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Categoría: Incestos

El agradecimiento de mi sobrina

Soy un hombre de 45 años felizmente casado y con dos hijos, sexualmente no me quejo, con mi esposa la pasamos muy bien.

Mi relato esta relacionado con mi prima de 40 años y su hija de 19, la segunda de tres, mi prima se había casado muy joven no había cumplido la mayoría de edad cuando resulto embarazada y forcivoluntariamente se caso, teniendo su primera hija a los 18 años, la segunda a los 21 y el ultimo a los 30.

Durante la juventud nos enamoramos con mi prima y habiamos llegado a tener una relación muy estrecha, a tal punto que nos hicimos novios por supuesto que solo los dos los sabíamos, de los besos y agarrones pasamos a las caricias muy fuertes, hasta llegar casi a estar los dos desnudos y tener relaciones sexuales, aunque fuimos cuidadosos en no meter las patas y embarazarla, siempre la gozamos y la pasábamos bien a cada encuentro.

paso el tiempo, nos alejamos ella se caso antes y ya fue imposible volver a encontrarnos, cuando lo hacíamos platicábamos y a solas recordábamos nuestra juventud, sin que pasara nada más, aunque ambos creo que hubiéramos deseado volver a coger, pero fue imposible.

Pasaron los años, ya ambos casados y con los hijos ya mayores, nos encontramos en una reunión familiar, transcurrió el tiempo y cuando menos lo imaginamos nos encontramos solos los dos, cabe mencionar que desde el inicio nos buscamos pero siempre había alguien que nos interrumpia y no nos dejaban platicar a solas; aprovechamos para traer a la platica nuestra juventud y lo bien que nos llevábamos, fue ella la que tocó el tema cuando me preguntó si me recordaba lo que hacíamos en algunos lugares cuando estábamos solitos, de inmediato le respondí que nunca lo había olvidado y me gustaba mucho recordarlo, ella se sonrojo e hizo una mirada picara, sin pensarlo dimos un paso cada un al frente hasta quedar juntos bien pegados, nos tomamos de la mano, le di un beso casi en la comisura de los labios, se quedo quieta y de inmediato me devolvió el beso, solo que ella lo hizo directamente a la boca, estábamos nerviosos por lo que estaba pasando y donde estábamos, pero nos cercioramos que nadie se diera cuenta, nos volvimos a besar y a abrazar, ella me tomo del cuello y con fuerza se pego a mi, yo con una mano la agarre de la cabeza y con la otra de la cintura, para eso yo ya tenia la verga dura y en posición apuntando hacia arriba, se la pega a su entrepierna y ambos hicimos movimientos de atracción, ella se pego a mi buscándome la verga, levantándose un poco para que su panocha quedara justamente pegada a mi verga; nos seguíamos besando y haciendo movimientos de atrás para adelante y en círculos, se podía notar nuestra excitación, ella gemía mientras nos besábamos, hasta que apresuró el movimiento indicándome que le diera más rápido porque se venia, respondí a lo que me pedía, sintiendo como su panocha me estrujaba la verga porque estaba eyaculando parada, no me pude resistir y junto con ella tuve un orgasmo divino, sentía su cuerpo caliente y su boca que echaba fuego, pude meterle la mano entre su vestido y tocarle el culo mientras nos veníamos, les aseguro que a mi edad y hacer esas cosas fue algo nunca vivido y formidable.

Ella de su bolsa saco un toalla y me la dio para que me limpiara el semen, fui hasta el baño mientras ella regresaba a la reunión, me limpie aunque fue difícil ocultar la mancha que había quedado en el pantalón, pero nadie se dio cuenta; volví también a la reunión y mientras me acercaba ella se me quedaba viendo con una cara de satisfacción y una sonrisa en su rostro que solo ella y yo sabíamos porque era.

Nos seguimos viendo y aunque ambos lo deseábamos era imposible estar solos, así que solo platicábamos y en clave hacíamos referencia a lo que había pasado entre nosotros de jóvenes y en la reunión.

Bueno el caso es que su hija tenia deseos de trabajar y cada vez que pasaba por su casa me lo hacia saber, preguntándome si sabia de algún lugar donde pudiera trabajar; mi sobrina de un cuerpo de regulares dimensiones pero con un culo de película y unos pechos algo grandesitos, a su edad me imagino que ya había tenido novio y ya había conocido lo que es ser mujer, aunque tengo mis dudas por lo ingenua que parecía, pero de todas maneras era mi sobrina y la hija de mi amor de juventud y con quien deseaba coger todavía.

