Eran las 8 de la noche cuando Irene llegaba a su casa, de repente la abordó un hombre por la espalda y le dijo: - No te muevas, no grites porque te mato, abre la puerta en silencio. Y así lo hizo. Le temblaban las piernas y su adrenalina estaba en su punto máximo, pues sentía algo punzo penetrante en su espalda y no deseaba que ocurriera nada. En el forcejeo mientras el ladrón la empujaba hacia el interior de la casa notando un gran bulto entre sus nalgas, que llamó su atención. El hombre sacó unas esposas y amarró sus manos sentándola en un sillón y preguntando:¿ Donde esta el dinero y las joyas? -Yo no tengo dinero ni joyas de valor, solo fantasías. -No importa dime donde estan- -En el armario de mi habitación - contestó Irene. El bandido la tomó por el brazo y le indicó que la llevara hasta el armario, empujándola en la cama. Irene que tenía una falda muy corta, con unas bragas muy pequeñas, dejó al descubierto un hermoso culito muy firme. Mientras el ladrón registraba el armario, ella observó que llevaba un pasamontañas y solo se le podían ver los ojos, la nariz y la boca, pero la curiosidad la invadía y no resistió la tentación de mirar su parte íntima notando que aquel hombre estaba bien dotado.El ladrón guardó el cofre con las joyas en su mochila y le preguntó: ¿ Tienes ron para beber? - Si, en la vitrina que está en la sala ¿ Quieres un poco? pregutó - No, respondió ella - Yo quiero que bebas conmigo, pues tu y yo la vamos a pasar muy bien, mientras le tocaba las nalgas y metía sus dedos para tocarle su ano. - Que culito mas rico tienes, es firme- expresó No me hagas daño, no me violes, suplicó Irene sollozando, yo haré lo que tu quieras. -Esto se pone interesante -expresó el caco.El bandido se quedó en silencio un momento mientras bebía y le dijo: Yo no te voy a hacer daño, solo quiero pasar el rato y me iré. - Desátame y haré lo que tu quieras - afirmó Irene El ladrón le quitó las esposas y le ordenó que se desnudara que la quería ver, esta se paró cerca de él y se desvistió completamente mientras él se acariciaba el pene. - Eres muy hermosa , le dijo, acuéstate en la cama mientras yo me desvisto- ordenó y ella sumisamente le obedeció, aprovechando la ocación para satisfacer la curiosidad y ver que aquel hombre poseía un cuerpo atlético y una polla enorme algo que la excitó. - Vén , arrodíllate aquí a mis pies y chúpamela- le ordenó el bandido. Irene estaba muy ansiosa y asustada al mismo tiempo, pensaba que si le obedecía no le haría nada, pero al mismo tiempo quería sentir que aquel hombre la hiciera suya.Al rato el bandido soltó el arma que llevaba y con sus manos empezó a acariciar el cabello de Irene mientras esta se la lamía, algo que disfrutaba mucho, pues el ladrón observaba como se la comía toda. Entonces el hombre la cargó en brazos poniéndola en la cama y le puso la punta de su polla en la entrada de su coño e Irene le indicó: -Métela despacio, poco a poco que es muy grande, y el caco obedeció. Irene se corrió a los pocos segundos pues estaba muy excitada, el hombre se movía despacio y aquella enorme cosa la penetraba con fuerza. Luego el bandido la volteó y dijo: - Ahora me voy a follar este culito -Hazlo con cuidado - propuso Irene, sintió algo de dolor y le expresó; - Deja que yo lo haga por ti; tomando la polla del ladrón, ella misma se lo introdujo en su culito, despacio , haste que el caco notó que se perdía toda dentro de Irene; Ella levantó sus caderas lo mas que pudo, pues deseaba que aquel hombre la penetrara profundamente; una locura desbordante los invadió ella se agitaba con fuerza y él la penetraba con pasión, en eso se corrieron ambos con fuerza entre gritos y gemidos y cayeron desplomándose en la cama. A los pocos minutos el bandido se largo; Irene se había quedado dormida y no notó cuando se fue, al despertar se dio una ducha, acordándose de lo que le había ocurrido y se excito de nuevo masturbándose y se dijo así misma: No olvidaré esto jamás. Pasaron un par de meses de aquel evento y un día desayunando en su casa mientras leía el periódico,se encontro con la reseña de que habían atrapado a un maleante, observó la foto e inmediatamente se dio cuenta de que era el mismo que había estado en su casa, salió corriendo a la policia , para saber donde lo tenían preso y desde entonces se sabe que lo visita intimamente dos veces por semana...
JaJaJaJa, qué bandido más afortunado ese. Y la mujer, que todo lo pedía con cuidadito, bien pudo meterle un balazo con cuidadito, pero prefirió lo otro. Qué afortunado. Ja.