Una tarde de verano, en mis vacaciones solitarias, decidí tomar un descanso sobre la arena escuchando el hermoso sonido del mar que tan relajado me ponía, pero de repente, como por arte de magia, un culo gigante pasa por mis ojos y me mira, le sonrío a la pendeja  jovencita (Carolina), la cual tenía una escultural figura de puta cogedora. Se sienta a mi lado y me pide que la coja.

La lleve hacia una carpa de alquiler cerrada solo para los dos y comencé a darle una hermosa reventada.

Bien en cuatro y yo parado observando su culazo, deje que haga lo que quiera con mi pija gorda y dura, que hasta ese momento estaba que explotaba.

Chupaba como diosa, una y otra vez de arriba hacia abajo y por todos los costados.

La puse en cuatro mirando para mi, luego de chuparle todo ese culo gordo como desesperado, se lo cogí con tantas ganas que no podía creerlo.

La pendeja culo gordo bien empinada, yo medio parado con los pies de costado sobre ella, la comencé a clavar, la puta me lamia el dedo gordo del pies, mientras gemía y gemía, mis huevos rebotaban tanto que parecían estallar.

-pendeja- Que pija gorda y de macho tenés. Reventame como una buena puta carajo.

-yo- Este culo es soñado no puedo creer lo bien que usas, te deseo puta barata.

La alce, puse sus piernas sobre mis hombros, tenía que probar mi resistencia sosteniéndola y aguantando ese culo enorme rebotando con mi verga.

Saltaba y saltaba semejante puta, que el sudor de sus piernas en mis hombros se sentía con mucha calentura, ella gritaba de placer y yo aguantaba como un macho sosteniéndola en el aire a la pendeja experta en anal.

-pendeja- Sos un macho aguantador, mira como aguantas en el aire este culo genético que dios me dio, una exprimidora profesional.

-yo- Como aguanta ese culo pendeja puta, sos toda una profesional.

La lance sobre el colchón en la arena y comencé a reventarla bien abierta, en cada embestida podía observar sus piecitos estrugiendose y apretando  sus deditos por tanto placer que estaba recibiendo, yo estaba tan caliente que le escupía las tetas y se las amasaba, varias veces así hasta que no aguanto más y acabo a chorros y chorros de flujo, además de ser culona, también era bien flujuda…..la puta perfecta.

-pendeja- Como me haces acabar, bien abierta con una pija súper dura en mi concha flujuda.

-yo- Como torces los pies puta abierta, me doy cuenta que estoy haciendo bien mi trabajo de darte placer.

Llego el momento en el cual no podía contener más mi cantidad enorme de leche, que esta puta me había hecho acumular en cada uno de mis huevos, por lo que le pedí que se ponga en cuatro como zorra y me deje que le acabe hasta quedar seco, en cada nalga.

Explote de placer y ella de agradecimiento, diciéndome que nunca antes había recibido tanta leche en ese culo enorme.

Nos besamos y cada uno siguió su rumbo playero.