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Categoría: Ciber Sexo

El desconocido qué yo amé.

A veces me pregunto, ¿se puede amar con locura a alguién qué personalmente no conoces? Siempre creí qué no, eso no podia ser posible. Para amar tienes qué tener a tu ser amado cerca de ti, verlo, acariciarlo, besarlo, tocarlo, y sentir su calor de hombre o mujer. Hay una frase que dice asi,"fue amor a primera vista" y tambien hay otra frase muy verídica, "amor de lejos, amor de pen...sarse." Pero si el amor a primera vista existe, porque se han dado muchos casos, entonces, ¿porque no se puede amar a alguién qué personalmente no conoces?.Yo estoy cien por ciento segura qué una persona puede enamorarse de otra atravéz de la distancia. Estás cosas ocurren más frecuentemente de lo qué nos imaginamos. ¿No me creen? Vean éste caso.

Nunca me imaginé qué me volveria a enamorar y menos de la manera qué ocurrió. Son muchos los casos de mujeres y hombres qué se han enamorado por la internet, se han estado conociendo por algún tiempo, luego se conocen la voz por el teléfono, después viene la foto, y por último el conocerse en persona. Cuando se encuentran es cómo si se hubieran conocido de toda la vida, han alimentado ese amor o esa atracción por medio de una computadora. Al conocerse, esa atracción crece más, el amor se hace más profúndo y despues viene la boda o la convivencia. Ha llegado el momento de darse esos besos verdaderos, esas caricias qué tanto deseaban ambos y por fin hacer el amor, pero no por teléfono o la internet, la pasión se desborda, los cuerpos se conocen, se juntan y aquél fuego qué por tanto tiempo estuvo ardiendo, ahora se hace más real y corren las cenizas de la pasión, ese hombre es tuyo, solo tuyo... por fin harás realidad el sueño de poseer a esa mujer qué tanto te atrae. Al fin, después de una larga o dolorosa espera. Ya no están lejos, se tocan sin miedo, sin verguenza, es cómo subir y bajar al cielo. ¿Qué magia tuvo esa tecnología para qué dos almas se conocieran y unieran sus corazones?.

Yolanda se había enamorado locamente de Enrique. Lo conoció por la internet, fue amor a primera letra. Le gustaba cómo escribia, como se expresaba. Siempre fue un caballero y la trató como se debe tratar a una dama, a alguién qué está detrás de una pantalla y qué tú no conoces en persona. Le gustaban esas palabras bonitas qué Enrique le escribia o le decía por medio de la internet. Muchas veces le mentía, otras le decia la verdad, ella lo podia adivinar cuando equivocadamente le decia otra cosa, ahi ella se daba cuenta qué le habia mentido. Enrique se disculpaba y ella terminaba perdonándolo. Ella también le habia dicho sus mentiras piadosas. Cómo por ejemplo, el día qué él le envió su foto. Enrique le preguntó qué cómo lo encontraba, ella le dijo, "guapisimo, me gustas mucho, no pensé qué fueras asi." ¡Qué mentira más piadosa!! Yolanda pensó qué Enrique era más guapo, no le gustó, no era un hombre alto, ni fornido, ni tenia esa cara bonita qué ella se imaginaba cuando conversaba con él. Enrique era delgado, bajo de estatura y su cara no era tan bonita. Pero a pesar de qué no le gusto su foto la primera vez qué la vio, después mientras más la miraba, algo pasaba dentro de ella. Enrique le estaba gustando demasiado y ya no miraba su fisico, al contrario cada día le parecia más bonito. Su forma de ser, la forma cómo la consentia por medio del teléfono y las letras influyeron más en su amor qué su apariencia fisica. Enrique no era feo, pero ella ya en su mente lo habia transformado en un Ricky Martin.

