Este relato se lo quiero dedicar a David,de Barcelona,un fuerte saludo por si la coincidencia le lleva a leer estas palabras.Obviamente,también quiero mencionar a Vanessa,mi mujer y verdadera protagonista de esta historia.

Vanessa y yo pasamos por la vicaría hace dos años después de vivir juntos en el barrio barcelonés de Les Corts desde hace algo más de ocho.Nos conocimos en una fiesta en verano del 93,cuando ella contaba con dieciocho años y yo,veintitrés.Los dos decidimos montar un negocio propio,una óptica,sita en el mismo barrio en que vivimos.Ambos podemos dar fe de nuestro amor y dado nuestro alto grado de comunicación mútua,a veces nos hemos confesado cierta apatía en nuestra relación de pareja,culpa de ello es nuestra situación laboral.Considero muy agradable compartir trabajo con la pareja,pero debo admitir que ello puede incrementar el sentimiento de rutina y,en cierto modo,de aburrimiento.
Hace tres años,uno antes de la boda,decidimos hacer nuestras primeras vacaciones juntos en mucho tiempo,la constitución de una empresa conlleva muchos gastos y muchas horas de trabajo.
Después de hojear diversos folletos propagandísticos sobre el norte de Europa,nos decantamos por algo más cómodo y cercano como la Costa Brava.Alquilamos un apartamento en una urbanización próxima a Blanes.
Mientras nos instalábamos en el inmueble,sonó el timbre.La puerta estaba abierta,por lo que vimos inmediatamente que se trataba de un hombre de unos cincuenta años,que con una ligera sonrisa nos daba la bienvenida y nos invitaba a tomar algo en cuanto termináramos la mudanza.Mientras aceptábamos con gratitud su invitación,asomaba por la puerta la cara y parte del cuerpo de su mujer,unos ocho años más joven que él.
Al finalizar la mudanza,fuimos a comprar algo de comida al súper y al volver,nos duchamos y nos pusimos algo de ropa informal con el objeto de visitar a nuestros amables vecinos.
Nos abrieron la puerta y ciertamente se trataba de una pareja mucho mayor que nosotros,pero muy jovial y educada.La mujer,Valentina,era bastante atractiva,lo que más me estaba agradando de ella era el nivel cultural que ostentaba.A medida que avanzaba la conversación,me di cuenta de que Marcos,el marido,no quitaba ojo de mi entonces prometida.Por un momento,º me puse un poco nervioso pero se me fue pasando,Marcos era un hombre muy educado y Vanessa es una mujer bastante guapa.Es más bien alta,no es de complexión delgada,dado que practicó la natación durante más de diez años,pero puedo constatar que atrae bastante a los hombres.Tiene una noventa de pecho y un culo más que aceptable.Su cabello,moreno,tiende a ondularse y sus ojos son pardos y almendrados.Cuando sonríe tiende a achinarlos.
Después del Martini,Valentina nos invitó a cenar para el día siguiente.Al abrir la puerta,apareció David,uno de los dos hijos de nuestros nuevos amigos.Se trataba de un chico de dieciocho años,aniñado y bastante apocado.
Al día siguiente,Vane y yo fuimos a la playa.Aprovechando que no había nadie conocido,se quitó la parte de arriba del bikini.
-¿Y si viniera Marcos?-interrogué con cierta picardía.
-Qué va a venir-soltó con cierta pereza.
-La verdad es que me da igual,tampoco es una persona de nuestro entorno-esgrimí con cierta excitación.-Además,le gustas,no paraba de mirarte ayer-
Vanessa encontró que estaba exagerando.Al volver,coincidimos con Marcos al abrir las puertas de nuestros domicilios.Vanessa no llevaba sostén bajo su camiseta y lucía una bella y notoria marca de sus tetas.Puedo afirmar que al hombre le gustó,le costó apartar la mirada en favor de su alto grado de culura y educación.
Al entrar en el apartamento,caí en la cuenta de que estaba cachondo y Vane lo notó.Empecé a besar su cuello hasta llegar a las orejas(algo que nunca falla)y procedí a quitarle la camiseta para quedarse sólo con la parte de abajo del bañador.Yo estaba realmente empalmado y sin quitarle la prenda de baño,me la follé encima de la cama.
