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Categoría: Maduras

DOS RICAS MADURAS

Esta es una de las mejores experiencias sexuales que me han pasado y no porque fuera un trio con dos mujeres, sino porque era con dos de las mujeres que más me han gustado y excitado en esta vida.



Maricela ya me había dicho que le gustaba Ivette y que quería un trio entre nosotros, yo también buscaba la ocasión, pero no se podía, hasta que quedamos en tomarnos unas cervezas.



Yo ya le había expuesto la idea del trio a Ivette, pero esta al principio se negaba, ya que decía que Maricela era su amiga y no se imaginaba cogiendo con ella, que, si fuera otra chica, tal vez.



Pero la verdad yo quería tener a ellas dos en mi cama solo para mí, gozando sus ricos cuerpos y viéndolas tocarse, así que cuando salió el plan de las cervezas sabía que ese era el momento.



Fuimos al departamento de Maricela ella traía una minifalda negra luciendo sus piernonas una blusa café escotada y sus botas, Ivette llevaba una licra café y una blusa negra, los tres estábamos tomando y platicando, reíamos y hablábamos de todo hasta que la temperatura subió.



Ante la mirada de Ivette y aprovechando el pretexto del alcohol Maricela y yo comenzamos a besarnos, Ivette nos miraba y sonreía, yo le acariciaba las piernas a Maricela, Ivette estaba confundida, pero seguía mirando atenta mientras nos reclamaba sarcásticamente.



I: ¡Órale!! ¡Ya paréenle que se me antoja!



M: ¡Pues únete a nosotros nena!



T: ¡No te quedes mirando bebe!



Sin decir más me lance a besarla, ella no se disgustó, mientras Maricela se quitaba su blusa y su brasear, se lanzó a acariciarle las piernas a Ivette, las manos de Maricela subían desde sus pantorrillas hasta las nalgas firmes de Ivette quien por su parte me despojaba de la camisa.



I: ¿Esto va en serio?



T: Claro, ¡te va a gustar!



M: ¡Que piernas tienes!!



I: ¡Abusadores, jajá!!



T: ¡Tu solo déjate llevar!



Nos fuimos a la cama yo le quitaba la blusa a Ivette y nos continuábamos besando mientras Maricela me despojaba de mis pantalones y mi trusa, acostamos a Ivette entre los dos, la desnudamos, besábamos todo su cuerpo desde sus pies hasta su frente.



Maricela la besaba deliciosamente mientras yo me perdía en sus ricas tetas, luego Maricela le lamía sus ricas nalgas, eso me excito demasiado.



M: ¡Ya quería estar con los dos!



I: ¡Que rico, no esperaba esto, pero que rico!



T: ¡Es un sueño! tenerlas a las dos aquí



¡Ya desnudos los tres ambas comenzaron a chuparme la verga! la lamian delicioso al mismo tiempo se besaban, yo estaba en la gloria dos mujeronas mamándome mi verga, yo aún no daba crédito a lo que sucedía.



¡Maricela acomodó su vagina en mi cara y yo comencé a chupársela e Ivette continuaba comiéndose mi verga!, la tragaba completa mientras Maricela le acariciaba las tetas y se las chupaba.



T: Ivette sigue mamando ¡uf que rico!



M: ¡Ivette eres la mejor!, me encantan tus tetas!



I: Son unos calientes, ¡pero que rico!



Ahora le comía su concha a Ivette mientras Maricela devoraba mi verga, observaba como Ivette besaba a Maricela y le comía las tetas, hicimos un trenecito yo se la chupaba a Ivette, Ivette a Maricela y Maricela a mí, estábamos con la boca ocupada mientras ellas comenzaban a escurrir ¡me preparé para penetrarlas!



Finalmente me iba a dar el lujo de cogerme a las dos, lo que tanto había esperado y soñado estaba por comenzar.



Acosté a Ivette y le levante las piernas se las abrí y se la deje ir suavemente mientras Maricela le besaba sus tetas, yo con mis dedos estimulaba el clítoris de Maricela, puse a Ivette en patitas al hombro y mientras se lo metía Maricela daba mamadas a mi verga y a su pucha.



M: ¡Saben delicioso! ¡Uhm!!



I: ¡Ah Tyson!



T: ¡Ivette!! bebe que rico coño!