Se amaron desde lejos. Hubieron besos, caricias, deseo y sexo. Ya Enrique también la conocia por fotos. Nunca se supo si él sintió lo mismo qué ella sintió al ver su foto, pero desde el primer instante qué vió su foto, le dijo qué era muy bonita, elegante, bella y qué estaba enamorado de ella. Hubo celos, no queria qué platicara con nadie más qué no fuera él. El amor por Enrique crecia cada día más. Cuando no se llamaban o no se escribian por la internet, comenzaban los celos y las peleas, cómo cualquier pareja normal y corriente. Después venia esa bonita reconciliación, y terminaban haciendo el amor por teléfono o por la computadora. Sentían sus cuerpos juntos, sus besos parecian reales y ella sentia el calor y el fuego de sus caricias, cómo si estuvieran cerca el uno del otro. Cuando se
hablaban de noche, hacían el amor en la cama y era cómo si ambos estuvieran ahi presentes. Yolanda estaba deseosa por conocerlo en persona, pero por su trabajo y su pequeño hijo se le hacia imposible. Le pidió muchas veces a Enrique qué viniera él a conocerla, pero siempre tenia una excusa, el trabajo, la distancia, el tiempo. Los dos estaban muy lejos. Uno vivía en un estado bastante retirado del otro.

Yolanda ya no podia estar un día más sin verlo y le dijo qué ella iba a pedir permiso en su trabajo para ir a donde él estaba. Enrique le dijo qué lo pensara bien. Pero qué él también queria conocerla y estar con ella. Yolanda pidió permiso en su trabajo, cuatro días. Le dejaría a su ex-esposo el niño por esos días. Su ex estuvo de acuerdo. Un día antes de su partida llamó a Enrique para qué fuera a buscarla al aeropuerto. Enrique no contestaba el teléfono, ella estaba un poco nerviosa, esperaba qué él la llamara a ella para informarse sobre el viaje. Enrique no llamaba, ella esa noche lo llamó más de quince veces. Pensó en cancelar su viaje, pero después cambió de idea. Llegaria a su destino, no tenia su dirección, pero si sabia el pueblo donde su adorado Enrique vivia. Lo llamaria del aeropuerto, él vendría a buscarla tan pronto supiera qué ella estaba en New Jersey. Beso a su hijito antes de qué se fuera con su padre y le dijo, " mi vida, tengo qué hacer este viaje, cosas del trabajo, pero te prometo qué vendré pronto para buscarte." Su pequeño hijo se quedó llorando, ella se sintió muy mal, le habia mentido al amor de su vida, por irse detrás de un hombre qué no conocia. Estaba loca por Enrique.

Llegó al aeropuerto de New Jersey. No habia nadie esperandola. Llamó a Enrique. Escuchó su voz. ¡Qué alivio!! Temia qué no lo fuera a encontrar. Hablaban por los celulares. "Amor ven buscame, estoy aquí en el aeropuerto esperandote." Hubo un corto silencio, después Enrique le dijo, "¿En el aeropuerto? No me dijiste nada de tu vuelo, ni menos qué llegabas hoy." " Te llame amor, estuve llamandote todo el día ayer y anoche, para qué me vinieras a buscar. Hace días te dije qué llegaba hoy." Otro corto silencio, después Enrique dijo, "Tendrás qué esperar cómo una hora, estoy trabajando, no puedo ir a buscarte en estos momentos." Una hora le parecia un siglo, estaba cansada. Pero por tal de ver por primera vez al amor de su vida en persona, esperaria lo qué fuera necesario. " Esta bien amor, te esperaré. Estoy aqui donde recogen el equipaje." Enrique no dijo nada y colgó. Yolanda lo notó diferente en su forma de hablar. No parecia contento y estaba como frío. No parecia alegrarse de su presencia.

