" ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erreis; ni los fornicarìos, avaros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios..."


1 Corintios 6:9-10

Cuando mi padre me vio frente al espejo, con unos panticitos de mi hermana, una peluca de mi mamá, unos zapatos con tacos muy altos y pintándome los labios, gritó como cuando le hunden el cuchillo un cerdo hasta destrozarle el corazón.

Pensó, estoy más seguro, que es lo mismo que ustedes están pensando, ya me juzgaron sin conocerme, ya están seguros que soy otro desviado más, otro incomprendido por la sociedad,
otro pato callejero como me gritó el que decía que me amaba por ser su único hijo varón...

Miren, ven esta cicatriz cerca de mi oreja, me la hice cuando fui a caer de cabeza casi debajo de la cama de la bofetada que el muy infeliz me dio.

Me rompió dos dientes, derramé sangre por boca y nariz y si mi viejita no se mete me mata... con su viejo revólver de policía, que siempre guardaba debajo de su almohada porque decía que lo estaban velando para matarlo por chota...

Y sólo porque me puse ropa de mujer... estupidez, las mujeres se ponen la ropa de los hombres y nadie protesta...

Además aquello era un ensayo. Quería ver cómo me veía vestido de mujer... sólo tenía quince años, y quería ayudar a mi amigo Wito. Él quería saber si Elizabeth se molestaba si lo veía con otra chica. Así que planeamos aquella broma. Pero ya ven... la bromita me costó dos dientes y casi la vida.

Además, desde aquel momento mi vida cambió totalmente. El viejo se fue a beber, se emborrachó y empezó a llorar porque tan macho que era él y le había nacido un hijo pato...

La voz se corrió más veloz que la luz, las burlas, los chistes, los comentarios...toda aquella maldad contra mí por el simple hecho de haberme vestido de mujer... Tuve que dejar la casa e irme con mi hermana a vivir a Nueva York.

El tiempo ha transcurrido y heme aquí. Sentado en la puerta de la casa de mis padres. Ya murieron los dos, mi madre de sufrimiento y mi padre se ahorcó porque no podía soportar aquella humillación de tener un hijo diferente... que ni era homosexual ni tampoco estaba encontra de ellos...

Una semana estuvo metiéndome la Biblia por la boca y me tuve que aprender de memoria los versículos de la carta primera de los Corintios 6:9-10...

___¡Mira, hijo desenfrenado, mira lo que dice la palabra de Dios- me gritaba encima del oído-

Les digo que me tenía hastiado, me dieron ganas de quemar aquel libro, llegué a odiar la palabra.

Una tarde me vino con la misma cantaleta...

__¡Espero que sea la primera y última vez que te pongas ropa de mujer!... sabes... te mataré aunque coja la cárcel...

No aguanté más...¿Por qué no le dice lo mismo a mi hermana?...¡Mira los pantalones pegados que lleva y la gorra de peletero!¡Anda, dile lo mismo!...

Y si fuera guy... como tu afirma, y me pierdo de acuerdo a la Biblia, entonces se quemará media humanidad en las mismas pailas del infierno, hasta los curas que beben vino y fuman me acompañarán en el viaje... Y tú, si tú, que dices que no soy tu hijo, mientes... y ese mismo libro dice que los mentirosos no entrarán al cielo... y eres mentiroso, borracho,fornicario porque nunca te has querido casar con mi madre,adúltero porque te he visto con la vecina, avaro porque hasta nos niega un peso para comer, maldiciente porque maldices a todos los santos del cielo, idólatra porque tienes un montón de santos y te arrodillas ante ellos y ladrón porque le echa de menos a la gente en sus compras y tienes dos piedras en las balanzas...
si me pierdo por que crees que soy afeminado... no sé aquél lugar del infierno te mandarán...

Alzó la mano para golpearme... pero cuando saqué el puñal que había comprado, no se atrevió... fue mi último día en la casa...

Antes de irme le grité que el cielo era un lugar exclusivo, que había sido hecho para ángeles y no para los hombres... nadie podría pisarlo... por que hasta desear a una mujer o un hombre en la mente ya cometíamos adúlterio...

Saben, esta Colt, que brilla como la armadura de don Quijote y la del caballero de la armadura oxidada me fascina. Está limpia, suave, siento el frío de su metal... me quedan tres balas...

No vayan a creer como creía mi padre... me decía que yo no respetaba a Dios, que era ateo, y que no creía en la Biblia por lo que decía de los afeminados... primero creo en Dios a mi manera, segundo, ese Dios, si existe, sabe que no lo soy... y si lo soy no me sentiré culpable porque no fue mi idea venir a este mundo sino la idea de mis padres...además, no hay ni un solo ser humano, que se atribuya el derecho a condenar a otro porque es diferente y ha decidido vivir de acuerdo a sus ideas y principios... y si los tribunales dicen que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo y puede abortar, entonces, si yo fuera una loca cualquiera, ¿no tengo el mismo derecho a utilizar mi cuerpo como me dé la gana?...

