Les contare como me cogí a mi hermana.

Actualmente tengo 31 años. Esto pasó cuando ella tenía 18 y yo 20.

Yo era un chico normal que estaba pendiente de fiestas con amigos, tener encuentros con chicas de vez en cuando. Tengo una hermana a la que llamaremos Laura, ella siempre fue una niña muy linda, piel blanca, pelo negro largo, mirada picara, de senos pequeños pero muy bonitos, una cola rica. Laura y yo siempre tuvimos una buena relación normal de hermanos.

Un día mi visión de hermana tierna cambio, su cuerpo se había desarrollado, había crecido, sus senos se notaban, realmente se volvió muy bella, me sentí muy atraído por ella lo cual me pareció un poco raro pero quien decide eso?

-Laura pero que bonita estas.

-Gracias hermano, la edad supongo jajaja

La atracción por ella se volvía cada vez peor cada día, cada vez que iba a una fiesta, reuniones y se maquillaba o lucía un bonito vestido me hacía delirar. Tuvo muchos pretendientes eso sí, muchos chicos rogándole que fuera su novia pero ella no sentía atracción por ninguno.

El tiempo iba pasando y a sus 18 años ya era toda una mujer, era difícil creerle la edad realmente su cuerpo era muy rico.

Un día ella salió de fiestas, ese día al verla en ese vestido rosado que dejaba ver sus hombros entre en calentura y empecé a masturbarme, era tanta la calentura que se me ocurrió entrar a su habitación y conocer el olor de sus bragas, agarre un hilo que tenía y lo empecé a oler, olía a gloria, delicioso, eso me puso a mil, de solo imaginarme su vagina.

-¿Qué coño estás haciendo? Pregunto Laura gritando muy fuerte.

-Yo… eh…

Yo realmente no sabía que decir. ¿Qué excusas le puedes decir?

-¿Por qué estas oliendo mis bragas?

Afortunadamente ese día no había nadie en la casa y el problema no paso a mayores. Cuando la estaba intentando calmar le sentí el olor a alcohol así que supuse que estaba ebria y aproveche de lanzarme.

-Lo siento Laura es que estaba solo en la casa y te vi vestida así y me excite, es que desde hace rato que tú me gustas, siento deseo por ti, me estaba masturbando y que mejor manera que con el olor de tu vagina.

-Me miro un poco extrañada y me dijo: pero si eres mi hermano, es extraño ¿no crees?

-Lo sé, pero cuando alguien siente atracción por alguien dime tu ¿Qué se le hace?

Ella me miro el pene que entre la discusión olvide esconder.

-Bueno con eso podríamos hacer algo eso te lo aseguro. Dijo mientras señalaba mi pene.

Me eche a reír por los nervios, la tome del cuello y la empecé a besar, ella me tomo de la cabeza y nos besábamos con mucha rudeza, las ganas se sentían por ambos lados, aproveche y la apreté de la cintura y la pegue a mí, quería que supiera que en ese momento era mía y de nadie más. Entre besos y caricias ella le baje el vestido y quedo en ropa interior, pero que linda se veía con ese sostén negro, el hilo ya no dejaba a la imaginación de su trasero, blanco y redondo, mientras me besaba empezó a masturbarme un poco, entre el beso soltó un gemido.

-Que verga tan rica hermanito, esta calientica ¿crees que en mi boca se caliente más? Me dijo mientras me masturbaba, mientras se la metía poco a poco en la boca no me apartaba los ojos de encima, como no excitarme más con esa cara de niña chupando mi verga, lo hacía como una experta, sin yo decirle nada ella me hacía ver estrellas, paro un momento y se echó a reír, la tome de la cara, la empecé a besar, me agache y le baje el hilo para deleitar su vagina, ella se abrió un poco y yo sumergí mi lengua en su vagina, rosada, estrecha, todo un mangar, mientras le chupaba la vagina ella se quitó el sostén y me pidió que le apretara los senos que eso le excitaba, así estuvimos un buen rato, tenía la cara llena de su flujo era delicioso, la incline y le abrí las piernas, ella se apoyó con las manos en la pared, que excelente vista de su espalda blanca, dejaba a la vista un bonito tatuaje, se lo metí sin mucho esfuerzo, tenía flujo hasta en los muslos, le fui dando a un ritmo normal para ir entrando en calor, gemía muy fuerte y eso me encantaba.

-Nalguéame hermanito déjale la nalga rojita a tu hermanita.

La empecé a nalguear, me echaba saliva en las manos para que le quedara rojita y ella gemía cada vez que le daba.

-Mmm asi hermanito castígame castígame por perra mmmm

Sentí ganas de acabar pero obvio no iba a embarazar a mi hermana, lo saque y le acabe entre la espalda y las nalgas, acabe como nunca se sintió delicioso.

-Que rico hermanito que buena cogida me acabas de dar, me voy a limpiar y prepárate para la otra ronda.

No tenía ni que decírmelo, me quede con ganas de más. Cuando volvió ya yo estaba acostado tocándome y ella se me vino encima y se subió pero de espaldas, se inclinó un poco y empezó a mover ese tremendo culo blanco, me sorprendía lo experta que era pero eso me encantaba, la senté en mi pene pero ella estaba como de lado y me toco a mi darle, cada vez le daba más duro, le encantaba, el sonido de mi pene contra su vagina era cada vez más fuerte y sus gemidos también.

-Así hermanito pero que rico! Así papi soy tu perra dame así! Siento que voy a acabar papi!

En lo que dijo eso yo acelere más el ritmo y acabamos los dos juntos, fue magnifico, delicioso

Se fue al baño a lavar, me miro sonriendo y me tiro un beso y se fue a su cuarto.

Lo hacíamos cada vez que la cosa estaba sola, un día conoció un chico, se enamoró y se mudó de la ciudad con él y más nunca lo hemos hecho de nuevo pero siempre tendré el rico recuerdo de mi hermanita Laura.