Mi nombre es Liliana Brigitte, tengo 38 años de edad, Me sucedió hace cinco días un dolor tremendo de la espalda que me inmovilizo totalmente el movimiento de cadera y pierna. Hace seis días estuve arreglando las plantas del jardín en la mañana y en la tarde, antes que llegue mi esposo a casa. Es un ejercicio sumamente fuerte tomando en cuenta que el jardín de casa es grande. Me sentí adolorida en la cintura al terminar sintiendo alegría por lo bonito que quedo el jardín.
Mi esposo quedo admirado y contento por lo realizado. Entre a la ducha para quitarme el sudor del cuerpo y dejar que el agua caiga en mi cintura logrando disminución al dolor. Me acosté con un panty y nada más de ropa en mi cuerpo, Le pido a mi esposo que diera masajes en la cintura y cadera para mejorar la tensión que existía. Inmediatamente pone sus manos en mi cintura apretando y soltando la musculatura, lo realizaba suavemente y con firmeza sus movimientos. Luego paso a las piernas pidiéndome que las separe para seguir con los masajes. Me sentía sumamente contenta y ligeramente aliviada del malestar, hasta que siento que sus manos comienzan a subir hacia mis muslos topando mis labios vaginales con insistencia, mis sentidos reaccionaron rápidamente permitiendo que siga estimulando mi clítoris y vagina. Se detiene un momento hasta quedarse desnudo, observo como su verga se encuentra totalmente erecta, me gusta verle asi de sexy y excitado.
Se sube sobre mi espalda dándome besos y caricias mientras su verga busca la entrada de mi chuchita que la tengo caliente y húmeda totalmente, logra meterla poco a poco hasta sentir sus huevos en mis nalgas que rebotan ante sus metes y sacas constantes. Me siento contenta por el momento que estamos permitiendo que mis sentidos exploten en un violento orgasmo ante la sensación de sentir su leche que inunda mi vagina. Y allí es cuando al mover la cadera sentí como el dolor se hizo más fuerte. Mi esposo se retiró dejando que chupe su verga con su semen que me encanta su sabor especial. Nos quedamos dormidos, aunque al mover mi cuerpo en cama el dolor que seguía presente en la cintura.
Fuimos donde el medico ordenando una radiografía emergente. No podía casi caminar y lo hacia con dificultad y peor agacharme, el dolor es impresionante. Me pusieron una inyección inmediatamente. Al ingresar al consultorio el doctor me pidió que me acueste boca abajo, estaba con un vestido amplio y puesta una tanga de hilo, mi esposo salio para su trabajo quedando que nos llamaríamos, logre con mucha dificultad acostarme procediendo el medico a explorar mi cintura y cadera, me pidió que retirara mi tanga de mi cuerpo, luego examino mi columna totalmente hasta el cuello existiendo dolor, luego con un aparato examino mis piernas indicándome que era para determinar reflejos, me pido que separe mis piernas y realice varios movimientos. Prácticamentemente estaba desnuda totalmente. Sentía que mi vagina comenzó a ponerse húmeda por las sensaciones que sentía.
Me indico que me baje de la mesa de exámenes y de nuevo el dolor seguía presente a pesar de la inyección que me pusieron en la nalga. El médico me ayudo indicándome que apoye mis codos y brazos sobre la mesa, estando parada separe las piernas y comience a realizar movimientos de cadera, mientras realizaba con sus dedos un examen prolijo de mis músculos y huesos, hasta que sentí como su mano rozaba mis genitales. Esta sensación me causo un morbo que inundo mi cuerpo. Me encontraba exhibiendo mi vulva totalmente, mi vagina y mi culito totalmente ante la mirada de un médico que es un hombre. Me pidió que abra mas las piernas cuando lo realizaba siento que se pone tras mío sintiendo como una cosa blanda ingresaba a mi chuchita poco a poco, hasta que me di cuenta era su verga que estaba dentro de mi vagina, deje que comience con su mete y saca mientras mi cadera comenzaba a mover bajo un ritmo suave y luego alocado por la emoción de sentir sensaciones nuevas en mi interior. Me apoye mis senos y abdomen al mueble para dar espacio a sus movimientos que continuaban hasta sentir que se queda quieto permitiendo que su leche entre totalmente a mi vagina. No resistí dejando salir un gruñido de satisfacción.
Se retiró pasando a coger una toalla para limpiar completamente mi vulva y vagina, besando mi nalga con mucha ternura. Luego se puso a limpiar su verga que la tenía muy desarrollada a pesar de su flacidez. Me pidió que levante mi cuerpo y camine despacio en el consultorio. Para mi sorpresa había disminuido el dolor y me sentía más tranquila, caminando con mayor facilidad. Beso mi rostro indicándome que durante cuatro días tenia terapia en la consulta y que no faltara.
Fueron cuatro días que realizamos una buena terapia de movimientos varios, hasta que me sentí muy bien y no he vuelto a sentir dolor en mi cadera y columna. Culiamos con alegría de diferentes maneras logrando unos buenos espasmos vaginales que me permitían tener un buen orgasmo que alocaban mis sentidos. Dijo que es un buen médico, un buen profesional y un buen macho.
Pague la cuenta a la Recepcionista, mi esposo se encuentra completamente satisfecho por los resultados favorables en mi salud. Amigas les recomiendo asistan a sus terapias fabulosas y me avisan solo mujeres para la dirección y el valor de la consulta.
En dónde está ese médico?