Los últimos 5 años de mi vida, han sido tristes y monótonos, me llamo Maria de la Luz Montes, mas conocida por Maryluz, tengo 50 años, soy farmacéutica en una ciudad de Galicia, tengo mi propia farmacia, desde los 40 años soy viuda, mis dos hijas hace tiempo que comenzaron su vida independiente, he llegado a vivir solo para mi trabajo y mis terribles pesadillas de soledad y tristeza. Desde hace tiempo, algún tiempo me conecto a internet, y poco a poco fui dado con las paginas de los relatos, relatos eróticos, pues así también quiero que conozcáis mi propio relato.
Desde que murió mi marido, mi vida sexual se apago por completo, pase un periodo de 10 años sin tener a ningún hombre entre mis brazos, solo el trabajo, el gimnasio y la peluquería.
Para no vivir en un enorme piso vació, lo puse en venta y compre un chalecito a unos 20 kilómetros de mi ciudad, pero tuve que dar algunos arreglos. Un día hablando en la farmacia con unas clientas, sobre la necesidad de encontrar un buen pintor que me pintase la casa, una de ellas conocía a un señor que era un buen profesional, con el cual contacte.
El día señalado este señor, un hombre normal de unos 35 años, muy normal se presento, en mi chalecito, le indique todo lo que yo quería y me vine para mi farmacia, pasando unos tres días me llamo para que fuera a ver el resultado del trabajo. Ni siquiera me cambie de ropa, con la bata blanca, cerré la farmacia, tome mi coche y me presente en el lugar, todo había quedado bien pintado, ordenado y limpio, le pague al señor lo acordado, y estuvimos un rato charlando, tenia el sol a mis espaldas, eran las 8,30 de la tarde del mes de junio, y mi bata transparentaba todo lo que tenia debajo.
Una vez dentro de casa, abrimos unas cervezas y bebimos, charlamos un rato, y de golpe sin darme tiempo a reaccionar, me rodeo con sus poderosos brazos, me beso en los labios y no pude resistir, tampoco lo intente, me deje llevar, me quito la bata, quede en braga y sujetador, me sentó en un sillón, levanto mis piernas, introdujo su lengua en el interior de mis genitales, y sufrí una verdadera explosión de placer, hacia años que no sentía tal cosa, su lengua larga y dura recorrían el interior de mi vagina y su lengua era experta en dar unos toquecitos en mi pobre clítoris, dando grandes oleadas de placer, cada vez que su lengua me rozaba, veía inmensas luces de maravillosos colores en mi interior, en un momento me vine abajo, una oleada de invadió y el primer orgasmo en 10 años me dejo técnicamente semiinconsciente, en un estado de perfecta satisfacción.
Cuando reaccione vi delante mía aquel hombre con un inmenso trabuco de 20 centímetros derecho como una rama de un roble, se arrodillo me penetro de un solo empujón, introduciendo aquel rollo de carne, dura como una piedra en el interior de esta pobre viuda, puso sus manos sobre mis nalgas y comenzó a bombear con toda la fuerza de su vida, apretándome con fuerza, el sudor corría por nuestros cuerpos de tal forma que cada vez estaba mas resbaladizos y el no paraba de gemir y de empujar a fondo aquel inmenso embolo, que me hacia sentir llena, tan llena que comencé a gritar, de alegría, me vino otro orgasmo y mi vagina quedo inundada por mas leche de la que no me podía imaginar, cuando retiro su pobre pene este ya no tenia mas de 8 centímetros como mucho.
En agradecimiento lo tome con mis manos y lo introduje en mi boca, lo chupe un poco y con la punta de mi lengua jugué un rato con el, como por arte de magia volvió a estar otra venís posición de ataque, yo no podía perder aquella ocasión, había despertado mi sexualidad atrasada, no podía perder esta ocasión, me quite el sujetador, lo acosté en la alfombra y me lance encima de el, lo cabalgue con fuerza, con ganas, con ilusión hasta que el hombre volvió a escupir en mi interior.
Nos vestimos y regresamos a mi ciudad, no lo he vuelto a ver, pero me ha devuelto las ganas de vivir y de hacer el sexo con yo quiera. Los prefiero mas jóvenes de unos 22 0 24 años, cada fin de semana me consuelo en mi casa de campo con uno de estos jóvenes, que son unos expertos trabajando con su experimentada lengua, y todos los que llevo conocido disponen de muy hermosas trancas, aparte son verdaderas maquinas de hacer el amor, son incansables, en una noche puede echarte hasta 5 polvetes y quedar como una verdadera mujer satisfecha.
Este es mi pobre relato, el pintor me devolvió mi pobre vida sexual, ahora la aprovechare mientras pueda, hasta ha cambiado mi carácter, dicen mis clientes que soy mas agradable en el trato.