Capítulo 2:

Febrero 2015.

Bueno… hasta hoy todavía no ha pasado nada más con mi prima, no porque se haya ido, ya que mis tíos nos dieron la sorpresa que vendrían a vivir aquí muy cerca de nosotros, mi madre estaba que no cabía de la emoción, yo estaba asustado por la mirada depredadora de mi prima.

Después de las fiestas no había sabido nada de ella, aun teniendo su número de celular, nunca respondió mis mensajes o devolvió las llamadas, nuevamente me obligue a poner los pies en la tierra lo antes posible y quedarme con lo vivido, como una buena experiencia.

Pero que equivocado estaba, fue un viernes por la tarde, cuando recibí una llamada de Gaby, después de casi tres meses sin hablar me llamo así de la nada: -Hola primito, ¿Cómo has estado?-, Fue lo primero que me dijo, no supe que responder al principio, me quede ahí callado con el celular en la mano, -¿Estas enojada conmigo por haberte ignorado todo este tiempo?-, Pregunto nuevamente al no haber recibido respuesta alguna mía.

-Bueno… es que yo…-, Intente decir algo, pero todo lo que salía de mi boca eran palabras sin sentido, -Perdón primito es que últimamente he estado algo agobiada por todo esto de la mudanza y tener que ver escuelas y todo ha mantenido mi mente ocupada-, Me dijo como excusa, me sentí algo molesto, entendía que era difícil y complicado dejar todo lo que conoces, pero coño no poder atender el celular por un minuto o responder un mensaje no me parecía imposible.

-Es… está bien… yo-, intente responder, pero rápidamente ella continuo, -Porque no vienes a mi casa estoy sola-, Sus palabras me provocaron un calosfrió, ¿Qué estaba sola y quería que fuera?, -Baja tus humos primitos, lo que pasa es que necesito ayuda con algo, pero no te preocupes, si aceptas te pagare-, De nuevo silencio de mi parte, hasta que encontré mi voz, -Si yo te ayudo-, Dije intentando no sonar decepcionado, -Llego en unos minutos, ¿Este dime dónde vives?-, Continuo intentando sonar natural, -Ya te mando la dirección-, Me respondió, dándome una pequeña risa.

Mientras esperaba el mensaje me puse una calzoneta y cambien mi camisa por una de tirantes, así podría estar cómodo, mientras la ayudaba en lo que fuera, cayo el mensaje con la ubicación, eran unos 40 minutos de distancia de donde vivo, así que me fui en mi bicicleta, llegando al punto dado, la casa tenía un jardín descuidado, maleza y había un montón de herramientas en la cochera.

Decide marcarle para hacerle saber que estaba afuera, -Prima ya estoy aquí afuera-, Le dije a lo que, en respuesta, -Ya te abro, espera un momento-, Camine hasta la entrada y mire como la puerta se abría, revelando al mismo tiempo a mi prima en un bikini.

Me quede de piedra en la puerta, la parte de arriba no me llamo mucho la atención, pero abajo, si con el short quede hipnotizado, con ese bikini ni hablar, pude apreciar esas morenas piernas y ni hablar de sus gordos pero firmes muslos, -¿Te gusta lo que ves?-, Me pregunto dándome esa depredadora mirada, -No te quedes ahí, vas a ayudarme a lavar la piscina-, Dijo esto y al darse la vuelta para ir nuevamente adentro, en eso pude ver ese monumental y glorioso culo.

Eran dos mejillas perfectamente moldeadas, de un color café con leche hermoso, dios podía mirarlo todo el día, sentí que fue un crimen en el imaginarme esas mejillas firmes y proporcionadas en mis manos, quería tocarlo, probarlo, quería… -¡Oye vas a estar ahí todo el día!-, Me grito sacando de mis pensamientos, además de darme el tiempo suficiente para darme cuenta de mi erección que se extendía orgullosa de sí misma, avergonzándome a mí.

Camine detrás de ella, para poder seguir viendo ese hermoso monumento y sé que Gabi sabia eso, ya que ella, caminaba con un bamboleo más exagerado, llegando al jardín mire dos escobas, una manguera y productos de limpieza, para la labor.

La piscina no era muy grande, pero si estaba sucia, mi prima tenía una grabadora y había colocado algo de playero, y nos pusimos manos a la obra, pero aun así no podía evitar detener lo que estaba haciendo para mirarla, ver el movimiento de sus caderas y ver ese lindo culo moverse.

