Cuento erótico traducido del Inglés al Español por Marcos Urbina.

Ya dentro del apartamento, me senté en el sofá y me sirvió un trago. Lo estaba mirando sin darme cuenta, incapaz de decir una palabra. Depositó su vaso sobre la mesa y lentamente caminó hacia mi para colocar una de sus fuertes manos suavemente en mi mejilla. Acercó mi cara hacia la suya y me besó suavemente. Sus labios suaves y tibios, su lengua suave jugó con la mia apasionadamente, enviando una sensación tibia por todo mi cuerpo: ¡No podía dejar que este hombre se me fuera!

Después de lo que pareció una eternidad, introdujo suavemente su mano en mis pechos y agarró una de mis duras tetas. No pudo evitar sonreir cuando me tocó con su dedo pulgar en el pezón y se dio cuenta que estaba duro como una piedra. Buscó alrededor y me desabotonó el basiere, o sostén, y me susurró en el oido. Me dijo que yo era muy bonita, que me quería probar y lo maravilloso que sería sentir su duro palo dentro de mi cuca. Dejé escapar un suspiro y le apreté la cara contra mi cuello, besándomelo y mordiendolo apasionadamente.

Suavemente me levantó los brazos y me sacó la blusa de seda por encima de la cabeza. La mirada de sorpresa en su cara al ver mis pechos descubiertos me hicieron sentir mas contenta. Se inclinó y metió unos de mis pezones erectos en la boca. Los chupaba suavemente, después mas suavemente hasta llegar a la base de ellos. ¿Sabría que esto me estaba volviendo loca?.

Suavemente me colocó en el sofá como si quisiera tener mejor acceso a mi piel expuesta. Movió la cabeza hacia la mia y suavemente me recorrió los labios con su lengua. La mia quería encontrarse con la de él y comenzaron a girar en circulos como en una danza erótica. Luego, se dirigió a mi oido para usar su experta lengua: su profunda respiración y quejidos de deseos me pusieron frenética.

De nuevo comenzó a lamerme el cuello hasta que llegó a mis senos. Cada vez que lamía mis pezones se endurecían y lentamente me metía la mano bajo la falda hasta llegar a mis pantaletas negras humedecidas por el sudor. Cuando me metió los dedos debajo de la pantaleta para sentir mi cosita ambos respirabamos con dificultad. Pude sentir sus largos dedos entrando por los labios menores y suavemente pasando por mi punto mas sensible: claro que estaba muy complacido por la humedad que encontró allí. Su dedo entró suavemente dentro de mi y pude sentir como lo metia presionando la palma de la mano contra mi cuca. Retiró la mano y sensualmente probó los jugos que goteaban de su dedo...luego, sonrió para levantarse. Lentamente comenzó a quitarse la ropa, quitándose cada pieza en una forma que me excitaba mas. Hata que finalmente le quedaban sus boxers. El huevo enorme se le salía por la abertura delantera del interior con una cabeza lista para explotar justo frente a mi con el primer sémen saliendo, como si quisiera que lo lamiera.