Una vez me encontraba en un bar sentada tomando un par de cervezas muy frias, escuchando atentamente la música, viendo a todas las personas conversando, viendo la televisión, jugando billar, entre otras cosas.

Se me acerca un desconocido. Me toca el hombro derecho, era un hombre de aproximadamente unos treinta y siete años; se veía muy educado, vestia muy a la moda como para la edad que lleva encima. Me pregunta si esta ocupada esta silla, le contesto con dulzura que no y lo invito a sentarse, y además me haga compañía con su presencia.

Después de tanto hablar de ambos. Me invita a otro lugar como ambiente parece que este lo aburria por completo y tenia anciedad por algo, que no tenia conocimiento alguno por supuesto accepte la invitación formal del desconocido.

Bueno llegamos a un hotel. Entramos a su habitación puso música suave; me dice que le gusto, quiere hacerme el amor puro y libre sin ninguna ataduras ni presión. Llevo puesto un conjunto de vestido de minifalda con botas bajas como de baquera con un jacket de jeans, le habla el desconocido: preparate que en un momento iniciamos el ritual amoroso mientras voy por un instante al cuarto de baño.

Me acuesto en la cama esperando para que lo hicieramos bajo la luz de la luna que se veía desde la ventana de su habitación. Abre la puerta del baño me pide que me suba la minifalda y te quitas la tanga que llevas puesta solamente, dobles tus entrepiernas dejalas abiertas y por favor cierra tus ojos linda nena.

Obedezco siento como va entrando entre mis piernas de repente siento que me hecha algo encima de mi clitoris. De ahí, siento que me muerde y me lame mi clitoris abro los ojos me sorprendo por el comportamiento que esta asumiendo conmigo. Veo que el polvo es droga me enfado lo aparto bruscamente le exigo una respuesta inmediata, porque esta haciendome esto. Me confiesa que soy un drogadito necesitado de consuelo tu vagina para ingerirla a la vez, te cogo tu verga caliente la disfruto combinada con la esencia de la droga misma.

Al escucharlo no esta haciendo nada malo sino que esta con mi compañía haciendo el sexo de una manera que no esperaba que me lo hiciera este drogadito sinverguenza y degenerado. Pero a mi juicio me gusta esta nueva posición y forma de hacerlo, lo dejo que siga con su droga mientras hacemos el sexo, me penetra por mi ano dandome una sensación desquiciante pero absolutamente acogedora, majestuosa y fogoza. Terminamos me dice por favor limpiate y lavate tu precioso, confortable, encantador, autentico y poderoso clitoris que utilizo como plato para hecharte y consumir mi droga nena.

Me aseo como me lo pide el drogadito de mi ombligo para abajo lo hago sentada en el sanitario mirando hacia la pared. Mientras que orino todo el semen contaminado con drogas ingeridas por el mismo drogadito, cuando estamos haciendo el sexo como el amor, siempre me llama cuando necesita mi clitoris como plato para ingerir, hecharme y consumir su preciado droga.