-Oye deja de perder el tiempo y términos esto-, Decía ella cada vez que me sorprendía en mis miradas, estuvimos alrededor de otros 40 minutos limpiando, ya casi habíamos terminado, cuando me motive a preguntar, -¿Y dónde estás tus papás?-, En realidad no quería preguntar eso, pero fue lo primero que salió de mi boca, -¿Por qué quieres que te de otra mamada?-, Me respondió ella mirándome con los ojos bien abiertos, casi ofendida.

-¡Yo… no… quise… eso…-, No supe que responder además de tartamudear, Gabi entonces dejo caer la escoba y se acercó amenazadoramente a mí, retrocedí con cuidado pero fallando miserablemente, caí al suelo, cosa que Gabi aprovecho para ponerse encima mío.

-Porque si fuera así te la hubiera dado, pero creo que no es eso-, Dijo esto mientras se inclinaba para darme un beso, no pude evitar emocionarme el beso fue increíble, sentir esos labios de miel, calaron en mi alma, me atrevería a decir que fue como catar un buen vino por primera vez, fuerte y dejando un ardor en su camino, hasta tu estómago.

Cuando nos separamos, se acercó nuevamente pero antes de juntar nuestros labios, ella tomo mis manos y las guio hasta su trasero, ella me sonrió y me dijo -Adelante juega todo lo que quieras-, Y luego nuestros labios se juntaron nuevamente, joder esta vez pude tocar, esas mejillas, mientras el beso se profundizaba, yo apretaba sus nalgas, quería grabar en la memoria de mis manos esas nalgas, la textura y el tamaño, joder quería imprimir una foto mental de esas nalgas.

Cuando me sentí confiado empecé a separarlas, exponiendo el agujero del cual no me había percatado antes, cuando nos separamos para tomar aire, Gabi me dijo, -Ten cuidado, no seas brusco nunca lo he hecho por ahí antes-, Dijo antes escupir en su mano, para lubricar su ano, -Prueba a meter un dedo-, La mire extrañado por un momento antes de darme cuenta de lo que me dicho.

Tomo mi mano izquierda que seguía en su nalga y la acerco más a su entrada trasera, coloque un dedo, y lentamente lo comenzó a meter, nos separamos del beso porque Gabi lanzo un suave gemido, -Lento, mueve el dedo en círculos-, Dijo nuevamente, a lo que hice caso, mientras movía el dedo, me perdí en la cara de mi prima, no sabía si era placer o dolor, tal vez eso era lo que le gustaba, el dolor le provocaba placer, entonces me anime a meter un poco más de mi dedo, ganándome otro gemido, joder sentir mi dedo atrapado en su interior era una fantasía que no sabía que tenía…

-Ahora… mete otro-, Volvió a decir mi prima, le di un rápido beso y con mi mano derecha, separé más sus nalgas, y procedí a meter el segundo dedo, hubo un poco más de resistencia por parte de ese lugar, pero cedió ante mi constante empuje.

Todo este tiempo mi prima había colocado sus manos en mis hombros y sentí como me clavo las uñas en los hombros, al sentir la segunda penetración, -¡Joder!-, No grito pero si lo gruño, -Duele…-, Agrego mientras yo movía mis dedos en círculo, todo esto era alucinante, seguí separando sus nalgas, y expandiendo ese pequeño agujero lo más que pude antes de que ella terminara, con un fuerte gemido.

Sentí una fuerte presión en mis dedos, cuando Gabi se corrió, a pesar de estar mojado por haber estado lavando la piscina, sabía que esa otra humedad provenía de ella, con pesar retiré mis dedos ganando un último gemido de mi prima.

Ella se recostó en mi pecho, estaba ahí respirando profundamente, y yo estaba súper excitado, me dolía mucho mi pene, necesitaba correrme y esperaba que Gabi hiciera algo, pero no lo hizo.

-Gabi… tú crees… que podrías…-, Pero ella me detuvo, -No-, Dijo ella levantándose de su lugar a mi lado, joder no supe que pensar, lo primero que vino a mi mente, fue que la había ofendido, que tal vez solo había venido con ganas cogerla, que este no era el pago, que de verdad quería hacerlo conmigo, me reprendí si tan solo me hubiera callado.

Pero esto no podía ser mi culpa, yo no vine con estás intenciones, fue ella la que lo empezó, -¡Oye primo!-, Me grito mi prima para que saliera de la piscina, al hacerlo la mire en la puerta, se había quitado el bikini y dijo, -Ya a tu madre, hoy te quedas a dormir aquí-, Agrego antes de desaparecer en la casa, y yo solo pude decir, -¿Qué?-.

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Bueno y aquí un nuevo capítulo, vaya el pobre Ivan aún sigue atrapado en las garras de Gabi, espero que les guste el relato y cualquier comentario es bien recibido, chequen la primera parte por si les gusta.