Por mi profesión, conozco a muchas personas y me dispuse a hacer unas llamadas por teléfono, cual seria mi sorpresa que una compañera de universidad necesitaba casualmente una persona y por tratarse de mi me dijo que la enviara para entrevistarla, así lo hice y de inmediato mi sobrina preparo su curriculum y se dirigió a la empresa para la entrevista programada.

Cual seria mi sorpresa, que cuando volví a visitar a mi prima, me comento que su hija se había quedado trabajando y que la esperara porque quería agradecerme, así lo hice, pero en el transcurso del tiempo de espera, la llamaron d emergencia de la casa de su suegra porque había caído de una enfermedad que padecía; me suplicó que no me fuera a ir, casualmente cuando ella me lo estaba diciendo llego mi sobrina, después de decirle lo que había pasado le dio indicaciones para que me atendiera y me diera las gracias.

Se retiro mi prima, quedándonos los dos solos con mi sobrina, paso a su habitación a dejar su bolso, me ofreció un refresco y una galletas y nos sentamos a platicar; estando solos la podía apreciar más despacio, le miraba a los ojos y a la boca cuando hablaba y sonreía, yo en mi mente maquinaba, la forma de acercarme a ella para poder tocarla y acariciar su mano y su linda carita.

Estábamos platicando cuando de repente se paro y me dijo que me quería agradecer por el trabajo que le había conseguido, de inmediato le dije que no importaba y que me alegraba porque había conseguido lo que quería; se paro a pocos pasos de mi me extendió sus manos pidiéndome las mías, le respondí y cuando me las tomo de un jalón hizo que me parara y me dio un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, aproveche y durante el abrazo le hablaba al oído, tratando de decirle un gran discurso para tardar abrazados, no hizo el intento por evitarlo, estábamos abrazados con los cuerpos muy pegaditos, sentía su calorcito y su respiración.

De sentir el cuerpo de una mujer pegado a mi, me excite y mi verga de inmediato reacciono, se la tenia pegada a una de sus piernas, sientiendole su piel, ella llevaba puesto un vestido, yo no quería moverme para no hacerla sentir mal o que ella me hiciera sentir mal a mi; me pegue un poco más a ella y me corrí hacia el centro, tratando quedar pegada a su panochita, seguía abrazándola, ella igual, pensé que en cualquier momento podría salir corriendo o que me dijera que la respetara porque era su sobrina y estábamos en su casa.

Como tenia mi boca pegada a su oreja cuando le hablaba, le dí un par de pequeños besos, seguía sin decir nada y sin moverse, hice mi cintura hacia adelante para tocarle con mi verga la panochita, ella dejo que lo hiciera, le seguía hablando a la oreja y ella solo murmuraba, pero no me quito sus brazos de mis hombros y dejaba que yo le acercara y le apretara la panochita con mi verga, puse una mano en su espalda y la acaricie muy delicadamente, la otra la tenia en el cuello, de repente sin más pensarlo le empece a besar el cuello ya sin decir nada, podía ver como su piel se erizaba y temblaba, pero como una estatua estaba quieta.

Seguía besandole el cuello y la oreja, mientras que con una mano le acariciaba la espalda bajando a la cintura, entreteniéndome en su derrier, empece a acercarla más a mi, dando ella casi medio paso para quedar completamente pegada a mi verga y poder sentirla a plenitud, ya no espere más y empece en un vaivén cadencioso, baje mi mano sin que ella se diera cuenta hasta sus nalgas y empece a acariciarselas, mientras que con la otra le sostenía el cuello y acerque mi boca muy despacio a la de ella, nos empezamos a besar, sintiendo su excitación en la respiración y su tímido movimiento de cintura; de acariciarle las nalgas, pase a sus piernas ella ya no dejaba de besarme, le tome una mano y se la lleve hasta mi verga, hacia como que se resistía pero me la rosaba hasta que logre que me la agarrara por completo, le indique con mi mano como me la debía acariciar y entre su timidez y el silencio siguió haciéndolo solo ella.

Como todo un hombre en plena excitación, le levante el vestido para tocar sus piernas directamente con mis manos, le fui buscando sus muslos para subir a su entrepierna hasta llegar a su jugosa y peluda panochita, sentía su calzoncito bastante húmedo, le metía la mano para bajárselo y quedara su panochita al aire, empece a acariciarsela por encima, sintiendo como le escurría su juguito por sus muslos, con mucho cuidado seguía sobandole la panochita, hasta que logre separarle los labios vaginales y buscarle el clítoris, se lo estaba acariciando muy suave con mis dedos, teniendo mucho cuidado de no lastimarla, ella se movía de un lado para otro, separando las piernas para que le jugara su deliciosa y mojada panochita, para ese entonces su excitación ya no le permitía dar un paso atrás ni decir una sola palabra, solo gemía, susurraba y se movía.