Yolanda esperó más de una hora, pero al fin apareció Enrique. Se conocieron por las fotos qué se habian enviado. Yolanda sentia qué su corazón latía locamente, su adorado Enrique estaba ahí y se veía mucho mejor en persona qué en aquella foto qué le envió. Enrique comentó lo mismo de ella, era mucho más linda en persona. Le pidió disculpa por la tardanza, tenia mucho trabajo. Ella no dijo nada, lo besó suavemente en la boca y se sintió en la gloria, la primera vez qué besaba aquellos labios qué de tan lejos besó muchas veces. Enrique la llevó a un hotel. Yolanda sorprendida le dijo, "¿porque me traes a un hotel y no a tu apartamento?" Tranquilamente Enrique le dijo, "Está será nuestra luna de miel, tenemos qué pasarla en un hotel, despues iremos a mi casa." Era cierto. Por ser la primera vez tendrían qué estar juntos en un hotel, cómo unos recién casados. Esa noche Yolanda fue la mujer más feliz del mundo. No se habia equivocado con Enrique, era todo un hombre, un gran amante en la cama, cómo se lo demostró muchas veces cuando hacian el amor por la internet y el teléfono. Enrique a pesar de ser más joven qué ella la hizo sentir muy mujer y ambos se entregaron por completo, la pasión contenida por mucho tiempo, esa noche se desbordo cómo cuándo la mar enfurecida se sale de su lugar y forma una inundación qué hace daño a todo lo qué la rodea. Enrique disfrutaba a aquella mujer a la qué habia deseado tanto y de la cuál se habia enamorado. Pero guardaba un secreto, algo qué cuándo Yolanda supiera la iba perder para siempre.

Al otro día se fue a trabajar temprano, pero le prometió qué hablaria con su jefe para tener dos días libres y estar con ella todo el tiempo y tambien llevarla a conocer la ciudad. Cumplió lo prometido, se amaban con locura, hacian el amor muchas veces, pero también sacaban tiempo para salir a pasear, comer, e ir de compras. Enrique la trató como una reina. Haciendo el amor era una fiera, Yolanda nunca habia sentido tanto placer cómo el qué sintió con este hombre mucho más joven qué ella. Sentía qué lo queria más y qué ya no iba a poder vivir alejada de él. Por eso le propuso algo, "vida, soy la mujer más feliz del mundo, está será para mi una experiencia inolvidable. Hasta he pensado venirme a vivir aquí, para estar cerca de ti." Enrique le dijo, " no seria mala idea, asi estaremos siempre juntos. Pero ese cambio hay qué pensarlo muy bien antes de hacerlo amor." " Si amor mio, pero en estos días que hemos estado juntos lo he pensado muy bien. Cuando regrese a Indiana arreglare todo para mudarme para acá contigo. Amor, dime, ¿cuándo vamos a tu apartamento? No me has llevado y mañana me voy."

