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Dosis de 100 miligramos de Viagra y la Señora de Santa Claus regalito de navidad

Festejándose la Navidad en vivo y a todo color. Estando el amigo tranquilito y disfrutadito también entre nosotros comodito, igualmente tomadito un poco además, entonadito obviamente alegradito de viva voz, con el ambiente especialmente los aromas de ahí, con los villancicos navideños muy sonados y propios de está víspera decembrina y mucho más.

En eso llega disfrazada con traje de señora de Santa Claus. Con gorro y botas negras de tacón alto en persona por parte nada menos de la hermosísima sobre todo encantadísima; asimismo espectacularísima hasta fascinad sima, de ahí, sensacionalisima, inclusive cautivadisima, seducidisima, provocadisima, coquetísima, incitadisima, emocionadísima, deseadísima, deleitadisima, deliciosisima, ardientísima, excitadísima, gozadisima, goloceadisima, tremendísima, etcétera hacemos referencia a la famosa guapa amiga Laly.

Sonriéndose, al sentarse en las piernas del amigo con un brazo detrás de los propios hombros que se pasa al mismo tiempo, acariciándole con la mano por detrás de la misma nuca como el propio cabello. Mirándose fija y directa sobre todo contemplándose finalmente precisamente ambos; qué la guapa amiga Laly le habla te gusta tu regalito navideño en vivo y a todo color, el amigo le responde estoy feliz y entusiasmado con mí regalito navideño hecho realidad tan fehaciente, que tanto añoraba los once meses de este año se me cumplió en mis propias narices y ojos la besa en la propia boca.

Con las manos puestas en plena acción qué se pasa tocándola, frotándola, zurrándola, manoseándola, acariciándola, sintiéndola, fantaseándola, dominándosela, conquistándosela, endemoniándosela, etcétera por parte de la Señora de Santa Claus en vivo y a todo color por la misma guapa amiga Laly; que continua sonriéndole y mirándole al propio amigo encantadora y por supuesto, atrayéndolo, finalmente extasiándolo, con muchas ganas y ánimos.

El amigo enloquecido entrándole a besuqueársela por doquier que no deja para nada ningún rincón femenino tranquilo de la misma guapa amiga Laly. Que es la propia Señora de Santa Claus, volcándose y no le da chance, ni tregua alguna, que sigue la besuquead era ardientemente por los meros senos medianos, clítoris, vagina, rabo, culo con todo un hilo dental cachetero de cuero diminuto, de ahí, por las piernas avanzando al descender por las mismas botas negras, en fin la tiene súper devoradisima, arrechad sima, obligadísima, acosadisima, violad sima, sometidisima, atrapadisima, etcétera entre muchos jadeos igualmente gemidos escuchados y expresados altivamente por la buenísima sabrosísima y riquísima Señora de Santa Claus que es el regalito en persona y en vivo y a todo color de su amigo en esta noche de navidad.

La guapa amiga Laly le saca la pinga al amigo. Que la tiene erecta, dura, enorme, grande, gruesa, gigantesca, parado, firme, hecha todo un cañón a punto de disparar; y sobre todo entre nosotros. Bien hinchado a punto de reventarse por el efecto de tomarse antes una dosis de 100 miligramos de Viagra, al tenerlo potenciador como arrebatador, igualmente desquiciadisimo, y para rematar desesperadísimo al mismo amigo que no se controla, ni siquiera contiene, ni tampoco lo puedo evitar al respeto.

Parándose, que cargando a la Señora de Santa Claus, que es la mismísima y hermosísima como famosísima guapa amiga Laly; sujetada, apretándola con las propias caderas y piernas fuertemente dobladas como candado con las propias botas negras en todos los glúteos y trasero del propio amigo. Qué sé la lleva corriendo y rápidamente hacia la recamara; entrándole inmediatamente a cogérsela en cuatro que la embiste maratónicamente en que anda jalándola, como aferrándola, también exprimiéndola, además apretándola de los pezones medianos; que los tiene buenísimos, sabrosísimos, riquísimos y apetitosisimo, de ahí. Golpeándola y agitándola con este hamaqueo hacen bulla con las patas de la misma cama; que la mueven de delante hacia atrás y viceversa constante y contundente como consumadamente; donde jadeándose igualmente gimiéndose torrencial hasta caudalosa, sobretodo intensa, pero fuertemente la misma Señora de Santa Claus por lo que esta sucediéndole y haciéndole asimismo viviendo por detrás con el propio amigo disfrutándose y devorándose su regalito navideño y mucho más.

Vibrador anal más que de batería que no se le agota nunca la energía; al metérselo por el clítoris sentada en que la pone a vibrar a tutiplén y bestialmente a la misma guapa amiga Laly; al hamaqueársela maratónicamente al subirla y bajársela contundentemente varias veces repetidas. Soltándose sorpresiva e impresionantemente muchos jadeos igualmente gemidos toda sudorosa pero alegradisima, devoradisima, atrapadisima, sucu lentísima, fascinad sima, agitadísima, etcétera;  con todos los senos medianos que saltan para todas partes al tenerlos escapados y por fuera del mismo traje de Señora de Santa Claus, y toda des peinadísima de a milagro y suertuda tiene sujetada el mismo gorro,  la cuelga de una baranda para ejercitarse los músculos. Que se la coge por debajo de la vagina al impulsársela y penetrársela como fuera una metralla dora que dispara infinitamente muchos tiros en que no tiene nunca para acabarse las municiones, ni tampoco los cordones de las mismas balas que utiliza, que pone jadeándose igualmente gimiéndose, y por supuesto gritándose, también hablándole: “no te detengas para nada coño síguele disparándome que me tienes coronad sima, disparad sima,  tiradísima, metidisima, entre mucho más por ti.”

Virados y acostados, pegados se la coge doblada de culo y cuerpo por parte de la guapa amiga Laly y el amigo arqueándose de cuerpo para mayor penetración por la vagina, que la hamaquea nuevamente al dejarla verdaderamente coja y sobre todo entre nosotros desencajándola de las coyunturas, tanto de las mismas caderas como ingle y piernas por tanto hamaqueo como fuera unas maracas. En que no tiene final el amigo debido y a razón que no sabe e ignora Laly la dosis de Viagra de 100 miligramos que se tomo antes; jadeándose igualmente gimiéndose entre nosotros que está adolorida y sudorosa pero agotadísima obviamente, disfrutad sima, maltratad sima, disparad sima, vaciadisima, gozadisima, goloceadisima, dominad sima, aprovechadísima, doblegad sima, etcétera por su amigo al ser su regalito de navidad y mucho más. Se viene bien cargadísimo al dispararle hartísimos y bastantísimos por supuesto, gruesísimos, espesísimos, entonadísimos, chorridissmos y disparos de polvo largos; que la dejan ensuacidisima, asquerosísima, cochinisima, pringad sima, y finalmente satisfechísima a la propia Señora de Santa Claus, que es la mismísima y famosísima hasta conocidísima guapa amiga Laly junto y a sola con su amigo exhausto boca arriba pegados y abrazados en toda la cama de la recamara.
Datos del Relato
  • Categoría: De Fiesta
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