"Miraba una pelicula estando sola como a las cinco de la tarde cuando una escena erotica me encendia las ganas de coger."

Me llamo Ibeth y tengo treinta años de edad. No sé como cai, pero la escena en la pelicula me daban unas ganas de coger exageradas que no sabia que hacer. Escuché al amigo de mi marido que regaba el jardin de su casa y le puse el ojo a él para que me hicera el servicio de quitarme las ganas.

Todo estaba en tomar una decision en mi. Yo me sentia toda mojada y la panocha la tenia caliente. El amigo de mi esposo según cuentan por ahí más joven había sido un pica flor de mujeres. Toqué el cristal de la ventana hasta que él me miró.

Subió a mi casa y me preguntó sin saber con mi oferta hacia él. No se lo creía y se quedaba pensando y me decía que no jugara así.

-"Yo no estoy jugando...solo quiero que me quite esta bellaquera que tengo encima de mi.

Él me sentenciaba

- "Yo lo hago, pero no quiero problemas con nadie" me replico él.

Yo con mi concentimiento le decia a él.-  "Vengase a la cama".

Me seguía y me acostaba en la cama y me subió la falda que llevaba puesta exponiendo mi calzón. Él se sacaba un condón de su cartera y se quitaba su ropa hasta quedar desnudo y después me desnudaba.

Se ponia su condón y yo apurada para sentirla dentro de mi. Abrí bien mis piernas y me la metía sin lastima de dos embestidas que me la hacia tragar toda su berga.

Una vez penetrada me senti un poco aliviada y comenzamos a movernos hasta que me hacía vomitar leche de mi panocha caliente. Él me habia hecho un trabajo muy bueno y me dejaba su leche guardada dentro de mi panocha.

Noté que estaba asustado y yo al igual también estaba asustada, pero se notaba que se podía confiar en él y por eso lo hacía. Quedé de lo más relajada.

Esta historia es verdad y me pregunto como tuve el valor de haber hecho eso. Mi esposo no sabe de lo que hice esa tarde loca y el vecino se cerraba su ocico. Hoy vivimos en ciudades separadas y me imagino que se acordará de mi asi como me acuerdo yo de él.