El encuentro que quedó en el olvido.
Anoche cuando me acosté en mi cama comenzaron a llegarme recuerdos de ti, cantidades de recuerdos. Yo estaba desnuda debajo de las sabanas y aproveché la oportunidad para acariciarme el clítoris cuando me acordé de todo, de ti y del correo electrónico que me enviaste ayer en donde hablabas de de aquellos viejos tiempos; recordabas todo: la vida en este entonces era menos complicada que ahora.
Yo trabajaba en un parque de diversiones y junto con tu amigo Jorge venías a este parque para montarse en los aparatos, la montaña rusa. Algunas veces venías con otras personas, otras, te quedabas conmigo.
Eras primo de mi mamá, diez años mayor que yo, pero a pesar de eso yo quería tener algo contigo, por lo que tenía fantasías, y de tanto pensar en ti mi calentura aumentaba mas y mas. Había mucha atracción, mucha química, nos quemábamos por dentro, sin que nadie supiera, pero por respeto a mi madre siempre nos quedábamos en lo superficial, no hacíamos nada, no íbamos al fondo del asunto…hasta que cierto verano …… sucedió lo que les voy a contar.
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Yo tenía los caballos listos, y solo yo iba a montar hoy. Hacía mucho calor por lo que empaqué las sillas de montar junto con agua helada y algunas frutas. Oí el sonido del motor de tu carro, un Ducati, aproximándose por la carretera de tierra y fui a recibirte - ¡ese día viniste solo!
- Epa!! ¿Jorge no vino hoy?
- No, no pudo venir - dijiste.
– Pero por eso no voy a dejar de montar a caballo.
Cuando dijiste esto vi un brillo en tus ojos y noté que me sonreíste. Así que montamos y emprendimos el camino cuesta abajo.
– Vamos hasta el río!! - sugeriste. – Allá hace bastante fresco y los caballos pueden tomar agua.
Dimos la vuelta con mucha calma y sin prisa siguimos el camino, en medio de los arbustos, abejas que y pájaros cantando. Todo era maravilloso al mismo tiempo que conversábamos sobre las cosas de ese día y nos internábamos mas adentro en el bosque.
Luego llegamos a un lugar estrecho del camino y los caballos tuvieron que juntarse cuerpo con cuerpo. Nuestras piernas se tocaron y una sacudida como de electricidad me recorrió el cuerpo. Te miré por un momento. Luego volví la vista hacia otro lado, pero sin antes observar la mirada en tus ojos: sentiste lo mismo que yo.
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Debajo de las sábanas seguí tocándome el clítoris recordando todo esto, acostada en mi cama: ya mis jugos me empezaban a salir de la cuca.
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Seguimos cabalgando y me preguntaba lo que estarías pensando. No sabía como controlarme porque te deseaba demasiado en ese momento. Esta vez no disimulaste ni te hiciste el desentendido, ni cambiaste de tema como lo hacías en los tiempos pasados: me sonreíste.
Por fin llegamos al sitio en donde el camino ya era amplio:
- Vamos a galopar!! – te dije. – Apostemos a ver quien llega primero al río- y salí disparada de repente sin avisarte, riéndome cuando te oí gritar algo por la ventaja injusta que te había ganado.
Cuando llegaste al sitio, ya yo había quitado la montura del caballo y lo había amarrado cerca del río para que bebiera y descansara. Me senté debajo de un viejo árbol de caucho y miré cuando te bajaste del caballo para luego llevarlo hasta el arroyo.
- Mierda, me duelen los músculos – gemías cuando caíste a mi lado y tomaste bastante agua.
- Tal vez la silla no es la apropiada para mi.
Al decir esto te acostaste y cerraste los ojos.
Sin pensarlo, toqué tu pierna, justo arriba de la rodilla: - ¿Te duelea quí? – pregunté.
- No, un poquito mas arriba.
Sonreíste, casi como si me retaras. Así que acepté el desafío y moví la mano un poco mas arriba y comencé a restregarte el papo entre las piernas.
El tiempo pareció detenerse y las abejas quedaron como paralizadas. No había ningún ruido, solo tu respiración. Me miraste a los ojos, ni risas ni chistes. Mucha seriedad en lo que estábamos haciendo: te inclinaste para besarme, colocaste tus brazos alrededor de mi, acercándome para que me acostara a tu lado.