Mi pareja tenía sueño después de la comida y decidió tumbarse un rato para dormir la siesta y yo opté por salir a dar una vuelta.En el paseo del pueblo,en una de las terrazas,estaba David tomando un refresco y leyendo un libro.Verdaderamente me pareció un chico muy tímido y solitario,pero sin mostrar hostilidad cuando le hablaban.Incluso me ofreció sentarme,acción a la que accedí.Le comenté que sus padres nos habían invitado a cenar y él,soplando jocosamente para demostrar aburrimiento,dijo que había quedado con unos amigos.Era,como dije antes,de fisonomía y ademanes muy infantiles,apenas debía afeitarse.Además,era muy pequeño de estatura y de estructura muy delgada.Me dijo que solía ir a una cala cercana al pueblo.Le dije que Vanessa y yo iríamos allí al día siguiente y mientras me levantaba me dijo,sin gran convencimiento,que allí nos veríamos.
Volví al apartamento y no le comenté nada a Vane.Empecé a pensar que algo extraño se estaba desarrollando dentro de mí.Me estaba hartando de tanto puritanismo,éramos una pareja con una conducta demasiado normativa.Yo tenía ganas de nuevas sensaciones,de experimentar algo diferente aunque fuera sólo por aquel verano,luego volveríamos a ser la pareja modelo de siempre.
Antes de vestirnos,le dije a mi entonces novia que se pusiera algo sexy.

-Veo que queres que seduzca ese hombre-dice para ponerme a prueba.
-No sé,no le conocemos,puede ser hasta divertido-exclamo sin vacilar.
-¡Eres un cerdo!-gritó inmediatamente.
-¡Oye,ya está bien de tanto comportamiento puritano!.-Le obsequié con una caricia súbitamente apartó la mano.-Estudiaste en las Salesianas,pero estamos de vacaciones.-
Estaba echa una furia,se vistió muy malhumorada.Se puso un vestido negro muy escotado,capaz de ir más allá de lo estético y recalar en lo inevitablemente erótico.
-Estás muy guapa-le digo cariñosamente
Por toda respuesta obtengo un gesto infantil de enfado.
Nos dirigimos al apartamento de nuestros vecinos y nos recibió Marcos,que apestaba a colonia.Nos sonrió y ya rápidamente empezó el repertorio de miradas hacia mi atractiva pareja.Valentina estaba terminando de parar la mesa y nos ofrecieron asiento en el sofá.Nos acomodamos y Marcos observó como Vanessa se sentaba y cruzaba las piernas.Yo me ponía bizco de la excitación.Vane lo sabía y me miró de reojo con cierta complicidad.
La cena transcurría con gran jovialidad.El vino estaba exquisito,entraba muy bien con el calor que hacía.
El ágape tocó a su fin y al hablar de las diferencias existentes entre nuestros apartamentos(el de ellos era exactamente el doble de grande),Valentina quiso mostrarnos la vivienda detalladamente.Marcos y yo nos quedamos un tanto apartados de nuestras parejas y aprovechó para decirme,todo emocionado y un tanto embriagado,que Vanessa era una joven muy hermosa y yo le aseguré,mintiendo,que ella le encontraba un hombre muy interesante.A mi se me aceleró el corazón por momentos y de repente noté que el vino también surgía efecto en mi persona.Alcanzamos a Valentina y a Vane cuando llegamos a una gran sala con un billar.
Marcos y mi pareja empezaron a jugar un rato mientras su mujer y yo entablábamos una conversación sin demasiada importancia.Lo que sí recuerdo son las ganas de echarle un polvo a la mujer de Marcos,me daba cierto morbo.Era delgada y de movimientos elegantes,además de tener rasgos como de alemana.Vanessa agarró el palo de billar para iniciar una jugada y al agacharse,su escote mostró con seguridad,su gran capacidad de obertura.Le sobresalían sus pechos del pequeño y sexy sostén blanco, que contrastaba con el vestido negro.-Marcos debe estar a punto de romper el pantalón-pienso.Me estaba poniendo a mil y pensaba constantemente en un intercambio memorable.Vane,empero,no estaba por la labor y aunque Valentina estaba muy amable,no parecía muy dispuesta a satisfacer mis fantasías así como las de su excitado esposo.
La cena terminó y al entrar en nuestro apartamento,Vanessa me echó una bronca de miedo.
-¡¡Has mentido a ese tipo y me ha tirado los tejos como si estuviera en celo!!.-Me gritó como poseída.Además,enfadada me preguntó si yo creía que era una puta.
Se fue a dormir muy cabreada.Al día siguiente,seguía enojada y yo le hice un regalo.Bueno,dos.El primero era un vestido de playa.Se puso muy contenta,pero le cambió un tanto la cara cuando vio que el segundo obsequio era un tanga de playa.
-¿Ya estamos otra vez?-me preguntó con voz perezosa y un tanto enfadada.
-Venga,mujer,en la cala no nos conoce nadie y seguro que estás muy sexy-le replico cariñosamente.
Cogimos el coche y nos fuimos a la cala.Había poca gente y ella se quedó en tanga y en top-less,mostrando sus tetas increíbles.
