre las piernas," ella lloriqueó.
"¡Dónde!" él la desafió.
"¡Mi coñito! ¡puedes tocar mi coñito!" ella lloriqueó totalmente descontrolada.
Carlos empezó a tocarla con la punta de sus dedos de arriba abajo por los bordes de la braga, los encontró totalmente empapados, el calor ardiente del coño se hacía sentir a través de su mini bombachita de algodón.
Gygy se retorció de placer sobre el asiento del diván, estaba vacilando y perdiendo el control del vaivén que ejercía sobre la polla de Carlos.
Los jugos estaban llenando la chochita mojando sus bragas y se escurría por los bordes rodando a través de sus muslos preciados.
Carlos resbaló un dedo a través de los labios y lo remontó a través del tajo a lo largo, cuando llegó a la cresta le dio unos golpecitos certeros en la cima de su clítoris inflamado.
Ella dio un brinco de alegría y gozó exhalando un largo gemido.
Triunfante tomó su tiempo mimando lentamente y empujó su dedo al corazón del clitoris, trabajando en él en forma circular volviendo a meter el dedo dentro una y otra vez .
Gygy estaba jadeando. Ella tiró su cabeza atrás y cambió su cara infantil por una expresión torcida de lujuria. Carlos agregó un segundo dedo, comenzó a moverlos dentro y fuera de sus labios. ¡Que maravilloso se sentía! ¡Se sentía tan bien que cuando ella empujó sus propios dedos a allí comprendió perfectamente cuán bonito sería tener su propio orgasmo!.
Carlos estaba disfrutando el jugueteo con el coño de Gygy y quiso contemplarlo, para eso levanto su pollera, engancho el elástico de las bragas y empezó a arrastrarlas para abajo.
Gygy tembló. Era peligroso permitir que le quitaran las bragas, luego sería muy fácil abrir las piernas y que la polla se resbalara dentro, pero ya era tarde, ella no pudo resistir la tentación.
Se arqueó y permitió que Carlos le quitara la braga, Carlos la sacó y al tirarla esta se aplastó completamente empapada.
Gygy lo sujetó automáticamente al juntar sus piernas, pero luego las abrió para excitar aún más a Carlos, él se quedó mirando fijamente entre sus piernas y el rostro se transformó en una máscara de deseo y lujuria.
Gygy lo exacerbó aún más aferrándose a su polla; movió la palma de la mano descapullando la flor roja de su cabeza.
Él escondió agregando un dedo más adentro y empujó con fuerza, fue hacia arriba y pellizco su clítoris.
-"¡No, eso no!"- ella protestó con fiereza.
En represalia empezó a masturbarlo con furia, abajo los tres dedos se agruparon sondeando y comprobaron que la chochita estaba lo suficientemente abierta, cuando el apoyo su cabeza la raja cerrada se convirtió en un agujero ovalado boquiabierto. Su verga lo estaba golpeando.
Ella movió sus caderas ferozmente de lado a lado , trabajando su coño, pero ya estaba sujeta, la barriga de él apoyada y comenzando a bombear,
una punzada se alojó en su interior y ella supo que iba a lograrlo pronto. Entonces se quiso correr con él compartiendo la sensación al mismo tiempo.
-"correte,"- suplicó. -"¡termina adentro!"-
Carlos gimió, mientras aceleró su ritmo y la consoló con palabras de amor que la hicieron estremecer.
Romina miraba extasiada abajo entre medio de sus cuerpos, mirando el vaivén de la verga esperando la eyaculación . Su lengua salió y quiso recoger todo el esperma, cuando él se corrió sacó rápido la verga y ella la tomó y chupó toda su crema.
Quiso tragar toda esa crema formada por flujo sangre y esperma, estaba tan caliente, tan hambrienta que estaba deseosa de beberlo.
Se lamentó cuando no hubo más y movió la polla en forma frenética Carlos aulló salió de las manos de ella y con las ultimas gotas regó las tetas.
Ella chilló cuando sintió la lava de su lujuria que la empapaba. Continuó masturbando a Carlos con la mano y hundió la cara en la raja de Gygy chupando los jugos humeantes que brotaban afuera.
Romina miró fijamente debajo de Gygy viendo sus muslos, extendidos abiertos , corría por ellos un resbaladizo zumo color rosa.
Sonrió abiertamente, la vista era fascinante, lo que ella buscaba y ya se encontraba lamiendo esos labios en forma frenética, mientras por ellos caía un hilo de sangre que marcaba el final de la inocencia.


Dedicado especialmente a mi amiga Gygy de Valencia a la cual quiero y aprecio de sobremanera.

martamarques