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El día que dejé de ser hombre

~~Cuando desperté me encontré totalmente desnudo, sentí el cuerpo de alguien detrás de mí. Pensé que era mi novia, lleve mi mano atrás, y al tocar aquel cuerpo sentí el miembro de un hombre, el cual se encontraba entre mis nalgas un escalofrío me invadió, trate de moverme sintiendo como salía el miembro de aquel hombre de mi culo, note como algo húmedo se escurría. Trate de repasar la noche anterior, recordé que estaba tomando aguardiente con Augusto un compañero de trabajo. Que me sentía muy embriagado y que Augusto se ofreció a llevarme hasta su apartamento argumentando que era muy tarde y que yo vivía muy lejos.
 Cuando llegamos al apartamento tomamos algo mas y luego nos fuimos a dormir cuando me sentí muy embriagado, compartiendo cama con Augusto, y también recordé que como siempre fue costumbre mía dormir desnudo, le dije que si tenia inconveniente si dormía desnudo, me dijo que no había problema que el también lo hacia, creo que esto fue la invitación para que augusto me violara aquella noche, ya que al rato de acostarnos sentí que augusto me tomo por detrás y violentamente me sostuvo hasta colocar su verga entre mis nalgas, al principio resistí pero al rato accedí y dejando que el hiciera lo que quisiera con mi cuerpo, me coloco boca abajo, abrió mis nalgas y escupió en el ojete de mi culo, lo que vino fue mi desflorada por parte de un amigo, recuerdo su miembro penetrar mi culo con violencia y dolor augusto tenia una verga demasiado grande, la mía apenas si alcanza los 11 centímetros. A los diez minutos termino dentro de mi, se que limpio su verga para luego podérmela a mamar.
 Todo el tiempo el actúo sin que yo me opusiera, alguna manera disfrutaba ser poseído y tratado como una puta, Augusto se vino en mi boca tragándome su semen, durante gran parte de la noche hizo de todo conmigo. Creo que me disfruto intensamente, sometiéndome a todo tipo de vejámenes, tomo mi cuerpo y le dio todos los usos
 En la mañana me levante aturdido y adolorido por la dura faena, mire augusto y vi que me estaba observándome, le pregunte inoficiosamente que había pasado, me respondió no lo sabes, te portaste como toda una loca, y como yo soy un macho no perdono, me sentí avergonzado, no sabia que hacer pues yo me consideraba hasta el día anterior un macho ahora, no sabia que hacer, había sido desflorado. Augusto me llamo y dijo que regresara ala cama que era día domingo, que lo que paso ya nada lo podía cambiar regrese a la cama y me acosté boca abajo, sabía que con lo que había pasado la noche anterior yo le pertenecía Augusto, en esos momentos me entregaba totalmente.
 Augusto tenía 40 años y yo apenas 20, éramos compañeros de trabajo y solíamos tomar nuestras cervezas los sábados. No sabía si yo había provocado esta situación o era Augusto. Augusto me empezó acariciarme la espalda luego fue hasta mis nalgas colocando un dedo entre ellas, para mi estas caricias eran nuevas y muy placenteras, no era lo mismo que con mi novia, ahora yo era la mujer, la cual le pertenecía a su macho. Augusto acaricio mis nalgas con deseos, yo dejaba que ocurriera. Aquellas caricias eran demasiado placenteras, tanto que arquee mi espalda para subir mi culo y ofrecerme una vez más a mi nuevo dueño. Augusto se levanto y se coloco entre mis piernas, su miembro estaba bien parado. Te has convertido en una noche en toda una puta, dijo riéndose, le voy hacer sentir un macho en ese culo, mi remerita. Augusto se mostraba como el macho dominador y yo como una hembra caliente esperando ser sometida por su macho. Era extraño que yo el macho educado bien parecido de ayer, el deseado por todas las compañeras de la empresa, el dominador estuviera disfrutando que otro macho con poca educación (era el vigilante de la empresa) algo vulgar lo tomara y sometiera como cualquier puta barata, que disfrutara ser tratado en esos términos. Augusto escupió en sus manos saliva y luego me la paso entre las nalgas, luego hundió un dedo en mi culo, luego metió dos y después tres. Yo sentía que se me rompía el culo pero lo disfrutaba intensamente. Cuando me tubo preparado me tomo fuertemente por las caderas lo que siguió fue una violeta penetrada, esta si totalmente conciente. Solté mi cuerpo y me entregue totalmente, sentí dolor en el culo pero lo disfrute. Mientras augusto me decía, ramera tienes un culo rico, ahora eres mi putica privada, así la quiero tener siempre empelota y en cuatro como una perra, esperando que su macho la clave.
 Yo le decía penétrame papito hazme tuya, soy tu perra, de ahora en adelante seré tu puta. Métame la verga, rómpame el culo, hazme sentir lo que soy.
 Era algo muy delicioso tener a aquel que había sido mi amigo penetrándome, sintiendo un placer infinito. Sin darme cuenta había descubierto mi verdadera naturaleza y todo con un hombre rudo que me utilizo como una mujer .Permanecí todo el domingo con augusto siendo sometido a sus perversiones.

Datos del Relato
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