Día 1 de julio sábado, hoy era el cumpleaños de mi amiga Kirsten cumplía 18 años.

Terminé de envolver los regalos (un tanga negro que decía en letras rojas "cómeme", un crucifijo con la cruz invertida y un par de camisetas chulas), cogí el bus y me fui a casa de Ara (otra amiga nuestra, mi mejor amiga) que estaba con su novio Luisi que siempre estaba allí acoplado en su casa, aunque a ella no le gustaba eso, quería intimidad, pero le dejaba que lo hiciese porque en el fondo no le gusta estar sola ... todavía no era la hora así que decidimos quedarnos un rato allí fumándonos un porro y arreglándonos para la fiesta, cogimos los tres el metro y nos fuimos al sitio donde habíamos quedado todos antes de subir a casa de Kirsten, habíamos quedado en la parada del bus que había al lado de su casa, esperamos un rato y al poco aparecieron el resto de las amigas de Kirsten, no nos caían muy bien, pero para una vez que nos juntábamos no ibamos a hacerle ningún feo a nadie, y todos juntos llegamos a su casa, todos de muy buen rollo, dispuestos a pasárnoslo bien (aunque algunos más que otros).

Nada más llegar, Kirsten nos abrió la puerta y nos saludamos, nos sentamos alrededor de la mesa y comenzó la esperada entrega de regalos, Kirsten estaba sentada en una silla abriéndolos, mientras Ara, Luisi y yo la mirábamos con interés para ver que la parecían nuestros regalos, los regalos de los demás nos daban igual, no les prestamos mucha atención, estábamos desfasando hablando de nuestras cosas y poniendo música, la música que a nosotros nos gustaba no las mariconadas que el resto escuchaban.

- Kirsten, pónte el tanga y nos lo enseñas - dijo Ara, todos reímos y Kirsten se fue al baño para ver como la quedaba, evidentemente no nos lo enseñó.

Estábamos sentados bebiendo y riendo, contando anécdotas graciosas, ...recordando viejos tiempos porque yo tuve la mala suerte de ir al instituto con el resto de petardas. En un descuido mío Ara me besó, yo no le aparte ni nada, ella me gustaba, tenía unos ojos oscuros increíbles y un cuerpo de escándalo además iba vestida con una minifalda negra que dejaba ver parte de los ligueros. Luisi nos miró un poco extrañado, pero estaba acostumbrado a que Ara se enrollara conmigo o yo con ella cuando nos daba la gana, así que no nos prestó demasiada atención mientras el resto del grupo se quedaron de piedra, nos miraban y cuchicheaban entre ellos.

La cosa no quedó ahí, Kirsten se fue a la otra habitación para ponerse más guapa, querían que nos fuésemos de fiesta por ahí a la discoteca y detrás de ella la siguieron sus estúpidas amigas, Ara y yo las oímos iban diciendo:

- ¿Kirsten has visto a Ara y Lora? - ella nos miraba y reía - ¡se están liando! - dijo Marga escandalizada - y el novio está delante y no dice nada.

- ¿Y qué va a decir? ... si a él le gusta - dijo cortante.

Kirsten sólo se reía de la cara de Marga, ella ya nos conocía, desde pequeñas habíamos estado siempre juntas en el colegio, en el instituto, Ara y yo nos habíamos liado miles de veces, de fiesta, en su casa en la mía, .... y delante de nuestros respectivos novios, además a Luisi le daba morbo y al mío (que ahora no existe en mi vida, por suerte), bueno ... mejor no hablar del mío, vivía en otra ciudad, así que "ojos que no ven, corazón que no siente", ... además él acabó liándose con Luisi en un pub delante de Ara y de mi, pero eso es otra historia.

Mientras Ara y yo habíamos pasado a mayores, me había subido la minifalda hasta la cintura, estaba entre mis piernas, retiró la tira del tanga y comenzó a comerme le coño, ¡eso ya fue la hostia!, mientras yo gemía el resto estaban de los nervios, mirando a cualquier sitio pero sin poder dejar de mirarnos, detrás de Kirsten Marga se lo decía un ay otra vez, pero a ella le daba igual porque alguna que otra vez las tres habíamos echo "algo"juntas, ... muy juntas . Lo único que dijo fue:

- En mi casa podéis hacer lo que queráis, pero si os vais a poner a follar, por favor id a mi habitación. - abrió la puerta de su habitación y nos la señaló.

