Como les relataba en "Amalia" en categoría confesiones, después de varios meses de amistad con ésta hermosa mujer, llegamos a la cama en una forma sensacional, después de diez años de abstinencia sexual, tuvo una serie de orgasmos fabulosos, tanto en forma oral, como penetrada, si bién es cierto cuamdo la topé la primera vez, se quejó un poco, y no es para menos tener ensartada una verga de ocho pulgadas y gruesa, pero ya acostumbrada la gozó en toda su magnitud. Después de habernos dado gusto nos quedamos dormidos, pero unas dos horas después,sentí como besaba mi dorso, sentía su lengua y sus labios en mis pectorales y abdominales, partes de mi cuerpo que a ella le fascinaron, ya que por el ejercicio desde chico estaban bién formados, sin caer en la exageración, sentí como mi verga estaba al máximo, y tremendamente dura, la recorrió con su boca a todo lo largo y sentía como lamía y chupaba mis testículos, ella estaba super excitada, a pesar de su serie de orgasmos anteriores, estaba ansiosa de ser penetrada, era el despertar de su feminidad dormida durante tanto tiempo, se sentó sobre mí, y empezó a meterse el rollo de carne firme lentamente, sentía como entraba en su vagina super caliente, super húmeda, tanto por sus líquidos segregados por su excitación y por restos de mi semen que aún estaban en su interior, lentamente se la tragó todita, y así se movía muy despacio, paraba para apretar con sus paredes mi pene,era realmente delicioso sentir como me estrangulaba el miebro, empezó a cabalgar más rapido, se la sacaba dejando adentro solo la mitad de la cabeza y se sentaba de un solo tragandose todo, y lo hacía buscando la forma de deslizarse a manera que su clítoris en cada envión y cada salida rozara con el tronco, sentía la pequeña ronchita de rozaba a todo lo largo, así estuvo por unos cinco minutos, hasta que con pequeños gritos, sollozos y gemidos se vino. Posteriormente la coloqué en posición de perrito, y la bombié por largo rato, jadeaba de placer se volvió a venir, pero a todo esto yo ya tenía dos dedos metidos en su ano, ella decía que sentía delicioso, con el tercer dedo metido hasta el nudillo medio, su ano estaba dilatado, lentamente desaparecio mi cabeza en su ano, y poco a poco centimetro a centimetro, la metí toda, ella se quejó porque nunca lo había hecho así, pero conforme mis dedos jugaban con su clítoris, y su culito se dilataba acostubrandose a mi grosor, la penetraba rápidamente, por mis dedos corrían sus líquidos viscosos, no aguante mas y le inundé su canal, cuando sentí que ya no tenía ni una gota que echarle, le dí vuelta y aprisionando su clítoris erecto con mis labios, y mi lengua machucandolo en cada lamida la hice venirse nuevamente, sus jugos deslizaban hacuia la ranura de sus nalgas donde su unieron con un pequeño hiliti de sangre que salió de su ano desvirgado. Nos despertamos casi al mediodía, lo hicimos nuevamente, a mi ya me dolía el pene y ella con su vagina irritada casi de color corinto, pasamos tres días como locos, y así tuvimos relaciones, por casi un año dos días a la semana, todo era muy lindo hasta que tuvimos que separarnos para evitar que algo se nos saliera de control, al ser descubiertos por su hija que para ese entonces ya tenía trece años, pero eso será otra historia.