Ahí me encontré, en la cama de ese cuartucho y con dos hombres encima de mi, cuatro manos me tocaban me acariciaban me complacían... Casi sin respiración y casi sin poder creermelo me incorporé un poco para mirarles a la cara, lo que ví no fue su cara, sino mas bien sus pollas, estaban totalmente erectas, turgentes duras como piedras, y estaban bien armados... Se me hacía la boca agua solo de pensar en probarlas...
Adivinandome el pensamiento el feo se puso a horcajadas sobre mi y acercando su miembro a mi boca me invitó a probarla, la pasó por mis labios, que se morian de ganas de probar ese fruto prohibido, medio sentada, totalmetne con las piernas flexionadas y teniendo en mi boca la polla del feo empecé a chuparle, le chupaba mirandole mientras tanto, veía en su cara satisfacción y aprobación y eso me gustó mas que nada, cogiendola tambien con mi mano´, me la comía como un platano maduro, poco a poco, tenía el capullo a reventar totalmente hinchado, la vena se le notaba mucho...
En eso que yo seguia comiendosela cuando noto que el joven me esta lamiendo mi entre pierna, oh que sensación mas maravillosa, acompasada por los lametazos del jovencito fui lamiendo la polla del otro, no se cuanto tiempo estuve, no tenía noción de nada, solo sabía que estaba disfrutando como nunca, y no quería que aquello acabase jamás...
El feo se retiró de encima, casi me quitó el caramelo de la boca a regañadientes, el jovencito hizo lo mismo, se intercambiaron los papeles, yo estaba en las nubes, estaba toda mojada solo de pensar que tenía dos pollas juntas, era una idea muy glotona, la mente se me iba... tenía mil ideas en la cabeza.
Pero el jovencito no me la puso en la boca sino que mas bien la puso en mis tetas, ayudado por sus manos empezó a restregarmelas bien, le notaba caliente muy caliente, mientras tanto el se agachaba para darme mordiscos, literlmente en la boca, en los labios, el feo estaba delante de mi masturbandose, se le veía muy concentrado...
Me dieron la vuelta los dos a la vez, me pusieron a cuatro patias, enmedio de la cama, yo sabía lo que iba a ocurrir, a uno le tenia de frente y a otro detras, ya casi estaba corriendome de gusto, esta experiencia fue increible, sublime diria yo...
El feo poniendose detras mio, y agarrondome firmemente del culo empezó a metermela, noté primeramente la puntita, uffff lo quería ya todo, casi le grité para que lo hiciera, y así lo hizo, hasta dentro me la metió, me quedé extasiada sin respiración, casi me derruambo pero aguanté bien, el jovencito que estaba delante de mi, me cogió la cara, y me ofreció su polla para que la comiera...
Asi con los empuejes del feo y con el biberon del jovencito, estaba en el paraiso, me corrí enseguida, pero no paré quería mas y mas, estaba totalmente salida de mi, casi no me conocía, la cama chirriaba por los empuejes del feo, mis gritos casi se podian oir por todo el local de eso estaba segura, y ellos no eran menos, sabía que tambien lo estaban pasando de fábula, eso se notaba...
El feo incrementó el ritmo, la notaba como la sacaba y la volvía a meter, estaba a punto de correrse, cuando de pronto la sacó y se cambió con el jovencito, rapidamente me la puso en la boca y el jovencito a su vez me siguió follando, yo chupaba desesperadamente, casi hambrienta cuando noté las primeras gotas del semen, estaba caliente, me la sacó de la boca y terminó de correrse delante de mi en mis tetas, él tio casi estaba ahogado, rojo como un tomate sin respiracíon cayó fulminado a la cama, el joven mientras seguía dandole, casi me hacía daño de lo que le sentía, lo hacia con fuerza me clavaba las manos en mis nalgas, se oian gritios de placer, sabía que estaba aguantando, de pronto la sacó me dió la vuelta, y me la puso en la boca, me dijo que sacara la lengua, y con ayuda de su mano, y apoyada en mi lengua se corrió, parecia que se moría el jovencito, tenía completamente la lengua llena de su semen, semen que saboreé...
Me quedé dormida estaba exhausta, en el medio de ellos dos, casi aplastada, pero con gusto pensé... A la mañana siguiente todo volvería a ser igual...
Nunca me atrevía a repetir la experiencia, no por ganas sino por que me falta valor...