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EL BAUTIZO

Karina tenía tres años de trabajar en ls fábrica, era hija de un ex-empleado, y al quedar el esposo de ella sin trabajo. el padre me solicitó que les ayudara, y afortunadamente, el esposo empezó a trabajar como séis meses después de que Karina estaba con nosotros. Iban a bautizar a su nene que ya tenía dos meses, y me solicitaron que fuera el padrino de su primogénito. Llegó el día del bautizo, pero el esposo de Karina por extrema necesidad de la empresa en que laboraba, tuvo que cubrir una emergencia fuera de la ciudad, y regresaba dos días después. Al concluír la reunión, ya eran las cuatro de la tarde, y fuí a dejar a Karina y al bebé a su casa, al entrar me dijo que iba a preparar un poco de café, pues había empezado a llover a chorros, y el vehículo había quedado como a 100 metros de distancia, en un parqueo comunitario, ya que ellos viven en un complejo de edificios, que denominan multifamiliares. Mientras estaba el café fué a cambiarse de ropa, regresando con una falda corta a medio muslo, y una t´shirt arriba del obligo y en pantuflas. Sus piernas eran hermosas, torneadas y de estupendo trasero, sus pechos que estaban amamantando al bebé eran soberbios, su cabellera ondulada sobre sus hombros, y su rostro moreno, de ojos grandes y naríz respingada, la verdad nunca le había puesto mucha atención, ya que rara vez la veía, y en situaciones apresuradas. Cuando me sirvió el café, le ayudé a llevar algunas cosas a la mesa, y al estar cerca de ella, sentí el aroma suave de su perfume, y hubo un momento por la estrechez de la cocina, que rozó sus pechos en mí,nos quedamos viendo fijamente a los ojos, ella se ruborizó, y murmuro, perdon lo siento, la tomé de la cintura la atraje hacia a mí y la besé, me correspondió el beso, inmediatamente mi verga empezó a crecer y el bulto pegado a su vientre era evidente, se pegó a mí para sentirlo mejor, y yo deslizé mi mano sobre su t-shirt, para tomar un seno grande y duro, de pezón enorme y sentí las gostas de leche en mis dedos, bajé a sus caderas, y metí mi mano bajo su faldita, para tocar su vagina sobre su calzón, y sentí cuando empezó a humedecerse, metí mis dedos entre sus vellos púbicos, para deslizarlos entre su ranura, y sentí ya lo mojado de su conchita y su clítoris hinchadito y erecto, la besé de nuevo y le susurré que deseaba tenerla, hacerla mía, su respuesta fué otro beso candente, y me dijo que no lo había hecho desde antes de nacer el bebé, que ya llevana mas de 60 días y deseaba ser penetrada, y que siempre había fantaseado acostarse conmigo, que siempre había deseado tener mi pene adentro, porque en algunas oportunidades había oído el comentario de una compañera de trabajo que se había acostado conmigo, que la pasó super sintiendo como la inmensa verga le quemaba sus entrañas con mis chorros de leche. Desnudos los dos en la cama, le besé sus pechos hermosos, hinchados, probé de su leche, chupé su almeja hermosa, depilada, sólo tenía un triángulo de vellos en la parte superior, delicadamente recortados, diciendome que se lo había hecho para mí, pues al no estar su esposo estaba segura de iríamos a la cama. Con deleite y placer sobaba mi pija, la chupaba y mamaba con delicadeza, me dijo que no aguantaba más que la penetrara, la fuí empujando despacio,sintiendo las paredes humedas abriendose paso a tremenda mole de carne, estaba super caliente, sólo entré al fondo, cuando mis testículos chocaron con sus nalgas sentí su primer orgasmo, estaba a punto, seguí bombiandola fuerte, sentí los espasmos en mi cuerpo y solté la leche que tanto me pedía, lentamente salí de su vagina y con su lengua empezó a limpiar sus propios jugos y semen hasta dejarla limpia, pero era tanto el impetu de sus lamidas y chupadas, que el pene estaba durísmo, la puse de perrito y volví a penetrarla de un solo golpe, gimió lastimeramente al sentirse topada de un solo por el mástil de 8 pulgadas, empezó a llevarme el ritmo, con mis dedos jugueteaba con sus labios y su clítoris, veía aquellas hermosas nalgas redondas, y su orificio anal, cafecito, cerradito, se me cruzó la idea de metrla la verga por ahí, y empezé a jugar con su orificio, entró uno, dos y tres dedos, me decía que no se la fuera a meter por el culo, porque no lo había hecho ni con su marido que tenía verga chiquita, y que le daba miedo conmigo, pero no se quitaba, acerqué la cabeza de la verga ya ensalibada, y empezé a entrar de a poco, al cabo de unos segundos, la tenía llena, suavemtente entraba y salía, mis manos estaban en sus caderas para el movimiento candencioso, ella se restregaba el clítoris, cuando se estaba viniendo la enserté fuerte y me corrí en su culito, saqué la verga, quedando un tremendo agugero y salió un sonoro pedo, su culito había sido desvirgado. A partir de ese día, tenemos encuentro en mi oficina, no seguido pero si por lo menos una vez al mes, y cada día está mas hermosa, no tenemos remordimientos, porque sabemos que el marido sale con una señora mayor que él, Ella es su patrona, y Karina sabe también que a menudo recibe regalitos de su amante, pensaba separarse del marido, pero ni modo necesitan de ese trabajo y además ella ya tiene ganado su propio garrote que la hace felíz.
Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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