En la universidad conocí mucha gente en los primeros dos años del área comúnm en la facultad de cuiencias económicas, pero intimidé más cuando nos separamos para la carrera de economía, con Joaquín y Sonia. Los dos eran de un departamento del oriente de Guatemala llamado Chiquimula, ellos desde el diversificado eran novios y lo siguieron siendo, se graduaron y casaron. Sonia nunca le soltó nada, era de aquellas mujeres que hasta la noche de bodas perdía su virginidad, es más no se dejaba ni tocar las chiches, que por cierto eran grandecitas yredondas, tenía unas caderas espectácularesm, y hermosas piernas largas, aunque de rostro no era bonita, pero tenía algo especial, ya graduados regresqron a Chiquimula donde le ofrecieron trabajo a Joaquín en una embiotelladora de aguas gaseosas, y Sonia trabajaba en una empresa agroindustrial, sienore en ese sector. Una mañana me llamó Joaquín porque quería hablar conmigo de algo importante. El siempre fuer aficionando a la política, y el partido del gobierno de turno lo había postulado para candidato a diputado por su departamento, por lo que llegó acompañado de una hermosa mujer como de unos treinta y cinco años, blanca, pelo negro lido hasta la mitad de la espalda, ojos verdes, labios carnosos, de hermosos pechoa, cintura fina, y deliciosas piernas torneadas, era su compañera de fórmula en la candidatura. El quería que yo le ayudara en su campaña política económicamente, dada la amistad le dije que dinero al partido nole daba, porque seguiría otro destino, pero que si le pagaba cuñas de publicidd en ñas radioemisores de su departamento y que le iba a mandar hacer vallas publicitarias, donde apareciera la fotografía de los dos, la realidad es que fué mucho dinero el invertido.

Antes de la elecciones generales, yo partí hacia Chile a estudiar un post grado, regresé dos años después, y no me preocupé por saber si ganó o no, pero de todas formas el partido de gobierno ganó porque hicieron un fraude enorme. Ypo regresé jueves por la noche, y mamá no sabía nada, de los resultados, fuí el viernes al congreso de la República a visitar a un amigo que si había gamado una diputación y pregunté por Joaquín y me dijo que habían perdido las distritales, pero wue tenía un buen empleo en el gobierno, y que generalmente viajaba los fines de semana a Chiquimula. El día sábado fuí a Chiquimula para verlo, llegué al rededor de las trece horas, preguntando llegué a su casa, sólo estaba Sonia, y ke dió mucho gusto verme, y me comentó que Joaquín era el administrador del aereopuerto, pero que hacía unos días había ido a Costa Rica y regresaría en una semana. El calor era intendo, yo sudaba a chorros, le pregunté si podía ducharme, pero estaban haciendo unas reparaciones en la tubería de agua, y el servivio estaba suspendido, pero me dijo que había unn río cerca, donde mucha gente lo visitaba, y habían lugares para nadar, ella me acompañó, de una vez se puso su trsje de baño abajo de su ropa, y me prstó una bermuda de Joaquín. Fuimos a un lugar solitario, dentro del vehículo me puse la bermuda, y ella empezó a sacarse la ropa quedando en un diminuto vikini, era presiosa Sonia, un cuerpo escultural, y sus chiches firmes, no se como ocurrió pero de verla la pija se me levantó, formando un bulto enorme, díficil e ocultarlo, ella se percató y sonrió, luego me preguntó: Estoy tan apetecible, para que te hayas excitado?, mucho le contesté. se acercó a mi y sin complejo alguno, me preguntó si podía verme y tocar mi verga. Aquella mujer mogijata que conocí en la U, ahora era diferente, me bajó la bernuda, y viendo la pija, me dijo que era inmensa y gordita, luego me dijo, me gusta tu pene, vente para acá, te voy a alivianar el deseo, bajó un árbol me acsote, y ella se lo llevó a la boca, dándome una soberbia mamada, hasta correrme en su boca, luego ella se acostó y se quitó la ropa, y me dijo que tenía que pagarle el favor, era una chocha linda depilada, le chupé su clitoris y en segundos se vino en mi boca, mi pija estaba durísima, se subí sobre ella, y empezó a chuparle sus ricas tetas, y a besarle la boca, poco a poco la penetré, ella gimió un poquito, me dijo que le había dolido un poquito, pero luego se acostumbró y empezamos a movernos con el mismo ritmo, casi juntos nos corrimos. Sudorosos, nos metimos al agua, besandones y tocandonos, minutos después dentro del agua, la volví a penetrar. Ya atardeciendo regresamos a su casa, esa noche lo hicimos varias veces. La semana siguiente llegó Joaquín a visitarme, Sonia le había comentado que había llegado a buscarlo y me devolvió la visita, me dijo que a principios del otro mes, tomaría posesión comoo Viceministro de Agricultura, y quería que yo le diera una mano, haciendome cargo de la presidencia de la Junta Directiva de una empresa de ese ministerio, lo discutimos y realmente no me quitaría mucho tiempo ya que la sesiones era en horas inhabiles, y me pagaban dietas y viáticos fijos.

Cuando fuí nombrado, me llevé na grata sorpresa, la