Al cabo de una hora,llegó David.Le hice señas avisándole de nuestra situación.Vanessa me hizo cara de mala leche y me dijo que esto lo tenía programado porque veía al chaval muy decidido caminando hacia nosotros.Vanessa estaba muy incómoda,sentía cierto pudor.A medida que pasaban los minutos se sentía menos ruborizada y a la vez,yo notaba que David era tímido pero con gusto por las mujeres.Vane se giró boca abajo y me dijo que le pusiera crema.Le hice señales a David indicándole que se la pusiera él.Al cabo de unos segundos ella soltó un gritito de gusto y exclamó que le encantaba que la acariciaran de aquel modo la espalda.Entonces indiqué al chico que también le pusiera crema sobre el culo.Dudó,pero accedió.Me fijé en su paquete y vi que estaba empalmado.De repente,Vanessa se giró y me pegó una mirada asesina cuando vio que el que le ponía crema era David.Me soltó un "ya hablaremos".
De súbito,Vanessa cambió su conducta.Le preguntó a David qué haría aquella noche.En principio no tenía nada en concreto.Ella tuvo la idea de salir los tres a tomar algo en una disco de la urbanización.Y así fue.Quedamos los tres en una terraza y Vanessa se pidió una copa helada.Me llevé una sorpresa cuando vi que no sólo le ofrecía de su helado,sino que le empieza a darle directamente con los barquillos que aparecen en la copa.Me sentía raro,no me esperaba esa reacción de mi novia.
Al cabo de un rato,entramos en la disco, muy pequeña y sin mucha categoría y vi que se pedían sendas copas.A mi no parecen hacerme mucho caso.Se fueron a bailar separados primero,pero en cuanto dejaron los vasos en la barra,observé como Vanessa se le acercaba mucho y le decía cosas al oído.Parecía muy excitada.Piensé que iba de calienta-pollas y que no pasaría nada.Al cabo de un par de canciones,bailaban abrazados,aunque el chico se sentía cortado cuando miraba hacia mí.Seguían acaramelados,a él le veía más bien acorralado,ella era algo más alta.En cualquier momento parecía que se iban a besar.Ella se giró hacia mí y se acercó hacia donde estaba cogiendo a David de la mano.Se pidió una copa y otras dos para nosotros.
-Ésta la pago yo-dijo divertida,la cachonda de Vanessa.Yo me sentía muy raro y ella lo notaba.No sabía dónde quería ir a parar.
Al terminar la copa,Vane tuvo la idea de ir a la piscina de la urbanización a pegarnos un baño.
LLegamos al sitio mencionado y yo me mostraba incrédulo ante la posibilidad de que Vanessa se desnudara ante semejante niñato.
Entramos por el recinto y acto seguido Vane se apresuró a quitarse la falda y quedarse en bragas ante los dos.Se quitó la camisa y posteriormente,el sujetador.Nos dio ánimos para que nos desnudáramos y yo le pregunté dónde quería ir.Me preguntó si no le creía capaz de enrollarse con él.Antes de que yo contestara,le dio un beso en la boca.Yo estaba contrariado,pero me iba excitando por momentos.El chico tenía cierto miedo de mi reacción,pero pronto vio que aprobaba el morreo.Mi novia le quitó el pantalón vaquero y,en calzoncillos el enclenque era capaz de mostrar una erección de unas dimensiones insospechadas.Le quitó la ropa interior y le empezó a hacer una paja mientras me miraba.Me desprendí de mi ropa mientras veía como Vane le hacía una mamada a David.Al acercarme,mi novia se puso de pie mientras David le quitaba las bragas.Estábamos los tres desnudos y ella se volvió a agachar y nos masturbó a ambos alternando la boca y la mano para cada picha.
-Tienes un buen rabo,¿eh?-le digo,aunque es más la sorpresa que otra cosa.
-No parecía que la pudiera tener así-exclama Vane asombrada por toda la situación.
La chica se puso a cuatro patas y mientras me la empezaba a chupar,hizo un gesto como invitando a David a metérsela en plan perro.El tio puso cara de desconcertado,pero el alcohol y el calor del verano disiparon cualquier atisbo de timidez.El chico se corrió antes de tiempo y se fue al agua mientras Vanessa y yo terminábamos el polvo estando ella encima mío.Nos bañamos los tres y así acabó ese inesperado contraataque de mi actual esposa.Podéis imaginaros cómo nos sentimos al día siguiente,especialmente cuando vimos a los padres de David con su hijo charlando por la casa.
A partir de ahí,ya nunca más volvimos a tener ninguna fantasía sobre trios u orgías.Creo que ya fue suficiente.