Como ella no quitaba su mano de mi verga que hasta ese momento todavía estaba adentro del pantalón, en un par de segundos me baje el pantalón y el calzoncillo, quedando mi miembro completamente al aire, para que mi sobrina lo pudiera observar en toda su plenitud, se le quedo viendo sin decir nada, de nuevo le tome la mano e hice que me la agarrara, lo hizo apretándomela y moviendomela de arriba para abajo; deje que se deleitara con mi trozo de carne para que entrara en confianza, espere unos minutos y rápidamente me hinque frente a ella, termine de quitarle el calzoncito y empece a darle besitos y pasarle la lengua por toda la panochita, le estaba haciendo sexo oral a mi sobrina en su propia casa y ella lo disfrutaba, hice un movimiento para que separara las piernas, respondiendo de inmediato, empece a meterle la lengua en su mojada y dulce panochita, sin imaginarse nada más, me acariciaba la cabeza, apretándomela, cuando sentí que sus movimientos y sus gemidos fueron más largos, exclamo un grito de satisfacción, llenándome la boca y la cara de sus jugos vaginales, por el orgasmo que estaba teniendo, allí parada.

Cuando exclamo y emitió el ultimo gemido, la lleve hasta el sillón que estaba a pocos pasos atrás de ella, la recosté, quedando completamente extasiada, la acomode y muy delicadamente le puse mi verga en su panochita, que estaba chorreando mucho liquido vaginal, se la pasaba por encima para que me la viera como jugaba con su panocha, estaba con las piernas abiertas, cuando empezó a hacer movimientos de abajo para arriba, como pidiendo que la penetrara, se la fue poniendo en medio de sus labios vaginales, sin querer penetrarla por el temor a que fuera virgen, me tomo de la cintura y con un movimiento de cabeza me hizo saber que quería que la penetrara, no espere más y empece a empujarsela delicadamente, ella se quejaba y pujaba, me di cuenta que era virgen, pero su cuerpo pedía verga y su mirada me decía que lo deseaba con locura.

Con mucha delicadeza seguí empujandosela, ella subía su cintura para acercar su panochita a mi verga, sin esperar más empece a darle más duro, sentía su panochita apretada, pero la excitación y nuestro deseo era más fuerte que todo, en un segundo se le deje ir, mi muchachita grito y me agarro fuerte, dejo caer un par de lagrimas, ya no quería seguir para no lastimarla pero ella me tenia tomado de la cintura sin soltarme y de nuevo asintio con la cabeza pidiéndome que le revantara la panocha,di un ultimo empujón, seguía quejándose pero cuando la sintió hasta adentro me jalo fuerte de la cintura y subió con más fuerza su cintura, tratando de atraparmela toda adentro de ella.

Seguía metiéndosela y sacándosela y ella moviendose conmigo, hasta que hizo que eyaculara adentro de ella, sentía lo apretado de su panocha cuando la estaba cogiendo, acabe tan riquísimo que me tumbe encima de ella, aún con la verga adentro y chorreando semen, ella alcanzo nuevamente un orgasmo conmigo, nos quedamos extasiados de lo rico que habíamos cogido; mi verga volvió a su tamaño normal y se me salio de su panochita, cuando me incline para limpiarla pude ver que tenia las piernas con sangre, era su virginidad que me había regalado, ella lo había disfrutado y ni siquiera me imaginaba que tan grande iba a ser su agradecimiento.

Mi sobrina a pesar de haber sido la primera vez que cogía, pude notar que lo había disfrutado, diciéndome al final que no solo me agradecía el haberla recomendado en el trabajo sino que también el haberla echo mujer y haberla echo gozar de esa forma tan especial.

Me dijo que se iría a dar un baño y a cambiarse de ropa antes que llegara su mamá, así lo hizo, esperamos a que llegara mi prima, cenamos, platicamos, me despide con un beso pícaro de las dos, que ya habían sido mis mujeres, quien iba a pensar que iba a terminar cogiéndome a mi prima y a su hija, algo que repetimos después, hasta lograr que las dos me mamaran la verga, no juntas pero si lo hicieron y yo encantado de visitar a mi prima para saludar a su hija.
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 7.47
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1 comentarios. Página 1 de 1
lobo_calientee27
lobo_calientee27 10-02-2014 03:04:46

muy caliente relato, muy bueno, quisiera una sobrinita asi

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