Saben, esa experiencia con mi padre me llenó de ira, rencor, empecé a odiar a los religiosos, las lesbianas y a los homosexuales... juré a averiguar la vida de cuanto hombre y mujer, grande o pequeño vivía a mi alredor... Regré a los veinte años cuando mi padre y mi madre se despidieron de este mundo sin despedirse de mí, no fui a su entierro... el viejo dijo antes de morir que no me avisarán cuando él muriera, mi madre murió y lo vine a saber al año de su partida.

Perdón que interrumpa... quiero probar la pistola...¡Vaya!, está nueva, tiene un presión terrible...Qué pena que sólo me quedan dos balas.

¡Ah, sí, como les contaba...

Regresé a los veinte años al este infierno, aquí la gente no tienen consideración de nadie, viven como los animales, murmurando todo el día uno de otro... nadie se escapa de las calumnias...

Pero como les decía me dediqué a descubrir a los falsantes, a los machos de días y por las noches se llevaban a los homosexuales que se vestían de mujer, a las santurronas que se pasaban todo el día viendo películas de lesbiana y deseando practicar las mismas cosas, a los religiosos que querían reprender a los demonios de las hermanitas metiéndole la tranca entre las piernas, a los curas que abusaban de los monaguillos, a los polítícos que adulteraban con jovencitas... en fin tenía un listado y les digo tenía planeado hacer un acto público en el parque de la comunidad y decir a todos los vientos aquellas barbaridades, que los que me acusaron en mi niñez, hacían en la oscuridad de la noche.

Les digo que tenía fotos, vídeos, películas, cartas de media comunidad... Recuerdo un día que unas hermanitas llegaron temprano en la mañana para hablarme de las bondades de Dios y de la salvación de mi alma... además me ofrecieron una revista... estaba sorprendido del conocimiento bíblico que tenían y de la facilidad de palabras, casi me convencieron de dejar mi vida de pecados... les dije que entraran, estaba solo pues mi esposa estaba en la casa de su madre ya que estaba muy enferma... se sentaron y les serví un jugo...

Ella me miraron con curiosidad... les pregunté:

___" Ustedes se acuerdan de mí"-ella hicieron un movimiento de cabezas y se miraron'

___¡No!- respondieron al unísono-

___ Soy Carlito, el hijo de Josefa y Bartolo-
¿En verdad no se acuerdan de mí?. Pues yo si de ustedes... cambiaron de color... me levanté, me moví hacia la mesita del comedor... ellas se levantaron y me dijeron...

___¡Qué pase buen día y el Señor lo guarde!

Cuando ya habían salido de la casa les grité...
¡Ey, las revistas!... entonces se acercaron...
Y cuando les pagué con dos retratos que tenía de ellas... les dije: ¡lesbianas!... aquí tienen dos fotos haciendo el amor como dos buenas hermanitas!... No sé, dicen que la luz viaja a 186,000 millas por segundo pero aquellas dos ancianas desaparecieron ante mí con mayor velocidad...

Les digo... nada de esto tiene que ver con la buena fe de la gente de creer en un Dios... yo también creo... pero esas dos damas fueron las que se dedicaron a sembrar la mentira por todo el barrio de mí...

Ustedes podrán decir que soy un pervertido, que hago lo mismo que critico, que disfruto del dolor ajeno, que soy vengativo, cruel y que en el fondo debo ser un generado...que no tengo derecho a decir insultos contra curas y ministro...que es verdad que hay personas deshonestas pero tambien las hay temerosas y respetuosas de Dios... ¡Pero saben!¡Me importa un bledo!

Perdonen de nuevo... tengo las manos muy sudadas... estoy nervioso...Quisiera disparar una bala más... me fascina hacerlo... no se preocupen no voy a disparar para allá....¡ja,ja.ja!


!Saben, la compré hace tres años a un tecato en veinte dólares... vendía hasta su alma... estaba afixiado... pobre muchacho...

Bueno sí, puede que tengan razón...¡Ahora soy una nueva criatura!¡No lo creen!...¡Conocí a Cristo en la cárcel! Estuve preso dos años porque en Nueva York tuve que robar para poder comprar alimentos, era un vago, un drogadicto, un ladrón... no sabía inglés... y... ¡Sí, se lo diré...compré esta pistola para suicidarme...

¡Pero ya ven... no lo hice...! Encontré la senda verdadera... el camino a Dios...

Pero antes de disparar el último tiro les digo
que un día, con lágrimas en mis ojos le confusé a mi hermana por qué odiaba a mi padre... ella se abrazó a mí... lloramos por una hora... el canalla me había violado...

Y para mayor suerte... mi esposa no está con su madre... todavía me gusta mentir...¡Le eché a patadas de esta casa... hace tiempo, supe la verdad... ella no había sido mujer siempre... se había realizado una operación... antes era un hombre...

Bueno... la historia se acabó...me queda una bala
y tengo aquí una Biblia...Tengo dos caminos:
uno ancho y espacioso, el otro estrecho...

___¡Quiero caminar por el angosto!... ¡Aquí les dejo la pistola y la última bala!... deciden ustedes mi final...

Fin