Me puse demasiado nerviosa porque era demasiado joven y sin experiencia comparado contigo. Claro que si tuve un novio o dos, pero todos eran de mi misma edad y sabían mas que yo. Pero tú eras diferente y estabas al tanto de mi reacción, lo que yo iba a sentir.
- ¿Estás segura de lo que vamos a hacer? – me preguntaste y moví la cabeza afirmativamente, sin poner ninguna objeción: todo me parecía un sueño que no deseaba interrumpir.
Me besaste de nuevo y comenzaste a desabotonarme la blusa y también el brassiere. Muchos besos en mi cuello para luego meterte uno de mis senos en la boca, agarrándome el otro con los dedos. Se sentía delicioso y no creía lo que me estabas haciendo todo eso. Ya estaba a punto de acabar en ese mismo sitio.
Tus manos, tan seguras, bajaron hasta mis blue jeans, para bajar el cierre y quitármelos junto con las botas y las medias. Luego, mientras yo sostenía la respiración, metiste los dedos debajo de la goma de mis pantaletas y las desplazaste hasta abajo para quitármelas.
- Qué bonita eres - susurraste, lamiéndome todo mi cuerpo hasta abajo.
Yo gemía, intentando recuperar el aliento perdido en medio de tantas sensaciones. Luego me separaste las piernas y metiste la lengua hasta tocarme el clítoris. Exploté en un orgasmo, gritando cuando los espasmos y convulsiones se apoderaron de mi. Seguiste lamiéndome el clítoris y luego tu lengua se metió dentro de mi vagina saboreándome la cuca y sus jugos. Pasabas y pasabas la lengua. No se cuantas veces me llevaste hasta el punto en que estuve apunto de tener el orgasmo, pero perdí todo sentido de tiempo y lugar. Estabas sólo tú y tu boca, tus manos sobre mi y los dedos dentro de mi. Luego, me separaste las piernas un poco mas y de repente tu huevo quedó a la entrada de mi cuca: mis ojos se abrieron para mirarte, desearte, estar cerca de tu cara cuando me lo introdujiste. ¡Qué delicioso lo sentí! Como si estuviera en el cielo. Comenzaste a moverte, lentamente, luego un poco mas rápido hasta que ambos encontramos el ritmo apropiado y mis movimientos eran igual que los tuyos. Coloqué mis piernas alrededor de tu cintura, y nos besamos; nuestras lenguas también hacían el amor, la tuya se metía en mi boca al mismo tiempo que hacías los movimientos para empujarme el huevo. Recorrí mis manos por tu espalda, intentando jalarte para tenerte mas cerca, y sentir como se me venía el orgasmo. Ahora tus movimientos eran mas imperativos, mas insistentes y tomaste el control de todo.
- Ya casi, ya casi!! - susurraste.
- Acaba conmigo nena!!
Sentí tu huevo que se ponía mas duro dentro de mi y comenzaste a acabar, llenándome con tus jugos, tu huevo disparando y regando el semen. Mi propio orgasmo llegó para dominarme y las olas de puro placer recorrieron todo mi cuerpo, los músculos de mi cuca se apretaron alrededor de tu huevo, sacándole toda la leche, tus jugos, mezclándose juntos allá adentro.
Caes sobre mi cansado intentando respirar con mas calma. Ambos estábamos empapados por el sudor, nuestros cuerpos calientes por tanto ejercicio!!
Me besaste suavemente y te acostaste a mi lado. Allí estábamos tendidos en silencio durante buen rato examinando, meditando y pensando en lo que acabábamos de hacer.
Luego, te miré y sonreí, sin decir nada. Me acerqué a ti para besarte en el pecho, lamer tus pezones y seguir hasta abajo: hasta que llegué al huevo que ya estaba comenzando a ponerse duro de nuevo.
- Déjame mamártelo bien – te dije con calma, y bajé la boca hasta que quedó bien adentro, atrapándolo, metiéndolo mas y mas todavía. Le daba vueltas a la lengua mientras subía y bajaba la cabeza probando tus jugos:
- Mmmmmm!! ¡Qué delicioso!!