Ara me bajó la minifalda y se estuvo quietecita, pero ahora el que tenía ganas de marcha era Luisi, nos había estado mirando apoyado en el quicio de la puerta y se notaba que estaba excitado, se acercó y se sentó entre nosotras, puso sus manos en nuestros muslos y besó a Ara, debió de gustarle a lo que ella sabía porque después se puso entre mis piernas. Las chicas ya no sabían hacia donde mirar para no vernos, pero los gemidos eran audibles, así que mientras que Kirsten, Marga y Tani se fueron a por hielo nosotros nos metimos en la habitación, pero no podíamos hacer mucho ruido porque Lucy y Cynthia estaban en el salón y eran las más puritanas y recatadas del grupo, así que cerramos la puerta y nos reímos.

Luisi se tumbó en la cama, se bajó los pantalones y comenzamos a chuparle la polla, tenía un rabo enorme, todo lo que me había dicho Ara era verdad, después ella se colocó detrás de mi mientras yo le comía la polla a su novio, me subió la minifalda, me apartó el tanga y empezó a chuparme el coño, yo gemía y era consciente de que las de fuera me oían, pero me daba igual, entonces me colocó la ropa de nuevo y empezó a palmearme el culo, cada azote era más fuerte que el anterior, seguramente Lucy y Cynthia lo estaban escuchando todo, ..., decidimos que era mejor parar y dejarlo para más tarde.

Cuando salimos de la habitación nos sorprendió la respuesta de Lucy, empezó a reírse y nos aplaudió:

- ¡Joder! como me mola vuestro número - dijo dejándonos atónitos.

En ese momento subían Kirsten y las demás con una botella de vodka y hielo, sus amigas nos miraban como si fuésemos bichos raros, más raros eran ellas ...., menos Lucy y Cynthia que se lo habían tomado muy bien, nos sentamos en el sofá apurando nuestras copas con la cara roja y los ojos de viciosos, además a mi me dolía un poco el culo, normal después de la azotaina. Kirsten sacó más copas y bebimos un poco más, acabamos con la botella de vodka entre Ara y yo, las demás no bebían alcohol, decían que era malo, tomaban coca-cola light, que por cierto está buena, pero para ir de fiesta .... como que no.

Llegó la hora de irse y nos llevaron a una discoteca que decían estaba de moda, pero fue lo más aburrido de la noche, bebimos y bailamos durante horas, riéndonos de las amigas de Kirsten con Kirsten de nuestro lado, sus amigas no salían a bailar porque primero te tienen que sacar los chicos, eso decían, menudas petardas.

Durante el baile Kirsten se acercó a mi, se colocó detrás y me cogió del culo haciéndome reír, mientras las demás alucinaban de ver a Kirsten así, me di la vuelta y nos besamos largo y tendido hasta que terminó la canción, Ara se quiso unir y las tres en medio de la pista de baile montando el espectáculo, después nos alejamos de la gente, fuimos al baño y hablamos un rato, hacia mucho tiempo que no nos veíamos y teníamos cosas que contarnos. Cuando salimos sus amigas se habían ido, la acompañamos a su casa Ara subió con ella yo me quedé abajo con Luisi, estábamos hablando y comenzó a besarme, me cogió de la cintura por detrás y como era más alto que yo, me besaba desde atrás, eso me daba más morbo porque podía sentir en mi culo su polla y me excitaba muchísimo, al oír que Ara bajaba se despegó de mi, ella bajó me miró le miró a él y dijo:

- Luisi que bien ese pinta labios - le había pillado, pero no dijo nada más y nos fuimos riendo a casa de Ara para continuar la fiesta.

Una vez llegamos a casa de Ara, nos sentamos los tres en el sofá y nosotras comenzamos a desnudarle porque él no se decidía, parecía que le daba vergüenza, al final no pudo y nosotras nos quedamos más bien desilusionadas, me fui a dormir porque al día siguiente me tocaba trabajar y Ara se levantó y me dijo en voz baja:

- Al final ha resultado ser una mierda con lo que prometía la noche.

- No te preocupes - le dije yo, la di un beso y me fui.