Enrique no le dijo nada. La besó con pasión en la boca, acarició con ardor su cuerpo y poco a poco le quitó la ropa. Yolanda no dijo más nada y se dejó querer, se entregó a él nuevamente, dandole todo su cuerpo, sus besos, sus caricias de fuego, todo su ser. Enrique tenia una mujer muy apasionada en sus brazos, Yolanda un joven muy maduro y un excelente amante. La iba a extrañar mucho. Yolanda ya no podria vivir sin sus caricias. Llegó la hora de confesarle la verdad. Eran las cinco de la mañana, se sentía un poco el frío que trae el comienzo de el invierno. Ambos se habian bañado juntos y sentados en la cama, muy juntitos se abrazaban, buscando cada uno el calor de sus cuerpos semidesnudos, solo los cubria una toalla. Enrique la abrazó fuertemente y tristemente le dijo, " amor mio, se qué me vas a odiar por algo qué te tengo que confesar." Yolanda lo miró asombrada por un momento y le dijo, "te amo demasiado para odiarte, pero me asustas. ¿Qué es eso qué me tienes qué decir amor?" Enrique la beso largamente en la boca y acarició su cuerpo, el cuál temblaba un poco por el frío de esa mañana. " Yolanda te amo, he pasado los momentos más felices junto a tu lado, me has hecho sentir lo qué no habia sentido en mucho tiempo. Me gustas mucho, porque eres una gran mujer y me haces muy feliz cuando hacemos el amor. No quiero perderte, pero tampoco quiero seguir engañandote, no te lo mereces. Amor, yo te mentí, soy un hombre casado." Yolanda dió un brinco de la cama, quedando frente a Enrique completamente desnuda. ¿Acaso estaba teniendo una pesadilla? Eso qué acababa de escuchar de la boca de su amado Enrique no podia ser verdad. Si no era una pesadilla, Enrique estaba bromeando con ella, cómo acostumbraba hacerlo por la internet algunas veces. Casi a punto de llorar y con una risa nerviosa le dijo: "Amor, tú estás bromeando conmigo, ¿verdad vida mia? Eso qué acabas de decir es una broma, no es cierto." Enrique miró ese cuerpo desnudo frente a él y sintió deseos, pero se contuvo, ya habian hecho el amor y además no era el momento, Yolanda lo rechazaria después de haberle dicho la verdad de su vida. Se levantó, se puso la ropa y sin mirarla replicó: "No es una broma Yolanda, es la verdad. Hace siete años qué estoy casado y tengo un hijo de cinco años. Mi esposa piensa qué estoy unos días de viaje por mi trabajo. Perdóname por mentirte amor, yo te quiero a ti, tu eres la qué me hace completamente feliz en la intimidad. No soy feliz con mi esposa. Nunca te dije la verdad por temor a perderte." Yolanda no pudo contener las lágrimas. Comenzó a vestirse con prisa y mirando a Enrique con su rostro marcado por el dolor y la tristeza, dijo,"Por eso nunca quisiste llevarme a tu apartamento. Estos días que estuve contigo los pase en este maldito hotel. Fuí una estúpida, me cegue al amor y creí en todas las mentiras qué me decias por el teléfono y por la internet. Jugaste con mis sentimientos Enrique, pero no te lo voy a perdonar nunca." Enrique estaba a punto de llorar, amaba a Yolanda y no queria perderla. Le súplicaba perdón, le prometia dejar a su mujer e irse con ella, pero nada convencia a Yolanda. Estaba muy dolida por esa cruel mentira. La hizo suya, gozó de sus caricias y de su cuerpo de mujer ardiente, para después hundirle sin piedad un puñal en la espalda. Sintió odiarlo con todas su fuerzas. "Llevame al aeropuerto, quiero llegar temprano. Cuándo regreses, vuelve a tu casa y no engañes más a la madre de tu hijo. Olvidate qué me conociste, no quiero saber nada de ti. Gracias por esos momentos tan felices qué pasamos juntos. Te amé mucho Enrique." Camino al aeropuerto no se dirigieron la palabra. Enrique había perdido una gran mujer.

Yolanda sigue metida en la internet. Tiene muchos amigos. No pierde las esperanzas en qué alguién decente qué este buscando una relación seria se fije en ella, no le mienta y la haga feliz. Se han dado muchos casos, ¿porqué ella no puede tener esa suerte? Se viven malas experiencias por la internet, muchas mentiras, muchos engaños, doble personalidad. Pero también se meten gente decente qué buscan lo qué Yolanda busca, un hombre bueno, sincero, honesto y honrado, qué no juegue con sus sentimientos. Por ahora solo amistad, tiene muchos amigos en la internet, se hablan, se escriben y la pasan muy bien. Ya Enrique se ha metido muchas veces en la internet, quiere hablar con ella, pero ésta lo rechaza. Ya no volverá a caer en su juego, podrá engañar a otras, pero a ella... nunca más. Aún no lo ha podido olvidar por completo, aún recuerda las horas de placer qué vivió con él, se estremece al recordar esos momentos tan bonitos. Pero juró sacarselo del corazón y del pensamiento y poco a poco lo hará, porque no vale la pena.
Datos del Relato
  • Categoría: Ciber Sexo
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