Te quedaste allí, sin moverte, intentando mantener el control mientras seguía cuando moviendo la lengua alrededor del pene hasta que te lamí la punta, y seguí hasta las bolas, metiéndomela en la boca una por una, y dándoles vuelta. Relamí y chupé por debajo de ellas y gemías cuando tu huevo se puso duro como una roca de nuevo.
Me moví hacia atrás para metérmelo en la boca con movimientos cada vez mas rápidos, atropellados, y ya el semen comenzaba a salir para que yo lo probara.
Yo tenía una de mis manos en tus bolas y sentí cuando se apretaron. Luego me di cuenta que estabas a punto de acabar y me avisaste con voz quebrada, esperando a que me retirara pero solo seguí mamando mas y mas, para probar tu semen, tragármelo: de repente tu huevo comenzó a disparar:
- ¡Aahhhhh! Gemías, mientras yo mamaba mas, mi boca llenándose con tu leche, que me sabía a dulce: me la tragué toda, mientras bombeabas mas. Tragué de nuevo, volví a tragar, y un poco de saliva me corría por la barbilla, lamiéndomela mirándote a la cara.
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Mis dedos restregaron mi clítoris bien duro acostada en la cama cuando recordé esto último. Doblé la espalda en arco y acabé con una gran cantidad de jugos que cayeron en mis manos y el otro dedo bien metido dentro de la cuca, pensando en ti, tratando de imaginarme de nuevo toda la escena.
El resto del día fue muy borroso en mi memoria. No recuerdo mucho. Se que nos lavamos en las aguas del riachuelo, y regresamos, pero los detalles no los recuerdo, sin claridad, como una niebla. Yo sólo se que sin ponernos de acuerdo habíamos hecho todo esto, en forma espontánea e ingenua; que caímos en el error de sobrepasar los límites y que no lo íbamos a repetir otro día. También sabía que por nada del mundo me hubiera perdido todo lo que me diste en esa oportunidad, que hubiera aprovechado todo. Todavía lo recuerdo como si fuera uno de mis tesoros mas preciados.
Y allí acostada en mi cama esa noche, pensando en ti mientras me masturbaba, sabía que lo que pasara lo que pasara, siempre estaríamos unidos y nada lo rompería.
FIN
Traducido por Marcos Urbina
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CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS
Forbidden Encounter
by Marcos Urbina
I Iaid in bed last night, and the memories of you came flooding back, I was naked under the sheets and began to touch myself, as I thought about you and the email you sent reminiscing about the old days when life was less complicated...........................
I was working at a recreational park, and you and your mate George used to come out there to go riding, sometimes with others, sometimes just with me.
You were mum's cousin, older than me by some 10 years, but I always had a crush on you, fantasised about you, and as I got older, had the hots for you real bad. The attraction was there, smouldering just under the surface, but we respected mum, and always stayed within the boundaries - all except for one hot summers day......................................
I had the horses ready, just me taking the ride today and it was hot so I packed the saddlebags with iced water and some fruit,
I heard the roar of your Ducati coming up the dirt road and went to meet you - you were alone that day.
"Hey," I smiled, "Where's George today?"
"He couldn't make it," you said, "But I'm not missing out on my ride" and your eyes twinkled as you grinned at me.
So we mounted up and started down the trail, "Let's go to the creek then," I suggested, "It's cool down there and the horses can drink too."
We meandered down the trail, through the bush, cicadas buzzing and birds chirping, it was really nice and we just chattered on about everyday stuff as we rode deeper into the bush.
We came to a narrow spot on the trail and the horses jostled together - our legs touched and a jolt of electricity ran through me. I looked at you, and then quickly looked away, but not before I saw the look in your eyes, you had felt it too.
( and as I touched my clit, lying there in my bed, I remembered how it felt that day, my juices were flowing then too)
We rode on, I wondered what you were thinking, and wondered how I would control myself, I wanted you so badly. This time you did nothing to diffuse the situation, not like in the past, this time you just smiled at me.
We came to the open stretch, "Let's canter, " I said, "Beat you to the creek," and I took off, laughing as I heard you yelling something about unfair advantage.
By the time you got there, I had already taken the saddle off my horse and tethered him near the creek so he could drink and rest, I sat down under a big old gum tree and watched you as you slid off your horse and led him over to the creek.
"Shit, I'm sore," you moaned as you flopped down beside me and took a long drink,"Must be a different saddle or something" and with that you laid down and closed your eyes.
