La compañera de Recursos Humanos llega a su cinta de profilaxis mensual con el dentista entrando a su sala de atención y sentandose para que la atienda el dentista a las dos y cincuenta de la tarde.
Empieza la limpieza mirandola a sus dulces y coquetos ojos, cautivando su conciencia lujuriosa. Trabajando en la limpieza se le corre la falda entallada no lleva pantimedias, luciendole una entrepiernas suaves con toda la naturalidad de una recien nacida madura y inteligente como bellísima física e internamente.
Al aplicarle gel de protección a los dientes programando el tiempo, aprovechando el instante acariciandole sus rodillas avanzando un poco mas por su entrepiernas, sonriendole de inmediato ya que le gusta la revisión que le esta dando en lo personal por el dentista, disculpandose por su travesura superficial y tacto de su piel blanca como una flor. Escuchando sus palabras las considero tan tiernas, apasionadas como galantería por su divinidad y glorificación femenina como sensualidad que le demuestra al mismo dentista que se muere por cogersela y hacerle que beba de su seme y probar sus líquidos vaginales derramados de su concha.
Motivada se desabrocha totalmente la blusa quitandose su sostén, acariciandoselos y besandoselos con tanta espontaneidad como deleitandose al atenderla como se lo merece más que de lo normal dandose de doctor hacia paciente. Diciendole doctor masturbese ahora que necesito relajación urgente por esta calentada como excitación que siento hacia usted, rápidamente que quiero venirme con mi concha estimulandome con su pene armado y desbordante de su semen.
No puede resistirse el mentado doctor le corre totalmente la falda entallada despojandola con locura y velozmente de su panti abriendosela como una puerta metiiendosela con mucha fuerza masturbandose desenfrenadamente con la compañera de recursos humanos, gozandolo con alta efervesencia y produciendole un verdadero orgasmo provocandole que se moje inesperadamente sobre la silla odontologica. Que verguenza me muero de la pena con usted, por lo incontrolable de mi concha por su afinación sexual, no se preocupe señorita quiere beber de mi seme en su boca de diva de mi alma. No me perjudicara el tiempo de una hora que tengo que aguardar antes de comer y tomar líquidos, no se preocupe accediendo lo saborea y le lame su pene que lo chupa emocionada y amorosa tragandosela.
Sonriente le dice hasta nuestra próxima cita mensual doctor, que tenga una linda tarde piense en mí. Y así cada cita de profilaxis mensual era cotidianamente de la misma forma entre la compañera y el vivo como aprovechador de su atención al paciente; dando la sinverguenzura como hacer travesuras sexuales por encima de su ética profesional y moral intachable de odontologo prestigiosa...