De repente en mitad de la noche un golpe, un estrambótico ruido, horas y horas inmóvil bajo el frío y duro metal, un charco negro sobre la carretera, él también muy quieto, las sirenas sonaban sobre mi cabeza, no me podía mover, pero me movían ...., me hablaban pero hacia caso omiso y aunque estaba casi inconsciente, me acordaba perfectamente de todo .... pero no quería reconocerlo, una luz cegadora me hizo cerrar los ojos fuertemente ....

Cerré los ojos y divisé un camino, sus voces se iban acallando mientras andaba, se alejaban sutilmente de mi.

Anduve durante horas, pero el camino no conducía a ningún sitio, ... sólo se veía el fondo, siempre igual de lejos ... siempre igual de largo.

Cuando los abrí estaba frente a la laguna, el frío aire de la noche me azotaba en la cara, una pequeña barca se acercaba lentamente, sólo una persona dentro y un destino sin retorno.

Se paró frente a mí y extendió su mano, le di una moneda, no sé de donde la saqué, pero sí sabía que debía dársela, me invitó a subir y zarpamos hacia la otra orilla, parecía imposible llegar, pero avanzábamos rápidamente, durante el trayecto no dijo nada, sólo bajó la cabeza y remó.

Al llegar me hizo bajar y se alejó sin mirar atrás.

Me quedé sola ente una gran puerta, miré interesada a mí alrededor, un paisaje desierto, ni un alma, la única luz que se veía era la de la luna, cuerpos colgados de árboles, tumbas, ataúdes abiertos, restos humanos esparcidos, el olor a muerte estaba en el ambiente, ...., oí los ladridos de un perro le oí respirar en mi nuca, sentí su presencia me di la vuelta, pero no había nadie,... me asusté un poco, pero vi que una mujer se acercó a mí, era realmente bella, tenía una tez blanca inmaculada, ojos negros profundos, me cogió la mano tiernamente, abrió la puerta y me llevó con ella al interior.

Un pasillo largo y tétrico, húmedo, oscuro, silencioso, ..., miraba todo lo que había allí, pero no podía ver casi nada, la poca luz que había me lo impedía.

La mujer paró, el pasillo se bifurcada, cogimos el camino de la izquierda, ..., al fondo una puerta un tanto extraña de color negro, grandísima, ...., me dejó allí, frente a la puerta cerrada.

No sabía que hacer, ..., me quedé parada mirando el pasillo, las sombras me asustaban, se oían ruidos extraños que no puedo describir ..., pisadas ..., otras vez los ladridos ..., aunque todo estaba vacío, no había nadie más que yo.

Oí unos ruidos extraños que provenían de una habitación que tenía la puerta abierto, me acerqué sigilosa y eché un curioso vistazo, pero alguien me sorprendió:

- ¿Qué estás haciendo tú aquí? - , me asustó era una mujer muy mayor, andaba agachada y tenía una joroba, guiñaba los ojos como si no viese bien - Contesta muchacha - insistió.

- No lo sé ...- dije y era verdad no sabía porque estaba allí, simplemente estaba.

Abrió la puerta de par en par, me quedé allí, volvió a salir y me hizo una señal con el dedo - pasa muchacha - dijo, la seguí hasta el fondo de la habitación, se sentó y me ofreció asiento, estaba frente a una marmita, hacia mucho calor, avivaba el fuego con ramas secas, profería palabras en latín, no entendía nada, mientras mezclaba ingredientes y del fuego saltaban chispas, volví a oír los ladridos, me quedé petrificada, la vieja debió de darse cuenta y dijo:

- Tranquila niña, es el perro de la casa, cuida de todos - sonrió, tenía los dientes negros.

La verdad, ..., no me calmó su respuesta, seguía cocinando lo que sea que estuviese haciendo, mientras yo en aquella mugrienta silla mantenía los ojos muy abiertos para percatarme de todo lo que ocurría a mi alrededor y aunque oía muchas cosas cuando intentaba saber que era miraba pero no veía nada, ¿qué cosa más extraña?, ¿qué será este sitio?, ..., no sabía donde estaba, sólo que estaba allí y allí debía estar, no me sentía mal del todo en aquel lugar, pero las dudas me acechaban, quería descansar un poco, me dolía la cabeza y cerré los ojos ...

De pronto sentí un impacto muy fuerte en el pecho volví a abrir los ojos, ..., ¿qué pasa? , ... las voces volvían a mí, había gente ¿quiénes eran?, ¿qué querían?, ..., gritaban, corrían de un lado a otro como locos, .... ¿qué pasaba? .... de repente un punzada en la garganta ....

Desperté al lado de esa mujer que me encontré en la puerta, ..., me dolía la cabeza y sentía un sabor amargo en la boca, me toqué el cuello y tenía sangre ... ¿lo habría soñado?, .... debía de estar volviéndome loca, ..., demasiadas emociones fuertes para un día.

- ¿Qué te ocurre? - me dijo la mujer.

- Creo que he tenido un sueño extrañísimo, .., o no sé si era un sueño, estoy confusa.

- Tranquila - dijo - pronto lo entenderás.

Me dejó con la duda, ¿qué tenía que entender? ... las voces estaban en mi cabeza, pero no las entendía se mezclaban unas con otras, gritos, llantos, ..... él seguía inmóvil frente a mí, sabía quien era, pero no lo quería recordar ..... otra punzada .....