Without a thought, I touched your leg, just above your knee, "There?" I asked, "No, a bit higher" you grinned, almost as if you were daring me, so I took up the challenge and moved my hand up a little higher, and began to rub your thigh.
Time seemed to stand still, the cicadas had stopped and there was no noise at all apart from our breathing, and you looked into my eyes, all joking gone now, you leaned up to kiss me, wrapping your arms around me and pulling me down to lie next to you.
I felt so nervous, I was so young and inexperienced compared to you, sure I'd had a boyfriend or two, but they were all my own age and knew no more about anything than me, but you were different, and you sensed how I was feeling. "Are you sure about this?" you asked me and I just nodded, not wanting to say anything in case it was all just a dream.
You kissed me again, and began to slowly undo the buttons on my shirt, then you pushed it off and slid my bra off too. You left a trail of kisses down my neck and took one nipple in your mouth, thumbing the other one, it felt so good, I couldn't believe what it was doing to me, I was almost cumming then and there.
Your hands, so sure, went down to my jeans, sliding the zipper down and pushing them off, boots and socks the same way, then, as I held my breath, you slipped your fingers under the elastic of my panties and slid them down too, "You're beautiful," you whispered as you licked your way down my body, I was moaning, trying to catch my breath lost in the sensations and then you parted my legs and slid your tongue across my clit. I exploded in orgasm, crying out as the spasms overtook me, you continued to lick my clit and then your tongue slid deep inside me as you tasted and lapped up my juices. I don't know how many times you brought me to the edge, I lost all sense of time and place, it was just you, your mouth, your hands on me and in me.
Then, you parted my legs a little more, and suddenly your cock was at the entrance to my pussy, my eyes flew open and I looked at you, desire and need on your face as you slid into me, god it felt like I was in heaven.
You began to move, slowly then a little faster as we found the rhythm and my movements matched yours. I wrapped my legs around you, and we kissed, our tongues making love too, yours matching your thrusting cock's movements. I ran my hands over your back, trying to pull you in closer, and feeling my orgasm building, your movements more urgent now as your own need took over.
"I'm almost there," you whispered, "Cum with me babe," and I felt your cock harden even more inside me as you began to cum, filling me with your juices, your cock spurting and spurting. My own orgasm overtook me then, and the waves of pure pleasure ran through my body, my cunt muscles clenching your cock, milking it, our juices mingling together inside me.
You collapsed on top of me as we tried to slow our breathing, we were both slick with perspiration, and so hot! You kissed me gently and moved to lie beside me, and we lay there for a while, in silence, contemplating what we had just done.
Then, I looked at you and smiled, and not saying anything, I moved and started to kiss your chest, I licked your nipples, and worked my way lower, till I reached your cock which was starting to get hard again, "Let me lick you clean," I said quietly and lowered my mouth down around it, taking it all the way in. I swirled my tongue around as I moved up and down tasting our juices, mmmmm it was so nice.
You just lay there, not moving, trying to stay in control, as I slid my tongue around and around, then I licked the tip, and moved down to your balls, taking them in my mouth one at a time and rolling them around. I licked lower, underneath them, and you moaned, your cock was now rock hard again.
I moved back up and took it in my mouth, my movements getting faster and faster and the precum oozing out for me to taste. I had one hand on your balls and I felt them tighten, I knew you were near to cumming, you warned me in a croaky voice, expecting me to pull away, but I just sucked you in deeper, wanting to taste your cum, to swallow it all, and suddenly your cock began to spurt, "Aaahhhhhh," you moaned, as I sucked harder, my mouth filling with your cum, it tasted so sweet, I was swallowing it all, still you were pumping, I swallowed again, and again, and had little dribbles running down my chin, which I licked up as I looked at you.
( my fingers were rubbing my clit so hard in bed as I remembered this, I arched my back and came in a rush of juice all over my hands, with my other fingers deep inside me, thinking about you, trying to picture that day again)
The rest of the day is a blur in my memory, I know we washed in the creek, and we rode back but the details are hazy. I know by an unspoken agreement that we realised we had overstepped the boundaries, and that it couldn't happen again. I also know that I wouldn't have missed it for the world. It's one of my most treasured memories.
And as I lay there in my bed last night, thinking about you, I knew that the bond between us would never be broken, no matter what happened in our lives.
THE END