Luego de unos meses de vivir con mi marido, me propuso algo que sería lo más intenso que he vivido como trans. Me pidió que me implantara senos, lo cual me encantó, de verdad.
Le dije que sí, que me operaría (ya me puse glúteos) y estuve a dieta para adelgazar la cintura, o sea que me veo muy bien, faltaban mis senos. También le pedí irme a casa de una amiga durante mi convalecencia. El cirujano dijo que la talla máxima podría ser 36 c. Excelente! El día de la operación, antes de entrar al quirófano mi novio me dijo que me tenía una sorpresa para cuando regresara a casa, ya con mis chichis listas.
Muy bien la cirugía, de hecho es un procedimiento ya muy accesible en todos sentidos, ni siquiera deja cicatriz, se los recomiendo chicas. Durante mi convalecencia sentía delicioso este nuevo peso en mi pecho, aunque aún no podía verlas porque estaba vendada, mi novio no me acompañó a las revisiones con el médico para que no me viera sino hasta que pudiera tocarlas, y algo más, por si quisiera hacerme algo más.
Luego de 6 semanas ya estaba lista para regresar a mi casa, Edgar me pidió que estuviera allí en la mañana, antes de las 10, y vaya que tenía una sorpresa! Cuando llegué me pidió que me pusiera un vestido elegante que recién había comprado, era color beige, zapatillas y bolso a juego. Entré a la recámara y me cambié, agregando, claro, medias, liguero, tanga, y particularmente, mi nuevo bra. Me gustó muchísimo cómo resaltaba mi feminidad la lencería con tetas reales, me excitaba imaginar cómo las disfrutaría mi macho y lo segura que me sentiría al estar en la cama con él.
Salí de la habitación ataviada como una dama, y sintiendo la gran novedad en mi pecho, estaba muy caliente.
• Qué bella luces Mía!
• Tú crees mi amor?
No me llevó a la cama sino al auto, me subí y no pregunté a dónde iríamos, pensando que sería obvio ir a un hotel, pero no, se estacionó, caminamos unas calles y entramos al registro civil, me llevaba para casarnos!!!
• Mi amor, qué gran sorpresa!
• Quieres ser la señora de Muñoz?
• Sí, sí quiero mi vida!
Me solté llorando de tanta emoción, nos esperaban los amigos más cercanos. En la ceremonia no podía dejar de llorar, luego nos fuimos a un restaurante a celebrar y por la noche había otra sorpresa, tomamos un vuelo a Barranquilla, nuestra luna de miel sería en la playa. Durante el vuelo de 1 hora 20 minutos siempre estuve abrazándolo y besándolo. Nunca había estado tan enamorada.
Al llegar a la habitación me dio la ropa que usaría para esta ocasión tan especial, una mini, blusa de botones y zapatillas, la lencería ya la llevaba puesta. Mientras me cambiaba noté que estaba mojadísima, era una ocasión muy, pero muy especial. Cuando salí se sorprendió al verme:
• Estás muy hermosa Mía
• Y muy excitada cielo
Puso música erótica y nos quedamos en el sofá para brindar con champagne en esa primera noche como marido y mujer. Cruzaba mis piernas con sensualidad, cuando me paré a servirle se acercó a mí por la espalda y me la pegó, me moví para demostrarle cuánto quería que me cogiera, que me hiciera toda suya como su mujer y esposa. Ya no podíamos más, desabotonó mi blusa, desabrochó el brasiere y agarró mis tetas por primera vez, las dos, con ambas manos; subió mi falda, me agachó contra la mesa, hizo a un lado la tanga y me la metió toda, hasta el fondo de mi intimidad, mi intimidad ahora como esposa. No sabía qué era más intenso, ser su señora o mis tetas que me hacía más mujer, o las dos cosas.
Empezó a meterla y sacarla sin soltar mis senos, yo lo tomaba de las manos y me movía en círculos como le gusta, qué calentura ver mis calzoncitos bajados a la mitad, mis zapatillas y ahora mis tetas, todo para mi hombre.
• Te gusta Mía?
No podía hablar de tanta excitación, solo me movía con sensualidad, era la mejor cogida que me había dado en toda la vida. Me dijo
• No me quiero venir todavía, ven
Se salió y se sentó en el sofá, era fácil saber qué posición quería. Me paré frente a él, bajó la tanga y le ayudé a que me la quitara toda, me senté frente a él, la acomodé, me senté y me dijo
• Enséñamelas mi amor
• Subí el bra y se las puse frente al rostro
• Qué delicia mamita
• Tómalas papi
Las agarró y las chupó con verdadero deleite, una, la otra, las juntó para meterse los dos pezones a la vez. Sentía la gloria al verlo agasajarse y yo moviéndome con su verga hasta el fondo. Me decía
• Para qué son estas tetas?
• Para que las cojas mi amor
• Nada más yo?
• Sí mi vida, nada más tú que eres mi hombre
• Y si te doy más leche te van a crecer más?
• Síiii
Cuando le respondí me vine, me vine sin tocarme, chorros y chorros porque tenía más de dos meses sin hacerlo, me abracé a mi macho y le mojé el abdomen con mi venidota, me dijo
• Qué rico cosita
• Papi
Seguí sentada en él
• Para qué más son estas tetas?
• Para darle de comer a tu hijo
• Ya te vas a embarazar?
• Sí mi amor, ya quiero
• No te has cuidado?
• No, dejé las pastillas
• Mía, siéntate, me voy a venir
• Dame papi, dámelos
Me senté toda y sentí el semen caliente de mi marido hasta el fondo mientras seguía chupándome los pezones, yo lo abrazaba y se la apretaba con mi colita para que me inundara con su hombría, para que me hiciera más y más mujer.
• Mía, me sigo viniendo
• Dámelos papi, échalos
• Apriétame
• Si mi amor
• Hay te van más
• Dame papacito
Terminamos y nos quedamos abrazados, sentía delicioso mis pechos contra su pecho, nos besábamos, nos amábamos como nunca.
Ya en casa, cómo me gusta sentir mis nuevos senos y verme al espejo con playeras ajustadas, y más me gusta que mi marido los disfruta enormemente, en formas y posiciones que luego les iré platicando.