Cambie y ahora era Maricela quien acostada recibía mi verga mientras Ivette empinada en un 69 con ella lamia nuestras partes, le tomaba la cabeza a Ivette ara que no se despegara de nosotros, mientras seguía empujándole hasta el fondo mi gruesa verga a Maricela, quien disfrutaba al máximo de lo que sentía.



M: ¡Oh!!! ¡Por dios que rico!!



I: ¡Uhm!! ¡Qué bien, uhm!!!



T: ¡Esto es el cielo, uhm!!!



Levantaba las piernas de Maricela y se lo empujaba rápido, Ivette me lamia las nalgas y mi ano y me empujaba con fuerza a su amiga, que rico sentía eso.



T: ¡Ay!! Que rico Ivette, uhm, Maricela, ¡agh!!



M: Así papacito, goza, uhm, ¡agh!!



I: ¡Uhm!! Así que te gusta, ¡uhm!!!



¡Pasé a ponerlas en cuatro! Ambas se juntaron y primero penetraba a una y con mis dedos estimulaba a la otra ¡mientras ellas se besaban!



M: ¡Que rico!! Son los mejores! Sabía que esto sería fantástico.



I: ¡Ah! ¡Maricela tú también eres fabulosa!



T: ¡Las dos lo son nenas!



Ivette se acomodó boca abajo en la cama y Maricela subía encima de ella rosando su coño, las deje solas un momento mientras se estimulaban, Maricela le besaba el cuello y su oreja a Ivette mientras sus manos apretaban con desesperación esas piernas que ahora se siempre le gustaron.



Les pedí alzaran un poco sus pelvis y empecé a penetrar a Ivette, el movimiento era magnifico, Ivette sentía el rose de la vagina de Marciera que al mismo tiempo sentía el rose de mi verga que estaba dentro de mi amada Ivette, que rico momento.



I: ¡Ah, uhm, uf, ah!!



M: ¡Así corazón! gimes bien rico, ¡uhm!!



T: ¡Dios santo, uhm, agh!!



Ahora Maricela estaba abajo y se lo metía rápido repitiendo lo mismo, pero ahora Ivette estaba encima de ella, que rico momento, sentí como ya no aguantaría más, pero aun no quería terminar, quería seguir gozando a estas ricuras.



¡Ellas decidieron tijeretear un poco! Se entrelazaron y juntaron sus vaginas, ¡sus movimientos eran ricos y mientras yo les daba verga en la boca y tomaba videos y fotos!



I: Dios ¡que rico!



M: ¡Mami muévete que rica pucha!



Ambas estaban bien metidas, se besaban, se compartían mi verga, Maricela se ahoga en las ricas tetas de Ivette quien gustosa se retorcía al sentir los dientes de su amiga.



Yo más duro me ponía, necesitaba estar dentro de ellas, pero gozaba el ver como Ivette le mordía las tetas a Maricela y apoyándose en su nuca se movía riquísimo en ella, ambas estaban súper mojadas, habían tenido un orgasmo muy rico.



M: ¡Por dios, agh!!!



I: ¡Que rico, uhm!!



T: ¡Son espectaculares chicas!



M: Ya te toca, ¡métenosla!!



I: ¡Si, danos tu rica verga!!



¡Las acosté una encima de la otra y mientras sus vaginas seguían raspándose yo metí mi verga en medio con nuestros movimientos podía penetrar a las dos al mismo tiempo, dos ricas vaginas húmedas juntándose y comiendo mi verga!



I: ¡Ah! Tyson así!



M: ¡Me encantan! Uf!!



T: ¡Nenas son las mejores!



M: ¡Que rico! ¡Así! ¡Muévete tú también Ivette!



I: ¡Gózame nena!



Nuestros movimientos subieron de intensidad, una metida para una y luego a la otra, ¡james en la vida había sentido tan rico!



Estábamos en el éxtasis, hasta que ya no aguantamos más y nos venimos, ¡yo me vine en sus vaginas!, mientras ellas se juntaban y salían sus fluidos.



M: ¡Ah! que rico! ¡Ay, si!!!



I: ¡Llénanos de leche! ¡Uhm!!!



T: ¡Dios!!!



El orgasmo fue espectacular, besos, mordidas y caricias acompañaron el momento hasta que terminamos agotados llenos de fluidos, pero satisfechos de lo realizado.



Reposamos un rato y continuamos cogiendo, a veces cogía solo con una, mientras la otra miraba y a veces ellas cogían y yo miraba, fue una noche maravillosa y los tríos que tuve con ellas fueron ¡maravillosos!


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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