Dormido plácidamente el amigo en el diván en que quedan enternecidas inclusive fascinadas hasta ataridas sobre todo agarradas de las manos en plena caricias y sobadas que se prodijan con las yemas de los dedos contactadas mutuamente en que sonriendose y cautivadas hasta seducidas especialmente provocadas se besan en sus bocas tanto Brooke y Melisa que cómo siempre habitual y acostumbradas vemos vestidas con blusa de manga corta que hacen juego de falda entallada, ajustada y ceñida de color azul combinadas por supuesto con botas negras de tacón alto. En que Brooke se pone el dedo sobre su boca que mira a Melisa que no haga bulla agarrandola de la mano caminan de puntillas hacia donde está dormida plácidamente el amigo en que estando de pie ambas al lado del diván en que sonriendole le hace una señal física y visual apuntandole a su mera pinga que la tiene con una erección intensa además de sobresalirse de lo parado y duro cómo gigantesco que lo tiene consumadamente a pedir de boca estando ambas hambrientas, sedientas, apetitosas, suculentas, exquisitas, emocionadas, cautivadas, provocadas, seducidas, aventuradas, asimismo excitadas, y por supuesto incitadas, obviamente enajenadas, finalmente tenemos atrevidas hasta juguetonas eróticas y sexualmente hoy por hoy a manos llenas por el amigo y solo por el amigo que está ahora acostado plácidamente en el diván.

Ambas con la falda levantada a la cintura desnudas en que tienen una mano parejamente masajeandose y tocandose especialmente manoseandose en viva y a todo color sus labios vaginales muy húmedas también mojadas a tutiplén por doquier en bastantes jugos vaginales en persona cómo en vivo y a todo color al pie de ldiván donde está el amigo durmiendo plácidamente. Dobladas de pie con tal habilidad sobre todo agilidad corporal de sus contornos logrando sigilosamente quitarle el mero pantalón con todo y boxer en que ahí mismo le lamen superficial y suavecito con la punta mera de la lengua en al cercanía de las ingles y glande sobre todo las bolas de la pinga del amigo que no sabe ni se ha dado cuenta ni percatado ni siquiera percibido lo traviesas que se han puesto nada menos que Brooke y Melisa a sus anchas en este preciso momento.

Melisa el mama y chupa la cabeza de la pinga en que aumenta instantaneamente el líbido asimismo erección y por supuesto tenemos que el tamaño del mero glande y principalmente inflando mucho más de lo normal y habitual la misma cabeza de la pinga del amigo ante los propios ojos y narices de la misma Brooke en persona cómo en vivo y a todo color.

De rodilla apoyada en el medio de las piernas del amigo encima y encaramada en el diván doblada logra besar, lamer, morder, mamar y chupar las meras bolas cómo ingles del amigo dormido plácidamente en el diván.

Agachadas ambas pegadas de rodillas frente a frente del mismo diván besandose inclusive con sus manos rosandose, sobandose, agarrandose, tocandose, acariciandose, manoseandose, apretandose, sujetandose, asimismo hurgandose debajo de las entrepiernas en pleno ano varias veces repetidas veces y continuas en que besan superficial y suavecito las piernas del amigo en que se masturban tremendamente al dispararse inmensamente bastantes jugos vaginales en grandiosas cantidades industriales sudando la gota mayor traspiradas propiamente de sus frentes, cabezas, cienes, cuellos, caras, etcétera tanto Brooke y Melisa que están protagonizando el amor, pasión, sexo, deseo, deleites, delicias, suspiros, jadeos, asimismo gemidos, y por supuesto entregas mutuas y parejas que protagonizan y estelarizan hoy por hoy.

En que Melisa dominada acostada sobre el piso con las piernas dobladas parecido a que estuviera dando a luz a un bebe metida doblada encontramos a Brooke goloceandosela, devorandosela, comiendosela, zaceandosela, lujuriandosela, cautivandosela, seduciendosela, provocandosela, coqueteandosela, ligandosela, fascinandosela, excitandosela, apasionandosela, y por supuesto aventurandosela, finalmente emocionandosela tremendamente con hartas ganas, alientos, impetus, apetitos, delicias, etcétera en toda la vagina de Melisa a pocos centimetros del diván donde está durmiendo plácidamente el amigo y mucho más entre ambas hoy por hoy.